Amor cortes
El reino de Cameliard
''Hace mucho tiempo, en un mundo diferente y distante del mundo que conocemos actualmente se encontraba el reino de Cameliard, uno de los más poderosos reinos el cual se encontraba bajo el mandato del rey Leodegrance de cameliard , y de la reina Elena de Cadistor .
Leodegrance, poderoso rey viniendo de una de las familias más ricas de la edad media, era un erizo rubio con ojos color gris bastante penetrantes .honorable, leal.
Elena , legitima princesa y heredera de la familia real de Cadistor .Hermosa como una delicada flor , con su cabello rubio ojos profundos y azulados y facciones delicadas pero a la vez bien marcadas …aunque su corazón quizá era más hermoso que todo su cuerpo…eso fue lo que desde el principio cautivo a Leodegrance, enamorándolo perdidamente de ella.
Tal unión de los reyes dio de fruto a una pequeña bebe eriza de cabellos más dorados que el mismo oro , sus ojos azules como las aguas de manantial , su mirada llena de alegría y amor….''Ginebra''…Así fue llamada.
Desde pequeña, la tradición de su familia real se le fue prescrita para que a la edad de 20 años, tuviera matrimonio con algún príncipe con infinita riqueza y hacer del reino de Cameliard el más poderoso y definitivo de toda la historia.''
-Vamos Margaret! se está haciendo tarde! -salía rápidamente de una habitación en el palacio de cameliard la pequeña eriza ginebra a la edad de 6 años con un lindo vestido con detalles bordados de las sedas más finas que se pudieran encontrar- Madre debe de estarnos esperando en el patio principal ¡! Corre! –decía algo ansiosa la pequeña mientras salía con rapidez-
-Ginebra! No corras en los pasillos reales que podrías tropezarte!-salía la dama Margaret, encargada y niñera de la pequeña con gran rapidez de la habitación –
La pequeña simplemente no hiso caso y continúo corriendo hasta llegar a donde su madre la esperaba junto con su padre
-Valla, creí que no llegarías a despertar ginebra-dijo en un tono algo burlón el rey leodegrance el cual acaricio la cabeza de la pequeña y deposito un beso en su pequeña frente.
-Pero claro que me pude despertar padre! Este es uno de los días más importantes! Debemos darnos prisa el convento ya debe estar abierto! – exclamo la pequeña, su padre solo se limitó a soltar una pequeña risa por tal comentario de su adorada hija.
-Uff, ginebra me diste un buen susto, no vuelvas a correr así de mí, entendido? –Margaret con un tono autoritario dio su comentario al cual la pequeña asintió con la cabeza reconociendo que su acción no fue tan apropiada-Buenos días Rey y reina-hiso una reverencia.
-Muy buenos días Dama Margaret, espero que mi hija no le causara tantas molestias por su día tan esperado - dijo la reina Elena.
-No es ninguna molestia su alteza, es honor para mí cuidar de su hija –dijo con una sonrisa en su rostro.
-Madre! se nos hace tardee! –Decía la pequeña ginebra dando pequeños tirones del vestido de su madre.
-jeje, está bien, es hora de irnos-Tomo de la mano a la pequeña ginebra.
-Espero que se diviertan –Dijo el rey dándole un cálido beso a su esposa – Ginebra, pórtate bien si? –acaricio nuevamente la cabeza de la pequeña la cual asintió con la cabeza.
Las dos subieron al carruaje que la esperaba, el cual las llevaría a un recinto de ancianos niños y mujeres con recursos muy bajos, en el cual brindaban comida, ropa , medicinas entre otros objetos de gran necesidad. Madre e hija, siempre ayudaban a toda la gente necesitada, la reina tenía un corazón puro y bello la cual quería el bien para todos.
Así fueron los días en Cameliard , hasta que la reina falleció a causa de una extraña enfermedad…dejando un vacío en el corazón a su hija pequeña de apenas 7 años y a su esposo… Desde entonces…Cameliard , se tornó un lugar diferente al que era antes…todo el reino lamento la perdida de la tan querida reina ...El rey…Se volvió un rey exigente , regidor , y gobernó Cameliard con puño de acero.
La única esperanza para el reino, era la pequeña Ginebra la cual, aria renacer de las cenizas a Cameliard , y restablecer la paz en todos los habitantes tal y como lo había hecho su madre.
