Hola, después de una larga desaparición traigo una nueva historia, ahora de SoulEater mi nueva pasión, después de Naruto. Por desgracia ninguno son mios
Pareja:Soul/Maka. Contiene escenas con alto contenido, leer bajo su propio criterio.
Espero que les guste.
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EL TEMOR DE PERDERTE
La puerta del departamento de Soul y Maka se abrió, entrando por ella los mencionados que volvían de una dura misión. Sus ropas y sus eran una clara prueba de ello, Soul tiene cortes en sus mejillas y su banda se perdió entre los escombros de la lucha. Maka tiene su capa negra y su uniforme destrozado a la altura de sus brazos y piernas.
Ninguno había dicho una palabra desde que acabaron con sus enemigos. Pero eso no ha evitado que Soul mirase el cuerpo de su técnico a través de los destrozos de su ropa.
Pensando lo cerca que estuvo de perderla esta noche. Esa idea estuvo rondándole la cabeza y produciéndole un agudo dolor en su pecho.
Aprovechando la cercanía de sus cuerpos, y fruto de un repentino impulso la abrazo fuertemente, rodeando con sus brazos su cintura. Deposito la cabeza sobre su pelo para poder aspirar su aroma y luego bajo hasta su oído para susurrarle:
-Nunca me dejes-el tono era el de siempre, rebelde como si lo dicho fuera una orden pero ella noto el dolor tan real, oculto en la frase.
-Nunca lo hare- le respondió, correspondiéndole el abrazo, pegando su cuerpo tanto como le era posible haciéndole sentir que nunca se iría, que siempre estaría con él.
Intentando no pensar en cómo la voz de Soul hacia que se le erizara la piel.
Con la distancia entre sus cuerpos acortada, el sintió como el cuerpo de ella se frotaba con el propio de manera inconsciente produciendo una caricia sumamente placentera.
A la par que su cuerpo despertaba con eso, sintiéndolo tensarse, la beso de manera tierna y lenta, saboreando sus labios, llenándose de su dulce sabor, memorizándose la forma de su boca, la silueta de su cuerpo, el aroma de su cabello para tenerla presente en su mente.
Adoraba para manera que encajaban sus cuerpos, lo mismo que sus almas.
Maka lo besaba con igual ternura, aferrándose a su cuello, disfrutando el roce de sus brazos en su cintura, sintiendo cada fibra de su cuerpo contra la de ella. Solo quería quedarse así para siempre con él, como si el mundo no existiera.
De un momento a otro el beso se hizo más apasionado. Las manos de el la sujetaron con más fuerza. Lentamente la condujo a la pared, donde empezó a presionarle. Lentamente sus labios dejaron su boca para pasar a su cuello. Sus manos desaparecieron debajo de su chaleco.
Ella se hallaba presa entre sus brazos y la pared, su lugar favorito, fue consciente de la respiración agitada de su arma y como el calor de su cuerpo iba en aumento. Como adoraba el tacto de sus labios sobre su piel y la sensación de sus manos frías recorriéndola.
Sintió como esas manos subían de manera lenta y segura desde su cintura, pasaron por su vientre, juguetonamente para seguir más hacia arriba.
Ella misma era presa de la misma excitación y si bien deseaba sacarle su molesta chaqueta dándole rienda suelta a sus deseos, su cuerpo estaba agotado y sucio por la pelea. Quería darse como mínimo una ducha antes de seguir.
Cuando sintió que lo empujaba levemente, se extraño. Haciendo un gran esfuerzo separo sus labios de esa tersa piel y levanto sus ojos rojos para verla a la cara. Ella puso una sonrisa rara, una mescla de varios sentimientos.
-Perdona-dijo-pero me gustaría darme un baño antes de seguir. Por un momento la culpa se acentuó en su expresión.
-Entiendo, quieres estar a la altura de un tipo tan cool como yo- la mirada fija, ojos brillantes y el tono de burla siempre presente.
Era arrogante siempre, arrogante y seguro de si.
Dicho esto beso sus labios por última vez y la libero de su prisión. Se aparto para darle lugar y se dirigió su pieza. Camino con ese andar suyo tan seguro, con las manos en los bolsillos y la cabeza levemente inclinada.
¿Sabia él lo sexy que se veía con solo caminar?
-Pero no creas que te esperare mucho-dijo aun de espaldas. Tras su último comentario, se perdió por el pasillo rumbo a su habitación.
Ella se quedo sonriendo por el comentario de su amigo se dirigió también a su pieza para agarrar sus cosas y tomar su preciado y ansiado baño.
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Dejarla ir fue a gran tontería. ¿Cómo haría ahora para satisfacer sus deseos? Encima sabiendo que estaba en el baño, mojada, desnuda, pasando sus manos por su cuerpo, desnuda, el jabón acariciando su piel suave, desnuda, desnuda… y sin él. Esa idea no le dejaba de rondar la mente y las imágenes que se estaban formando no estaban ayudando mucho.
Se encontraba acostado en su cama, con las manos atrás de su nuca, mirando el techo. Sus ojos rojos estaban oscuros y pensantes.
