"Las Serpientes también aman"
Capitulo uno: "Compromiso"
Narcissa Black había llegado junto a sus padres y su hermana Bellatrix al andén 9 ¾, ese seria el primer año de la menor de los Black, a diferencia de su hermana que ya se encontraba en su quinto año y mostraba con arrogancia su insignia de prefecta. Bellatrix se despidió de sus padres y se dirigió al tren en donde fue recibida por un grupo de Slytherin.
-Bien Cissy, creo que esta de más decirte que es lo que esperamos de ti- dijo su madre mientras la niña asentía.
-Creo que ya es hora que subas al expreso, no creo que quieras quedarte abajo, hija- dijo su padre mientras miraba a unos "impuros" que pasaban junto a ellos.
-Hasta pronto, padre, madre- se despidió Narcissa dándoles un pequeño abrazo, antes de abordar el tren. No sabia hacia donde dirigirse, seguramente su hermana se encontraba en el vagón de los prefectos, por lo que busco un compartimiento vació. Al encontrarlo se sentó junto a la ventana y saco un pequeño diario empezando a escribir en el. Tan concentrada se encontraba que no se percató cuando alguien ingresó al compartimiento.
-Disculpa¿Puedo sentarme?- preguntó un niño, un año mayor que ella y con túnica Slytherin. Mostrando una sonrisa de suficiencia.
-¡Lucius!- exclamó ella alegre- No hay problema, de hecho ya me estaba aburriendo sola- dijo sonriendo.
-¿Como te encuentras?- preguntó el rubio sentándose a su lado.
-Ansiosa y nerviosa, espero por supuesto quedar en Slytherin- contestó ella.
-Por supuesto que quedaras allí- la tranquilizó. No se dieron ni cuenta cuando ya hubieron llegado a Hogwarts. Ella se dirigió junto a los de primer año al tradicional "paseo" por el lago. Él a los carruajes junto al resto de los alumnos.
Narcissa escucho nerviosa el discurso de McGonagall antes de que pudieran ingresar al gran comedor, aunque como buena Black, no lo demostró en ningún momento.
-Black, Narcissa- cuando McGonagall pronunció su nombre se dirigió tranquilamente al taburete en donde se sentó, sintió como le ponían el sombrero seleccionador y este inmediatamente gritaba "¡Slytherin!". Toda la mesa de esa casa estalló en aplausos, cuando le fue retirado el sombrero se dirigió al lugar en donde se encontraba su hermana y la felicitaba, Lucius la miraba con una imperceptible sonrisa.
N&L
El tiempo pasaba en Hogwarts y ya se encontraban en su quinto año. Su relación con Lucius Malfoy cada vez era mayor, no solo les bastaba con ser amigos, finalizando el año, ya eran novios.
Lo que ellos no sabían, era que todo había comenzado hacia muchos años atrás, cuando la familia Black se había comprometido con la familia Malfoy en que la menor de las hijas de la primera se casaría con el hijo único de la segunda. Este compromiso estaba sellado por más que solo palabras, también habían sortilegios muy poderosos en este. Nada había quedado al azar y así debía ser.
Los implicados, o sea Lucius Malfoy y Narcissa Black, no sabían nada de este pacto sellado tiempo atrás, recién se enterarían cuando ambos hubieran terminado Hogwarts. Pero sus padres estarían gratamente sorprendidos con lo que pasaría a continuación. Durante esas vacaciones, Lucius Malfoy había hablado con sus padres y los de Narcissa para, esa misma noche en la Mansión Black, pedir su mano en matrimonio.
Narcissa Black se preparaba en su habitación, un tanto nerviosa, su hermana ya había pasado por una situación similar y ya se encontraba casada con Rodolphus Lestrange, un mago sangre pura. Cuando estuvo lista bajo hacia el salón en donde era esperada por sus padres, los padres de Lucius y el que seria su prometido. Cuando se sentó, él tomó la palabra.
-Señores Black, el día de hoy he venido a pedir la mano de su hija en matrimonio apenas ella termine Hogwarts- dijo Lucius mirando a los padres de Narcissa.
-Creo que ya es hora de revelarles la verdad- contestó Cygnus Black mirando como la pareja intercambiaba una mirada nerviosa.
-Al parecer, ustedes se han adelantado a lo que ya estaba previsto para ambos- dijo Abraxas Malfoy, al ver la cara de confusión de la pareja, aclaró- Verán, cuando ustedes eran pequeños, nosotros los comprometimos a ambos, se supone que cuando ambos tuvieran la mayoría de edad y salieran de Hogwarts, tendrían que casarse, pero como hemos podido observar, ustedes ya se han adelantado.
-Eso significa una preocupación menos- dijo Druella Black con una pequeña sonrisa de satisfacción.
-Creo que lo único que falta es fijar la fecha. Su compromiso será anunciado en una fiesta de máscaras en un par de días más, antes de que vuelvan al colegio- dijo nuevamente Cygnus. Lucius se puso de pie y se arrodilló frente a Narcissa sacando una cajita en donde había un bello anillo de oro blanco, en forma de serpiente, con un gran diamante tallado. Lo saco y tomo de manera delicada la mano de ella, poniéndolo en el anular izquierdo.
