N/A: ¡Hola! Hace mucho que no publico nada, y se que tengo algunas historias pendientes (que las terminaré), pero tengo este fic casi terminado, así que decidí publicarlo. Actualizaré cuando vaya teniendo tiempo (por el tema de los estudios y la universidad)

¡Espero sus comentarios!

Aclaración: Jimmy Neutrón ni sus personajes me pertenecen.


La reina del baile

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Capítulo 1: Una solicitud inesperada

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A lo largo de casi todo el país, el congelante frío, y el paisaje blanco e inmaculado anunciaba sin lugar a dudas que la fecha más alegre del año se acercaba: la navidad. Bueno, en casi todas las ciudades, a excepción de la olvidada y calurosa de ciudad de Retroville, en donde el brillante e inclemente sol no daba tregua ni en las fiestas decembrinas. Pero el clima no impedía a sus distinguidos habitantes esperar y vivir esta fecha con las mismas ansias y emoción que en cualquier otra parte. A donde quiera que se fuera, los adornos navideños, y las bellas luces vestían cada calle y cada casa de esta ciudad. Por su puesto, la secundaria de Retroville no iba quedarse atrás en el espiritu navideño, siendo fácilmente visible como casi cada pared de los pasillos de la escuela estaban empapelado con los afiches que anunciaban la grandiosa y esperada fiesta de navidad.

—Yo debo ser la reina del baile de navidad—dijo Cindy Vortex en cuanto leyó el afiche. —Mi madre fue la reina, también lo fue mi abuela, mi tía, y toda la familia Vortex...

Cindy, de quince años, había crecido un poco en altura, y aunque aún llevaba su cola de caballo, esta era más larga, y su flequillo rubio caía levemente sobre uno de sus ojos. A su vez, llevaba una pequeña capa de maquillaje en sus ojos y su cara era un poco más alargada y fina. Pero fuera de algunos cambios físicos, propias de la adolescencia, su inteligencia y espíritu competitivo no había mermado con la edad, sino todo lo contrario. Estudiaba más duro que antes, y se encontraba inscrita en todos los talleres, cursos, equipos deportivos -en todos ellos de capitana, por supuesto- que su estructurado tiempo le permitiese. Su madre insistía que eso le abriría las puertas de las mejores universidades del país.

Libby puso sus manos sobres su cintura. —¿Y cómo piensas hacerlo?—le preguntó la morena, entrecerrando los ojos. La morena, por su parte, también había crecido, y era casi de la altura de Cindy. Su cabello ya no estaba trenzado, si no que lo llevaba liso, a la altura de sus hombros. A su vez, a diferencia de su amiga, se maquillaba un poco más marcado, pero su aire relajado aún era su marca registrada. —Te recuerdo te hiciste de enemigas a casi todo el equipo de porristas, y ellas son las chicas más populares de la escuela—

—Eso es lo de menos, ellas no son las únicas personas que votan—dijo Cindy, pensando en el préstamo que debería hacer su madre para comprar esos votos.

La rubia tenía ese aire de adrenalina que solo tiene cuando está en una competencia. Por supuesto, toda competencia en la que el honor de la familia Vortex estaba en juego, era de vital importancia para cierta adolescente rubia. Si ella no era la reina del baile de navidad, sería una vergüenza y su madre jamás se lo dejaría olvidar. El solo hecho de imaginarse siendo la soberana de todo este montón de bobos era como una brisa de aire fresco.

—¿Y con quién irás, de todos modos?—le preguntó su mejor amiga. Es bien conocido, a su vez, que la soberana del baile de secundaria necesita su rey para poder reinar. Y por supuesto, encontrar a la pareja adecuada para el baile era imprescindible para ganar la corona.

Cindy no pudo evitar mirar por un microsegundo a cierto chico castaño que venía caminando junto a sus dos mejores amigos. Pero antes de que Libby, quien sabía con quien querría ir su mejor amiga, pudiera expresarle su opinión, los tres amigops se acercaron a las muchachas.

—¿Qué tal, chicas?—dijo Carl alegremente. Los tres habían crecido, incluido Jimmy, aunque aún era más bajo que sus dos mejores amigos. Pese a ello, se podía reconfortar que ahora era un centímetro más alto que Cindy y Libby, por lo que ya no podrían hacer bromas al respecto. Carl, por su parte, pese a ser más alto que antes, no estaba muy cambiado. Aún era un chico regordete, con gafas, y que gustaban cosas extrañas, siendo el único cambio en su look su peculiar gusto por vestir playeras de colores brillantes o de lentejuelas.

