[Resumen]

Tomoyo Daidouji, tras sufrir un accidente automovilístico que le borro la memoria de los últimos tres años, se ve forzada a escoger entre tres grandes amores. Eriol el amor de su pasado, Touya el amor de su presente y Kurogane el amor de su futuro. ¿Será capaz de romper los corazones de dos jóvenes para ir tras su felicidad o el destino intervendrá?


[Nota]

Está es una historia adaptada y publicada con el respectivo permiso de los involucrados. Los personajes no son de la pertenencia de quien adapto el texto ni de quien lo escribió, estos son totalmente propiedad de CLAMP. Historia sin fines de lucro.


Historia de Pajarita Enamorada-IRIS


"Special"
Introducción


"Descansa y come bien, se que es difícil, pero lo mejor que puedes hacer es seguir con tu vida."

Eso es lo que le había dicho el doctor aquella tarde cuando abandonaba el hospital. ¿Cuánto tiempo había pasado desde que escuchara esas palabras? Fácilmente 12 horas. Y sorpresivamente aun no podía deja de pensar en ello.

Ahora mismo estaba ya lejos del hospital, se encontraba en su departamento, en su habitación, cómodamente recostada en su cama King size, con la mirada fija en el techo y una expresión seria en el rostro.

Estaba sola. Sola nuevamente. Tal como ocurría en el hospital cuando acababa la hora de visitas y las enfermeras comenzaban sus rondas.

La única diferencia, según su punto de vista, era el sonido de la radio que estaba en su mesita de noche, todo lo demás no había cambiado.

Aquellas personas que dormían en las habitaciones contiguas eran como el montón de enfermeras que se paseaban fuera de su cuarto y aquellos pacientes en las habitaciones al lado de la suya: no podía hablar con ellos e igual ellos no podían notar que seguía despierta.

¿Seguir con su vida?... ahora mismo eso le parecía más que imposible.

Con esa idea en mente parpadeo un par de veces intentando no llorar y se sentó en la cama, observando el lugar de manera crítica sólo para dejar de pensar en ello.

Su nuevo cuarto era enorme a comparación de su cuarto de hospital, más luminoso y hasta cierto punto más cálido; las paredes estaban pintadas de un color celeste con adornos en forma de pequeñas notas musicales en la base, tenía dos grandes libreros a ambos lados de la puerta que daba al baño, una mesita de noche al lado derecho de la cabecera de la cama, un closet del lado opuesto y una gran ventana que daba a un pequeño balcón.

En ese momento el aire que entraba por la ventana levantaba las cortinas de manera perfecta y le pareció que era como si todo fuera una pintura pues era realmente hermoso; por un segundo se sintió en casa. Sin embargo y a pesar de ese sentimiento, había algo en la luz de la luna que se filtraba e iluminaba la escena que a ella le parecía sumamente triste.

Tal vez era el tamaño de la cama que la hacía sentirse pequeña, tal vez los espacios vacios en los altos libreros o tal vez simplemente extrañaba estar en el hospital… no lo sabía, pero cada vez que veía aquel lugar un sentimiento de molestia la llenaba.

Era como si algo faltara y sobrara en aquel lugar, algo que no podía definir.

Se levanto con cuidado de no hacer ruido y miro las fotos que estaban colgadas en las paredes con curiosidad. Una hermosa muchacha de largo cabello negro sonreía en ellas, era la misma que usaba caros perfumes, que tenía altos zapatos de tacón, que había leído "La guerra y la paz" y cuyo desayuno comenzaba siempre con un café.

Suspiro con cansancio, fue al baño y se miro en el espejo.

Ahí estaba aquella muchacha nuevamente. Largo cabello negro y profundos y cansados ojos oscuros.

Se lavo la cara y volvió a verse en el espejo, esta vez durante varios minutos.

Quería reconocer a aquella mujer que le miraba en el reflejo. Intentaba imaginarse a si misma sin aquellas pequeñas líneas debajo de los ojos, con el cabello corto y con unos grandes lentes sobre su rostro, pero ni así podía verse realmente reflejada ahí... era como mirar a una extraña... como si aquellos tres años la hubieran cambiado radicalmente de maneras que ella no podía entender.

Recogió un poco su cabello, golpeo su rostro, paso sus manos por su contorno, sintió su cuello y en un gesto de desesperación, se abrazó mientras intentaba contener las lágrimas.

¿Era acaso aquel sentimiento algo que la perseguiría por siempre? ¿Tendría que vivir de hoy en adelante sin sentirse cómoda consigo misma? ¿Aquel vacío en su interior nunca desaparecería? ¿Nunca recuperaría la memoria?...

¿Quien era ahora?

¿Quien era Tomoyo Daidouji?


¿Realmente me amas? ¿O fue sólo una larga guerra?

En los recuerdos enredados, sonrío y lloro
Más que cualquier buen recuerdo con alguien más
Echo de menos el tiempo que pasé contigo
Te quiero, así que estoy agonizando en enfermedad

Si el amor se mide por la cantidad de dolor
Entonces eras un amor que no tendré jamás otra vez
Incluso si es de esta manera
Incluso si se convierte en una cicatriz
Gracias por resolver mi interior

Tu eres tan especial para mi

Supongo que esto es un adiós (hemos muerto)
Supongo que esto es persistente apego
Es una enfermedad peor que el amor o la obsesión
Creí que te extenderías como un moretón
y desaparecerías por completo
Pero eres una herida profunda
que crecerá junto conmigo para siempre
Si tú estás respirando en mis lágrimas
no voy a dejar que se sequen
Si todavía te retuerces en mi cicatriz
no voy a dejar que se cure
Lo haré, incluso si me duele
no pasa nada si eres tú
Incluso si son recuerdos tristes
no pasa nada si son míos

Incluso si no es felicidad, y es infelicidad
Debido a que es un regalo que me diste, gracias
A pesar de que te odio a muerte, te doy gracias
No tengo miedo de amar otra vez y ser herida de nuevo
Porque nadie podía perjudicarme
como todo lo que tú me hiciste

[Special - Lee Hi&Jenny Kim]


"La que, en junio de 1805, se expresaba de este modo en francés era Ana Pavlovna Scherer, dama de honor de Su Majestad la emperatriz María Fedorovna…"

Tomoyo Daidouji bufo cual gato irritado justo después de leer aquella oración en voz alta.

