Disclaimer: Todo lo que reconozcan como propiedad de Stephenie Meyer, lo es. La trama de esta historia es lo único que me pertenece.
Capítulo 1
¿Saben que es lo que más odio en la vida?: Las cosas molestas.
Y hay 3 cosas molestas que realmente odio:
Numero uno: El calor.
Es totalmente molesto lo sofocante que puede llegar a ser, peor aún es sudar. Odio con todas mis fuerzas el verano, Phoenix se convierte en un hervidero para esa temporada y paso los días en ropa interior y de muy, muy mal humor. Ni siquiera sé por qué me gusta tanto Phoenix.
Numero dos: Llorar.
La última vez que mis padres y mi hermano me vieron llorar fue a los 4 años. Ver a los otros niños completamente rojos, con la cara distorsionada y con fluidos corporales como: lágrimas, mocos y baba, era totalmente repugnante. Lo sé, lo decidí a una edad muy temprana, pero siempre he sido algo precoz. Llorar es algo que no hago frente a las personas, me pone de absoluto mal humor.
Número tres: Edward Cullen.
Es el mejor amigo -casi hermano- de mi hermano mayor, Emmett. Son amigos desde que se hablaban con telepatía en sus días oscuros en las placentas de nuestras madres, por lo que llevo viéndolo toda mi vida. Es ABSOLUTAMENTE molesto, prácticamente vivimos en su casa y su pasión es joderme la vida desde siempre. A pesar de eso ha sido el chico con el que he tenido todas mis primeras veces… seh… TODAS. Se preguntarán como es eso posible habiendo declarado hace segundos que es insoportable, me vio nacer y es el mejor amigo de mi hermano que me lleva por delante 2 años pero Emmett finge no saberlo y no es que a mí me importe mucho tampoco. Edward y yo nos peleamos a golpes y nos maldecimos todo el tiempo, pero al final terminamos en mi cama, en la suya, en la Emmett o donde sea. Es a la única persona a la que dejo verme llorar, pues a veces es su culpa y cuando no lo es, aun así, se queda conmigo, dice que le gustan mis lágrimas. Asco.
En fin, lo odio… Quizás…
Estamos en vacaciones de verano.
Hace calor.
La puerta de mi habitación se abrió – Púdrete, Edward – sabía que era él, es el único mal educado que no llamaba antes de entrar.
- Vaya, que gran saludo - dijo sentándose sobre mi cabeza. ¡Estaba poniendo su trasero en mi cara! - Me encanta como te vistes en verano.
- ¡Largo de aquí, idiota! - daba puñetazos en sus piernas hasta que se inclinó lo suficiente como para lamer mi ombligo. Rayos.
- ¡Edward! ¡Me iré sin ti! - gritó Emmett sin acercarse a mi habitación. Después de todo, soy su hermana y no es agradable ver a tu mejor amigo lamer el ombligo de tu hermana mientras esta hace sonidos obscenos.
- Por Dios… ¡ya voy! - se encaminó hacia la puerta con su característica sonrisa torcida - Dormiremos en mi casa esta noche. Dormiré contigo Bell~ - canturreó. Le enseñé mi dedo medio, estaba harta de él.
O quizás no.
Tal vez se pregunten "¿Dónde demonios están los padres de esta chica que hace lo que se le venga en gana?"
Les diré:
A los 5 años de mi nacimiento, Reneé y Charlie –mis padres- se divorciaron. Charlie se regresó a vivir a su pueblo natal (un aburrido pueblo llamado Forks), y Reneé se volvió a casar con un tipo enorme y malhumorado llamado Phill. Mamá está loca, y Phill no muy cuerdo, así que se autoproclaman "aventureros". Hoy están en Brasil y mañana en China. Phill es un hombre con mucha, muucha pasta… bien por mamá. En medio de todo ese montón de viajes, encontraron su trabajo ideal: hacer documentales para Discovery Channel sobre todas esas cosas curiosas que se pueden encontrar en los rincones del mundo. Desde que se casaron, Emmett y yo somos prácticamente huérfanos… y no es que nos importe mucho tampoco, papá quiso que nos fuéramos a vivir con él, pero ninguno de los dos quiso. No era Charlie, lo amamos, es solo que aquí en Phoenix tenemos nuestra vida. Esme y Carlisle -los padres de Edward- se pueden asemejar más a lo que se llama "padres" para nosotros.
Emmett
- En serio Edward, ¿podrías tratar de no cogerte a Bella en mi presencia? - ya íbamos tarde para el entrenamiento, si pudiera hacer volar a mi jeep para evitar tener al entrenador Mason sobre nuestros traseros hoy, definitivamente lo haría volar - ¡Es asqueroso!
Bella y Edward podían hacer lo que quisieran, yo no iba a meterme, pero es mi hermana.
¡Para mí es como ver incesto!