Sheen le dio a Libby una mirada seductora. —Oh, veo que ya viste eso del baile—le dijo, con falsa voz grave varonil. El mexicano era el más alto de todos y el mayor, ya que tenía dieciséis. Aún era un fanático de ultralord, y zún tenía un comportamiento excéntrico, pero con ayuda de Libby, quien para sorpresa para de todos aún era su novia, ahora tenía un estilo mucho más a la moda, lo que hacía admitir a muchas chicas que antes se burlaba de él que estaba un poco guapo. La morena estaba satisfecha con su trabajo.

Libby miró a su alrededor: todo estaba lleno de afiches del baile de navidad. —Creo que es difícil no verlo, Sheen—le dijo, indicando a su alrededor. —Pero si, si quiero ir contigo—agregó, con una tímida sonrisa.

—Excelente, nena—dijo, revolviéndose el cabello—Paso por ti esta noche.

—Sheen, el baile es la próxima semana—le recordó la morena, rodando los ojos.

Cindy observó a Jimmy, quien estaba absorto en su reloj de muñeca, al parecer comunicándose con Goddard. Jimmy era más alto, lo que hacía que su cabeza se viera menos sobrenaturalmente grande. Su caballo castaño aún mantenía su peinado habitual, aunque mucho menos elevando en el aire, más cercano a la cabeza, lo que a opinión de la rubia lo hacía ver más guapo, aunque jamás se lo diría. Por supuesto, Jimmy aún era el chico más inteligente de la escuela, y a su corta edad ya había sido llamado para las mejores universidades del mundo, y era considerado uno de los mejores científicos del milenio, más aún cuando la destructibilidad de sus inventos había disminuido estrepitosamente. Pese a ello, el genio hace ya un tiempo había decidido que lo que más le hacía feliz era tener una vida normal, y estar en la escuela junto con sus amigos.

—Ey, Neutrón, necesito pedirte un favor—se apresuró a decir Cindy, aclarándose la garganta. Jimmy y ella hace un tiempo que había convenido de forma oficial intentar ser amigos, y entre las bases de la negociación era ayudarse mutuamente por medio de sus propios talentos. Era como una alianza estratégica. Y es por esta razón que la rubia no titubeó en buscar ayuda en su ex archienemigo. Ya el otro asunto era más complicado de definir.

Jimmy subió la mirada un micro segundo, y luego volvió su atención a su reloj.

—¿Qué necesitas, Cindy?—respondió despreocupadamente. Pero el enorme pisotón que la rubia le propinó de forma sorpresiva, lo hizo volver la cabeza hacia su ahora amiga. "Auchh" se quejó.

—Ven Neutrón, necesito que me ayudes con algo— dijo Cindy, tomándolo por el brazo, y arrastrándolo detrás de ella, para alejarse del entrometido grupo conformado por Sheen, Carl, y Libby. Cuando ya se encontraban en unos casilleros bastantes lejanos de donde estaba el grupo, la rubia se sintió segura para hablar.

—¿Qué es lo te sucede, Cindy? ¿Por qué tanto misterio?—dijo Jimmy, frunciendo el ceño.

—Es obvio ¿no?—dijo la rubia, jugando nerviosamente con sus pálidos dedos— Porque no quiero que se enteren acerca de lo que quiero pedirte.

El castaño se cruzo de brazos, y elevó un ceja. —¿Qué es lo que me quieres pedir?

A Jimmy no se le ocurría que tipo de favor misterioso le podría pedir Cindy, más aún cuando la rubia trataba de no pedirle favores para demostrar que ella podía hacer todo por su cuenta. Ella estaba avergonzada, y no quería que nadie supiera ¿Qué tipo de secreto vergonzoso sería de lo que quería hablar? ¿Y por qué él? Era extraño.

Los ojos azules de Jimmy la taladraban. Cindy suspiró, y después de unos intentos fallidos por hablar, dijo en un tono de voz despacio y con palabras atropelladas unas con otras: "Necesito que me ayudes a buscar una pareja para el baile".

—Oh...eso es sorpresivo...—dejó escapar el genio, quien se vio levemente incómodo. —¿Y es que acaso no tienes pareja ya? No pensé que tuvieras problemas con eso.

La rubia se sonrojó levemente, también incómoda. —No—dijo avergonzada. —Y tengo que ser la reina del baile, por eso necesito encontrar mi pareja perfecta, con la que pueda ganar este sábado. ¡No puede ser cualquiera!

