REGRESANDO A TI…

Por Venus

Cap. I. Regresando a casa.

Un carro ultimo modelo, recorría los campos de Lakeswood, los arboles danzaba junto con el viento, traian un aire fresco que removía no solo a lo que tocaba sino también recuerdos y sentimientos, el caballero que conducía el auto, no solo ponía atención al camino, sino que continuamente miraba en el espejo retrovisor a la dama que trasportaba a aquella mansión de la que nunca debió irse. No habían hablado durante todo el trayecto, las palabras que habían cruzado solo eran de cortesía. Ella iba en silencio, un silencio que solo mostraba indiferencia.

Estaba parada en la puerta principal de esa mansión, a su mente vinieron tantas preguntas, recuerdos y sentimientos que le decían que se alejara de ahí, que le decían que de nuevos su corazón podría latir por aquel que le rompió el corazón por segunda vez, que la había humillado y sobre todo que la había dejado sola, cuando había jurado no hacerlo.

Habían pasado cerca de 4 años desde que ella salió de esa mansión, ella ahora tenia 25 años, era una dama de sociedad en toda la extensión de la palabra, se había convertido en lo que una vez había jurado no hacer. Ella era otra, ya no ejercía la enfermería, ya no trabajaba, iba a bailes, a días de campo, hacia actos de caridad, tomaba el té, tenia los modales más refinados, tocaba el piano, hablada francés e italiano, era la soltera más codiciada de la sociedad norteamericana, era coqueta, insolente, algunas veces atrevida, demasiado sociable con lo hombres según las señoras de la alta sociedad, ahora era CANDICE ANDREW.

El motivo de su regreso la muerto su rival, aquella que la había sacado de la casa Andrew, aquella que le había quitado a Albert, aquella que la había obligado a aislarse de todo aquello que más amaba, por fin seria libre, por fin podría irse y perderse, por fin podría buscar la felicidad perdida.

Fue sacada de sus pensamientos por George

Señorita Candy!!!-

-George, dime Candice, por favor, no me llamo Candy-Dijo con voz molesta

- disculpe, señorita Candice- George dijo no solo con extrañeza sino con curiosidad, qué había pasado por que venia tan cambiada.

-solo Candice, George, que no use Candy, no significa que no te puedas hablarme de tu- dijo volteando.

-Si, Candice-

George abrió la puerta, dejo entrar primero a Candice, ella se quedo allí, estaba ahí, quería dar media vuelta e irse al que ahora llamaba hogar, se sintió exhausta de pronto, se sintió como si una guerra hubiera sido perdida después de mucho esfuerzo, soltó un suspiro, dio gracias a Dios que nadie de la familia estuviera ahí, mejor dicho dio gracias que no estuviera él, vio salir a su antigua ayudante de una puerta.

-Señorita Candy!!! Bienvenida!!!, que bueno que ya llego todo el mundo estaba preocupado por usted- dijo la mucama

-Gracias Doroty- respondió con una pequeña sonrisa un favor, dime Candice- dijo con un tono de molestia, mientras daba un rápido vistazo a toda la casa, la mucama se extraño, miro a George el cual se limito mover los hombres en señal de extrañeza

-Si, señorita- dijo Doroty, no solo extrañada, sino apenada- no volverá a pasar.

Candy, como si no le importara el comentario de Doroty, prosiguió preguntando

– Yo no se por que se preocupan, si sabían a que hora el tren llegaría- Dijo con hastío. – ¿a qué hora es el servicio?

-Dentro de 4 horas, señorita Candice-

- ¿Donde esta la tía abuela?-

-Con el Sr. Andrew, en el despacho, voy a avisarles que ya llego señorita- dijo Doroty encaminándose.

-No, les avises deben de estar ocupados, preparando los detalles de todo esto, mas tarde dile a la tía abuela que ya llegue y que estaré descansando en mi cuarto, por cierto llévame el, por favor, luego les avisas-

Cuando llegaron al cuarto, Candice se sorprendió al verlo, no lo recordaba así, era hermoso. Sus pensamientos fueron interrumpidos por la voz de la mucama.

A poco no quedo hermoso señorita, el Sr. Lo mando arreglar hace unos meses, dijo que usted volvería algún día y que el cuarto necesitaba modernizarse- Dijo Doroty, emocionada mirando la reacción de Candy, después de todo esa era su misión.