Minutos antes había salido del baño con el rostro mojado y los ojos levemente rojos brillando sin alguna duda en ellos, había tomado "La guerra y la paz" de uno de los libreros y se había sentado sobre la alfombra con la intención de leer por lo menos un par de hojas.

Había pasado el primer párrafo sin dificultad, pero después de aquellas líneas no pudo evitar cerrar el libro y quedarse con la mirada baja, mientras decidía si seguir o no.

Miro la portada del libro y hasta lo hojeo sin mucho ánimo.

¿Era capaz de leer 700 páginas sin chistar? Es lo que se preguntaba.

Aunque la verdadera pregunta era: ¿en realidad aquel libro era tan importante como para que invirtiera tanto esfuerzo para leerlo? Sí. Ella no lo sabía, pero aquel libro tenía una historia; una que ella había olvidado, una ocurrida un año atrás mientras ella y Touya se mudaban juntos.

[Flashback]

El sol brillaba en lo alto del cielo y entraba por las ventanas de la habitación principal del nuevo apartamento de Touya y Tomoyo. Ambos estaban sacando libros de un par de cajas que estaban en el suelo, acomodando los mismos en los libreros. En un instante de silencio, a la joven le llamo la atención un grueso libro que estaba en una de las cajas de Touya.

-Siempre me he preguntado porqué tienes este libro… ¿realmente lo has leído?-pregunto sacando el libro de su caja y colocándolo en la cama para poder observarlo mejor.

Touya, que en ese momento acomodaba un par de libros en lo alto del librero, dejo estos en una de las sillas cercanas y, sacudiéndose las manos como para quitarse el polvo, se acerco a ella.

-¿"La guerra y la paz"?- pregunto con el ceño levemente fruncido debido a la confusión- claro que sí, sino no lo tendría… fue un regalo de mi padre cuando entre a la escuela de música… se supone que tiene un tipo de significado, pero francamente nunca lo he entendido

Ante su respuesta ella hojeo el libro haciendo un puchero.

-Nunca lograría leer algo como esto… se ve imposible

-No es tan difícil, sólo se ve algo pesado, pero con algo de esfuerzo todo se puede hacer… -dijo Touya, alzando el libro con una sonrisa nostálgica en los labios- de todas formas –agrego al ver que ella no perdía aquella expresión- tú no tienes que leerlo, pequeña, así que no te aflijas demasiado… sólo debes tener la correcta motivación y podrás leer cualquier libro igual de pesado

Después con gesto cariñoso poso su mano en la cabeza de la menor y la despeino levemente, para luego tomar el libro y acomodarlo en uno de los espacios vacios del librero.

Tomoyo estaba nuevamente en su habitación (la que compartía con su novio) y había esperado a que este fuera a trabajar para poder leer "aquel libro".

Todos los días desde su novio lo colocara en su respectivo lugar en el librero lo había estado leyendo, sin embargo, ya después de casi dos semanas apenas llevaba unas 300 páginas.

Lo bajo de su lugar, lo puso sobre la cama y lo abrió en la pagina en la que se había quedado, donde sólo había puesto un pequeño papelito casi indetectable como marca.

Lanzó un hondo suspiro y miro la página que se le imaginaba terriblemente grande, estaba perdiendo las ganas de comenzar la lectura cuando una nota al pie de la página le llamo la atención.

Es la letra de Touya" –Dijo- ¿Dice "¡Animo!" y al lado está dibujado un corazón?

La información tardo un instante en llegar a su cerebro.

Finalmente tras un par de segundos una gran sonrisa se dibujo en su rostro.

Touya, de alguna manera que ella desconocía, se enteró de que había estado leyendo el libro para sorprenderlo y, sabiendo lo difícil que había sido el leerlo, había puesto es pequeña palabra de apoyo para animarla a continuar.

Abrazo el libro con cariño sin poder dejar de sonreír y sin más comenzó la locura con una nueva y renovada buena actitud.

[Fin del Flashback]

Sí. Aquel libro tenía una historia. Era más que un montón de hojas pegadas, era un símbolo del cariño que había nacido entre dos personas, de la dedicación que se le debe hacer a la persona con la que compartes tu día a día, una representación del lazo tan especial que unía a Tomoyo Daidouji y a Touya Kinomoto.

Ese libro, como se enteraría mucho más adelante la pequeña Tomoyo, era un símbolo del amor que ella alguna vez le tuvo a Touya, amor que por azar del destino ella había olvidado por completo.

Y eso sólo era el comienzo, el destino todavía le tenía mucho preparado.

Tomoyo estaba a punto de enfrenarse a la decisión más difícil de su vida…

¿Qué corazón estaba destinado a unirse con el suyo? ¿Qué persona habría de llegar primero a conquistarla? ¿Qué era más fuerte: pasado, presente o futuro?