—No entiendo—dijo Jimmy con el ceño fruncido, y casi notándose un poco molesto. —¿Por qué no le pides ayuda a Libby? Esta es de esas cosas que hacen las chicas.

—Porque necesito ayuda de tu estúpida ciencia—dejó salir Cindy, casi como si fuera una tortura decirlo.

Esa frase causó exactamente la reacción que ella temía. Una pequeña pero muy molesta media sonrisa burlona se dibujó en la enorme cabeza del genio adolescente.

—Espera un momento. Tú, Cindy Vortex, ¿quieres ayuda de mi ciencia? ¡Este es un bello momento como para grabarlo en alta definición!

—Ni se te ocurra, Neutrón—le respondió la rubia, con los dientes apretados. La apariencia amenazante y asesina de Cindy, lo hizo reconsiderar. —¿Somos amigos, no es cierto Jimmy? Se supone que firmamos un contrato, y nos debemos ayudar mutuamente sin burlas infantiles— dijo aún con los dientes apretados, pero con una falsa y aterradora sonrisa.

—Es solo que no estoy acostumbrado a confeccionar artefactos de este tipo de temáticas—dijo el genio, poniendo sus manos dentro de los bolsillos de sus pantalones. —Pero te ayudaré.

—Perfecto—dijo Cindy con una enorme sonrisa. El repentino cambio de actitud y de animo de su nueva amiga, hizo dudar a Jimmy de la sanidad mental, y del equilibrio emocional de Cindy. —Supongo que para construirlo necesitarás que vaya a tu laboratorio después de clases, quiero decir, para afinar detalles—dijo la rubia tímidamente.

—No realmente—respondió el genio. —Tengo todo lo que necesito.

La rubia se vio ligeramente decepcionada, pero se recuperó rápidamente. —Bueno, entonces espero novedades mañana—dijo, mientras se alejaba de él en dirección a la cafetería. —Este... como decirlo...gracias Neutrón, digo Jimmy.

Cindy no se podía quejar. Todo estaba saliendo como lo había planeado, y estaba meditando en esos alegres pensamientos, cuando a pocos pasos se encontró con Libby, quien estaba apoyada sobre unos casilleros, y con las manos sobre sus caderas.

—Libby ¿Qué haces aquí? Pensaba que estabas con Sheen y Carl— exclamó la rubia de forma sobresaltada.

—Lo estaba—respondió la morena, manteniendo su calma habitual. —Pero apenas ustedes se fueron, Carl recordó que hoy era día de burritos, y salieron corriendo hacia la cafetería— dijo. —Ah, y ya se lo que planeas.

Cindy dio un pequeño saltito hacia atrás.

—¿Qué quieres decir?—preguntó con nerviosismo.

—Que escuché toda tu conversación con Jimmy— le respondió —¿Por qué no me dijiste que no tenías con quien ir al baile? Yo te podría haber ayudado...

—Porque no puedo ir con cualquier idiota, para ganar necesito ayuda profesional—explicó la rubia. —Aunque no estoy muy segura si profesional sea la palabra que represente los estúpidos inventos de Neutrón.

Libby parecía suspicaz.

—¿Por qué no le preguntaste a Jimmy directamente si quería ir contigo al baile?

Ahora Cindy se veía completamente nerviosa, y el color se posó sobre su pálida cara.

—¡No se de que estás hablando! Yo no quiero ir con él al baile—respondió ansiosamiente la rubia, mientras sacaba con la mano uno de los mechones rubios de su flequillo que habían caído sobre uno de sus ojos, tapándole parcialmente la vista.

Libby roló los ojos y la miró con incredulidad. A la morena, después de todos estos años, realmente le aburría el asunto.

—Como ya te dije—habló Cindy ahora mucho más compuesta—no quiero ir con Neutrón. Además, ¿Qué clase de estúpida sería si fuera con Neutrón? ¡Jamás ganaría con un nerd como él!

—Claro—dijo Libby, evidentemente sin creerle. —Vamos a la cafetería, tengo que evitar que Sheen haga un espectáculo con los burritos, tú sabes como se pone con el picante.

Por primera vez, Cindy pensaba que el amante de Ultra Lord había hecho algo bueno. La rubia siguió a su amiga sin chistar y con el mejor de los ánimos, pensando en la suerte de no tener que seguir hablando del tema. Odiaba las cantaletas de Libby acerca de su pequeño asunto con Jimmy.


N/A: ¡Gracias por leer! Espero sus opiniones.