Título: El ocho es el número de la suerte

Autor: Vismur

Fandom: Detective Conan/Magic Kaito

Pairings: Kaito Kuroba/Shinichi Kudo

Disclaimer: Detective Conan y Magic Kaito pertenecen a Gosho Aoyama.

Advertencias: CRACK, del bueno, se me ocurrió y no podía sacarlo de mi cabeza, referencias al MPREG, ciencia vs magia, niños en la casa, molestando a los adultos, la organización de negro está acabada y Shinichi regresó a ser normal, así, me olvidaba de los viajes en el tiempo, pero sería mucho spoiler.

Nota: Se supone que debería estar haciendo un fic que me pidieron, pero me he retrasado un poco, espero que esa persona me perdone por retrasarlo tanto tiempo.

Resumen: Despues de su travesía como Conan, Shinichi espera tener un poco de paz, y es cuando 8 pequeños problemas vienen a visitarlo. Pre-Kaishin, Crack, Travel time. Two-shot.

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EL OCHO ES EL NÚMERO DE LA SUERTE

PARTE I

Cuando Shinichi pensaba que por fin podría tener un día libre, descansar en la biblioteca y leer un libro ininterrumpidamente, sin esperar ninguna molestia, porque después de acabar con la Organización de Negro hace un año, apenas había podido respirar entre antídotos, revisiones médicas, juicios, visitas al departamento de policía de Tokio, Osaka, Estados Unidos, y otras sedes más, escribir informes, llevar casos a término y un largo etcétera que lo dejo muy ocupado.

Sin contar con todo el proceso escolar al que tuvo que ponerse al corriente y el enfrentamiento a conocidos, su mayor preocupación fue Ran, con la cual aún no sabía dónde se encontraba debido a que estaba muy enojada con él después de contarle donde estuvo todo el tiempo, esperaba que ellos se reconciliaran pronto.

Ahora con 19 años, no podían culparlo que el primer domingo que estuvo libre, sin nada que hacer, quisiera hacer un maratón solo para él y su disfrute, y leer como no había podido en todo ese año.

El ruido en su sala de estar, sin embargo, podía estar en desacuerdo con él.

Rápidamente trato de pensar en una vía de escape, busco rápidamente las armas disponibles, libros y bate de béisbol, y se preparó para encarar al origen del sonido, se ideo para muchos escenarios, ladrones, asesinos, algún convicto que mando a la cárcel, el más aterrador de todos eran sus padres, pero no se encontró con nada de eso.

Sino a un montón de niños y adolescentes.

Su primer conteo fue de 5, pero dando un buen vistazo, se sorprendió al ver a ocho individuos es un lio de piernas y brazos, inmediatamente fue a recoger al bebé de al menos un año, quien estaba a punto de caer al suelo.

- Ouch, duele, quítate de encima – dijo una pequeña niña.

- No se peguen – dijo una voz más grande, una adolecente.

En un momento, las siete personas en el suelo, se separaron con algunos pequeños empujones, quedando claramente identificables, Shinichi sintió un tirón de reconocimiento vago, pero sabía que nunca los había visto.

- ¿Qué están haciendo? – preguntó una vez que todos parecían estar en sus pies, sacudiendo sus ropas, había tres adolescentes, dos chicos y una chica, el bebé que tenía en sus manos, y cuatro niños, 3 niños, y una niña, dos de los niños eran gemelos.

- Nos caímos, al parecer – murmuró una niña con un puchero, parecía tener com años.

- Oh, papá estas usando una mascará – dijo un niño más grande, quien tenía un gemelo, quien asintió de reconocimiento.

- ¿Eh? – preguntó el detective confundido, los niños pequeños parecían alabar su máscara, pero había tres adolescentes que le miraban con sospecha.

- Niños, vengan aquí un momento – dijo el adolecente que parecía casi su edad, los niños miraron confundidos, pero obedecieron de inmediato.

- ¿Por qué no alejamos de papá? – pregunto el más pequeño de los niños, quien aparentab años.

