Disclaimer: Los personajes que utilizo aquí, pertenecen a el señor Akira Toriyama.


La pelinegra se levantó realmente de mala gana y bajó hacia la cocina, donde saludó al hombre que llevaba cabellos negros en punta y anteojos con un beso en la mejilla: su padre. Juntos desayunaron pobremente, ninguno se sentía lo suficientemente bien como para hablar. Era un día nublado, lo que todavía lo hacía aún más deprimente. Luego del desayuno, la más pequeña de los Son, que ahora tenía ya dieciséis años, se preparaba para ir al Orange Star en su habitación. Esto le habría demorado una media hora, y no porque sea maníaca del maquillaje (era todo lo contrario), si no porque había pasado largo tiempo mirando una foto que había pegada en su espejo. Cuando al fin bajó se despidió de su padre.

—Adiós, papá. —Dijo tristemente.

—Cuídate mucho, Pan. —Contestó Gohan dándole un beso en la frente.

Hacía unos cinco días que Videl había sufrido un accidente automovilístico. Lamentablemente, murió en el acto, así que ninguna Semilla Senzu pudo salvarla. Esta pérdida había dejado realmente afectada a toda la familia Son; especialmente a Gohan y Pan. Ambos estaban todo el tiempo deprimidos, la extrañaban demasiado. Ahora Chichi frecuentaba su casa más a menudo, a pesar de que detestaba la ciudad, adoraba a su pequeña y a su hijo, era obvio que necesitaría consolarlos.

Por la tarde, Pan llegó de la escuela. Su tío Goten estaba en su casa hablando con su padre, ninguno se percató de su presencia, y ella no tenía ánimos para hablar, así que decidió subir a su cuarto sin saludar. Al cabo del rato, escuchó que alguien llamaba a su puerta.

—Pase. —Contestó ella al llamado, mientras estaba sentada frente al espejo, aún contemplando la foto de su madre que estaba pegado en él. El pelinegro pasó y cerró la puerta suavemente detrás de sí. —Ah, eres tú. —Dijo al ver el rostro de su tío por el reflejo del espejo.

—¿Es esa la manera de saludar a tu tío? ¡Hace más de dos semanas que no me ves, niña! —Él intentaba animarla, pero no consiguió mucho.

—Sabes que no estoy de ánimo. —Pan señaló la foto de su madre en el espejo, intentando contener las lágrimas sin éxito. Goten no sabía que hacer, no era bueno para estas cosas. Se limitó a ir hacia ella y abrazarla.

—Todo va a estar bien, Pan... —Acariciaba su cabello. —No me gusta que estés así, debes ser fuerte. Conozco la sensación. —Dijo el hermano de Gohan mientras secaba las lágrimas de su sobrina y recordaba el tiempo que había pasado sin conocer a Goku, y también ahora, que él se había ido nuevamente.

—Y-yo... Lo sé, tío Goten... ¡Pero es tan difícil! ¡No sé que voy a hacer sin ella! —Sollozó, mientras se aferraba más a el mayor. —No puedo continuar sin ella... Ella era mi sostén, ¿sabes? Siempre que yo estaba triste ella venía a mi habitación con helado y me ayudaba a superar mi problema. Con un beso en mi frente parecía como si todo iba a estar arreglado en ese mismo momento. ¿Por qué tenía que irse? —Empezó a llorar mucho más fuerte, la había dejado devastada. —Lo peor... Es que ella una vez nos hizo prometer a mí y a mi padre que nosotros no intentaríamos resucitarla con las esferas... —Dijo intentando mantener un poco más la calma.

—Yo... Sé que es difícil, pequeña —Generalmente le molestaba que la llamaran así, pero ahora ya nada le importaba. —pero tienes que ser fuerte, a todos nos llega el momento alguna vez. —Dijo levantando su cara suavemente con sus manos. —Hazlo por los que te queremos, ¿si? Además, a ella no le habría gustado que te la pases llorando todo el tiempo, ¿verdad? Sé que no soy bueno para estas cosas, pero t-te quiero m... —La pelinegra sabía que a él le costaba muchísimo expresar sus sentimientos, así que sonrió y lo abrazó fuertemente.

