Han pasado pocos días desde que el famoso oficial de policía de Grimsborough David Jones fue testigo ''presencial'' del suicidio de su jefe Samuel King en la oficina en el caso 51 (por razón desconocida...).
Tiempo después, Jones fue como pudo al lugar donde se planeo el funeral de King, una vez allí se encontró con sus compañeros de equipo.
Debido a aquella tragedia (respecto a la muerte de su jefe),Jones se fue en su auto directamente a su casa, después de asistir al féretro de Samuel King.
Luego al acontecimiento ya mencionado, Jones no ha podido dormir o comer bien últimamente y se le creció un poco la barba. Un día, el detective intentó desayunar sin bostezar pero fue imposible, hasta que de repente su teléfono celular sonó:
-¡Hola! ¿Quién habla?- Preguntó Jones.
-¡Soy yo, Jones, tu compañero Ramirez!- Respondió Ramirez atentamente.
-¡Ah! ¿Qué precisabas Ramirez?-
-Solamente quería saber si necesitabas algo, cualquier cosa...-
-No, pero no me vendría mal que alguien de mi equipo se preocupe por mi o quiera hablar conmigo sobretodo por la situación que estoy pasando y el insomnio que padezco últimamente por... tu sabes.-
-¡Sí, lo se!-
-¿Cómo estas sobrellevando la muerte de nuestro jefe? Recuerdo que te pusiste mal en su entierro, pero quería saber como te sientes...-
-Pues, aún estoy entristecido por lo sucedido, pero te agradezco por tu preocupación Jones y por no rehusarte a charlar conmigo.-
-¡No fue nada, Ramirez! ¡A ti te doy las gracias por llamarme y por preocuparte por mi!-
-Bueno, tengo que cortar, pero nos encontraremos en la estación de policia.¡Adiós colega!-Se despidió el inspector.
-!Adios Jones¡ Nos vemos luego y si necesitas ayuda en una futura investigación, ahí estaré.- Aseguró Ramirez predispuesto a su compañero policiaco al final de la conversación telefónica.
