DESCUBRIENDO TRAICIONES (DEDICADO A RISWE)
Ron caminaba despreocupadamente por las calles londinenses. Le gustaba vestirse de muggle y ver a la gente. Le parecían que siempre iban muy atareados, o tal vez él era demasiado despreocupado.
¡Y no era para menos! Hacia apenas dos años atrás estaba corriendo contra el tiempo para derrotar al mago oscuro más poderoso de todos los tiempos. Pero eso ya era historia, incluso ellos pasarían a formar parte de los libros de historia e internamente disfrutaba de esos quince minutos de fama, que le había ofrecido el destino convirtiéndolo en un héroe.
Así iba, con las manos en los bolsillos del pantalón, caminando lentamente a su destino. Extrañamente no estaba nervioso, sin embargo lo que estaba por hacer repercutiría por el resto de su vida.
Llana y sencillamente se dirigía a pedirle matrimonio a Hermione.
La amaba profundamente y no veía la hora de estar a su lado.
De repente de su hombro izquierdo apareció un diablito con su cara que le dijo
- ¡Vamos! ¡Que también es para poder garchártela!
El pelirrojo miró por sobre su hombro izquierdo aún seguía sin entender como era que comprendía el vocabulario de lunfardo de ese personaje que se había instaurado en su mente desde que comenzó a salir con Hermione, sabía que pronto aparecería su alter ego y no se equivocaba, a los pocos instantes sobre su hombro derecho apareció un angelito también con su mismo rostro que exclamaba
- ¡Cómo dices eso! En todo caso él querrá hacer el amor con ella, no follársela como quieres hacerlo entender tú.- El diablito se rió con ganas y contestó
- ¡Follarla! Ni que fuera una planta la mina y mirá que está hecha un pimpoyo. ¿No che?
Era verdad, Ron aún no sabía si era por el gran amor que sentía o por su lívido tan desbocado, pero de un tiempo a esta parte Hermione le parecía más hermosa que nunca, más esbelta, más voluptuosa, y simplemente atinó a asentir afirmativamente con la cabeza.
- ¿Qué tiene que ver una planta? – preguntó el angelito.
- Follar de follaje ¿No? – Contestó el aludido personaje.
- ¡No animal! Follar tiene un significado etimológico totalmente diferente y deriva de la palabra latina follicare que significa soplar…
- ¡Claro! Y este quiere darle a la cajeta hace bastante, aunque más le gustaría que le soplen el pepino a él. – Ron se ruborizó, no más que el bondadoso personaje del cual salió humo de las orejas, pero era cierto, Ron necesitaba descargar toda su carga sexual, de lo contrario explotaría.
Como todo caballero y además con los fuertes valores morales que había sido educado, sumado a la inseguridad propia de él, respetaba a Hermione y entendía perfectamente sus dudas o temores, pero lo cierto era que unos simples besos y roces a escondidas en el cobertizo, ya no le eran suficientes.
Como si leyera sus pensamientos, de hecho así, era el angelito le dijo
- Debes enfocarte en tu enseñanza, y debes esperar lo que sea necesario. – Él volvía a asentir afirmativamente pero de repente otra carcajada del personaje rojo lo hizo voltear
- ¡Esperar! Si a este tiene el marote lleno de leche y ya se le está saliendo por las orejas ¿No sos un poco inhumano vos, che?
- Aún sigo sin comprender como es que te toleramos. La cabeza el muchacho la tiene llena de buenos pensamientos, en definitiva va a hacer las cosas correctamente y no llena de… de…
- ¿Semen? – Llegó a decir Ron en voz alta y una dama que pasaba giró a verlo con cara enfadada, el pelirrojo bajó la mirada y apuró el paso.
- ¡Mira lo que le haces hacer al muchacho!
- Vamos tal vez la jovata se deje. – Decía el diablito saltando sobre el hombro.
- No se dice jovata, es una señora de edad. – Lo corregía el angelito – Y no seas irrespetuoso con los demás.
Pero Ron se detuvo, ya estaba llegando a la casa de Hermione y no quería entrar con esos dos psicópatas que aparecían en su mente.
Sabía que él los originaba, tal vez para apalear su inseguridad, un desvergonzado diablo que no temía decir nada, no entendía aún la función del angelito ya que él mismo consideraba que el rojo personaje era bastante desubicado, pero por alguna razón estaba allí, de seguro su conciencia.
