Los personajes no me pertenecen son de Masashi Kishimoto, yo solo soy un instrumento de San Tobio, el santo patrono del Sasunaru eso y por que fui encargado por Kami sama de llenar el fandom

de fic´s sasunarutesco xD.

Prometo actualizar pronto mis otros proyectos pero no pude resistirme a colgar esto, la idea estaba en mi cabeza y no podia dejar que se extinguiera.

Con esto anuncio que ya estoy de vuelta (no es amenaza) y que ahora vengo con pilas para mucho debido a que secuestre a mi muso ... seeee

Bueno el cap esta algo raro si me quieren dejar opiniones se los agradeere estoy con una gran ilusion con lo que refiere a esta historia y eh empezado a encariñar jejejeje ...

Gracias a todas las personas que me leen me emocionan sin duda pero muchisimos mas a las que comentan dedicado a las amantes del Mpreg


Una carta artificial a la cigüeña.

Había pasado la mayor parte de su vida ayudando a todas las personas que lo rodeaban, y no es que ahora se quejara de ello, le fascinaba de sobremanera el poder ser cómplice de todas las peripecias que habían pasados sus amigos para al final poder ser felices, no por siempre claro, pues aun había uno que otro que era renuente y las peleas era lo que le daban el sabor a las relaciones según su opinión.

Pero llegaba un momento de su vida donde se planteó donde quedaba el, cuáles eran sus metas, sus planes y demás sueños que de pequeño se había fijado y con el paso de los años había ido luchando cada vez más arduamente para poder cumplirlos.

Tenía ya un título en la pared detrás de escritorio en su oficina, el cual lo presentaba ante todos como editor en jefe de una de las revistas más prestigiosas y de mayor tiraje a nivel nacional, se había graduado con honores de una de las universidades más prestigiosas del país (y vaya trabajo que le había costado con todas las tentaciones que ofrece la universidad) y su economía, bueno es por demás decir que la cuenta del banco que le correspondía tenía una exorbitante cantidad de ceros, por lo cual de eso no se preocupaba (el problema ahora es que no sabía cómo gastar tanto dinero).

Llegaba a la edad donde todas las persona se ponen a pensar donde estaba su vida, la de él estaba en la cumbre de su carrera sin duda alguna, pero aun así, le faltaba algo, algo de lo que el careció desde pequeño y que ahora se hacía un sueño cada vez más lejos. Y no es porque él aplazara las cosas si no porque simplemente no se había presentado la oportunidad correcta, no había sentido ese clic que se siente (según sus amigos) cuando llega la persona indicada.

Pero a fin de cuentas él quería una familia.

No cavia duda alguna de lo que le pasaba, su vida amorosa estaba por lo menos en peligro de extinción, y no es que le faltaran pretendientes, de eso jamás pues quien no quisiera salir con el, alto, rubio de ojos azules, con sonrisa tipo comercial de pasta dental y cuerpo de adonis, seamos sinceros era todos lo que la sociedad contemporánea pedía a los adultos jóvenes hoy en día, y sus pretendientes varios (por no decir incontables) desde el joven mesero del café que frecuentemente visitaba el cual siempre le regalaba algo cada que iba, hasta el conductor del famoso programa de deportes que pasaba todas las noches y el cual era un total éxito según los niveles de audiencia, claro él le había negado cortésmente su propuesta porque bueno no es que fuera exigente pero vamos tampoco iba a estar con alguien que le doblegara la edad.

Las demás personas que lo rodeaban o no cumplían las expectativas debido a la falta de cerebro que exhibían o simplemente lo buscaban para poder presumirlo como si de un trofeo se tratara, era por estas razones por las cuales de una temporada hacia el presente había desistido de sus planes de buscar a la pareja ideal con la cual formaría un hogar y tendría al menos media docena de hijos, pues nada le causaba más emoción que el poder tener a un hijo de sus entrañas en sus brazos, pero esos pensamientos se quedaban solo en sueños.

Y los años pasaban y el no venía claro su incierto futuro. Él seguía absorto en el periodismo, salía a comer con sus amigos, peleaba periódicamente con Sasuke, visitaba a sus padres, a los de Sasuke, a sus amigos los cuales tenía mucho tiempo se habían casado, los cuales ya tenían su vida hecha y con varios hijos de por medio y eso hacía que se sintiera aparte de frustrado, deprimido.

Por eso había tomado su decisión lo había pensado mucho, había examinado los pro y los contras pero pudo más el deseo y la ilusión de poder tener alguien a su cuidado, alguien que dependiera de él y que estuviera a su lado. Él quería un hijo. Quería una familia y la quería ahora.

