Disclaimer: Inuyasha no me pertence, es propiedad de Rumiko Takahashi.
Palabras: 3.978
Hola he vuelto, aquí les mando una nueva historia que si lo la sacaba de mi cabeza se iba a estropear. Espero les guste…
Summary
Él nunca le perdonaría la muerte de su esposa y a ella le toco vivir sin morir, ahora el destino los volvía a unir después de mucho tiempo para evitar una catástrofe.
I
Se sentía pesada, le costaba respirar un poco y tenía un mal sabor en la boca. Intenta abrir los ojos pero la luz le molesta así que los vuelve a cerrar, vuelve a hacer un segundo intento y se da cuenta que se encuentra en una habitación de hospital; quiso recordar que le había pasado pero lo último que paso por su mente fue una luz blanca. Con cuidado levanta la cabeza y el torso de su cuerpo y comienza a revisar el perímetro. Definitivamente era un hospital: paredes blancas, el olor inconfundible de cloro mezclado con antisépticos, a su lado parales con vías y Solución fisiológica y más allá se encontraba una cama de acompañante totalmente vacía ¿Nadie se había quedado con ella? ¿O acaso su mamá se fue temprano?
Entonces como si fueran estrellas fugaces, su cabeza comenzó a recordar todo lo acontecido ¡El incendio en el templo! ¡Su familia atrapada! Esto provocó en ella una opresión grande en el pecho e, inconscientemente, comenzó a llorar pero tenía que ser fuerte, había perdido a su familia y lo único que quedaba en su vida era el patrimonio del Templo Higurashi. Se abre la puerta y entra una joven vestida de mono quirúrgico blanco la muchacha parece sorprendida y sale corriendo solicitando un Doctor de Guardia a gritos. Pero, un momento ¿Cuántos días había durado inconsciente?
Recordaba cómo había sucedido todo con claridad: 3 años esperó para poder esta junto a su amado Inuyasha y, cuando por fin estaban juntos, el vuelve a enamorarse de una joven que rescata en una aldea lejana a la provincia de Musashi. Respetó su decisión y aun se quedo en aquella época donde la necesitaban como Sacerdotisa, se había resignado totalmente a no volver a probar de sus labios y a no permanecer bajo el calor de sus brazos tal vez si ellos no hubieran estado alejados esos 3 años, su relación habría sido diferente pero el Hilo rojo del destino no los conectaba y tenía que verlo como un recuerdo de su primer amor de la adolescencia. Después El parto de su esposa que se complica y mueren ambos, el hanyou la culpó por no haber hecho lo imposible por salvarlos pero ¿qué podía hacer con lo poco que aprendió con la anciana Kaede? Y peor ¡en una época donde los antibióticos y los instrumentos esterilizados fueron inventados en el siglo XVIII en Europa! Volvió después a su casa con su familia y el resto de la historia se perdería en las penumbras del tiempo…
Entra a la habitación la misma chica hablando en lenguaje técnico con el Médico que la iba a atender, se acerca y le esboza una sonrisa simpática_ Hola Kagome ¿Cómo se encuentra? Soy el Doctor Jinenji y está en el Hospital central de Tokio, usted tuvo un accidente en un incendio y cayó en coma un tiempo_ le recuerda a modo de resumen para que pudiera ubicarse en un plano tiempo-espacio.
-Bien… si recuerdo el incendio y que una tabla me cayó en la cabeza_ dice la joven intentando hacer memoria. Un momento ¿Jinenji? Observa de soslayo al Hombre y observa sus facciones, moreno, alto, ojos azules pero pequeños y cabello negro y abundante; su gentileza…_ Disculpe…_ Kagome tensa su mirada_ ¿Lo conozco Dr. Jinenji?