Días más tarde, esté compromiso fue anunciado públicamente en la fiesta, toda la comunidad mágica sabia de esto. Algunas personas se preguntaban si ambos podían sentir amor o era solo ansias de poder.
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Eran una de las parejas mas conocidas de Hogwarts. Ambos Slytherin, pero por ello, no dejaban de ser el chico y la chica más codiciados de la generación de ambos. Él, un año mayor que ella, en su ultimo curso, ella en su sexto. Supuestamente, y lo que la mayoría creía, era que ambos habían sido comprometidos por sus familias y en contra su voluntad, en algo de esas habladurías tenían razón, pero otra parte, la mayoría, eran tan solo mentiras, solo ellos sabían la absoluta verdad. Todos aquellos que los rodeaba, los veían como una pareja fría, distante, sin amor, pero solo ellos mismos sabían que no era así, había que mantener las apariencias frente al mundo, así se lo habían enseñado a ambos, así debían hacerlo.
Se encontraban ambos abrazados, en la torre de astronomía, admirando el paisaje, sintiéndose lo mejor del mundo... Después de todo, eso es lo que eran.
-Es increíble como pasa el tiempo¿No?- preguntó Narcissa suspirando, mientras veían la maravillosa puesta de sol que se presentaba ante ellos.
-¿Por que lo dices?- preguntó Lucius.
-Por que ya quedan solo un par de semanas para abandonar Hogwarts, lo que significa que ya no te volveré a ver con la regularidad actual- murmuró la joven, escondiendo su rostro en el pecho de él.
-Vamos Cissy, eso no significa que no nos volveremos a ver hasta las vacaciones- murmuró él mientras acariciaba el rubio y sedoso cabello de su prometida. Tomó delicadamente el rostro de ella entre sus fuertes manos y haciendo que lo mirara a los ojos, con aquellos orbes azules que le transmitían amor y calidez, pero también ahora miedo de no volverlo a ver por mucho tiempo.
-¿A no?- preguntó ella, observando los ojos de él, dos trozos de hielo, fríos para todo ser inferior, menos para ella, que la observaban con ternura.
-Por supuesto que no, vendré a verte en cada salida a Hogsmeade que tengas-susurró él antes de juntar sus labios con los de ella en un beso tierno.
-¿Lo prometes?- preguntó ella mirándolo con los ojos brillantes.
-Lo prometo- dijo Lucius con una sonrisa, mientras ella se refugiaba en sus brazos fuertes y protectores.
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El año terminó antes de lo que hubieran deseado, haciendo de la separación algo inminente. Era su ultimo año y estaría sin la persona que siempre la había acompañado, quizás no en las clases, pero si en su diario vivir.
Lucius fue a dejar a su prometida a la estación, no se podían demostrar amorosos, no se les estaba permitido en esa sociedad, había que mantener las apariencias. Solo con miradas que ellos comprendían a la perfección se transmitían todos los sentimientos, amor junto a tristeza. Prometiéndose nuevamente el volverse a ver lo antes posible.
-Creo que es hora de que suba al tren- susurró Narcissa al ver como el expreso empezaba a humear- Hasta pronto- se despidió dándole un pequeño beso.
-Hasta pronto- dijo él con una pequeña sonrisa de satisfacción en el rostro.
Narcissa subió al tren justo antes de que este se pusiera en movimiento. Comenzó a buscar algún compartimiento, pero iban casi todos con alumnos pequeños o de otras casas. Finalmente encontré uno en el cual se encontraba un chico de Slytherin de su curso con el que había cruzado solo un par de frases con suerte. Si mal o recordaba su nombre era William Lawrence.
-Disculpa¿Puedo sentarme aquí?- pregunto ella señalando el asiento de enfrente, el cual se encontraba vació.
-Por supuesto- contesto el desinteresado. Narcissa se sentó mirando a la ventana, al rato después saco un pequeño libro y lo comenzó a leer sin percatarse de la ahora atenta mirada del chico.
-¿Aun sigues comprometida con Malfoy?- pregunto William de pronto. Narcissa levanto la vista y lo miro con una ceja alzada.
-¿A que viene esa pregunta?- cuestionó fríamente la rubia.
-Es solo que me gustaría salir contigo- dijo este poniéndose de pie y sentándose muy cerca de ella- Después de todo, Malfoy no tendría por que enterarse..
-Aléjate de mi, Lawrence- contesto Narcissa intentando inútilmente poner distancia entre ellos.
-Vamos, querida, no seas tan díscola- susurró él acercándose al rostro de ella- Se nota a leguas que quieres diversión...
-Atrévete a hacer algo y...
-¿Y que? Aquí no está Malfoy para defenderte- dijo este antes de tomarle el rostro y besarla bruscamente.
-¡Suéltame!- exclamó Narcissa intentando en vano separarse de él. Cuando lo logro lo miró con el miedo reflejado en su mirada.