Ahora bien, tener un hijo no es solo tener ganas de tenerlo y ponerse a escribir a la cigüeña para que cumpliera sus sueños, sabía exactamente bien como se hacían los bebes, pero no quería tener que depender de un hombre para poder encargar, y robar su semilla sin que le explicara sus planes no era algo que quisiera hacer, pero lo hombres son una especia rara de mamíferos – al menos los de la actualidad – a la menor mención de poder convertirlos en padres te miran de manera estupefacta, como si de pronto te salieran rasgos marcianos en el rostro y después de eso dejaban de frecuentarte o siempre que los llamabas para poder salir a algún lado parecía o simulaban estar siempre ocupados. Todo era tan predecible con ellos que la mayoría de las citas a las cuales le había confesado sus anhelos lo había dejado de ver después de dos salidas, y él con el corazón hecho pedazos siempre salía a tratar de recuperarse de la desilusión con Sasuke.

Pero en cierto modo los comprendía, en la actualidad nadie quería ser padre a tan joven edad, nadie quería la responsabilidad que con lleva el perpetuar su estirpe.

Por eso el folleto que ahora reposaba en el escritorio de oficina: inseminación artificial.

Todo lo tenía fríamente calculado, había acudido a una clínica de maternidad donde la habían dado informes acerca de los requerimientos y también le habían dado una serie de archivos donde reposaban una serie de personajes los cuales eran hombres que se ofrecían – tras un depósito monetario – a donar de buena manera su esperma.

Los individuos que se exhibían en la carpeta eran de lo más variados, desde genios matemáticos hasta prodigiosos artistas, pero claro sabía de antemano que la mayoría de los datos estaban alterados para agraciar un poco más a las personas que se ofrecían.

El sonido del teléfono lo distrajo por unos momentos, se quedó por unos momentos contemplando dicho aparato hasta que movió su mano para descolgar el aparato.

/Buenos días quien habla? /

/Soy yo, te dije esperaras mi llamada/

/Es bueno saber que al fin te decidieras/

/Si bueno ya sabes lo estuve pensando mucho/

/Y bien? /

Se escuchó como resoplaban a través del teléfono.

/Tu solo dime el lugar y la hora y ahí estaré, si esto es lo que quieres cooperaré contigo/

/Lo dices en verdad?, no sabes lo feliz que me haces, tienes donde anotar?/

Después de dar la dirección a la persona que le había llamado colgó y se dirigió fuera del escritorio sus planes estaba saliendo a la par de feliz, jamás pensó que todo sería tan fácil ahora solo le restaba hacer los preparativos necesarios hacer un par de llamadas más y ya no habría más de que preocuparse.

Después de evadir el espantoso tráfico que estaba a esa hora en la ciudad, llego a su destino, un pequeño restaurant donde solía comer en compañía de las personas más próximas a él, bajo del auto, le coloco seguro y se dirigió a la puerta del mencionado establecimiento, esta sería la prueba más dura por la que tendría que pasar sin duda alguna pero ya no había vuelta atrás o era a hora o nunca.

En una de las mesas que se encontraba semioculta por una gran maceta esperaba un joven de piel tan blanca que casi podría parecer que fuera de porcelana, era altivo, de complexión delgada pero con el cuerpo trabajo en el gimnasio y si alguien se preguntara que tenia que ver el uno la respuesta seria todo.

Ellos se había conocido desde edades muy tempranas debido a una fiesta en la que se conocieron, después el rubio se había mudado cerca de la casa del moreno y de ahí en fuera se volvieron inseparables. Ellos también habían tenido una etapa donde había estado juntos, pero de eso ocurrió mientras los dos estudiaban la escuela secundaria, a nadie sorprendió que el revoltoso Uzumaki estuviera saliendo con el egocéntrico niño Uchiha, pero antes de poder cumplir el año de relación él rubio había terminado la relación, argumentando que lo quería mas como amigo que como pareja pero eso no era verdad, la verdadera razón jamás fue explicada a nadie, ni siquiera a Sasuke a quien su mundo se le vino abajo en un abrir y cerrar de ojos.

Sin embargo después de por lo menos unas cuantas peleas iniciadas por ambos bandos terminaron reconciliando la relación o al menos lo suficiente como para que volvieran a ser amigos. Pero aun así Sasuke nunca dejo de amar al rubio. Siempre estuvo ahí para él y siempre lo estaría hasta que su rubia adoración se decidiera a volver con él. Sonaba algo cursi, eso lo sabía desde luego pero no podía cambiar su manera de pensar.

