Disclaimer: Naruto y sus personajes no me pertenecen. Tengo que aceptar la cruda realidad, pertenecen a Masashi Kishimoto.

Información básica: Cada que este en cursiva es un pensamiento del personaje. Cada que este entre –rayas.- es un diálogo. En letra normal puede ser narración o sentimiento del personaje.

Este es mi primer fic… espero que les guste. No los molesto más.

Más que amigos.

El regreso.

Cargaba mis pesadas maletas por el aeropuerto. No se esperaba que nadie me recibiera así que fui directamente a coger taxi.

-Lo siento.-dije cuando sin querer choque contra un señor de edad ya avanzada. Recogí mis maletas y continúe en búsqueda de un taxi. La idea no me agradaba tanto, después de todo había mucha gente esta noche.

Llegué al asfalto y, para mí buena suerte, justo un taxi se desocupaba. Creo que corrí hacía él y me embarqué de una, no tenía que pensármelo dos veces.

-Buenas noches.-dijo amablemente el conductor.

-Buenas noches.-contesté con una sonrisa, en mí país la mayoría de los taxistas solo te preguntan ¿A dónde la llevo?

-Por favor, ¿Podría llevarme al Internado Konoha?-pregunté con la misma sonrisa, era ya muy de noche y temía que no quisiera llevarme hasta allá; después de todo queda un poco lejos de la ciudad, bueno, está bastante apartado de la ciudad.

El señor se quedó en silencio.

-Ah, está bien, lo entiendo.-dije mientras cogía mis maletas y me preparaba para salir del auto.

-Claro.-respondió y sonrió.

-Muchas gracias.-me acomodé mejor en el sillón trasero.

Todo el camino al internado estuve platicando con el señor, hablábamos de cosas triviales. ¿Qué de dónde venía? ¿Qué como así iba a estudiar ahí? Qué ahí solo estudiaba la gente con dinero, etc. Yo solo sonreía y respondía, estaba muy feliz de regresar a Tokio; que aunque no sea mí país natal, me gusta mucho por cinco grandes razones: Porque aquí estaban mis mejores amigos, porque era una ciudad hermosa, porque las personas son amables, porque tiene buena comida y porque tiene un elevado nivel en estudios. Sí, me parece la ciudad perfecta.

-Ya llegamos.-Me dijo el señor.

-Muchas gracias.-le dije mientras me bajaba con mis maletas y le pagaba.

-No hay porque.-respondió y se fue.

Inmediatamente me di la vuelta y vi el lugar.

Estaba en la puerta de entrada. Había una gran reja de color negra y con unas puntas que parecían lanzas. El lugar estaba rodeado por unas inmensas paredes color marrón oscuro.

"Maldición."Pensé mientras me daba cuenta de la situación en la que estaba. ¿Quién me iba a abrir la puerta?

Miré a mis alrededores, no había nadie. Me acerqué a las rejas, se puede decir que medio la toqué y apareció un joven alto del otro lado.

El joven abrió la puerta, yo solo sonreía nerviosamente. No lo podía ver puesto que todo estaba oscuro.

-Sígame.-dijo con un tono algo suave.

Iba a coger mis maletas cuando el joven se me adelantó, las cogió y empezó a caminar. Yo solo le seguí ¿Qué más podía hacer?

-¿Qué curso?-preguntó con la mirada aún al frente, o eso creo.

-Voy a cuarto curso.-respondí con mi habitual sonrisa en la cara.

-Uhmm… Cuarto curso.-dijo con un tono que parecía estar pensando en algo.

-Sí.-

-A estas horas no se espera a nadie.-dijo el chico.

-Es que… mi vuelo se retrasó.-dijo con una risita un tanto nerviosa.

El chico se volteo y me miró, pude notar que tenía unos ojos negros al igual que su cabello.

-¿Vienes del extranjero?-preguntó.

-Aja.-dije con sencillez yo.

-Sabes.-el chico parecía haber cogido un poco de confianza.- Debido a que llegaste tarde, muy tarde.-recalcó estas últimas palabras.-No puedes elegir habitación.-

-Sobre eso mismo quiero hacerle una pregunta.-dije.

