Rurouni Kenshin no me pertenece. Hago esto sin fines de lucro, sólo por ocio.

Simplemente Kenshin

Me iba a declarar a Kaoru-dono. Estaba decidido. La tenía delante de mí, mirándome expectante, con el viento agitando suavemente su cabello.

Vino a mi mente el recuerdo de la primera vez que intenté decirle a una mujer que quería estar con ella el resto de mi vida. Tenía 15 o 16 años y aunque por mi oficio pensaba que era infalible, me faltaban muchas cosas por vivir y por entender. "Yo protegeré tu felicidad" le dije en aquella ocasión y pequé de ingenuo, de soberbio, de idealista. Hablé a una mujer que desconocía y cuyas motivaciones no me habían sido reveladas. Desde el inicio fue un fantasma. Y mi declaración, sin querer, una gran mentira.

El tiempo se detuvo para mí desde entonces. Lo supe cuando conocí a Kaoru-dono y sólo pensé en protegerla, como si mi cercanía la encerrara en una burbuja transparente y blindada. Pero vino Jinnei y me la arrebató. Y vino Saito y me lo demostró que no soy infalible. Vino Enishi y mediante ella, me quebró.

Cuando llega un loco y me arrebata a la mujer que amo, con su fuerte determinación... y los hombres que me atacan son más de los que puedo rebalsar... me siento superado y pequeño. No puedo decirle a Kaoru-dono que la protegeré. Menos su felicidad. Pero, ¿de qué otra manera puedo hacerme útil para estar con ella?

Y de pronto miro mis manos y la realidad me salta encima.

¿Cómo puedo yo proteger a alguien de la forma en que pretendí hacerlo con ellas? Sólo puedo cuidar de quien esté en mi campo visual, con mucho, y sólo pensando en un hecho violento en el que pueda intervenir. Pero ante las enfermedades o catástrofes, ¿Qué puedo hacer yo?

Entendí que sólo soy un simple hombre con una habilidad con la espada y que una habilidad menor que poseo para la cocina ha hecho más feliz a Kaoru-dono que mi Amakakeru Ryu no Hirameki. He visto a la lejanía su expresión melancólica cuando está sola, pero al acercarme, siempre sonríe.

"Quiero estar contigo siempre" me dijo.

No dijo "Protégeme". Ni dijo "Vete de aquí para estar segura" Sólo dijo que quería estar conmigo. No me pidió nada más. Sólo estar conmigo... con este hombre que se levanta por las mañanas como cualquiera y no tiene nada especial.

¿Y yo... qué quiero de ella?

Nunca pensé en otra cosa que estar a su lado. Ni siquiera se me había pasado por la mente pedirle que aprendiera a cocinar. ¿Por qué, Kaoru-dono, qué es más joven, pudo resolverlo antes que yo? Al parecer, el amor es más simple.

-Qué querías decirme, Kenshin?- me pregunta encantadora. Qué tonto soy. La dejé sola mientras mi mente divagaba.

Dejé por ella de ser el demonio Battousai y el rurouni para ser simplemente Kenshin y como tal, me he sentido feliz aquí y he disfrutado de su compañía. Mientras miro sus ojos y sus mejillas arreboladas y tomo conciencia del latir de mi corazón, me siento más seguro que nunca de lo que diré. Porque estoy en paz y sé que no puede ser con otra si no es ella.

-Kaoru-dono...


Esta seria la precuela de "Obsesionado" Ojalá la disfruten.

Lord Batout