Entro de manera tranquila, observo a su moreno acompañante quien había llegado desde hacía un buen rato, eso lo pudo cerciorar por la cara de pocos amigos que este traía, tomo todo el aire que le fue capaz y empezó andar con paso decidido hacia su moreno amigo.

- Teme tienes mucho tiempo esperándome?

- Dobe, pensé que nunca vendrías, porque me citas a una hora si después de todo llegarás media hora tarde?

-Vamos no seas pesado, mejor pidamos algo que tengo hambre y quiero comer.

-hmp….

Después de un par más de reclamos por pudieron ponerse de acuerdo con las cosas que iban a comer. Fue un rato agradable pero el momento crítico se acercaba. No se podía retrasar más.

-Sasuke creo que tenemos que hablar de algo importante.

-hmp…..de qué quieres hablar dobe.

-Esto es difícil sabes, no sé por dónde empezar…

-Por el principio sería más bueno…

-Si creo que sería lo más coherente – Dejo salir el aire de sus pulmones para así poderse relajar mas – Sasuke creo que es el momento más indicado para que forme una familia.

-a que te esta refiriendo

-No me mires de esa manera, sabes que mi mayor ilusión en la vida es poder tener una familia, pero las persona que se acercan a mí no son las adecuadas.

-Tal vez si miraras bien te darías cuenta de muchas cosas…

-Pues tal vez, pero mientras no me quiero quedar a esperar que cosa sucede, no más. Es por eso que eh decidido tener un hijo yo solo.

-pero de que joder estás hablando dobe

-Pues así como lo has escuchado, ya no pienso esperar más, no pienso estar perdiendo el tiempo en personas las cuales no se deciden ni si quiera entre azul y buenas noches; la semana pasada eh ido a una clínica de maternidad para ver si era factible que yo pudiera engendrar.

En el rostro del moreno no se podía leer más que la incertidumbre, parecía que estuviera en un estado catatónico, pero estaba analizando las palabras que su rubio le estaba diciendo.

-Y si lo soy, pero ahora solo hay un problema, pero creo que ya lo resolví. En la clínica se piden eh bueno tu sabes cómo nacen los bebes cierto, es por eso que me piden la semilla de alguien que conozca para poder bueno, sembrarla dentro de mí y de esta manera se lleve a cabo la concepción.

Fue en ese momento cuando la iluminación llego como por arte de magia a la cabeza del moreno, levanto la mirada paulatinamente y vio a la persona que estaba sentada frente él. Naruto no era feo, desde luego que no, lo había conocido desde que eran pequeño y con el paso del tiempo había surgido entre ambos una más que rara amistad, recordaba que los padres de Naruto había muerto desde que era un pequeño por lo que el blondo tuvo que irse a vivir a casa de sus abuelos y aunque ahí el amor y el cuidado nunca le faltó, siempre anhelo una familia para él.

Sasuke a la edad que tenía en este momento se podría decir que era todo lo que se busca en una persona, era perfecto – según sus propias palabras -, guapo, inteligente, sumamente diestro es cualquier tipo de deportes, en pocas palabras era de lo mejor que se podía encontrar por la región por lo que no le sorprendió la escena que se suscitaba delante de sus ojos.

Y el como buen amigo que era (enamorado secreto), estaba dispuesto a hacerle el amor al rubio para que de esa forma se cumplieran sus sueños y así al fin ambos pudieran ser padres.

-Está bien dobe acepto no tienes que decir más.

Fue ahora turno del blondo de expresar su desconcierto, o es que Sasuke en verdad no le estaba poniendo atención, pensó que solo está analizando sus palabras como frecuentemente solía hacer el moreno, pero creo que esta vez se había equivocado.

-De que mierda estás hablando Sasuke

-No seas bode pues de que más de la petición que has venido a pedirme, de que mas

-Y cual esa petición según tú?

-Pues la que te haga un bebe por eso me citaste no?

La sonora carcajada que salió de la boca del rubio hizo que más de una de las personas en la mesa se les quedará viendo, pero vamos era lo más gracioso que había escuchado en todo lo que va del día. Pero tuvo que serenarse pues la mirada que le mandaba Sasuke no era para nada una de felicidad.

-Creo que has entendido todo mal teme, agradezco tu propuesta pero ya tengo al donador.

