Inner

La oscuridad que lo rodeaba parecía ser un cristal que con el simple toque de una mano podía romperse, los árboles, blancos como la nieve, solo se veían como manchas borrosas a su lado, el ronroneo constante del motor era lo único que rompía en silencio. Iba a salvar a los niños, tenía que salvar a los niños.

Sintió un golpe en el estomago, mientras todo a su alrededor se volvía blanco y, a sus pies, traviesas florerillas brotaban. A su espalda se encontraba una figura que conocía casi tan bien como la suya.

-Viniste-escucho la voz de Zack,-después de dejar enterrado mi legado, mi preciosa espada, vienes aquí.-podía escuchar la sonrisa detrás de sus palabras mientras una de sus manos, grandes y varoniles, como el las recordaba, tomaba su brazo infectado.- Viniste.

-¿Por qué…?

-¿Me preguntas por que a mi, Spike?- Cloud sintió como sus rodillas casi se vencían con su peso después de escuchar aquel apodo venir de sus labios. Zack recargó su cabeza en el pelo de el chico, aspirando fuertemente.- Te extraño.-Cloud sintió como la sensación se volvía mas fuerte, mientras su mente pedía a gritos que se volteara a abrazarlo.

-Yo… yo también.

-Eso es todo lo que necesitaba escuchar, gruñón.-el pelinegro le tomo de un brazo, dándole la vuelta para terminar abrazándolo fuertemente. Cloud intento levantar la cabeza, para verle.

Y todo desapareció.

Detrás de el, la oscuridad seguía sin inmutarse, en el los pensamientos se alborotaban, delante de el…

…lo esperaba una guerra.