Nota de Autor: Como siempre, los derechos de la serie van para sus creadores. No pretendo nada con esto que no es más que una simple idea que vino a mi cabeza mientras veía el film "Hable con Ella" de Pedro Almodóvar.
UBICACIÓN TEMPORAL: Esta historia (y su universo alternativo) se desarrollarán después del episodio S1208 ("Scarecrow"), lo que implica que los episodios siguientes del show de tele no se tomarán en consideración para su argumento.
.:*EL LIMBO*:.
¿Por qué tendría que estar en el limbo? ¿Acaso había muerto? No. Simplemente fue un cambio de estado, un tránsito normal de un mundo físico a un mundo más fácil, descomplicado, en el que habían sido eliminadas todas las dimensiones.
(Gabriel García Márquez, de: Eva está dentro de su gato)
Semana 1.
Spencer Reid abrió los ojos para encontrar que estaba rodeado de una obscuridad total. Se puso de pie -con cierta dificultad- y caminó en línea recta y sin rumbo fijo. Lo único que logró fue adentrarse en una especie de niebla espesa (y más obscuridad). Se quedó quieto, buscando cualquier señal que permitiera entender su entorno, pero no había nada: No sentía calor, ni frío… Tampoco había ruido… Intentó gritar para pedir ayuda pero, de su garganta no salió ningún sonido. No podía entender dónde rayos estaba o a donde se dirigía…
Y lo peor de todo: Era que no conseguía recordar su propio nombre.
… …
Emily se dio cuenta que algo andaba mal con Reid, tres días más tarde. Le había dado permiso para ver a su madre con la condición de comunicarse con ella todos los días que durara su ausencia.
No la llamaba desde el viernes por la tarde.
Caminó a través de la pasarela del entrepiso hasta llegar a la sala de descanso en donde encontró a JJ. "¿Has hablado con Spencer?" preguntó
"Hablamos el viernes pasado por última vez, desde entonces lo he estado llamando y me envía al buzón de voz" JJ respondió con el entrecejo fruncido, mientras revolvía su café
García intentó rastrearlo a través de su móvil. El GPS no funcionó, y la llamada que logró triangular la hizo desde Houston, justo a la hora en que se comunicó con JJ.
… …
A Walker no le hacía falta conocer a Reid para saber que debía apoyar a su nuevo equipo. Por eso, no se molestó en golpear antes de entrar al despacho de Cruz llevando su móvil en la mano. "Tenemos un problema", le dijo
… …
Rossi se conectó con la oficina local en Texas y consiguió un pase libre para investigar la presunta desaparición de su más joven colega. Alvez llamó dos veces a la puerta y luego usó –para entrar- la llave maestra que el gerente del hotel sostenía en sus manos sudorosas.
Ese lugar había sido el último paradero conocido de Reid.
JJ miró todo en la habitación. La cama estaba tendida, con sus sabanas gruesas y una colección de almohadas, en la mesa de luz un libro de investigación médica, junto a sus anteojos de pasta, entre el armario y la cómoda se hallaban el resto de sus pertenencias en perfecta disposición. Sobre una silla frente a la ventana: Su bolso de mensajero.
La rubia dejó correr –distraídamente- sus dedos por encima del cuero color caramelo.
Un escalofrío recorrió su cuerpo.
Recordó la tarde del domingo cuando estaba llamándolo y, tras el tercer intento, su marido le dijo que lo dejara en paz, que –quizá- y él estaría entretenido con un libro.
JJ nunca se perdonaría por haberle hecho caso a Will.
… …
Semana 2
El siguiente viernes, Prentiss le pidió a García que se fuera a casa a descansar. En su lugar, Penélope condujo al departamento de Reid y usó -para entrar- la llave de repuesto que guardaba en caso de alguna emergencia. Caminó entre las montañas de libros de su querido amigo y se sentó en el que suponía su sofá de cuero favorito. Se cubrió la cara con las manos y se echó a llorar.
JJ estaba en casa, intentando darle a Michael su papilla. Henry sentado a su lado, coloreando un dibujo para su Tio Spencer. Ella se preguntaba en silencio dónde se podía hallar, tras dos semanas buscándolo no tenían ni una pista. Se forzó a estar tranquila hasta que llevó a la cama a sus dos hijos.
… …
Spencer parpadeó varias veces ante la vista de una hermosa mujer: "Tan preciosa como un ángel", pensó, quien estaba tumbada en una cama, llorando. No sabía cómo había llegado hasta ahí, ni quien era ella, pero sus suaves gemidos, lo golpeaban profundo... Cada uno de sus sollozos -que parecían salirle del corazón- lo hacían desear saber el motivo de tanta tristeza… Se le acercó con cuidado y se quedó sentado a su lado hasta que ella cerró sus ojos azules.
Cuando él abrió los ojos de nuevo, pensó que aquella visión debía tratarse de un sueño: La mujer que pensó que se quedaría en su alma para siempre había desaparecido y había regresado a un espacio vacío.
… …
El sábado de la segunda semana, JJ despertó abrazada a su almohada que -misteriosamente- olía al perfume de él, sintió las lágrimas inundar sus ojos y una nueva sensación de melancolía se apoderó de su ser.
… …
Dos días después, a Reid lo embargó una enorme angustia. No podía sacar de su mente ese par de ojos azules… Y el deseo de volver a ver a la propietaria de esa desconsolada mirada… No sabía por qué, pero él la extrañaba…
…
El día 24, en la tercera semana, el equipo se negaba a renunciar a la esperanza.
Rossi no había vuelto a DC desde que todo comenzó. Lewis y Alvez se encontraban con él. Lograron conseguir pistas potenciales, pero siempre terminaban donde empezaron: Sin nada.
… …
El día 28, Reid cerró los ojos ante su propio infierno personal y cuando los volvió a abrir consiguió ante ellos una cara conocida que no podía colocar. Él se sobresaltó y dio algunos pasos hacia atrás
"No te asustes, Spencer…" dijo el hombre con una sonrisa suave que, extrañamente, se sentía reconfortante. "Soy yo, Jason… ¿Te acuerdas de mí?"
Reid, en ese momento se dio cuenta que ya no llevaba puesta la ropa sucia que usaba hacía unos días, tampoco vio las quemaduras que había visto en sus manos. Luego, observó con atención al hombre mayor frente a él. Avanzó en su dirección tomando nota de que ya no estaba en la «nada obscura», sino en una sala llena de estantes con libros, paredes verdes y unos pocos muebles… Todo eso parecía tan familiar…
"¿Spencer?" preguntó, incluso dudando de poder hablar. Pero está vez lo consiguió. Enseguida agregó. "¿Es así como me llamo?"
"Si"
"Y Tú… Tú eres... ¿Jason?"
"Jason… Jason Gideon… Ese es mi nombre, Spencer… O el que solía tener"