-Claro Kagome_ Contesta el ojiazul_ Me ayudaste a limpiar mi nombre en la aldea donde viví con mi madre_ contesta con mucha alegría_ Me da mucho gusto que estés viva y que nos volvamos a ver, después de 500 años
-¡Santo cielo!_ se lleva las manos a la boca y con torpeza lo abraza efusivamente_ ¡No puedo creerlo! ¡Jinenji!
-Bueno, bueno Kagome dejemos esto que necesito revisarte_ El hanyou toma la linterna para iniciar el examen físico con sus ojos, luego extremidades y el resto del cuerpo. Tomo unos minutos y al parecer todo estaba en orden_ Ok Kag, al parecer no tienes ningún problema. Solo necesitas fortalecer las piernas, así que mañana iras a rehabilitación
-entendido… Jinenji…
-Dime
-¿Cuánto…? _ balbucea nerviosa
-No te voy a mentir Kag… algunos no lo recomiendan pero, tu eres fuerte y sabrás seguir adelante_ Le anima, luego toma una bocanada de aire y suelta la noticia_ 5 años…
El tiempo para Kagome volvió a correr lento, parecía apenas ayer que estaba saliendo a la Universidad para estudiar Horticultura y cuando llega a casa ve su casa en llamas mientras se escuchaban los gritos de auxilio. Llevo sus manos a la cara y se volvió a recostar para ponerse a llorar como la chiquilla que todavía habitaba dentro de ella. No tenía a nadie en la vida, no había razón para seguir viviendo y lo peor de todo, era que nunca podría morir. ¡Por que! ¡Todo esto era muy injusto! Ahora solo quería expulsar todo ese mar atragantado de 5 años por la pérdida de todo lo que más amaba en la vida, llorar y llorar hasta secarse por dentro.
Por su parte, Jinenji se dirige a su oficina y tras cerrar la puerta toma su celular y marca el número del benefactor clandestino que ayudaba en los gastos del hospital de la joven Sacerdotisa.
-¿Alo?_ dice una voz en el auricular_ ¿Qué sucede Jinenji?
-Hola_ Contesta el ojiazul_ era para hablarte de Kagome
-Si dime ¿Qué sucede?
-Ya despertó y sabe todo_ le informa de forma rápida
-¿No dijiste que no había que darle ninguna noticia fuerte?_ le recordó preocupado
-Sí, lo dije pero la he revisado y no conseguí ningún impedimento para constárselo Inuyasha_ Respondió defendiendo sus razones, por un momento hizo una pausa pero luego continuó_ ¿La vas a buscar O ya le conseguiste donde vivir?
-Le conseguí por unos días, tiempo suficiente para que ella sepa que hacer consigo misma
-Ok, entonces supongo que nos veremos en una semana ¿Cierto?
-Si… y Jinenji
-¿Si?
-Ni una palabra a Kagome_ Le ordenó para luego colgar
Inuyasha vivía en un Penthouse cerca del Templo donde vivía su amiga del "Futuro", le ayudó porque sabía que ya no tenía familia -y no era tan frio como para desconectarla y que muriera a su suerte- después de tanto tiempo conviviendo primero como compañeros de aventuras y luego como amantes. Cuando la chica volvió a su época llegó corriendo a sus brazos y durante un año fue increíble, decidió no hacerla su esposa por la ley de los Youkais y velar por la vida de ella hasta que agotara, luego conoció a la dulce Yuki en la aldea donde fue a exterminar unos demonios con Miroku y al poco tiempo se enamoró, en ese momento se dio cuenta que su destino no era nacer para la Sacerdotisa sino para aquella indefensa chica que no tenía a nadie en el mundo, solo el rechazo de los aldeanos por ser Hanyou, como lo era él. Pero luego pasó lo que pasó y, como ella no le gustaba esas tonterías de clavar los colmillos y eso, no la hizo su esposa. El parto se presentó el mismo día que le tocaba ser humana de una infección junto a su bebé, según Kagome y allí entre la pena y la rabia le insulto y la atacó creando una enemistad que perduraría por mucho tiempo.