- Bueno, debemos asegurarnos que sea papá, no queremos repetir lo de Navidad del año pasado, ¿verdad? – dijo el adolescente de 13 años, quien empezó a acercarse a Shinichi con cierta hostilidad, tomando una posición que reconoció como Judo.

- Vamos a comprobar si todo está bien, ¿vale? – dijo el mayor, quien tomo un perchero, y tomaba una posición familiar, Kendo.

- Así que quédense atrás, vamos a buscar a la pequeña hermana – dijo la adolescente de 15 años o algo, también en posición, no supo si era Karate o Taekwondo, pero en ese momento sabía que estaba muy jodido, más con el bebé, que en todo el intercambio, balbuceaba feliz, había dejado el bate cuando vio a la pequeña cosa casi lastimarse, y ahora estaba en las garras literales de al parecer tres expertos marciales, y si Ran, Heiji y Kazuha le habían enseñado algo, es que no podía subestimar la edad de un practicante de artes marciales.

- Esperen un momento – dijo alarmado, tomando de los sobacos al bebé y ponerlo frente a él rápidamente, dejando colgando sus pies, el bebé solo sonrió con alegría.

- Bien, vale, no te haremos nada si no le haces nada al bebé – dijo el mayor acercándose lentamente.

- No, ustedes están invadiendo la privacidad de mi casa, y están a punto de golpearme solo por evitar que su hermana caiga al piso y lesionarse – sus palabras tuvieron el efecto deseado, los tres se detuvieron confundidos.

- ¿Tú casa?, ¿invadiendo? – preguntó confundido el mayor.

- … - hubo un silencio incómodo.

- ¿Puedo revisar algo? – preguntó la chica adolescente, dejando su hostilidad.

- Sí – dijo con desconfianza.

- Ok – dijo ella acercándose, pero sin ninguna vacilación, jaló su mejilla, duro. – Si, no es una mascará – anunció al mundo y todos se congelaron, y luego suspiraron aliviados, los adolescentes dejaron sus posiciones y el perchero, los adolescentes formaron un semi-circulo debatiendo en voz alta.

- ¿Qué está pasando? – rápidamente preguntó el adolecente de 13 años, confundido.

- Bueno, recibimos esa advertencia rara de Ako-chan, y ya sabes cómo es – dijo el mayor frotando su barbilla.

- Bueno, este teléfono y el internet dicen que es el años 2016 – dijo la chica quien estaba revisando el celular de Shinichi, quien se sobresaltó al verlo en sus manos, no sabía que se lo había quitado en el breve momento en el que estuvo en su lado.

- Oh – fue lo único que dijeron los dos, aliviados.

- Yo explicaré la situación a… - dijo el mayor señalando a Shinichi, tomó el celular de la chica – vayan a explicar el plan para una situación como esta a los niños – los otros asintieron, yéndose a la cocina, parecían familiarizados con la casa en una rápida observación.

El chico mayor se quedó viendo nerviosamente ahora Shinichi.

- Lo siento – murmuró como chico castigado, se acercó y tomo a su hermana regresando el teléfono.

- ¿Así que? – preguntó Shinichi con una ceja levantada sospechosamente.

- Ejem, si – dijo moviendo incómodamente sus pies – lamentó esto de entrar inesperadamente, no fue nuestra intención, nosotros ocho somos hermanos, y no somos malos, te confundimos con alguien que le gusta raptarnos solo para hacerte enojar, porque eres Shinichi Kudo, ¿cierto?, sí, porque no debes ser nadie más, es el 2016, aunque no se me la historia, y esta es la casa Kudo, ya sabes Yusaku y Yukiko Kudo, sus padres, y no deberíamos estar aquí, pero…

- ¿El punto? – preguntó irritado, él quería una explicación ahora.

- Oh, bueno, somos tus hijos del futuro, como dos décadas en el futuro – dijo el simplemente como si estaba hablando del clima.

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Ai Haibara estaba tranquilamente mirando una revista, esperando que llegará rápidamente la hora para una película interesante que iban a pasar en televisión, dicha calma de vio afectada cuando alguien insistentemente toco la puerta.