Edward se echó a reír como si hubiera dicho algo gracioso - Vamos Em, lo siento, trataré de no hacerlo.
Los he visto hacerlo en la cocina, en el sofá, en la lavandería… ¡en mi cama!
Es traumatizante.
Bella
- Hola, mamá - dije entrando a la cocina de la casa de Edward, que queda frente a la mía. Después de tanto tiempo con el rol de hija de Esme, comencé a decirle mamá de vez en cuando –especialmente cuando me conviene-, ella ama eso.
- Hola, cariño. ¿Mucho calor? - Esme horneaba unos pastelillos. Hornear con este calor… ¡Dios!
¿Que si tenía calor? ¡Estaba en llamas! Tenía unos shorts ultra-pequeños y una blusa rasgada de tirantes y no sentía ventilación - En realidad estoy a punto de derretirme, necesito una de tus limonadas.
Esme soltó una musical carcajada - De acuerdo, dame un segundo.
Pasamos toda la tarde bebiendo limonada y conversando alegremente - ¿Sabes que Edward te odió mientras estabas en la barriga de Reneé? - recordó Esme riendo.
Rodeé los ojos mientras tomaba un sorbo de limonada - No me extraña, todavía lo hace - ella me dio una mirada de "aww no digas eso"- ¿Por qué me odiaba?
Esme sonrió con ternura - Pensaba que después de que nacieras, Emmett no querría ser su amigo porque te tendría a ti - me reí, no lo dejaría en paz con eso - Pero luego de que nacieras, en cuanto te vio, se obsesionó contigo. Entonces, él dejo de jugar con Emmett para poder observarte todo el tiempo. Estaba ahí cuando te alimentaban, te bañaban y sobre todo cuando dormías. Pasaba horas parado frente a tu cuna lloraba cuando tenía que volver a casa.
Me quedé sin nada que decir. Jamás pensé que el cabrón Edward, podría provocar ternura en mí. Sonreí, sonrojada.
- ¡Mamá! ¡Tenemos hambre! - ya habían llegado. Edward entró en la cocina seguido por Emmett, olían horrible.
- ¡Edward, maldito pervertido! Ow - recibí un zape de Esme por maldecir - ¡Lo sé todo! Tus habilidades de voyeur han llegado a mis oídos.
Edward no puso buena cara - ¿De qué demonios estás hablando? - Esme se acercó a él con un cucharón de madera en la mano y empezó a darle golpecitos por todos lados - ¡Lo siento, mamá!
Emmett reía a carcajadas y recibió también - ¡Yo no hice nada!
- En mi casa no se maldice - dijo para después volver a lo que hacía - No se sentarán en mi mesa oliendo así, dúchense mientras llega su padre.
Edward siendo el imbécil que es, todo sudado y oliendo a rayos se acercó a mí por la espalda envolviéndome en sus brazos - ¡Edward! ¡Sabes que odio eso!
Riendo, frotó su cuello con el mío mojándome con su asqueroso sudor - No, sé que lo amas - entonces mordió el lóbulo de mi oreja –ese lado realmente cosquilloso- y le di un puñetazo en el brazo antes de que me diera un beso rápido en los labios. agradecí al cielo que Esme estuviera de espaldas a nosotros.
Me lo sacudí de encima y me levante de la mesa - Creo que yo también necesito una ducha.
Emmett (que con la mirada estaba asesinando lentamente a Edward con un cuchillo sin filo) intervino rápidamente - Y te ducharás en un baño diferente al de Edward - me miró duramente antes de agregar - Hablo en serio.
Edward y yo nos echamos a reír. Emmett estaba totalmente serio, mi hermano mayor en acción… era realmente raro cuando me impedía hacer algo, pero yo no estaba planeando ducharme con Edward… ¡lo digo en serio!
Esme volteó hacia nosotros y nos miró con ojos entrecerrados - Desaparezcan de mi cocina. Ahora - los tres caminamos hacia las escaleras - Y Bella, Emmett está hablando enserio.
Siempre he sospechado que Esme sabe lo que hacemos Edward y yo, pero ver a Emmett decirlo tan descaradamente frente a ella me lo confirma, aunque no sé por qué no ha hablado conmigo sobre eso. Como sea… si a ella no le importa, a mi mucho menos.
Hola!
Esta historia la había comenzado a subir en mi otra cuenta, pero no pude terminar de subirla, ya que me olvidé la contraseña y no hubo manera de volver a abrirla. Por más que intenté no pude acceder a ella, así que decidí abrir una nueva cuenta y pues aquí estoy subiéndola otra vez. He editado unas pequeñas cosas en la historia y también decidí cambiar el titulo, el otro no me convencía nada.
Espero que la disfruten, déjenme saber si les gusta.
Un beso para ustedes. Nos leemos en el próximo cap!
Bye!
