En medio del pasillo

Draco entró en el pasillo cargando a Ginny en sus brazos; ella con los pies enredados en la espalda de él, y él con las manos como pulpo, recorriendo toda la anatomía de la pelirroja mientras se besaban frenéticamente. A Draco le costaba caminar con ella en brazos, y no porque ella pesara, sino por el impulso de dejarla en el suelo y desnudarla allí mismo. Esa chica le estaba volviendo loco.

Llegaron a la puerta de su apartamento. Draco rodeó con un solo brazo a Ginny y se metió la mano en el bolsillo derecho, buscándo la llave. Ginny comenzó a morderle el lóbulo y el cuello, y Draco gimió ante cada contacto de la boca de la pelirroja con su piel.

-¿Qué pasa que no abres?- Susurró la pelirroja al oído del chico, lo que le provocó un estremecimiento.

-No encuentro la llave- Contestó él, de mala ostia.

-Ábrela con la varita- Le dijo con voz seductora, llenando de besos la línea de su barbilla.

-Tiene hechizos para que no pueda ser abierta con encantamientos- Respondió dificilmente. La pelirroja lo iba a hacer explotar si seguía así-. Estate quieta, o no respondo de mi, y te hago mía en medio del pasillo.

Ella rió y se volvió a apoderar de su boca. Llevo su mano derecha, que segundos antes había estado en el cuello del chico, al bolsillo izquierdo de éste, no sin antes rozar su creciente erección; Draco dejó escapar un suspiro y se abalanzó hacia el cuello de ella. Ginny rebuscó en el bolsillo del pantalón del ex-Slytherin y encontró la llave.

Draco no podía más, el último gesto de la chica lo había dejado sin fuerza de voluntad para controlarse. Le quitó la llave de la mano y la tiró al suelo, lejos de ellos.

-Al carajo... con la jodida... llave- Dijo mientras la aprisionaba contra la pared y le quitaba la camiseta, depositando besos sobre la piel descubierta-. Total, los vecinos están de vacaciones en Alemania.