Con cautela se dirigió a la puerta, extrañada por la desesperación que dicha puerta estaba siendo golpeada, lo último que esperaba encontrar era a Kudo quien parecía haber visto muertos vivientes o algo así.

- ¿Kudo? – preguntó confundida, el detective miró nervioso.

- ¿Existe algún efecto secundario del antídoto? – preguntó con cierta desesperación.

- No – dijo rápidamente la mini científico, mirando con sospecha - ¿Por qué?

- Yo estoy alucinando – confesó el detective, tratando se calmarse.

- ¿De que estas hablando Kudo? – preguntó confundida.

- Hay un chico que dice que es mi hijo el futuro – dijo el detective, con escalofríos apenas perceptibles cuando lo dijo.

- … - ella esperó que el detective se explicará más, porque no tenía sentido lo que estaba diciendo.

- El chico que tiene siete hermanos, que ahora están en la mansión, aunque aparecieron de la nada, y dicen que son mis hijos, del futuro o algo así – dijo con cierta desesperación, tratando de trasmitir lo que sentía.

- ¿Estas bebido? – preguntó ella con cautela.

- No, ellos están en la mansión, y me dicen papá, y es espeluznante como el demonio – volvió a decir.

- No tiene lógica – dice ella extrañada, preguntándose internamente si era alguna broma elaborada.

- Bien, vamos a la mansión y velo con tus propios ojos – dijo el detective, jalándola con prisa, llevándola rápidamente a las puertas principales.

Cuando entró, se dio cuenta inmediatamente de las voces, quienes se detuvieron cuando entró a la sala de estar y ocho pares de ojos se dieron la vuelta para verla, ocho personas que compartían características con Kudo, ella podía entender ahora la confusión del detective.

- Ai-neechan – dijeron todos a coro, al menos seis, el bebé y el niño más pequeño estaban distraídos.

Bien, ella estaba empezando a notar la sensación incomoda de la que estaba hablando Kudo.

- ¿Quiénes son ustedes? – preguntó con la mayor pose y mirada de matón que pudo conseguir, dándose cuenta que no había surtido efecto en lo más mínimo, como si la conocieran.

- Somos hermanos, todos Kudo, del futuro, o un universo paralelo, o alternativo, o mundo encogido, o algo así, creo que asuste a papá como el infierno, lamentó eso – dijo el mayor.

- Puedes sacar pruebas de paternidad si quieres – dijo la siguiente, quiera era una chica. – pero solo de tres de nosotros, y luego te deshaces de todo, no queremos arruinar algo de aquí, sea lo que sea.

- Oh, si nos puedes llamar con el número en inglés de acuerdo de mayor a menor, no queremos decir nuestros nombres, por cualquier cosa – dijo el mayor de nuevo, la científico solo levanto la ceja, al parecer ya habían creado un plan para la situación, y no parecían particularmente asustados o fuera de lugar, extraño.

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Shinichi se sentía fuera de elemento, pensó que después de todo el tiempo que estuvo como Conan, y todo lo que había visto, él no podría sorprenderse más, parece que siempre provocaba a que el destino buscará la forma de hacerle sentir perdido.

Los hermanos, quien incluía a One, el mayor, que tenía ojos azules grisáceos, cabello castaño casi negro, cabello corto y lacio, media 1.71 cm y tenía 17 años; Two, la chica de 15 años, quien tenía los ojos azul marino, cabellos castaño claro ondulado hasta la cintura, media 1.60; Three, quien tenía 13 años, cabello castaño medio corto y ondulado, sus ojos era azul cerúleo, media 1.54; Four y Five, quienes eran gemelos, cabello castaño caoba alborotado corto, ojos azul añil, Four media 1.32 cm y Five 1.33; Six, quien era una niña de 7 años, cabello rojizo lacio hasta la barbilla, ojos azul índigo, media 1.15 cm; Seven, quien tenía 3 años, cabello negro, ojos azul cobalto, y apenas medía 95 cm; y Eight, quien era una niña de un año, tenía cabello azulado que apenas cubría su cabeza, sus ojos eran azul rey, y medía 60 cm.

Cinco chicos y tres chicas.

Haibara había sido inflexible sobre la medición de su estatura y edad, y estaba revisando la sangre de los tres mayores.