-Estas tratando de decir que no era eso lo me estabas diciendo – ahora se le caía la cara de vergüenza - y se puede saber porque yo no

-Vamos teme no te pongas así, eres bueno y toda la cosa pero eres un bastardo insufrible que casi siempre está todo el día enfurruñado o pensando en cosas acerca de la venganza y no creo que eso sea algo bueno para mi hijo, además como ya te lo dije ya tengo la semilla.

Si la mirada de Sasuke matará, sin duda alguna el ya estaría muerto.

-Y a quien según tú escogiste, dudo que haya alguien mejor que yo.

-Claro se me olvidaba que con los genes Uchiha la humildad se vende por separado, pero bueno creo que ya es hora de que me vaya tengo varios asuntos los cuales realizar antes de poder descansar.

-Antes de que te vayas dime quien es

-Ah cierto creo que lo conocerás esta noche en mi apartamento, Ino está organizando una fiesta de inseminación o algo así dudo que eso exista pero espero puedas ir, sería muy lindo de tu parte el poder acompañarme y pues bueno ya sabes darme algo de apoyo.

Rio de manera tranquila, se despidió del moreno y salió por la puerta de enfrente mientras el moreno todavía lo vigilaba con la mirada hasta que se subió al coche y este desapareció unas cuantas cuadras más adelante.

La noticia no le había caído para nada en gracia, era de su saber desde luego que Naruto deseaba más que nada en este mundo el poder formar una familia y el viendo que el rubio tenía tan malos gustos con sus conquistas y como buen amigo que era se había encargado de espantar a unos cuantos de sus pretendientes pero no todos, solo los que consideraba menos dignos del rubio (o los que no representaban un peligro para él).

Pago la cuenta de lo que habían consumido y se dispuso a salir de ese lugar, debida de pensar muchas cosas la más importante era lo que el rubio le acaba de soltar sin más, además después de todo porque había negado su ofrecimiento, él estaba dispuesto a hacer lo que fuera necesario para que el rubio estuviera contento incluso sacrificaría su propia felicidad. Pero ese no era la cuestión en este momento, la ahora tenía que hacerle ver al rubio que él (y sus genes) serían la mejor opción para el futuro hijo que tendría.

Sería un padre responsable y daría todo lo que a él y a Naruto les faltó desde pequeños, para su hijo siempre estaría ahí sin importar la situación, le ensañaría lo que él sabe, jugaría con él. El sería el padre perfecto; En verdad no comprendió la negación del rubio porque él fuera el papá. El también tenía derecho a formar una familia.

Después de estar sentado por mas de una hora en un parque que se encontraba en los alrededores se levanto para irse de una buena vez a su casa. El arreglarse le llevaría unas cuantas.

Cuando llego a su departamento no podía dejar de pensar en la situación de Naruto, inspecciono su casa y no pudo suprimir el impulso de poder ver ahí a su futura nueva familia, el poder ver correr a su hijo de un lado al otro mientras el llegaba del trabaja al mismo tiempo que era recibido por Naruto, el cual estaría en la cocina preparando la cena. En su rostro se dibujo una sonrisa.

Se dirigió al baño, abrió los grifos de la regadera y se metió en ella para poder despejar su mente, el día de hoy había sido algo intenso, en la oficina con su hermano y después la noticia con Naruto. Escogió algo rápido pero elegante de su guardarropa, se vistió con sumo cuidado y se perfumo para la ocasión, salió de su casa no sin antes cerrarla bien y bajo por el elevador. Se encamino hacia el servicio de trasporte colectivo pues el coche seguía en el taller mecánico y no lo habían terminado de arreglar. Al llegar a su lugar de destino no se sorprendió la gran cantidad de gente que estaba por ahí, no por nada el rubio era tan popular.

Se encamino entre toda la multitud que se encontraba en la casa buscando a su objetivo, después de diez minutos de andar vagando sin rumbo fijo lo pudo localizar, estaba animadamente conversando con Ino la cual no paraba de reír cada cierto tiempo, dando a resaltar que los efectos del alcohol hacían estragos en ella. Se acerca de manera casual para llamar la atención del rubio, bebía hablar con él.

-Estaba pensando que no vendrías teme

-No podía perderme esto, además quisiera hablar contigo un momento

-Sasuke-kun que milagro ef el vefte (se notaba la poca coordinación en la estaba)

-Ino si me permites me lo robaré unos minutos y después te lo devuelvo.

Sin esperar que la rubia pudiera contestar, tomo la muñeca de Naruto y se encamino hacia el balcón, cerró la puerta corrediza que estaba en el marco y se dispuso a convencer al rubio.