—Sé que lo haces, y yo también lo hago, tío Goten. —Dijo despacio en su oído. Al pelinegro le dio un leve cosquilleo en el estómago, pero no supo entender por qué.

Ambos se quedaron hablando y riendo por un rato en la habitación. El pelinegro había logrado su cometido: distraer a su sobrina para que se sintiera al menos un poco mejor. Él se fue por la noche, luego de haber pasado un largo rato con Pan. Ninguno podía creer lo que había pasado hace un rato, es decir... Ella era la pequeña entrometida que le arruinaba todas sus citas, y él era su tío gruñón que le reprochaba todo lo que ella hacía. ¿La muerte de Videl los habría unido más? Era extraño verlos tan juntos, y Gohan se lo hizo saber a su pequeña hija.

—¿Qué te traes entre manos con Goten, Pan? —Preguntó su padre curioso.

—¿De qué hablas? —La menor de los Son no entendía lo que su padre estaba queriendo decir con eso.

—Hablo de que, ¿desde cuándo ustedes dos son tan unidos? —Sonrió.

—Bueno, yo... —Pensó por unos minutos, realmente no se le ocurría nada coherente que responder. —No lo sé. —Río un poco y volvió a mirar a su padre, quien parecía contento por esa acción.

—¡Así es como me gusta ver a mi pequeña! —Dijo poniendo sus dos manos en la cara de su hija. —Debes mantenerte feliz, Pan. —Sonrió y volvió a su laboratorio, para hacer algunos trabajos que había dejado hace algunos días abandonados.

Ella debía admitir que se sentía un poco mejor después de su día con Goten, pero aún no había salido de su estado de depresión. No podía creer lo que había pasado.

*Flash Back*

Era un lunes, Pan y Videl se encontraban en la montaña Paozu hablando con Chichi, quien no paraba de lamentarse por la partida de Goku. A Pan también le deprimía mucho saber que él no iba a regresar; aún tenía las palabras de Vegeta bien claras en su mente: "Será mejor que guardes eso con mucho cariño, Pan", y ella así lo hizo. Al cabo de un rato, Gohan y Goten llegaron volando. Fue una mañana un poco estresante para la pelinegra, escuchar lamentarse a su abuela sin parar era realmente insoportable, pero también la comprendía. Luego de un rato más allí, Gohan, Videl y Pan anunciaron que regresarían a casa, así que la hija de Mr. Satán sacó una de sus cápsulas y esta a continuación se convirtió en un coche. Todo el viaje estuvo tranquilo, hasta que a el conductor comenzaron a fallarle los frenos. Los tres hubieran podido salir volando del auto en ese preciso instante, pero ninguno lo hizo, creo que fue por el shock. No había pasado mucho tiempo de eso cuando otro auto que era manejado por un hombre se interpuso frente a ellos, provocando un choque. Mientras que Pan y Gohan estaban inconscientes, Videl salió despedida, aterrizando quién sabe cuántos metros más lejos. Al cabo de unas dos horas, la nieta de Goku despertó en una camilla de hospital, no se había hecho mucho daño, solo tenía algunos pequeños cortes en sus brazos y cara, al igual que su padre, quien estaba sentado al lado de su cama, observando como su hija despertaba, con una expresión muy triste; ella nunca había visto a Gohan de ese modo.

—¿Y mamá? ¿Dónde está ella? —Dijo curiosa, pensando que todo había salido bien.

—Ella... —Suspiró, para evitar que su voz no se quiebre. —Los médicos dijeron que murió en el acto, por eso no pude salvarla con una Semil... —Pan quedó en shock. Primero pensó que era todo una broma de mal gusto, pero al ver la seriedad en la cara de su padre, notó que hablaba sinceramente, y sintió como todo el mundo de le venía abajo.

—¡Eso no es cierto! E-eso no puede ser cierto... —Lo interrumpió, dejando brotar de a poco varias lágrimas de sus ojos. —Ella es mi madre... Ella no puede irse... —Sollozó, al tiempo que el pelinegro la abrazaba.