-Esto no ha terminado aquí... Que te quede claro...- dijo William antes de retirarse del compartimiento, dejando a Narcissa temblando.
Los días siguientes Narcissa intentaba esquivar por todos los medios a William, cosa que se le hacia un tanto difícil, ya que compartían varias clases e iban en la misma casa. Una tarde ella se encontraba en la biblioteca, terminando algunos deberes, cuando bruscamente alguien le tapó la boca y la saco a rastras del recinto, llevándola a un pasillo desierto.
-¿Por que tan esquiva?- pregunto William a si oído mientras le afirmaba los brazos por encima de la cabeza.
-¿Que quieres¡Por Merlín!- exclamó la rubia intentando soltarse por todos los medios del fuerte agarre.
-Te quiero a ti- murmuró con voz ronca antes de comenzar a besarla de manera salvaje, haciéndole daño en el labio inferior- Pobre de ti que le digas algo a Malfoy, que te aseguro te arrepentirás- siseó antes de desaparecer.
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La primera salida a Hogsmeade estaba programada para el 31 de octubre, por lo que Narcissa se arregló para ver a su prometido, luego de varias semanas sin verlo. Intento por todos los medios posibles hacer desaparecer la marca que William le había dejado en el labio, pero después de muchos intentos se rindió y salio del castillo hacia la plaza de Hogsmeade, en donde avían quedado. Lucius al ver como su prometida se acercaba a él, sonrió internamente y al tenerla al frente, le dio un pequeño beso.
-¿Como has estado, Lucius?- preguntó ella mientras caminaban por el parque.
-Bien, atendiendo unos negocios de la familia- respondió él- ¿Y tú?
-Pues pasándola- respondió simplemente la rubia, Lucius la miró detenidamente, percatándose de algo...
-Cissy... ¿Que te ocurrió en el labio?- preguntó tomando el rostro de ella entre sus manos.
-Nada -contesto ella esquivando su mirada- Solo me mordí mientras cenaba...
-¿Segura?- preguntó el rubio mirándola con una ceja alzada.
-Por supuesto-respondió ella- ¿Y que más has hecho?
-He estado asistiendo a unas selectas reuniones con un grupo que está a favor de la pureza de la sangre, aunque no es conocido por muchos, solo muy pocos son los elegidos- le contó Lucius.
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Unos días antes de que comenzaran las clases, luego de navidad, Narcissa iba camino al gran comedor, por uno de los pasillos no muy concurridos, cuando fue abordada por el chico que últimamente no la dejaba ni a sol ni a sombra.
-Lawrence¡Suéltame!- grito Narcissa al ver que este la acorralaba en un rincón y comenzaba a manosearla.
-Ahora tú serás mia, ya se me acabo la paciencia a si que mantente quietecita- siseó William mientras que con una mano la mantenía inmovilizada y con la otra empezaba a toquetearla y quitarle la ropa de manera desesperada y salvaje. Mientras este la besaba, ella aprovechó de morderle el labio con toda la fuerza que logró reunir. Este al ver lo que la rubia le había hecho le pego una fuerte cachetada que la dejo en el suelo, intentando ponerse de pie, cuando se disponía a tirársele encima y Narcissa había dejado todo a su suerte, un rayo golpeó a William, dejándolo inconsciente y lanzándolo por el aire.
-¡Cissy¿Te encuentras bien?- preguntó Lucius poniéndose a la altura de ella.
-¡Lucius¡Gracias a Merlín!- contesto Narcissa abrazándolo mientras sollozaba.
-¿Lawrence alcanzo a hacerte algo?- volvió a preguntar mientras se sacaba su capa y cubría los hombros de su prometida.
-No... Pero si tú... No hubieras llegado... No quiero ni imaginar lo que hubiera sucedido...
-Tranquila, vamos a ir inmediatamente a hablar con Slughorn para que sancione a ese desgraciado- siseó Lucius mientras tomaba suavemente a Narcissa y la llevaba en dirección a la sala común de Slytherin- ¿Desde cuando que esta pasando esto?- pregunto cuando Narcissa se hubo calmado un poco.
-Desde el viaje en el tren, a principios del curso...- susurró Narcissa.
-¿Por que no me habías dicho?- pregunto suavemente él.
-Tenía miedo... Me amenazó... Pero... ¿Como pudiste llegar a tiempo?
-Venia a hablar contigo, cuando llegue a la sala común me dijeron que tú habías salido y Lawrence detrás tuyo, lo encontré extraño, por lo que salí a buscarte, cuando iba por ese pasillo escuche la voz de ese desgraciado y me preocupé... Ahí te encontré.
-Cuanto agradezco que hayas aparecido...- dijo ella mientras lo abrazaba y las lágrimas volvían a empapar sus mejillas.
Hola! Aqui llego con un nuevo fic... Espero que sea de su agrado, ya que encuentro que hay muy poco de esta pareja y realmente merece la pena Espero volver pronto con el siguiente capi, ojala me dejen sus comentarios, serán bien recibidos Gracias.
Mony de Malfoy