-Trátame como tú, no como usted… me hace sentir anciano.-el tono con el que lo dijo era chistoso. Me reí.

-Dime… ¿Aquí se asignan los cuartos de manera mixta o mujeres con mujeres y hombres con hombres?-pregunte.

-Mujeres con mujeres y hombres con hombres.-respondió mirando al frente, estábamos cerca de llegar.

-Ah, me lo imaginaba.-dije mirando al frente.

Llegamos a la residencia. Era inmensa, de tres pisos y con algunas ventanas, la puerta era color café oscuro y la manija dorada.

El joven se apresuro a abrir, alzó el interruptor y unas luces se prendieron.

Al fin puede ver cómo era y él ver como yo era.

Un joven un notablemente más alto que yo, quizás tenía unos 18 años. Pelo negro, largo y agarrado con una coleta baja. Sus ojos eran negros, pero parecían que de vez en cuando adquirían una tonalidad carmesí. Cerca de los ojos tenía unas rayas, creo que deben ser hereditarias porque no le veo otra razón a su existencia.

El joven me quedó observando durante unos instantes. Me sonrojé levemente pero lo oculte. Soy muy buena actuando.

Su rostro se me hacía familiar, me recordaba a… no, debe ser imaginación mía.

-Tú nombre.-dijo mirando mi rostro.

-Haruno Sakura.-respondí mientras miraba hacia los lados.

-Ven, te indico dónde dormirás.-me dijo mientras caminaba por un pasillo llevando consigo mis maletas.

-Esta es la sección de cuarto curso hombres.-Me señaló un pasillo con unas puertas que al parecer tenía unos nombres pegados en cada puerta.-Por cierto, las mujeres tiene prohibido ingresar a cualquier sección de hombres, al igual que los hombres al de mujeres.-

Asentí con la cabeza, me lo esperaba.

-Esta es la sección de cuarto curso mujeres.-dijo mientras señalaba un pasillo que quedaba cerca del de los hombres.-Busquemos tú nombre en una de estas puertas.-E iba de puerta en puerta leyendo lo que decían.

-¿Cuántas compañeras de cuarto?-pregunté.

-Tres.-dijo sin dejar de leer los letreros, yo solo iba detrás de él.-Aquí está.-Y se paraba al frente de una puerta.

Me paré junto a él y leí lo que decían los letreritos. "Hyuga Hinata"- "Ten-ten"- "Haruno Sakura.-"Los tres letreros pegados en la puerta. Junto a la puerta había tres especies de cajitas, cada uno con un nombre; el mío, por pura coincidencia, era de color rosado, pero un rosado oscuro.

-Tomaba.-Y me entregaba las maletas junto con dos llaves hechas en un collar, se veía genial.-Está es la llave de tu habitación y esta.-decía mientras cogía la llave más pequeña.-Es para que puedas abrir tú estante y coger tú correo.-dijo mientras me señalaba la cajita.

-Gracias.-dije un poco extrañada de que él tuviera la llave de mi cuarto y la de mi correo. Y mucho más de que me las entregara hechas como un collar, un hermoso collar.

-Ah, por cierto.-dijo mientras se alejaba.-Soy de tercero y estoy encargado de vigilar a los integrantes de tú habitación… eso te cuenta a ti.-Y se fue.

Lo miré un poco confusa. Estaba encargado de vigilar a las chicas de mi habitación, eso me contaba a mí… por eso estaba afuera, me debía de estar esperando.

Aleje mis pensamientos y abrí la puerta. Alcé el interruptor y vi como eran las cosas a mí alrededor. La habitación era bastante amplia. Todo el cuarto estaba pintado de color celeste oscuro, había dos camas al lado derecho de la puerta y una al lado izquierdo; el cobertor de las camas era blanco, junto a cada cama había una mini cómoda y encima un estante en donde poner fotos, libros, etc. Junto a la pared había un escritorio con una lámpara, un poco lejos del escritorio había un espejo de cuerpo entero y más lejos había una puerta que supongo debe conducir al baño.