¿Estaría volviéndose loco?
- No hijo – Lo calmaba la blanca estampa – Es que estás muy nervioso, si te tranquilizas verás que desaparecemos.
Y así fue, apenas enfocarse en lo que debía hacer los dos personajes desaparecieron de sus hombros.
Iba a avanzar cuando notó que Harry y Hermione se aparecieron en la entrada de la casa de la castaña, ambos estaban de espaldas, pero reconoció a sus amigos por sus cabellos inconfundibles; se detuvo extrañado pero luego se levantó de hombros y continuó avanzando, de seguro venían de la academia o de comprarle algo a Ginny.
Harry, a diferencia de él, se había decidido pronto y le propuso matrimonio a su hermana apenas salida ella de Hogwarts, estaban en pleno preparativos, y envidiaba el hecho que su amigo si pudiera favorecerse de esa declaración para estar con su hermana, sacudió la cabeza intentando olvidar las veces que los escuchaba en el cuarto de Ginny cuando olvidaban colocar un hechizo insonorizador.
Pero el diablo y el ángel volvieron a aparecer, cuando ambos chicos se abrazaron tomándose por las cinturas.
- Muy confianzudo el cuatro ojos ¿No?
- Deja de burlarte de la poca visión de Harry.
- Me dejo de burlar, pero por lo visto la mano la tiene muy bien. Mirá colorado. – Y Ron volteó para ver como Harry bajaba una mano al glúteo de Hermione y lo amasaba con ella, a la chica parecía no importarle.
- No puede ser, de seguro es un error.
- Claro, y la mano de ella también se equivocó – Entonces Ron observó como Hermione imitaba a Harry y también le tocaba el trasero.
- la verdad tiene un buen culo, digo la piba, no el pibe yo no ando para atrás. Yo también le echaría una manito.
- ¡Basta! – Ponía un alto el ángel. Mientras que Ron agazapado veía como ambos chicos ingresaban en la casa de la castaña.
Sin saber como saltó la verja y se ubicó debajo de una ventana para poder observar que sucedía.
- ¡Por favor! No es más civilizado tocar la puerta y averiguar que pasa – Decía la celestial criatura
- ¡Silencio! – Le ordenó Ron.
- Si callate mamerto, así no nos vamos a perder la acción.
- Vos… digo… tú también te callas. – Y ambos ficticios personajes miraron igual que Ron por la ventana.
Los tres observaban con ojos desorbitados.
Harry besaba a Hermione desaforadamente, ella de espalda a la ventana se dejaba manosear por el amigo a más no poder.
- ¿Mirá vos? Yo te dije que la mina quería guerra y a vos tratándote como un zanahoria.
Harry levantó la remera de Hermione y comenzó a besar sus senos, desesperado.
- Que buen par de repisas che. Yo creí que eran un poco más grandes.
- Yo también – Llegó a declarar el angelito y ante la mirada de Ron sólo se levantó de hombros. – perdón – dijo bajando la cabeza pero manteniendo los ojos fijos en la pareja.
La castaña comenzó a bajarle el pantalón a Harry al igual que a su ropa interior y dejándolo desnudo de sus partes bajas lo sentó en el sofá de la sala.
- Ahora viene lo bueno, va a sobar el aparato.
- ¡Por favor! Puedes por un instante ser un poco menos grosero.
- ¡Perdón! Se comerá la salchicha.
- Basta.
- La banana, la bergamota, ya que ella es medio vegetariana ¿No?
- No Hermione no es vegetariana. – Llegó a responder Ron.
- ¡Se nota por como se come el chorizo! – Ahora el pelirrojo miró al otro personaje pero este ni se inmutó – Vamos zoquete, si me hubieses hecho caso ahora vos estarías ahí en lugar de tu mejor amigo. Te digo que con amigos así. ¿Quién necesita enemigos che?
En eso tenía razón, Harry y Hermione lo estaban traicionando y no sólo a él, sino también a su hermana.
- Malditos. Maldita perra. – Llegó a decir Ron a punto de estallar.
- Y una perra con todas las letras, mirá gil, mirá como se la fifan a tu novia. Ja. – Ron podía ver a Hermione en cuatro patas, ya completamente desnuda siendo penetrada por Harry desde atrás. – Mirá vos la muy mosquita muerta. "No Ron no estamos casados, debemos esperar aunque más no sea a estar comprometidos" – Imitaba el diablito a Hermione – parece que no le importa franelearse con tu mejor amigo.
