Disclaimer: Ni Hermione ni Hugo ni ninguno de esos me pertenecen, solo Lucinda Stossi.


Del día que Hugo descubrió lo que hacían Rose, Scorpius, Albus y Lucinda

Hermione se encontraba bastante aburrida ese día. Tanto Rose como Hugo estaban en Hogwarts desde hace ya una semana. Era el primer año de Hugo —y de Lily, pero esa es otra historia— y Hermione ya le había escrito dos veces esa semana, preguntándole la casa para la que le habían seleccionado y como le había ido en sus primeras clases. La respuesta de su hijo le había llegado hace un día, pero Hermione había estado muy atareada últimamente para leerla, por lo que la había guardado en el denominado "cajón de las cartas" (que era en realidad una caja), un lugar donde ponía todas las cartas de sus hijos para recordarlas en la posterioridad.

Por otro lado, Ron estaba fuera trabajando y no volvería hasta las tres de la tarde —eran las doce—. La mujer castaña se dirigió hacia su habitación de matrimonio. Cuando llegó, abrió el armario y rebuscó el cajón de las cartas. ¡Ajá!

Hermione cogió la carta de Hugo y volvió al salón para leerla tranquilamente en el sofá de color verde claro de su casa. Hermione llegó y se tumbó cómodamente, rompió el sello y sacó el escrito en sí.

"Querida mamá,

Ayer tuve un día bastante ajetreado, nos acercamos al Bosque Prohibido Lily y yo siguiendo a Al, Scorpius, Lucinda y Rose. ¿A que no sabes qué? ¡Ellos se adentraron! Lily y yo no sabíamos qué hacer, pero al final le dije que se fuera a avisar al profesor de Herbología mientras yo los seguía...

Yo avanzaba algunos pasos por detrás de ellos, que parecían ir con bastante cuidado para que no los vieran —aunque yo lo hice—, entonces se pararon frente a un árbol que estaba hueco y Al se agachó mientras Scorp, Rose y Lu vigilaban. Después, Albus sostenía una especie de huevo gigante, algo más grande que el de un avestruz y de color grisáceo. Yo, que estaba detrás de un matorral, me agaché ha escuchar lo que decían.

—¿Cuándo va ha eclosionar de una vez?—se quejó Scorp, parecía irritado.

—No seas impaciente—le reprimió Lucinda—, ya le debe quedar muy poco.

—¿Cuánto es eso—preguntó Rose.

—¿Cómo quieres que lo sepa?—se enfado Lu.

Al entonces los hizo calla y les susurró algo de lo que yo no me enteré, probablemente fue que había escuchado algo y yo me agazapé más. Luego, vi una especie de brillo y escuche un sonido extraño, como un graznido.

—¡Mira que graciosa!—exclamó Lucinda.

—¿En serio?—le reprimió Scorp, algo enfadado.

Yo no pude ver a lo que se referían, pero decidí huir antes de que me descubrieran. Cuando salí, Lily me esperaba con el profesor Longbottom. Me preguntó que dónde estaban Al, Scorp, Rose y Lu. Yo le respondí que se habían adentrado mucho y yo había parado de seguirles. No quería descubrir lo que sea que salió del huevo gris... pero mamá, yo siempre te lo cuento todo.

Espero que tampoco se lo digas a nadie,

Hugo"

Hermione no podía creerlo. Rose se había adentrado en el Bosque Prohibido... había infringido las normas de Hogwarts. A la mujer le empezó a hervir la sangre. No quería enviarle un vociferador para que los demás no se enteraran, pero cuando volviera en Navidad se iba a enterar y se lo iba a contar todo. Y sobre todo qué era ese huevo gris.


Pretendo escribir más adelante sobre lo que nace de ese huevo, esto es una pequeña introducción. Como veis, Hugo es de esos niños que se callan las cosas y luego va todo a su madre.