-Naruto creo que lo que haces no está bien

-Y debería saber en qué momento solicite tu opinión?

-No me importa que no la hayas pedido solo te expreso lo que pienso

-Gracias por expresarlo Sasuke, no esperaba menos de ti, pero aun asi no cambiare mis planes solo porque a ti no te parecen.

-Sabía que no los ibas a cambiar, eres más terco que una mula, pero debo decirte algo más

-Pues deberías darte prisa, el evento principal está por comenzar

-De que mierda estás hablando

-Vamos Sasuke pensé que eras un genio, como crees que obtendré la semilla del padre

-No permitiré que te acuestes con nadie, además deberías de tener un poco más de pudor, estamos todos aquí presentes.

-En verdad cada día estas mas paranoico, pero te equivocas, hay otras formas de conseguir la semilla y el donador esta mas que conforme con ello. Pero que es lo que me querías decir

-Quiero ser el padre de tu hijo.

La mirada atónita que coloco el rubio en su rostro no era para menos, la solicitud e ímpetu que había detrás de todos esto aseguraba que no era una broma, el teme estaba hablando con tal seriedad incluso más tratándose de un Uchiha.

-Porque quieres ser tu el padre

-Porque pienso que sería lo mejor para tu hijo, además no crecería sin la figura masculina de un padre, me tendría a mi por supuesto.

La respuesta dado por el moreno lejos de aliviar al rubio causó un profundo malestar.

-Pues gracias por la propuesta pero como lo vuelvo a repetir no estoy interesado gracias, y ahora si me disculpas tengo que atender el evento principal.

Salió del balcón y fue seguido muy cerca por el Uchiha quien no estaba dispuesto a perder la batalla tan fácilmente, por lo que cuando estuvo cerca de alcanzarlo el rubio se detuvo de súbito y esbozo una mueca de total felicidad, cosa que enfureció más al moreno.

Tomo a la persona que estaba frente de él y lo guio hasta el centro de la estancia, una vez ahí llamo la atención de todos y dijo:

-Gracias a todas las personas que están aquí para apoyarme en tal hazaña, creo que es momento de pasar al evento principal el cual será en privado a menos de que Gaara decida hacerlo en público.

El sujeto pelirrojo que estaba a su lado simplemente se limito a colorear su rostro al mismo tono que se cabello.

-Vamos Gaara es tu turno de hacer tu labor.

Una vez dicho esto se llevo al individuo al baño que se encontraba al lado de su recamara y se puso uno bote donde debía de poner la muestra y le susurro.

-Con las revistas te bastan o prefieres que entre ayudarte Gaa-chan?

-Narutooo…..

-Está bien te dejo hacer tu sagrada misión.

Cerró la Puerta y se dejo llevar por el ambiente que reinaba en el resto de la casa.

Sasuke estaba a la mar de furioso por lo que no dejaba de mirar con gesto de reproche al rubio, el cual no tenía la descendía de acercarse al lugar donde estaba por lo que empezó a beber copa tras copa.

Llego un momento en el ya no era totalmente consciente de sus actos la fiesta estaba por terminar, el pelirrojo se había marchado desde hace un par de horas no sin antes recibir todo el agradecimiento por parte del rubio, a él sin embargo no le hacía nada de gracia la postura que hacía tomado el rubio. Pero las ganas de ir al baño de entraron, consumir alcohol en exceso desataba esas cosas en su organismo.

Al entrar al baño y realizar sus necesidades su mirada viajo por toda la estancia hasta que al fin vio el objeto que tanto estaba buscando. La muestra de ADN del pelirrojo.

Y si se desasía de ella y la llenaba con su propia esencia, pero si el rubio se enterara de seguro lo mataría, entre uno y otro pensamiento además de la poca coordinación motora que poseía en ese instante debido a los altos niveles de alcohol en su organismo hicieron que la muestra se le cayera al excusa y la muestra se revolviera con el agua del inodoro.

Era oficial o sustituía la muestra o daba por pérdida su cabeza, total al fin y al cabo el rubio nunca se daría cuenta de nada y tal vez con suerte se lo agradecería.

Por lo que con todo la coordinación de la cual fue capaz de reunir, bajo su cierre y se concentro lo mas que pudo en su rubia adoración, en el futuro padre de su hijo. Lo que no sabía era que tal vez y con algo de suerte su semilla si serviría para fecundar al rubio, lo malo de toda la situación es que debido a los altos niveles de alcohol, perdería de manera momentánea el recuerdo sobre lo ocurrido en ese sanitario y todo lo referente al reemplazo de muestras de ADN.