La pareja ya había vuelto a cambiar de posición, ahora Hermione se encontraba sobre Harry que se había sentado en el sillón.
- ¡Mirá como cabalga la nena! ¡Qué buen par de gemelos que tiene! Pero sigo insistiendo, me parecían más grandes. ¿usará relleno? Parece que la está pasando bomba.
- Prostituta barata – Llegó a declarar Ron a punto de levantarse y entrar para matarlos con sus propias manos.
- No digas eso, mi amor, ellos se están por casar – Entonces Ron miró a su derecha, a su lado estaba Hermione, totalmente sonrojada mirando también por la ventana.
El pelirrojo no salía de su asombro y miraba alternativamente a la chica a su lado y a la que estaba en la habitación que de repente habló.
- ¿Qué te sucede mi vida? Estas distraído.
- Así no puedo – Contestaba Harry pasando los dedos por la cabeza femenina y despojándola de la peluca castaña, dejando ver una melena roja.
- ¡Ginny! – Llegó a gritar Ron y Hermione lo tiró hacia abajo escondiéndolos de ambos chicos que viraron los rostros.
Se quedaron los dos con la espalda apoyada contra la pared, y cuando los gemidos y jadeos se reiniciaron Hermione habló.
- ¡Claro que es Ginny quien te creías… ¿Pensabas que era yo? – Entonces preguntó enojada.
- El pelo.
- Una peluca.
- Tú casa.
- Se las presté porque mis padres iban a una convención. Lo único que les pedí fue que no usaran las recámaras. ¡Espera! ¿Me dijiste Prostituta barata?
- Lo siento, yo… pensé… que… lo siento.
- ¿Y? – Entonces declaró Hermione subiéndose a horcajadas sobre él - ¿Te gustaría que lo fuera? ¿Te gustaría que fuera tú prostituta barata? – El pelirrojo no salía de su asombro, la verdad es que a pesar que su hermana era a la que había visto allí adentro con Harry la escena lo enervó como nunca y sin querer sonar demasiado desesperado contestó.
- Me encantaría – Cerró los ojos, esperando el cachetazo, que nunca llegó ya que Hermione lo besaba en los labios al tiempo de friccionarse contra él.
- Vamos a mi cuarto.
- Los chicos.
- Trabaremos y silenciaremos la habitación. Es que ver a los chicos me puso muy caliente. ¿Te molesta?
- ¡Me encanta! – Sólo llegó a decir el pelirrojo para tomar por la espalda a su novia.
- Hoy vas a tener a la cotorra pibe. ¡Al final tuviste mucha suerte! Vas a estrenar la chaucha. – Saltaba de alegría el diablito.
- ¡Que chaucha! Este se las trae, tiene un choclo bastante importante entre las piernas, se lo va a sacar por la garganta a la pebeta- Y el ángel se llevó las manos a la boca. El diablito se cruzó de hombro y abrazó a su contraparte.
- ya sabía yo que te podía sacar bueno che. Bueno purrete ya no nos vas a necesitar más. ¡Que te vaya bien!
- Gracias – Dijo Ron.
- ¿Gracias qué mi amor? – preguntaba Hermione.
- Gracias por hacerme el hombre más feliz del mundo – respondía.
- eso está por verse. ¿Tú me harás la mujer más feliz sobre la tierra?
- No lo dudes – reía Ron abrazándose más a Hermione y haciéndolos desaparecer al cuarto de ella.
FIN
N.A.
Para los que no me conocen soy Marcela, de Argentina, conocí a Riswe por fanautores, hace un tiempo y nos hemos hecho amigas, ella dice que le paso lo Argentino y ella me pasa lo español.
Muchas veces me nombró esta página, pero por problemas laborales nunca pude entrar, además siempre me "hinchó" para que escribiera y como leí n varias historias que me recomendó, además de decírmelo ella también, que no le gustaba Harry Hermione, hice esto para hacerla rabiar, porque sé que a mi me lo va a perdonar.
Esta es la página de donde saqué los términos lunfardos (que es un lenguaje propio de tangueros) si llegaran a borrarlo por cuestiones de seguridad pongan en el buscador taringa + lunfardo. (junten los espacios de este link)
http : / / www. taringa .net/ posts/arte/ 830902/ Diccionario- Lunfardo!. html