No era por el hecho de verla desnuda, algo que había hecho ya y de formas solo el disfrutaría, sino el hecho de que él no estaba ahí para disfrutarlo ni para hacérselo disfrutar a ella.
Amaba besar su piel, marcarla, dejando claro que era suya. Nadie tocaría a su novia.
-Mi novia-pensó con una sonrisa, todavía no se había hecho a la idea que la jovencita lo hubiera elegido a él como su compañero en más de un sentido.
Nunca olvidaría esa noche de tormenta que vino a su pieza buscando consuelo por los rayos. Entre los besos que le había dado para tranquilizarla, conforme al calor que aumentaba, la hizo suya, en su cama, con el clamor de los rayos y truenos olvidados por ellos.
Pudo sentir como ese cuerpo virgen se agitaba bajo el suyo por sus caricias. Pudo explorara sus secretos de maneras que ella nunca había conocido.
Se sintió más arrogante que nunca al saberse el primero en tocarla, hacerla gemir, en hacerle tocar el cielo con las manos. Hacerla descubrir una parte nueva de su persona que sabía que solo el gozaría. Porque en el momento en que culmino junto con ella supo que había sido el primero en su vida y que sería el único.
Desde ese día ama las noches de tormenta.
Pero su relación no solo se basaba en eso. Ellos estaban enamorados. El la amaba más que a su propia vida. Se querían, se necesitaban, se protegían entre ellos. El daría su vida para que ella estuviera a salvo. Se vengaría de quien osara lastimarla, aun si fuera el mismo.
Y pensar lo cerca que estuvo hoy de perderla para siempre. Si algo le hubiera pasado… ni siquiera lo quería pensar. Solo estaba seguro que hubiera matado al desgraciado que se hubiera atrevido a separarla de su lado.
No tener más sus besos, su manera de sonreírle cuando hacia algo no muy cool y lo peor, no tener más su suave piel para recorrerla con su boca, para marcarla con sus dientes, para tocarla con sus manos y escuchar los gemidos de ella cuando hacia todo eso, su música favorita.
Era cierto. Su relación no se basaba en sexo pero, para él era importante demostrarle cuanto a amaba y como no era bueno con las palabras ¿Qué mejor manera que esa?
Saliendo del mar de sus pensamientos, se concentro en su situación actual. Tenía un problema entre las manos o mejor dicho, entre las piernas.
Concentrándose, evaluó sus posibilidades. El estaba, en su habitación, muy excitado y su novia estaba tomando un baño desnuda. A solo unos metros de él, que podía caminar. La solución tan simple a su problema pareció explotar dentro de su mente.
La más maniática de sus sonrisas nunca antes vista surco su cara.
–Soy muy cool-fue su último pensamiento
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Se sintió como nueva cuando el agua caliente toco su piel, destensandola y limpiando los restos de la batalla todavía muy presente en su mente.
El temor que sintió al verse separada de su protector, con la mirada penetrante de su enemigo y la voz de Soul a lo lejos, dándole fuerzas en último momento para esquivar el ataque.
Sacudió su cabeza en un intento de alejar esos recuerdos de su mente. No quería que nada la llevara a pensar en cómo sería la vida sin Sol porque ella estaba segura de algo.
Eso no sería vida.
Pasar noches sola en su cama con solo recuerdos de él, sustituyendo algo indispensable en su vida, sería una tortura.
Tener que conformarse solamente con la alusión de sus besos y caricias sin poder sentirlas realmente seria un infierno y puede que hasta peor.
Cualquiera que no los conociera pensaría que su relación se basaba únicamente en el sexo pero ella conocía el alma rebelde de su novio y sabia que las palabras cariñosas y los gestos que el calificaba de cursi no iban con él.
El era un tipo cool (como él se encargaba de recordarle) y ella reconocía en la forma que el tenia de hacerle el amor como su declaración de amor.
Sabía que cada beso que el depositaba, cada marca que le dejaba y cada caricia dada era un te amo en su lenguaje. Con sus manos y besos expresaba aquello que con palabras no podía.
Como lo hizo aquella noche de tormenta.
No ignoraba tampoco que tras sus comentarios sarcásticos y sus múltiples silencios se ocultaban su preocupación por ella. A veces se sorprendía de lo perceptivo que podía ser.
Especialmente con ella.
Cerró los ojos para rememorar momentos en los que él la abrazaba por detrás, no importara que estuviera haciendo ella, para agarrarla con fuerza y empezar a besar su cuello despacio.
Como, después sus labios subían por el hueco de este para posarse en su oreja y empezar a morderla suavemente. Ella sabia que eso no era lo único que mordería.
Se permitió un suspiro, nunca se creyó una persona imaginativa pero es que casi podía sentir como Soul la besaba, el tacto de su saliva, la frialdad de sus manos, húmedas por el agua.
¡¡¡ ¿Qué?!!!
-Nunca creí que pensaras en mi cuando te bañaras-dijo una vos ronca en su oído.
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N/T: y que tal les pareció? Era un One shot pero decidi dividirlo. Si quieren saber como continua solo deben decirme.
Manden un review, es una alegría para los escritores.