Anduvo esos 500 años buscando todas las reencarnaciones de su mujer en todos los rincones del planeta, cuidando que no le reconocieran pero, en cada reencarnación siempre era lo mismo: se enamoraban y siendo humana rechazaba su oferta de la eternidad, volviendo a los partos complicados y la muerte inminente. Este siglo reencarnó otra vez en Japón bajo el nombre de Hikari, y todavía estaba intentando dar con su paradero. La vieja de la fortuna le dijo que estaba sumergida en un profundo sueño y allí resolvió buscar en hospitales, con la esperanza de encontrarla en coma y despertarla y durante esa búsqueda consiguió a la Sacerdotisa.
El ojidorado caminó hasta el bar de licores de la sala y se sirve un whisky en las rocas, luego sale al balcón y ojos se pierden en las luces de la ciudad… "…donde estará…."
-Si sigues tomando, a este ritmo terminaras con Cirrosis "querido Hermano"_ bromea Sesshomaru en la puerta de cristal
-Feh! No molestes_ se limita a responder
-Me comento Jinenji que "Aquella humana" despertó
-Si
-¿Y dónde se quedará?
Inuyasha agita su vaso para que el hielo se vaya derritiendo_ No lo sé, tal vez aquí unos 2 meses como mínimo
-Sí, es lo más lógico –Tomando en cuenta que solo nos conoce a nosotros- ¿Y cuando viene? ya sabes, para estar preparado.
-en una semana, después de su rehabilitación_ informa el hanyou con la mirada distraída
-Bueno, entonces me voy a dormir. Descansa
A la mañana siguiente, Kagome se pone manos a la obra, necesitaba de todo su entusiasmo y empeño para no quebrarse y mandar todo al carajo. Le estimulaban las piernas en frio, caliente y con electricidad y al mismo tiempo le mandaban ejercicios de flexión y extensión. Pasó una Semana en ese plan hasta que pudo mantenerse de pie y caminar sin ayuda de un bastón. Los fisioterapeutas y las enfermeras le coreaban y aplaudían por su perseverancia y fortaleza, esto la ayudo a sonreír luego de tanta amargura. Ya era su último día en el hospital y tenía todo preparado pero aún tenía una interrogante ¿Quién pagaba todo esto? Los ahorros de su familia estaban congelados y para poder sustentar a una persona que se encontraba en Coma por 5 años se necesitaban alrededor de 10.000 Yenes por año, por un momento quiso agradecer a esa alma caritativa pero Jinenji le dijo que era confidencial creando en ella un sentimiento de decepción.
Sale del baño con una toalla sobre el cabello y con un vestido suelto celeste que le obsequió una de las enfermeras, Jinenji le informó que a las 12:00 la vendrían a buscar pero ¿Quién? Las enfermeras le comentaban que nadie se quedaba con ella y cuando volvió del Sengoku sus amigas se fueron del país, por un momento se sumerge en sus pensamientos y decreta que no le iba a importar total si alguien le recibía en su casa podría volver a comenzar y buscar un trabajo temporal, investigar sobre el templo de su familia y –con algo de suerte- conseguir el lugar arreglado y en condiciones para ser habitable. Sí, eso es lo que haría.
De pronto, la puerta se abre ocasionando que la Sacerdotisa se gire sobre sus talones. Sus ojos chocolates se abren de par en par del asombro y se vuelven cristalinos ante los ojos dorados que había amado por tanto tiempo ¿Será él o su reencarnación? No podía ser el así que se limitó a saludarlo con cortesía.
-Buenos días_ Expresa con una reverencia
-Hola Kagome, mucho tiempo ¿No crees?_ responde el ojidorado totalmente relajado
-Entonces… Eres tú….
-¡Feh! ¿Qué esperabas? ¿Un descendiente o una reencarnación? _ Cuestiona con altanería en sus palabras. Se ve que no ha cambiado ni un ápice en su personalidad, continuaba siendo el mismo Hanyou de cabellos plateados y ojos dorados y de carácter rancio que adoraba aunque había algo diferente ¿Sus orejas de perro? No se encontraban, también se dio cuenta con Jinenji con respecto a su tamaño y el aspecto de su rostro.