Esta muy bonito, por favor saca el vestido que esta en la maleta verde, dile a alguien que lo planche, lo necesito para la ceremonia, saca la pijama que se encuentra en la maleta mas pequeña, déjala en la cama- dijo viéndose al espejo y empezando a quitarse los broches que detenían su pelo, veía como Doroty sacaba las prendas que había indicado, cuando esta terminaba de sacar la pijama, prosiguió- me voy a bañar y descansare, me despiertas cuando falte una hora para el servicio, ve ha hacer tus demás obligaciones, mas tarde acomodas mis cosas, gracias- dijo de una forma indiferente, impersonal.

Dority salía del cuarto sorprendida, era cierto el cambio del cual había oído, nunca se imagino que hubiera sido de esa magnitud, que le diría a Albert cuando le preguntara la reacción de Candy, ante la sorpresa que según el le tenia, avisar la llegada de Candy, ahora era lo que le correspondía hacer.

En el despacho , la tía abuela, la ahora protectora y el ser mas cercano de Candy, y Albert vestido con un traje negro, su cabello ligeramente corto, platicaban del regreso de esta.

Por fin regresa, ahora será para siempre- decía Albert animado.

Eso espero- dijo la tía abuela, con un tono de confianza

De seguro trajo todas sus cosas, de nuevo le dará vida a esta casa, que ha sido testigo de tantas cosas- dijo Albert con una sonrisa esperanzadora.

Recuerda que ella no se fue por que quiso; además ahora esta muy cambiada no es la misma que se fue, es mas dudo que la reconozcas, cuando yo la veo, me pregunto donde quedo aquella niña que se fue de esta casa -

Ya no me recuerde eso Tía, se que yo tuve gran culpa; ella nunca me dijo lo que había pasado. No creo que haya cambiado tanto, siempre será la niña dulce y comprensiva, le aseguro que me ha perdonado-

Si tu lo dices, hijo -

Me imagino que ha cambiado, se lo poco que me ha dicho, que ahora es reconocida, la he visto en los diarios es hermosa, le aseguro que ella sigue siendo la misma-

Albert escúchame- dijo la tía Elroy levantándose de la silla donde estaba, encarando a Albert- Ella…

La conversación fue interrumpida por unos golpes en la puerta

Después seguimos tía- dijo Albert extrañado- PASE

Sr. y Sra. La Srta. Candice ya llegó-

Donde esta Doroty- dijo Albert esperando verla escondida atrás de la chica-

La señorita me dijo Sra. Elroy que le avisara que estaría en su cuarto descansando, que estaría lista para el servicio-

Gracias Doroty, Candy supo que estaba aquí?-

Si señora, pero no quiso interrumpir-

Gracias Doroty, puedes retirarte-

Espere afuera Doroty, necesito hablar con usted- Dijo Albert, había una cara de desilusión.

Si señor-

Me voy hijo, quiero descansar y estar lista-

Ya me canse de todas estas caretas, después de lo que hizo , no merece tantas formalidades-

Era tu esposa, recuerda que viviste con ella 4 años, dos de ellos fuiste muy feliz, hazlo en nombre de eso-

Esos dos años, fueron mentira y usted lo sabes, y los otros dos fueron una pesadilla, no me alegro de su muerte pero ahora me siento libre; cometí un gran error al casarme con Cristina y no hacer caso a los sentimientos de Candy, ahora enmendare ese error- Dijo Albert tomando su copa y bebiéndola-

Te has hecho muchas ilusiones hijo, Candy ha cambiado, no es la misma, solo recuérdalo… me retiro, con tú permiso-

Pase tía abuela-

Doroty, pasa-

Si señor-

¿Cómo esta Candy?

Bien señor…- Demasiado cambiada decía Doroty en sus pensamientos

¿Que dijo cuando vio el cuarto?-

Dijo que estaba bonito, señor- pero su cara dijo que no le gusto

¿Te pregunto por mi?- dijo Albert esperando una respuesta afirmativa

No señor, solo pregunto por la Sra. Elroy-

Desde hoy se dedicara exclusivamente a Candy, ya no tendrá otras obligaciones, entendido-

Si, señor-

Antes de que se retire, Doroty, ¿Cuánto equipaje trajo?-

Dos maletas y un pequeño maletín-

¿Qué?, le dijo cuanto se pensaba quedar-

No, señor-

Esta bien, gracias, puedes retirarte-

Albert estaba desconcertado, no se imaginaba recibir esas respuestas, ¿Porqué había traída tan poco equipaje?, ¿En verdad había cambiado?, ¿Por qué no había preguntado por él?, acaso no lo había ´perdonado?

Continuara….

Gracias por el tiempo dedicado a mi fanfic.

ME GUSTARIA QUE AYUDARAS A ESCRIBIR ESTE FANFIC

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