Vi que la única cama que estaba disponible era la que estaba al lado izquierdo, ¿Será acaso por qué estaba cerca de una ventana? No le di importancia y puso mi maleta junto a la mini cómoda, apagué la luz y me dispuse a dormir. Había tenido un largo viaje y estaba cansada, muy cansada.

Ni siquiera me cambie de ropa, solo acomodé mejor mi cabeza sobre la almohada y…

------------- a la mañana siguiente.--------------------------

Algo me tocaba, pero decidí darle más importancia a mi sueño así que solo me movía un poco. Alguien o algo me movía, pero mi sueño era mayor. Ese alguien o algo me movió más duro y decidí ver qué pasaba.

Abrí lentamente mis ojos, al inicio veía todo un poco borroso, así que me senté y me restregué los ojos.

-Buenos días.-escuché que decía una voz femenina.

-Buenos días.-decía otra voz, esta era más delicada.

-Buenos días.-dije mientras miraba a las chicas que estaban paradas frente a mí.

Eran dos muchachas de mi misma edad. Una tenía el cabello largo, azulado y flequillo, sus ojos eran color perla; muy extraño a mi parecer pero le quedaban bien. La otra muchacha tenía el cabello café oscuro al igual que sus ojos y lo cargaba recogido en dos chonguitos, su tez era algo bronceada, parecía un poco más ruda que la otra chica.

-Mi nombre es Ten-ten.-dijo la chica de cabello castaño.

-Mi- mi nombre es Hyuga Hinata.-dijo la otra muchacha tímidamente.

-Mi nombre es Haruno Sakura.-dije presentándome yo.

-Así que tú eres la compañera que llegó tarde.-dijo la chica pelo castaño.- ¿Qué tan tarde llegaste?-preguntó.

-No sé.-dije, la verdad es que no había visto la hora.-Creo que a eso de las 12 o 12:30.

-Muy tarde.-dijo la castaña.

-¿Quieres que te ayudemos a guardar tus cosas?-preguntó la peli azul.

-Gracias.-dije mientras cogía una de mis 2 maletas y empezaba a desempacar, ellas ayudaban con la otra.

Fueron guardando mi ropa en la mini cómoda, yo ordenaba mis cosas; cuadros de mi familia, perfumes, libros, etc.

Al fondo de mi maleta estaba un portarretratos en donde estaba yo, junto a un chico de cabello negro a mi izquierda y uno de cabello rubio a mi derecha. Lo coloqué en el estante y…

Rápidamente abrí mis cajones, cogí una ropa mía junto con una toalla y me adentré en el baño.

Me duche lo más rápido que pude, me cambie a velocidad luz y salí del baño.

Llevaba una blusa roja con cuello doblado y sin mangas, un pantalón jean y unas zapatillas blancas. Tenía dos collares; un con una gema en forma de rombo color carmesí; este me quedaba bastante pegado al cuello y el otro era el de las llaves que era metálico y color plateado.

-Veo que te alistaste rápido.-dijo la castaña.

-Sí.-dije mientras buscaba entre uno de los cajones el celular y el Ipod.

Estaba por salir cuando me detengo en la puerta, regresó a ver a las chicas.

-¿Me acompañan?-preguntó mientras las miro.-No conozco bien el lugar, por favor.-

-Claro.-dijo la castaña.

-Sí.-dijo la peli azul.

-Vamos.-dije mientras me apresuraba a salir.

Rápidamente, y esquivando a un montón de chicas que hablaban entre sí en los pasillos, salí del pasillo de mujeres. Estaba por entrar al de hombres cuando me acordé de lo que dijo el chico de cabello negro. Me detuve, los busqué con la mirada y nada.

Sin esperar a Hinata y Ten-ten salí del instituto."Tal vez estén afuera." Me decía mientras buscaba una cabellera rubia junto a una negra.

Caminé de un lado a otro. No estaban, ¿En dónde demonios se podían haber metido?

Un ruido hace que regrese a ver a mi derecha.

