¡Ciaossu~!
Seh, después de mucho tiempo, vuelvo con un ShinRan, quise publicarlo para que todos lo vean, siendo el regalo de una apasionada shipper de esta pareja. Te aludo, Luna XD
Y bueno, lo modifiqué un poco, y aquí está. Me sentí identificada ya que mi país está sufriendo épocas de frio, y yo me la paso envuelta en sabanas, y casi muerta de gripe (?) Pero me gusta la gélides en clima, así que está bien uwu
Disclaimer: Detective Conan y sus personajes no me pertenecen, todos los derechos de autor, van para Gosho Aoyama.
"Invierno"
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Por cada copo de nieve, una lágrima caía de sus ojos lilas. Ran los frotó una vez más, estaban hinchados y rojos, era tal vez la quinta vez que se secaba las gotas con un poco más de fuerza que la necesaria. Suspiró suavemente, observó su reloj de la pantalla de su celular, y las lágrimas cayeron una vez más.
Él no era malo, no era una mala persona, y menos haría algo para dañarla. Estaba muy segura de ello. Aún así, su corazón no podía calmarse y sus lágrimas no dejaban de caer. Algo debió de haberle pasado, por eso no llegaba aún, por supuesto que es eso, pero el dolor no desaparecía. Era un día nevado y la nieve había caído bastante, el frio hacía temblar cada parte del cuerpo de las personas que yacían afuera. En situaciones como estas, pudieron haber pasado diversos accidentes, contratiempos y problemas.
La preocupación y temor, comenzaron a tomar lugar en su pecho.
Obviamente, no la había plantado, por supuesto que no. Jamás lo haría. Él sabía lo que le convenía. Entonces, plantarla era una muy mala decisión para su seguridad, así que no lo había hecho.
Trataba de creerlo, inútilmente.
Ella estaba hermosa, tan linda y estaba mal que ella lo pensará, pues lo consideraba signo se soberbia, y Ran no era así. Sin embargo, realmente estaba muy, muy hermosa; un vestido blanco corto por sobre las rodillas, bordados de un color rosa claro, pulseras a juego, aros redondos blancos, un delicado listón como bicha sobre su cabello notablemente más largo, ondulado y brilloso, labios rosas, y zapatos de tacón de color crema con perlitas blancas.
Ella en verdad, se veía espectacular, aunque sus ojos estaban muy, muy hinchados.
Ya había pasado dos horas desde lo acordado, para que pasara por ella. Se sacó los tacones que la estaban matando y fue hacia el espejo, debía retocarse el maquillaje de los ojos, debía tratar de que no se notará lo hinchando que estaban y borrar todo rastro de manchas, por su maquillaje anterior que arruinó con sus lágrimas.
El timbre sonó, y ella aunque no quería, corrió a toda velocidad a la puerta de su nueva casa, se había mudado sólo hace dos meses. Bajó las escaleras, llegó al a la entrada y respiró, pesadamente. Abrió la puerta y lo vio; con sus mejillas rojas, y una que otra gotita de sudor. Saltó sobre el que estaba parado ahí.
— ¡Shinichi, idiota! —gritó, dejando que sus lágrimas cayeran una vez más. Lo abrazó con fuerza, deseando no soltarlo nunca.
— ¿Pero qué te pasa?
— ¡Idiota, idiota, idiota! —gimoteó como niña pequeña—. Creí, creí —sollozó— ¿Por qué tardaste tanto?
—Comprar los chocolates y flores que te gustan, fue demasiado difícil. Las mujeres dan mucho miedo que un asesino, en estas épocas —río de la manera única que siempre lo hacía. Shinichi, levantó la cabeza de Ran, con su única mano libre— ¿Acaso creíste que te dejaría plantada? —la joven Mouri hizo un pequeño puchero.
El detective la miró con una sonrisa, y la acerco más, dándole un delicado beso.
—Jamás te dejaría esperando de nuevo, Ran.
Porque aveces, me nace escribir de la antaña OTP uwu
¡Gracias por leer!
Ciao~
