Hola, bueno este fic es algo que me gustaría compartir con ustedes. Yo sé que no ha salido el nuevo Zelda, pero este fic tratara de entre una combinación de su mencionado amplio y basto mundo, un pre Ocarina of time y Hyrule Warriors (Por Linkle, claro) Espero que lo disfruten.

Este fanfic está hecho en colaboración con NoSoyAxgel (Quien escribe muy bien, pero que no tiene confianza para subir su fic todavía, me gustaría que si pudieran le den ánimos, se bien que no les va a decepcionar su historia)

La imagen de la portada es de la autora Mirveka.
The cover is from Mirveka. Search it on DeviantART


Ante la adversidad, el destino y la leyenda.

Prólogo- El resurgir del destino.


En el cálido reino de Hyrule la paz prevaleció tiempo tras tiempo, era tras era… vida tras vida. La leyenda del resurgimiento del mal no se volvió a escuchar y por ende la de los dos elegidos por el destino… tampoco. Todo quedo en el tiste olvido para el reino.

Todo tiene un comienzo… y nosotros iniciamos esta historia desde el nacimiento de un niño y dos años más tarde, el de una niña. Ambos nacidos de cabello como el sol, rubio, aunque la niña más claro que el niño, los dos de pálida piel, ojos azules y facciones delicadas.

Sin embargo la belleza no lo es todo, pues en el dorso de la mano del niño se veía reflejada la marca que desharía la sonrisa de sus padres hasta el nacimiento de la pequeña niña. Esa marca representaba un destino peligroso y lleno de grandes dificultades.

Eran pocos los que aun recordaban el pasado y se quedaba como una tradición para unos pocos pueblos poner un altar en la fuente espiritual de Farone y Ordon, una ofrenda cada año un determinado día por respeto al héroe que una vez fue natal de esa región y la salvo con determinación, gran corazón, y un valor inigualable.

Desde pequeños fueron inseparables. Todo el tiempo se les veía a ambos juntos, el uno con el otro. Sus padres al ser de una baja estirpe no les podían ofrecer más allá de ropa humilde y comida y aun así… ellos eran felices

Sin embargo un día, en el pacifico pueblo del bosque, más alejado aun de Ordon, un grupo de hombres comenzaron a saquear el humilde pueblo. Descaradamente se atrevían a ir a un lugar tan pobre como aquel, teniendo más accesible la ciudadela y Kakariko.

La razón del saqueo era incomprensible, pues no buscaban ni oro, comida u objetos valiosos, si no a un niño. Los padres de ambos pequeños huyeron dejando a tras el lugar donde alguna vez habían pasado su vida felizmente.

El niño tenía ya ocho años y la pequeña seis. El niño sabía bien las cosas que pasaban, o al menos sabía que sus vidas corrían peligro.

Tras ser interceptados por un bandido que iba más adelante, el padre decidió que la mujer escapara, fue doloroso y cruel para ella, pero no podía permitir que esos hombres usurparan a sus hijos a su antojo. En todo caso el padre gano tiempo para que la madre llevara lejos a sus retoños.

Cerca pero no tan cerca hallaron un pequeño campo, muy cerca de ese campo había un pequeño poblado, con soldados y un rancho, en el se encontraba una amiga y un amigo cercana de la madre, sus nombres era Elizabeth y Talon.

Con todo el dolor del corazón índico a su pequeño hijo que se llevara lejos a su hermana, se escondieran en el rancho y permanecieran ahí hasta que llegasen las indicaciones del sueño.

La niña comenzó a llorar y la madre preocupada le dijo – Por favor, basta de llorar, mi pequeña florecilla deku… volveré ¿entiendes?... Mamá algún día volverá a verte – Susurro lo último, entre sus palabras casi dejaba salir lágrimas.

-Mamá… - Dijo el niño.

-No te preocupes mi niño… algún día entenderás el por qué de estas cosas – La madre miro a su hijo – Sé que te convertirás en un gran hombre… en un gran héroe.

La mujer salió huyendo en el caballo donde estaba antes. El niño tomo a su hermana y corrió hacia el rancho a toda prisa. En el bolsillo del niño venia una nota corta que la mujer pelirroja entendió de manera inmediata. Ella miro a su esposo y con esa mirada supo que debía preparar muchas cosas por si acaso.

-Se esconderán dentro del molino, Malon, por favor, indícales tu escondite secreto y también quédate ahí – ordeno fregando unos platos.

De lo que parecía ser la entrada al comedor, salió una pequeña niña pelirroja de ojos verdes. Malon era su nombre y parecía amigable además de muy obediente.

-¡SI! – Tomo al rubio por la mano y él a su hermana.

La niña indicó que tras ese espacio, antes de unas cajas, se había escondido y que nunca la habían encontrado, ni siquiera los hombres que habían venido antes a revisar el rancho.

Dentro había mantas, unos refrigerios, una lámpara y un peluche de vaca.

El silencio estaba presente. Habían entrado los hombres cuestionando si habían visto a los niños. La mujer negó de manera muy honesta, logrando engañar a los hombres.

Los niños durmieron hasta el amanecer.


Ocho años después…

Era de mañana, tranquila, los pájaros cantaban y el sol recaía en su rostro suavemente. El joven rubio despertó, se sentía algo incomodo y tuvo la sorpresa de que a su lado se encontraba su hermana.