Calmándose un poco, se dio cuenta que los niños compartían características con él, sus padres y sus abuelos, y quizás lo único que le daba mucho choque, era que ninguno compartía características de Ran, lo cual le molestaba mucho, tratado se convencerse que no necesariamente eran suyos.

Lo cual se destruyó cuando los tres exámenes dieron positivo, y Haibara había salido de su choque, para burlarse de él por ser una fábrica de bebés en el futuro, claramente aprovechando la oportunidad para tratar de sacar información de su esposa futura, solo saco que Three era su ahijado, y que los chicos no querían rebelar nada, habían hecho un plan para una situación como esta, ¿Quién hacía planes para viajes a lugares pasados de dudosa procedencia?

Su único consuelo era que seguramente eran de un universo paralelo o alternativo.

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Con la evidencia sanguínea confirmada, a Shinichi no le quedó de otra para dejarlos en la mansión, ellos tomaron control total, One parecía muy apenado, tratando de controlar a sus hermanos, especialmente a Four, Five, Six y Seven, quienes parecían soltar spoiler de una vida alternativa cada vez que podían, Two y Three bloqueaban la mayoría de las veces, pero llego una vez a escuchar algo sobre Nine, él inmediatamente bloqueaba todo para no enterarse de nada.

Haibara y él preguntaron que como tratarían de llegar de nuevo a casa, y One solo respondía que Ako-chan se encargaría de todo, ellos no sabían quién era dicha persona, pero como no sabían cómo llegaron, no sabían cómo tenían que regresar. Two solo respondió que Ako-chan siempre era complicada, y que si tenía un estado de ánimo bueno, vendría por ellos, o quizás Haibara del futuro o universo paralelo, empezaría una competencia con Ako-chan para ver quien tenía la respuesta primero, Shinichi sintió que esas peleas eran comunes, y por extraña razón se imaginó dos diablesas matándose con los ojos, ¿de dónde había venido semejante imagen?

La mini científico parecía interesada por una rival, pero los chicos no soltaron más, y como dicho nombre no era conocido por ellos, tenía dos opciones, o todavía no la conocían o era una conocida de su madre, no, ninguna otra madre, él estaba interesado en Ran nada más, deben de ser de una dimensión desconocida, si eso.

Eso no quitaba, que cada mañana de diera cuenta que lo que era una grande casa sola, ahora estaba llena de risas, gritos y actividad, la mansión era usada como sala de juegos por todos los miembros nuevos, quienes se apoderaron de las habitaciones a su placer, One y Three dormían en una habitación, Two, Six y Eight tenían otra, de algún lugar las chicas habían sacado una cuna guardada en el ático, y la habían armado para que la bebé durmiera ahí, los gemelos y Seven dormían en otra habitación.

La cantidad de dinero que había desembolsado era asombroso, a pesar de que los chicos se contenían para pedir cosas, tuvo que comprar comida, ropa y cosas para el bebé, esperaba que sus padres no vieran las cuentas en cualquier momento antes de que los chicos regresaran a donde pertenecían, no quería ni imaginar las explicaciones que tendría que dar y seguramente su madre se pondría toda loca.

También, ellos se mantenían en la casa en todo momento, cuando alguien externo venia de visita, como Takagi o Satou, de pronto la casa estaba aparentemente vacía, y no había ningún ruido, no sabía si sorprenderse por su habilidad para esconderse o para esconder toda la evidencia que los delatara, juraba que había visto cosas tiradas en lugares visibles, y en menos de 2 minutos, el lugar estaba impecable.

Eran como pequeños fantasmas.