Había un montón de chicas formando un círculo mientras intentaban llegar al centro. Vi como se iban apartando para darle paso a alguien.

Observé una melena rubia y una negra. Eran ellos.

Sin pensarlo dos veces corría hacia ellos.

Vi como me observaban un poco extrañados, pero no esperé reacción.

-¡¡Naruto!!-Grité antes de abalanzarme contra el rubio dándole un abrazo.

El chico no hizo nada y esperó a que me apartara.

-¡¡Sasuke!!-dije y esta vez fui contra el pelinegro. Como estaba más alto que yo me colgué de su cuello. Permanecía así durante unos segundos y después me aparté.

Ambos me miraban con cara de extrañados.

Mi corazón recibió un fuerte impactó. ¿Acaso no me reconocían? Me entraron ganas de llorar pero me las aguante y las disimulé muy bien.

Vi que solo me miraban como si fuera una total desconocida.

Sabía actuar muy bien y esconder mis lágrimas, pero sentía que ya no podía más. Di unos pasos hacia atrás, retrocediendo. Me di la vuelta e iba a salir corriendo cuando escuché mi nombre.

-Sakura.-dijo una voz suave como la seda.

Me giré y los miré. Naruto regresó a ver a Sasuke y este sonreía; una cosa poco usual en él.

-¿Sakura?-dijo ahora el rubio.-Sakura.-Y me señalaba.

Me acerqué a ellos.

-Claro que soy yo Naruto.-dije mientras cerraba los ojos fuertemente para contener las lágrimas.- ¿Quién más?

-¡¡Sakura!!-Gritó el rubio y me abrazó.

-Naruto, me vas a dejar sin aire.-dije pero él no me hizo caso. La verdad es que sí me estaba dejando sin aire.

-Naruto suéltala.-dijo la suave voz de Sasuke.

Me continuó abrazando y a mí ya me empezaba a faltar el aire.

-Naruto suéltala.-repitió.

No me soltó. Sentía la necesidad de respirar, pero la fuerza con la que me abrazaba me lo impedía.

Vi levemente la figura de Naruto apartarse debido a que alguien le empujó y ese alguien era Sasuke.

Puso su mano en mi espalda mientras yo respiraba difícilmente.

-Serás dobe.-dijo el azabache sin quitar su mano de mi espalda.-Acaba de llegar y ya la quieres matar.-

-Gra… gracias Sasuke.-dije intentando respirar mejor.

Él quitó su mano de mi espalda.

-Lo siento Sakura-chan.-Dijo el pelirrubio con el rostro afligido.

-No te preocupes Naruto.-no me agradaba verlo triste.-No es nada.-

-Pero casi te asfixio.-dijo él.

-Bueno, si omitimos ese pequeñísimo detalle toda esta bien.-sonreí.

-¿Pero cuándo llegaste? ¿Cómo llegaste? ¿Cómo así estás aquí?-empezó con la preguntadera Naruto.

-Hmp… dobe¬¬.-dijo Sasuke.

-Ya les voy a contar todo.-Iba a empezar a hablar con ellos cuando sentí un montón de miradas sobre mí.

Miré a mis alrededores y vi a muchas chicas que me miraba con odio y rencor, como si yo hubiera hecho algo malo. Me sentía incómoda en esa situación.

-¿Quién eres tú?-dijo una voz proveniente de entre la multitud.- ¿Y por qué abrasas a Sasuke-kun y a Naruto-kun?-dijo otra voz. Poco a poco se iban acercando más a mí.- ¿Con qué derecho los abrasas? ¿Qué eres para ellos?-decían.

Estaba aturdida, aquellas chicas se acercaban cada vez más a mí y yo me sentía arrinconada. Cuando parecía que se iban a ir encima de mí cerré los ojos, pero no paso nada.

Abrí lentamente mis ojos y vi frente a mí a mi salvador… Sasuke.

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¿Y? les gusto… déjenme reviews si sí o si no o en lo que debo mejorar. No sé, ustedes sabrán porque dejarme reviews… Bueno les deseo feliz navidad a todos… XD