*Fin de Flash Back*

Sacudió la cabeza e intentó alejar esos recuerdos de su mente, que no le hacían para nada bien. Intentando pensar en otra cosa, decidió llamar a Bra, ella era su mejor amiga, pero durante estos días, había cortado cualquier tipo de relaciones con gente que no era de su familia, solo por el hecho de su depresión. Al parecer, la peliazul no sabía absolutamente de la muerte de Videl, pero ella también casi rompe en llanto; no porque fuera cercana a ella, de hecho no lo era en absoluto, pero le daba pena saber como se sentía su amiga, ella también hubiera hecho lo mismo si a Bulma le hubiera pasado algo así. La comprendía, o al menos intentaba hacerlo. Ambas quedaron de hacer algo juntas mañana, ya que hacía varios días que no se veían. Esto pareció poner incluso un poco mejor a Pan. Necesitaba aclarar su mente, seguir adelante y ser fuerte.

Prefirió no cenar, no tenía mucha hambre, así que subió a su habitación nuevamente; Gohan a veces le decía que últimamente parecía que ella viviera allí. Se acostó en la cama y miró el techo. Empezó a hablar en su mente, hablaba como si se lo estuviera diciendo todo a su madre. "Sabes, mamá... Te extraño muchísimo. Hace poco que te fuiste, y yo aquí estoy intentando vivir sin ti. Es muy difícil, te necesito a cada momento, y es raro un ambiente en el que no están tus risas, tus miradas, incluso tus enojos, es raro cuando tú no estás aquí. Me gustaría que nada de eso hubiera pasado, quiero tenerte aquí conmigo, abrazarte, que me des ese beso en la frente todas las noches..." Una lágrima corrió por su mejilla, luego se transformó en un llanto silencioso. "Te extraño demasiado, quiero que vuelvas conmigo, por favor, por favor, por favor... Te lo suplico. No soy nada sin ti." Siguió llorando por un largo rato, hasta quedarse profundamente dormida. Gohan fue hacia su habitación y le dio un suave beso en su mano mientras dormía.

—Te prometo que todo va a estar bien, Pan... —Susurró en su oído, antes de ir nuevamente hacia su habitación. A el pelinegro tampoco le había sido fácil volverse a dormir, no podía dejar de pensar en su hija. Si no hubiera sido por esa tonta promesa que él había hecho, Videl ya estaría de regreso, y todo sería normal. No podía soportar esa situación, tanto él como su pequeña se la pasaban deprimidos. No le importaba mucho como se encontraba él mismo, pero Pan ahora era lo más preciado que tenía, no aguantaba ver que ella estuviera de ese modo. Por suerte se había acercado más a Goten, y había vuelto a hablar con Bra. Quizá eso la mantendría un poco más alejada de su depresión, y eso también ayudaba a que él se alejara de la suya.


Nota de autora: ¿Qué tal? Bueno, este es mi primer fic, así que lo siento si no es tan bueno, pero estoy dando lo mejor de mí para poder crearlo. Espero que les guste, realmente al principio me daba un poco de miedo subirlo, ya que soy una persona que tiene un poco de miedo a como pueden salirle las cosas. En lo personal, este capítulo quedó mejor de lo que yo esperaba, me gustó. Si no les es molestia, me gustaría que dejen sus opiniones sobre esto, ya que para mi es realmente importante tener en cuenta lo que piensan los lectores. Espero poder actualizar pronto, en cuanto tenga creado otro capítulo, aquí lo encontraran. Yo pretendo hacer que este fic no sea tan corto, pero quizá me equivoque, espero tener mucha imaginación para lo que está por venir. Sé que este capítulo fue un poco corto, pero espero más adelante poder hacerlos más largos, me gustan más. Tengo pensado que en este fic haya amores incorrespondidos, diferencias de edad, diversidad sexual e incluso un poco de incesto. Lo voy aclarando desde ahora, para que el que no guste de esas cosas, no lo lea. También quiero decir que aquí no va a haber mucho que tenga que ver con la lucha o esas cosas (por no decir nada), aquí los humanizaré lo más posible. ¡Muchas gracias por leer, de verdad!