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Una semana después del trágico domingo, como le llama Shinichi, los ocho descendientes estaban en la sala viendo la televisión, con Haibara y el profesor Agasa, a quien casi le da un paro cardiaco cuando los vio, y parecía tener la mejor y optimista visión de un futuro con una gran familia, para el desagrado del detective; en estos momentos fungían como niñeros, debido a que Shinichi había salido de Beika para un caso, la científico solo se reía en su cabeza, los mocosos no necesitaban cuidadores, había un chico de 17 años y una chica de 15 años, que parecían bastante auto suficientes, si la forma en que cuidaban de sus hermanos menores era algún indicio, también Three, Four, Five y Six, eran muy independientes, y hacían tareas coordinadas con sencillez, incluso logro oír alguna vez una conversación muy profunda entre uno de los gemelos; ella no podía reconocer cuál de los gemelos era cual, pero Shinichi tenía una interesante habilidad para saber; con Six, hablando de métodos para destruir vasos sanguíneos con varios tipos de venenos y métodos ortodoxos, esa plática causaría para cualquier madre ir temblando de miedo a un psicólogo.

Los únicos que parecían ser más los niños normales, al menos a la edad que tenían, eran Seven y Eight, pero no dudaba que los ocho eran genios en alguna materia en particular, al menos de lado de Kudo, de la otra mitad no estaba tan segura, había intentado varias veces con un rotundo fracaso sacarles información, pero al parecer, solo soltaban lo que ellos consideraban razonable, aunque había escuchado algo sobre Nine, y estaba segura que debería ser privado.

- Estas televisiones son tan antiguas – murmuró uno de los gemelos.

- Aun así se ven bastante bien – dijo Six, quien estaba pasando en varios canales, hasta que llego a las noticias de la tarde, y vio en las letras que hablaban de Kid.

- Ohh, están hablando de Kaito Kid, déjale ahí – dijo el otro gemelo.

- Oh se me olvidaba que estaba vivo en este año – dijo Three interesado en la noticia también, One y Two se congelaron.

- ¡Niños! – dijo con urgencia Two, quien estaba de pronto nerviosa.

- ¿De qué están hablando? – preguntó perspicaz la científico, era un desliz interesante.

- Oh, lo que pasa es… - pero el gemelo fue interrumpido por Three, quien parecía muy avergonzado.

- Lo que quise decir, es que nunca había visto un atraco, si eso – intentó corregir sus palabras Three, pero ya era tarde, más cuando se dio cuenta de las caras confusas de Four, Five y Six, pero rápidamente captaron la indirecta, y no dijeron nada más, y regresaron su atención a la televisión sin decir nada.

Sin embargo, Haibara solo los miraba con el ceño fruncido.

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Cuando Shinichi regresó en la noche, lo último que esperaba ver en la entrada en su casa a Haibara.

- Buenas noches Kudo – saludo ella con la voz baja.

- ¿Paso algo? – preguntó el detective algo preocupado.

- Tuvieron un interesante desliz hoy – respondió ella señalando su casa, dando entender quienes habían cometido el acto – he intentado espiarlos para más información, pero sin éxito, al parecer los mayores están teniendo una conversación ahora mismo en tu sala, estaba a punto de entrar para espiarlos, pero has llegado, espero que no te importe – dijo la científico, abriendo la puerta sin ningún ruido, y cuidando sus pasos, el detective estaba intrigado, así que hizo lo mismo.

Caminaron en completo silencio acercándose a las voces, eran One y Two, quienes tenían una conversación, se quedaron fuera de la habitación, solo guiándose por sus voces.

- ¿No sería sensato decirle a nuestro padre?, Ai-neechan le va a decir – dijo Two con algo de preocupación en su voz.

- No, podríamos hacerlo peor, sabes que padre intentara ayudarlo si sabe, después de todo, eran amigos – contestó One, también con voz preocupada.

- Es nuestra culpa, se nos había olvidado que todavía estaba en este año, y no le dijimos a nuestros hermanos para mantenerlo en silencio – dijo ella suspirando.

- No hay mucho que hacer, definitivamente no podemos decir nada, y no falta tanto tiempo, deja de pensar en eso y vamos a dormir – dijo el mayor, ella suspiró y se dirigieron en las escaleras para sus respectivos cuartos.

Cuando se hizo el silencio, el detective se dirigió de nuevo a la científico.

- ¿De que estaban hablando? – preguntó un poco preocupado por la conversación.

