Recordar todo lo que habian vivido juntos era dificil, pero no imposible. Todas las risas, lagrimas, abrazos y peleas, si habian pasado todo tipo de situciones en sus 5 años de relación y todos y cada uno de esos momentos fueron especiales y eran un tesoro que compartian.

Y los momentos que vendrían serían mejores, dejaron de ser dos a ser tres y dentro de unos meses cuatro. Tenía todo lo que pudo alguna vez imaginado. Tenia a su linda esposa, una leal mascota y proximamente un bebé.

-¿En que piensas?- Una voz lo saco de sus pensamientos.

-En lo afortunado que soy de tenerte, Hicca.- El suave olor de su querida omega inundo la habitación.

Hicca era la omega, casi, perfecta. Para Toothless no había algo malo en ella, desde la mas pequeña peca de su cara hasta su personalidad eran perfectos, para el. La inocencia, delicadeza, dedicación y terquedad de su amada eran cosas que lo enamoraban cada vez mas.

-Nosotros somos los afortunados- Responde Hicca tocando su vientre. Pongo mi mano junto a la suya para sentir el suave movimiento de nuestro hijo.

-Recuerdas cuando nos conocimos?- Pregunto sin quitar mi mano.

-Si, esaba furiosa con papá por comprometerme con alguien a quien no conocía- sus mejillas toman un tono rojo.

-Yo estaba asustado, ¿que clase de omega podría ser?-Hago circulos en su vientre ligeramente abultado.

-Supongo que los dos estabamos asustados- Rie un poco ante mis palabras.

-Si. Pero ahora eres muy feliz, ¿cierto?- Pregunto con un tono de preocupación. Lo que mas deseo en este mundo es que ella sea feliz.

-Claro que soy feliz.- Me dice como si fuera lo mas obvio del mundo.-¿Como no podria serlo? Tengo un esposo maravilloso, espoy esperando un bebé, no nos falta nada, ¿qué mas puedo pedir?-

-Te amo- Deposito un suave bso en sus labios.

-Yo tambien te amo- Responde suavemente.

Seguimos hablando de algunas cosas sin importancia hasta que Hicca se quedo dormida.

Es verdad, soy muy afortunado de tenerla conmigo.