Mikasa soltó el aire con tranquilidad mientras se agachaba y ayudaba a Sasha a levantarse del suelo. Del escuadrón con el que compartía esa pequeña caseta perdida en el bosque, ya no había nadie que pudiera entrenar con ella. No quería decir que sus compañeros fueran inútiles, no del todo, pero sí la dejaban insatisfecha en lo que a combates se refería, era la desdicha de no encontrar rival que la igualara.

—Ay, qué hambre —se quejó la otra.

Mientras se deshacía de las vendas de las manos, Mikasa tuvo una idea. Viendo el estándar nivel del resto, necesitaría buscar alguien con el que matar el tiempo hasta que le tocara ir a por leña durante la noche. Ya había entrenado con Jean y Connie por la mañana, y tenía que darles un respiro si quería que aceptaran entrenar también mañana. Hanji Zoe estaba ocupada todavía, así que solo le quedaba el sargento. Era un tipo fuerte y capaz, totalmente válido para la tarea, y tampoco es que le siguiera guardando mucho rencor por el juicio, no del todo, al menos.

—Sasha —la llamó—. ¿Puedes decirle al sargento Levi que quiero entrenar con él?

La chica parecía un poco muerta por el hambre, así que no le prestó mucha atención.

—¿Eh?

—Necesito alguien que me haga sudar un poco —murmuró Mikasa—. Dile que le espero aquí.

Con un "sí" un poco indeciso, Sasha se arrastró hasta llegar a la cocina. Mientras se regocijaba en el olor a estofado que salía de la olla caliente, se acordó de aquello que le había dicho Mikasa. Y como quería probar ese caldo que parecía llamarla a gritos y necesitaba deshacerse de Connie, que era el que se estaba encargando pobremente de la tarea, se acercó a él:

—Connie, necesito que le digas al sargento que... —¿Qué diablos le había pedido Mikasa?—. Que le espera en el bosque... Para... Ay, no sé, algo de hacerle sudar o yo que sé. ¡Corre, que es importante!

—¡Sí!

Connie salió corriendo por el pasillo para subir a la habitación del sargento. Tardó casi un minuto en darse cuenta, desesperado en medio de la escalera, que Sasha se había quedado en la cocina. Con la comida. Sola.

Sintió que su alma de soldado se dividía en dos: tenía que salvar el almuerzo, y avisar a Levi. Pero no podía hacer las dos cosas a la vez. Debía tomar una decisión importante, debía elegir en ese momento qué dirección tomaría la humanidad.

Mientras su corazón latía con intensidad y se dividía en dos, vio que la comandante Hanji subía por las escaleras en la misma dirección.

—¿Connie? ¿Estás bien?

El chico la miró con los ojos bien abiertos.

—Tengo que salvar a la humanidad del hambre, comandante —murmuró—. Necesito que... me haga un favor. Dígale al sargento... que Mikasa... ¿Quiere hacerle sudar? Y que es importante que vaya a buscarla al bosque.

Recordaba vagamente lo que le había contado Sasha, y además su mente estaba en el caso de que, con cada segundo que pasaba, Sasha devoraba con más ímpetu el almuerzo que tanto le había costado preparar. Así que salió corriendo escaleras abajo para salvar el mundo, dejando a la comandante sorprendida, hasta que empezó a reír. ¡Qué callado se lo tenía el enano! Anda que andar haciendo guarradas con Mikasa y contándoselo a todo el mundo. No podía creerlo, pero tenía que admitir que hacían buena pareja. Extraña y retorcida, pero compatible, al fin y al cabo.

Así que Hanji fue al piso de arriba a buscar a Levi. Estuvo a punto de rozar la puerta con los nudillos, pero la voz de Moblit llamándola la detuvo y giró la cabeza, viéndole llegar con papeles en la mano seguido de Armin Arlert.

—Comandante, han llegado noticias de Erwin Smith —le dijo al llegar junto a ella.

Hanji cerró los ojos. Las noticias de Erwin debían ser cruciales para el momento que la Legión de Reconocimiento estaba viviendo en esos tiempos. Y la comandante tendría que sacrificarse para leerlos en ese mismo momento y actuar en consecuencia. Así que le dijo a Moblit que iría en seguida y, cuando se encontró a solas con Armin, le puso las manos en los hombros.

—Soldado Arlert, tienes una importante misión —le dijo con intensidad—. ¡Ve y dile al enano que Mikasa quiere tener sexo con él y que le espera en el bosque!

Armin se quedó blanco cuando escuchó eso y no pudo pedirle explicación alguna cuando la vio correr escaleras abajo. Aún frío, llamó a la puerta y entró con pasos arrastrados.

—Sargento —comenzó—. Dice Mikasa que... le espera en el bosque para acostarse con él.

Levi le miró extrañado, con los ojos fijos en él por si era algún tipo de broma. Pero no parecía nada de eso, podía leerlo en él. Y se quedó más sorprendido todavía. Con la cara ensombrecida, se levantó de su mesa y bajó las escaleras lentamente. Mientras salía, todo el mundo observó su cara de póker con la que iba a enfrentar un conflicto que nunca pensó que sucedería, y al que no sabía reaccionar.


Osea, estoy como muy sensible después del capítulo 84 y necesito algo divertido y fresco para no ponerme a llorar lágrimas shippers. Debéis saber que cada día siento más el rivamika en el kokoro y que Mikasa es mi bae top top y que Levi es mi second bb, así que es como la ship perfecta y no sé qué diablos hará Isayama con ellos pero yo solo sé que ayer me leí el capítulo 84 y que me quedé el resto de la noche llorando en una esquina porque, a ver, todo esto es too much para mi heart.

Así que ya si eso en un día o dos publicaré la segunda parte y tal, que quiero que sea un two-shot.

Besis y saludis a todis.