Era una hermosa habitación con dos camas, un par de armarios, al lado de las camas una cajonera y una lámpara de aceite. El cuarto estaba pintado de verde, bajo cada cama había un pequeño tapete. El piso era de tablas de madera. Había cinco ventanas y un balcón. Una ventana redonda en la base del techo, el cual era el techo de la casa, dos a los lados de la rectangular habitación y otras dos en frente, en medio de las ventanas del frente se encontraba el balcón.

-Oh por favor… no me digas que estabas soñando otra vez con mamá – dijo algo molesto.

-Lo estaba – dijo ella a lloras – no es para que pongas esa cara de amargado.

-No es de amargado – dijo levantándose al tiempo que se estiraba con pesadez.

El joven tenía el cabello un tanto largo, se podía hacer una muy pequeña coleta tras su cabeza. Sus patillas eran largas. En ambas orejas tenía un pendiente de color azul. Su flequillo lacio se alborotaba y prácticamente parecía un peinado.

La pequeña, que ahora era una jovencita, tenía trenzas en lugar de patillas. Su cabello era corto, hasta los hombros y su fleco parecía igual al de su hermano.

La puerta de la habitación era tocada por cierta jovencita de la misma edad del joven.

Al entras esboza una sonrisa – ¡BUENOS DIAS! – Dijo enérgica, el joven le dedico una sonrisa y la otra joven también.

-Buen día, Malon – dijo la rubia. La chica y Malon se llevaban tan bien que se confiaban de todo. Poco después el joven la saludo –Buenos días, Malon – dijo el rubio. El también se llevaba bien con ella, era como su otra hermana.

-¿Como amanecieron, Link, Linkle? – Pregunto la pelirroja, ambos dijeron "Bien" aunque Link miro algo molesto a su hermana.

Los tres bajaron al desayuno.

La madre de Malon, Elizabeth, y Malon preparaban el desayuno, Linkle comenzaba a poner la mesa y Link había salido al establo a ayudar a Talon con algo que se estaba complicando un poco.

La puerta resonó con un ligero golpe. Elizabeth abrió la puerta y tras de ella se encontraban soldados del reino, reales soldados de Hyrule.

-Buenos días, mi señora… lamentamos la repentina intromisión en su desayuno.

-Sí, ¿en qué les puedo servir, caballeros? – Pregunto la mujer con un cucharon en su mano derecha y una pala en la izquierda.

-Hemos estado buscando por mucho tiempo a la persona que tenga el símbolo de las fuerzas de Hyrule… y nos han dicho que en este pueblo existe un joven así.

La señora se pasmo, no podía creer que hubieran encontrado respuestas en su pequeño rancho.

-Lo siento, pero el rancho Lon no tiene más que una hija.

-Curioso… por que también buscamos a una niña… hermana del elegido por el destino, además nos habían dicho que eran dos…

Elizabeth se comenzaba a poner nerviosa. Sin saber que mas hacer monto un pequeño espectáculo y llamo con un grito a su esposo – ¡Talon! ¡Válgame las diosas!, se me quema la comida, permitan que mi esposo les ayude – El hombre al escuchar a su esposa dejo a cargo a Link de lo que antes hacía.

La mujer tomo a Linkle del brazo y le dijo con cuidado – Préstame atención, pequeña, ahora mismo van a tratar de llevarte a ti y a tu hermano… nos hemos estado preparando desde hace tiempo, así que quiero que escuches… ve al escondite de cuando eran niños, donde aun eres capaz de entrar… ahí encontraran un mapa, rupias, provisiones…

La joven Malon miro a su madre con tristeza – Tú… Malon, ve con Linkle y Link a alistar a dos caballos.

-Sí… madre – Malon tomo por la mano a Linkle y ambas corrieron hacer lo que su madre había antes indicado. A toda prisa y sin mirar atrás las dos jovencitas corrieron hacia Link.

Una vez llegaron con el rubio este se quedo perplejo con las palabras – No pienso renunciar a una vida tan tranquila como esta por una simple estupidez – dijo el joven.

-No es sólo eso Link… si no se van ambos – los miro Malon – Asesinaran por traición a mi padre y a mi madre.

Los jóvenes se quedaron serios, Linkle había ido por las cosas que la madre de Malon le había dicho, luego de sacarlas con rapidez Malon preparaba los caballos, una era una yegua, gran amiga de Link y el otro era un corcel negro.

-En esta mochila prepare ropa, durante mucho tiempo lo he hecho… toma Link… tus favoritas – la joven además de darles una pequeña mochila de cuero, le dio unas botas que Link usaba con frecuencia. Link sonrió con aire de tristeza y junto a su hermana, salieron por un pasadizo hacia el bosque, del cual los soldados no tenían conocimiento.

Las cosas tomarían otro rumbo. Eran como fugitivos pero en el vasto Hyrule había pocas probabilidades de encontrarlos.

En el rancho aun estaban registrándolo todo – Bien… no hay nada, discúlpenos por haberle hecho perder su tiempo. Buen día.

Talon, Elizabeth y Malon, los tres no apartaban su mirar hacia el sendero del bosque, estaban realmente preocupados.

Los soldados que habían salido buscando a los elegidos no eran más que monstruos disfrazados. En la región de Farone era muy poco probable escuchar de rumores en el reino, pero estos decían que el mal se avecinaba… que fueran de ojos abiertos y oídos atentos….


Continuara…

Hola lectores queridos, este fanfic tendrá Zelink, aventura y comedia. Espero que les agrade y seguiré escribiendo por acá