Los personajes le pertenecen a Showtime, yo solo transcribo mis locuras en llos.

Esta historia nació a partir de un sueño que tuve una noche, me emocione tanto que tuve que plasmarlo en papel (ya me siento Stephenie Meyer) y pues vengo a mostrarselo.

Ignoren a los Thomas que han salido en The Tudors o en la historia de la dinastía Tudor, es Thomas porque así lo escuche en mi sueño jajaja.

Disfrutenlo.

UN AMOR PROHIBIDO

Thomas POV

Iba por los pasillos del palacio porque era requerido en los aposentos del rey, debía entregar unos documentos importantes que debía atender con brevedad.

-¡El señor Thomas! – Fui anunciado y entre a las habitaciones de su majestad, hice una reverencia para el rey, cuando la vi…

Lady Mary.

Deje la bandeja con los documentos frente a rey y fui a pararme a la ventana detrás del rey para no molestar. Mis ojos no podían apartarse de la belleza de la hija mayor del rey.

Creo que de se tanto mirarla, se dio cuenta de la intensidad de mi mirada que volteo a verme. Inmediatamente me sonrojo por haber sido pillado en la acción y dirigí mis ojos al cuadro que estaba del otro lado de la habitación.

-¡Señor Thomas! – Requirió el rey y me acerque a la mesa donde se encontraba.

-¿Si, su majestad? – Pregunte, tratando de que mis ojos se quedarán en el suelo y no posar la mirada en Lady Mary.

-Escolte a Lady Mary a sus aposentos, tengo una reunión muy importante con las cabezas del Concejo – Asentí y retrocedi un poco mientras el rey se dirigia a la princesa.

La observe y quede maravillado cuando se ponía de pie, sin perder su postura y elegancia, digna de una hija de Catalina de Aragon.

Me acerque a ella, hice una reverencia y alargue mi mano para que la tomara. Deseando que la tomara.

-¿Lady Mary? – Volteo a verme y me regalo una sonrisa, de esas que solo tiene para sus doncellas, puso su mano sobre la mía y salimos a los pasillos que daban a sus aposentos.

-Es muy amable de su parte escoltarme – se dirigió a mi y me saco de mis pensamientos – se que debe estar ocupado, señor Thomas.

-Es un placer acatar las ordenes de su majestad, Lady Mary – le conteste con una sonrisa – especialmente si se refieren a usted.

Alejo la mirada cuando dije aquellas palabras, haciendo que en el proceso sus mejillas se inundarán con un color rojizo.

Sonreí internamente por su sonrojo, su lo hubiera tomado de mala manera ya me hubiera dicho que cometí una impertinencia y una falta de respeto hacia ella, así que debo pensar que le gusto mi halago.

El camino hacia sus aposentos se me hizo muy largo, esos pasillos en partes llenos de gente y en otros con tan poca, lo bueno de ir por ahí en esos momentos es que todos hacían un pasillo para que Lady Mary pasará.

Abrí la puerta con la mano que me quedaba libre y entro, siendo recibida por sus doncellas a las cuales les dirigió otra sonrisa de afecto.

Entre a la sala de estar de las habitaciones y me quede en silencio, recto y con los brazos detrás de mi espalda, esperando la orden para retirarme mientras ella se ocupaba de algunas cosas con sus doncellas.

Son estos momentos en los que soy feliz de ser parte de la corte y especialmente ser parte de la de ella… desde que el rey se tomo la libertad de traer de vuelta a Lady Mary al palacio de Londres, fueron sus ordenes que yo sería el único hombre que pondría un pie en los aposentos de la princesa.

Podía observar lo grácil que es, sus movimientos fluidos a pesar del calor y tener que llevar esas ropas. La sonrisa fácil y radiante que le daba a sus doncellas y ellas le regresaban.

Es diferente estando en sus aposentos, aquí esta relajada, sin tensiones y sin el rostro sin emociones, aquí es… feliz.

-Señor Thomas – Su voz me saco de mis pensamientos, para darme cuenta de que la habitación había sido desocupada.

Pose mis ojos en los suyos, era la parte de Lady Mary que decía mas de mil palabras y me había cautivado el saber que tanto decía con ellos, pero con el tiempo que llevo a su servicio, solo he aprendido a descifrar uno. Justo el de este momento.

-Lady Mary – Hizo un gesto de que la siguiera y la seguí a través de la habitación, hasta llegar a una preliminar a su habitación personal.

Esa donde estaba una larga mesa para sus doncellas y una más pequeña con solo 2 sillas, que es normalmente donde le doy los recados del rey.

Volteo a verme mordiéndose el labio, es un gesto adorable que tanto me gustaba. Dejo de morderlo para darme una de esas sonrisas que me dejaban sin aliento, paso a mi lado y mis ojos no se pudieron despegar de ella.

La pude ver cerrar las puertas de la habitación y cuando puso el cerrojo pude relajarme y sonreír abiertamente por primera vez en todo el día.

Me acerque lo más rápido posible a ella y la abracé con fuerza, llevando mis labios a los suyos.

Mis labios pedían los suyos con insistencia y fervor, mis manos se sabían de memoria el recorrido que hacía estremecer a Mary de pies a cabeza.

Una de ellas fue subiendo lentamente, acariciando, su espalda hasta situarse en su nuca, enredándose con el sedoso cabello ondulado de Mary. La otra fue en dirección opuesta, bajando hasta su cintura y acercándola a mi cuerpo.

-Tus doncellas deben sospechar lo que esta pasando aquí – sonreí diciendo entre beso y beso – es poco común que la princesa pida quedarse a solar con el mozo tanto tiempo y tan seguido – Dije soltando una risita, sin dejar de besar esos labios tan adictivos.

Sus brazos estaban alrededor de mi cuello, sus manos acariciando mi cabello y empujando mi rostro contra el suyo, tratando y queriendo ser uno solo. Era en ese momento cuando parábamos, cuando las cosas estaban empezando a salirse de control y sus gemidos empezaban a romper mi cordura.

Nos separamos, me incline y le di un beso en la frente antes de unirlas. Entrelacé una de sus manos con la mía y la dirigí a mi pecho, entre nosotros y pude ver sus ojos que no se despegaban de los míos… esos que son los que de dicen tantas cosas cuando estamos solos.

-Yo también, Mary – Sonreí con tristeza y le di un beso en los labios.

Normalmente así eran nuestros encuentros, a escondidas de todos, de los oídos y ojos del rey.

¿Cómo es que la princesa se enamoro de un simple mozo? Es la pregunta que me hago desde que empezamos con esto, pero no me importa el por qué, si ella dice que me ama es lo único que me importa.

----------------

Espero que les haya gustado la historia, este apenas y es el primer capitulo. Si obtengo varios reviews o al menos 1 persona que quiera seguir leyendo la continuación de esta historia, subiré los demás capitulos.