- Estaban viendo la televisión, cuando salió un anunció del robo que hará próximamente Kid, y a Three se le escapo que no recordaba que Kid estaba vivo en este año – dijo Haibara, el detective sintió algo frio recorrer su estómago por eso, él podía soportar oír de casarse con alguien más, escuchar sobre cosas que no había hecho, incluso sobre Nine que nadie explicaba realmente, pero el nudo que se formaba cuando escucho esa declaración fue horrible.

Al menos tenían razón esos chicos en algo, el detective no iba a quedarse sin hacer nada si sabía la situación, y ahora que estaba enterado, nadie iba a detenerlo.

Sin que sean conscientes, One y Two estaban en el pasillo de las habitaciones, aun sin entrar a las suyas, tratando de suprimir la culpa que tenían por haber mentido en su anterior plática, a sabiendas de las dos personas que los escuchaban, después de todo, habían planeado aprovecharse de la situación en cuanto se dieron cuenta que su hermano había dicho de más.

- ¿Somos malas personas? – preguntó ella mirando el techo.

- Quien sabe – respondió el mayor.

- ¿Nos castigarán si esto es realmente el pasado y se enteran? – preguntó ella de nuevo.

- Ellos lo harán – ambos rieron, porque realmente van a ser castigados cuando regresarán y esto era el pasado, si todo iba bien, su padre nunca lo olvidará.

- Somos horribles cupidos, ¿no? – dijo ella recuperando un poco su ánimo.

- Nah, nadie supera a las abuelas – dijo con diversión el mayor.

- Cierto

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Extraño

Era la palabra que estaba definiendo la vida de Kaito en las últimas dos semanas, primero fue el lunes de hace dos semanas y la cara realmente tenebrosa de Akako, quien parecía encontrarse algo desagradable en sus visiones, pensó por un momento que estaba dirigido contra él, pero al parecer, alguien más había logrado sacar su lado malo, también parecía bastante frustrada, por el bien de su sentido común, no se acercó a ella, y mucho menos con cada día que pasaba y su estado empeoraba.

Esperaba que esa persona nunca estuviera de frente contra la bruja.

La otra cosa que se podría considerar extraño era la presencia de su detective favorito en su reciente atraco, no lo esperaba en absoluto, después de todo, sabía que estaba ocupado con todas las cosas que tuvo que hacer para derribar a su organización, y esperaba que tomara vacaciones antes de venir a tratar de atraparlo.

Aunque el detective no parecía realmente tratando de atraparlo, más bien, vigilarlo, era difícil explicarlo, tampoco ayudo mucho que su tipo favorito de negro se presentó para tratar de agujerearlo con balas, lo cual pareció aumentar lo que traía el detective con él, tardo 10 minutos en tratar de convencer al otro chico que estaba bien, pero Kudo no parecía muy convencido, si era sincero, es como si esperara que le pasará algo y estaba preocupado por él.

No sabía si sentirse amado o alarmado.

Tampoco quitaba, que el sentido sobreprotector que había nacido en el detective, era lindo.

Si, estaba en el fondo, muy en el fondo.

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Shinichi en cambio estaba preocupado, muy preocupado, él esperaba poder hablar con el ladrón, no esquivar balas en el techo del lugar del atraco, ahora suponía que el ladrón estaba en una situación peligrosa, y que realmente necesitaba ayuda, no había salido herido esta vez, ¿pero la siguiente?, él no iba a permitirlo.

Mientras él divagaba en su mente en la biblioteca, los chicos estaba jugando en la sala, mientras dos de ellos estaban pensando en sus cabezas que serán castigados por mucho tiempo, odiaban su mala suerte.

- ¿Cuándo vendrá papá? – preguntó Seven, aburrido de lo que estaba haciendo.

- … - los mayores vieron a su hermano menor con un sudor frio, mirando disimuladamente a todos lados por intrusos.

- Esta en la biblioteca – respondió One, pero sabía que su hermano no estaba preguntando sobre Shinichi, y le estaba mirando como si él fuese un idiota.

- Te traerá un regalo cuando vuelva – respondió Two con su mejor sonrisa encantadora.

- … - ahora miraba con aburrimiento, pero los ignoro y volvió a su juego.

Si, el karma era horrible.

Continuara…