Kagome comienza a acercase y le toma el rostro con delicadeza, memorizando cada una de sus facciones hasta que llegó a las orejas_ ¿Qué le pasaron a tus orejas?
-Amuletos mágicos_ se limita a decir_ se inventaron en los 50`s… los inventó el mismo Toutosai
-O sea ¿Qué el viejo totosai sigue con vida?
-¡Feh! ¡Yerba mala nunca Muere!_ responde altivo
La emoción se apoderó de su cuerpo y lo único que se le ocurrió fue abrazarlo, el correspondió a la muestra de afecto con la misma fuerza que lo caracterizaba. Lo extrañaba, el calor de su piel y el olor a bosque brotaba de aquel hombre pero, luego se apartó de él entrando en la realidad_ Inuyasha ¿Eres tú el que me venía a buscar?
-¿Y quién más va a ser Tonta? ¿Tatarimoke? _responde sarcásticamente cruzando sus brazos_ Los únicos que sabemos de tu existencia somos: Jinenji, Sesshomaru y yo. De Shippo no sé nada y de Kouga y Ayame ¡Menos!
-Si… supongo que 500 años es suficiente como para no volver a encontrarse
-Pues sí, así es. Vendrás al apartamento que compartimos Sesshomaru y yo-
-Ya va, un momento_ Le interrumpe_ ¿Sesshomaru y tú en el mismo piso?_ pregunta incrédula_ ¿Y no se calló el edificio?_ bromea lo último. Esto provoca una carcajada en el Hanyou que resonó en toda la habitación
-Pues, ahora que lo veo, no supieras que convivir ambos en la soledad –luego de la muerte de Rin y la desaparición de Jaken- nos ayudó para llevarnos mejor_ Comenta más relajado_ Pero ya basta, vámonos de aquí ¡Este lugar me enferma!_ diciendo esto se va de la habitación
-De acuerdo_ le sigue hasta el pasillo
Kagome e Inuyasha salieron del edificio y se dirigieron al auto de él ¡Un Ferrari rojo! Hablaron poco en el trayecto: de la restauración del templo que ha llevado unos 3 años, del trabajo de él como investigador privado del cuerpo de policías, de la profesión que tomo ella en la Universidad y que- hasta hace 5 años- estuvo a punto de culminar. Cuando llegaron a su destino se vuelve asombrar: Era un Edificio muy grande grisáceo y blanco, el resto del recorrido a la puerta permanecieron en silencio.
Kagome se limitaba a observarlo; todo esto le provocaba mucha risa, si en el pasado le hubieran preguntado si veía a aquel Hanyou tratando de vivir en su época, se hubiera reído hasta el cansancio en la cara de esa persona. Ahora lo veía con Jeans desgastados, una camisa con las mangas dobladas hasta el codo y zapatos italianos, conduciendo un Ferrari y hablando de celulares y apartamentos como si fuera lo más natural del mundo. Se nota que habían cambiado mucho las cosas, aunque eso lo sabía ella de primera mano… Después de todo, ella ha pasado por lo mismo…
Inuyasha abre la puerta del apartamento y le cede el paso a la Chica_ Bienvenida, espero que te sientas cómoda
-Gracias, no tenías que molestarte
-Al contrario_ contrarresto_ Necesitas volver a ser tú y, francamente, en medio de la calle no lo ibas a hacer
-Entiendo, mañana a primera hora voy a buscar un trabajo de medio tiempo_ Le informa con entusiasmo
-Adelante me da igual_ y diciendo esto se retira al pasillo pero se devuelve_ ¿Te vas a quedar todo el día allí parada?_ Pregunta con grosería
-Sí, ya voy
Todavía no le perdona lo ocurrido hace 500 años, su actitud sigue fría e indiferente. Entonces ¿Por qué le ayudó? ¿Por caridad? Esto lleno su corazón de coraje, cuando llega a la habitación que le asignó se coloca frente a él con la mirada llena de melancolía.
