Título: Eternidad
Disclaimer: No, Inuyasha no es mío ni Sesshomaru ni Inutashio ni nadie u.u solo escribo esto porque mi mente desearía que lo fueran X_X
Nota de la autora:
Bueno la verdad es que ya había escrito esto hace tiempo...
Hatori: Cuándo eras jóven
Sumine: oie oie, aún soy joven Ha-chan, el anciano eres tú.
Yuki: Nosotros no envejecemos de manera alguna mientras tú... bueno empiezas a usar corrector en las ojeras
Sumine : Waaaa maldito príncipe juro que un día de estos te desgarro!
Zero: Eso sería interesante...
Sumine: Eso es ! Zero hazme vampiro rápido no quiero envejecer ni un segundo más.
Zero: no digas estupideces, solo un vampiro de sangre pura puede convertirte yo no.
Sumine: Kappa... vamos a cazar... (los ojos le brillan malévolamente)
Zero: no estárás pensando en ir tras...
Sumine: Kuran, Kaname muajajajajaja... pero antes dejen les digo que al inicio la historia iba a ser Hiei&Kag pero... me desvié en algún momento y cuandome di cuenta... bueno pues ya era Sessho el enamorado xDDD DIsfrútenla =)
Kagome estaba exhausta, no podía ni siquiera abrir los ojos, pero sabía que tenía que hacerlo y tenía que continuar adelante, de otra forma moriría.
-Estúpido examen de admisión- Dijo mientras lentamente sus ojos se enfocaban en el gran libro de química que tenía enfrente. El examen para entrar a la nueva preparatoria (como era de esperarse no la aceptaron este año en su presente preparatoria) era mañana y aun no había estudiado todos los temas. Se estiró perezosamente mientras escuchaba unos pequeños ronquidos. Volteó la silla para mirar al niño que se encontraba acurrucado en su cama, envuelto en cobijas. Su cabello rojizo era lo único visible y al lado de este una bolita de pelo blanco con negro. Sonrió para sí misma
-" Ustedes chicos son todo lo que me queda…" Pensó nostálgicamente mientras recordaba el pasado. Sacudió la cabeza frustrada. –"Y aquí estoy con un examen importante mañana y en lugar de estudiar pienso en el antiguo Japón". Volteó hacia su libro una vez más y comenzó a leer. Ahora que el pozo estaba como estaba, no había manera de volver, así que tendría que arreglárselas en este mundo.
Kagome estaba congelada, no podía ni siquiera respirar, pareciese que no pudiera ni parpadear, peor que un hechizo de una miko oscura. Y tan pronto como llegó, se fue.
-¡¿Qué quiere decir con que el examen se cancela?- gritó sin darse cuenta de que su tono de voz era un poco demasiado alto.
-Bueno, pero si deberías de alegrarte, hay muy pocos aplicantes para este año así que hemos decidido darles la oportunidad a todos de estudiar sin tener que presentar el examen- contestó el maestro mientras le dedicaba un sonrisa.
-Y yo matándome por estudiar- susurró Kagome mientras salía de la oficina. No había dormido más que tres horas anoche y todo para poder pasar el examen y la mesa directiva decidía no aplicarlos. Siguió metida en sus pensamientos y al doblar una esquina de la escuela chocó con alguien.
-Lo siento, ha sido mi culpa por no verte venir- Una muchacha le sonreía desde el suelo mientras recogía sus libros. –Mi nombre es Keiko, supongo que eres una de las nuevas estudiantes ¿cierto?
-Ah…sí. Soy Higurashi, Kagome Higurashi. Es un placer.- Le ayudó a recoger unos libros y ambas empezaron a caminar.
-Bueno Kagome, si te puedo llamar así, ¿no?- Kagome simplemente le dio una leve inclinación con la cabeza- Bienvenida a nuestra preparatoria. Cualquier cosa que necesites puedes preguntarme, después de todo estamos en la misma clase si no me equivoco. Tienes matemáticas primero, ¿cierto?- Le preguntó mientras la dirigía entre la masa de estudiantes.
-Creo que si-contestó Kagome algo insegura, esa chica simplemente era demasiado alegre.
-Bueno, ¡ya está! Entonces vamos al salón que te presentaré a mis amigos.-Y con esto la chica desapareció en una de las aulas del pasillo.
-Vamos chicos, que les presento a una nueva estudiante- Keiko estaba hablando animadamente con dos chicos.
-Buenos días –Saludó Kagome mientras se acercaba al trío.
-Muy buenos- respondió un chico de cabellera naranja con un peinado algo…extravagante.- Mi nombre es Kuwabara y es un placer conocerla hermosa doncella, eh caído presa de su belleza.
¡PUM!
-Eh ¿no habías dicho que la única mujer de tus sueños era Yukina?, espera a que Hiei se entere que engañas a su hermana…- un joven de cabello negro, con demasiado gel en él le gritaba al otro después de haberle golpeado excesivamente duro en la cabeza.
-Ya Yusuke, que solo lo decía en broma- decía Kuwabara mientras se sobaba la cabeza.
-Miroku- dijo Kagome tan bajo que los demás escucharon apenas un susurro.
-¿Qué has dicho Kagome?- preguntó Keiko.
-Nada, es solo que me recuerda a un amigo. Un placer conocerlos, pueden llamarme Kagome.- Y dio una leve inclinación de la cabeza hacia ambos.
En el momento en que Kagome se acercó un poco más, Yusuke dio un respingo mientras Kuwabara simplemente daba un paso hacia atrás.
-¿Sucede algo?- Kagome pasó despistadamente al lado de ellos y se sentó en un pupitre al lado de la ventana. Dejó su mochila a un lado y se dispuso a observar el cielo. "¿Por qué mi vida no puedes ser normal? Maldita sea, aun en este mundo me sigo topando con gente rara". Kagome volteó a ver ambos chicos, que le mantenían la mirada fija y puedo observar como ondas de energía espiritual de color azul se formaban alrededor del cuerpo de Yusuke. "Así que tratas de advertirme…no te preocupes Yusuke Urameshi, no he venido a pelear". Sonrió nuevamente mientras volvía a ver la ventana.
