Recuerdame como la peor persona que hayas conocido.
Recuerdame como las tormentas llenas de furor, que destruyen todo a su paso con violencia.
Recuerdame como un objeto de decoración, que lo miras sin mirar, sabes que esta ahí en el mismo lugar.
Recuerdame como un arte abstracto, como esa pintura de formas raras y llamativas que no puedes dejar de ver por su rareza y belleza.
Recuerdame como si fuera el universo vasto lleno de preguntas sin respuesta.
Recuerdame como la luz de una vela, frágil, delicada, efímera, que se apago sin querer dejando a la oscuridad absorber tu alma sin piedad.
Recuerdame como las piezas de un rompe cabezas, como la pieza principal que da coherencia al juego.
Recuerdame como un ave que aún no sabe volar y atrevida salto del nido y cayo en el vacío de problemas innecesarios, malditos, despiadados.
Recuerdame como tu postre favorito, el chocolate derritiéndose en tu boca que por un segundo hace vibrar los sentidos pero se acaba mas pronto de lo que llegó.
Recuerdame como si fueras un drogadicto necesitando con urgencia la dosis de cocaína para sentirte mejor.
Pero sobre todo recuerdame como la peor persona que hayas conocido.