-¿Por qué…?
-¿Qué sucede?
-Quiero saber la verdad Inuyasha_ le aclara sin tapujos_ ¿Por qué quisiste ayudarme en el hospital? ¿Por qué no dejaste que me desconectaran?
-No lo sé…_ se limitó a decir
-Ya veo… entonces… aun no perdonas lo que sucedió con tu-
-¡No vuelvas a decir su nombre!_ Le interrumpe gritando_ ¡No mereces volver a nombrar a mi Querida Yuki! ¡Por tu culpa! ¡Todo es tu culpa!_ Le agarra con fuerza lastimando los brazos
-¡Basta! ¡Me lastimas!
Cuando se da cuenta y se aleja de la mujer contemplando su obra: sus brazos blanquecinos se habían vuelto purpura por los moretones y los ojos de ella se llenaban de lágrimas_ Lo siento… supongo que también tenía algo de culpa y nostalgia… después de todo… pasamos por muchas cosas hace 10 años para ti y 500 para mí.
La joven permanece callada, pero hace un ademan con la mano indicando que se fuera. No lo quería ver, no quería respirar su mismo aire y mucho menos vivir para él. Aún tenía su dignidad y no la iba a perder.
Recorre la habitación y se nota que fue arreglada hace poco, revisa el closet y está repleto de ropa femenina, el baño bien acondicionado y la cama muy cómoda; se quitó los zapatos y se recuesta en la cama en posición fetal para entregarse al sueño una vez más. Ya mañana encontraría un empleo y revisaría las condiciones de su casa, tal vez con algo de suerte le dejen volver allí.
A la mañana siguiente, vuelve a levantarse con pesadez como el primer día que despertó, entró al baño con su ropa y se dispuso a tomar una ducha larga. Al salir del cuarto se encuentra en la sala a Sesshomaru preparando un café.
-Buenos días_ Expresa con frialdad_ ¿Quieres café?
-Buenos días Sesshomaru, si por favor
Sesshomaru toma otra taza y vierte el líquido negruzco_ ¿Leche? ¿Azúcar?
- Negro y sin azúcar
-Ya veo, con que peleaste con el cabezota de Inuyasha_ supone Sesshomaru
-No, así me gusta tomar el café_ Negó con molestia la atinada hipótesis del Youkai. Tomó una rebanada de pan y se atraganto con él, tomo el café de un trago y se dirigió hacia la puerta_ Nos vemos en la noche, iré a buscar trabajo_ informa para luego irse
Se ve que esa niña sufría por el idiota de su hermano, si tan solo el muy estúpido se diera cuenta de a quien está maltratando, solo un Youkai de la experiencia que tiene él se daría cuenta de lo que oculta aquella joven aun así que decidió no interferir; era el problema de su hermano, que se diera cuenta el solo. Tal vez con la convivencia al final sumaria dos más dos y le daría cuatro.
Encontró un trabajo rápido en una floristería por sus conocimientos en plantas luego, tomó un autobús hasta el templo de su familia que quedaba a 2 cuadras de su nuevo "hogar". Al llegar una brisa hace volar su cabello y su vestido amarillo, se sentía en paz sube las escaleras y se encuentra el lugar en perfecto estado, el sacerdote que estaba encargado al parecer no estaba, pues en su lugar había un joven de cabellos rojos y cortos con una pequeña coleta hacia abajo, muy apuesto y de ojos verdosos.
-Buenas tardes_ dice la muchacha_ ¿Está el Sacerdote encargado del templo?
EL joven ve a Kagome y sale corriendo con emoción para abrazarla_ ¡Kagome! ¡Qué alegría me da verte!
-¿Di-disculpe? ¿Lo conozco?
-¡Soy yo! ¡Shippo!
¿Es en serio? ¿Aquel joven era el pequeño y travieso Shippo? Estaba muy cambiado, seguro que los años no habrán pasado en vano, estaba vestido con las ropas de Sacerdote mirándole fijamente a los ojos_ ¡Por todos los dioses! ¡No puedo creer que seas tú! Inuyasha me dijo… que no sabía nada de ti…
-¡Eso es mentira! Si el mismo me pidió que me encargara del templo hasta que despertaras_ Kagome lo mira incrédula_ él tenía la plena confianza de que volverías y que te harías cargo _le explicó muy animado_ Eso sí, vas a tener que descongelar las cuentas de tu familia si quieres moverte y ayudarme con los gastos de la casa
-Por favor Shippo, necesito ir a mi casa_ Rogó a Kitsune
El pelirrojo dejo la escoba en el depósito y ambos caminaron hasta la casa, pero había algo diferente, la casa de dos pisos en el que había vivido por mucho tiempo desapareció y fue reemplazada por una casa tradicional Japonesa. Shippo le comentó que la casa anterior no tenía las condiciones necesarias para ser restaurada, por lo que fue demolida y en su lugar hicieron está. Era bastante grande y tradicionalista pero las cosas que llevaban dentro eran muy occidentales, incluso, la cama del Kitsune no era un futon sino una cama matrimonial que se encontraba en el piso de tatami, le mostró su habitación completamente vacía.
-Necesitamos amueblarla _ le comenta la Sacerdotisa_ En cuanto tenga suficiente dinero la acomodaré. Una pregunta Shippo
-Dime
-¿Estás viviendo solo?
La pregunta le hizo sonrojarse_ Bueno…. Kag….No, estoy viviendo con…. Con Soten_ concluye con la cara más roja que la vestimenta del Hanyou, Kagome esboza una sonrisa de dicha
-¡Sabia que terminarían juntos!
- Si_ y suelta una risa nerviosa_ nos casamos 20 años después de tu partida
-¿Y sus hijos?
-3 _ confiesa_ Riu, Asuka y Tenshin… todos casados: Riu en Osaka, Asuka en Okinawa y Tenshin en Nagasaki_ comenta
-¿Kouga y Ayame?
-¡Ah! ¿Esos dos? EL Clan de Lobos que tienen es más grande que la torre de Tokio y el palacio imperial juntos, están viviendo en Kyoto… Adivino, Inuyasha también te dijo que no los veía ¿Cierto?
- Pues sí, hasta las enfermeras me dijeron que no tenía visitas
-¡Ese perro tonto! ¡Siempre hace lo mismo! Ese orgullo lo va a matar algún día. Los tres se turnaban para cuidarte: Ayame lunes, miércoles y viernes; Kouga martes y jueves e Inuyasha los Fines de semana y días feriados, aunque habían veces que no iba y te dejaba sola para buscar algún indicio de Hikari_ Explica con verborrea
-¿Quién?_ Pregunta extrañada
Shippo se dio cuenta del error que había cometido y se calló, Kagome insistía pero él se negó, ya había dicho demasiado y no quería que ella sufriera y se llevara una paliza de su lanudo amigo. Al rato Kagome desistió y recordó varias cosas más…
-Shippo ¿Sango? ¿Miroku?
-Ya sabes Kag… No todo en la vida es eterno, incluso nosotros, al llegar a la adultez envejecemos cada cien años. Es natural…_ comenta con tristeza, Kagome bajo la cabeza ocultando su mirada para ocultar sus lágrimas_ pero reencarnaron hace 28 o 30 años, por lo cual deben tener ahora la edad que tenían cuando los conocimos. Los conozco y créeme, siguen en las mismas ¡Hasta se llaman igual!_ Bromea lo último provocando una pequeña risa en el rostro de la chica, ya se imaginaba al mujeriego de Miroku persiguiendo a toda colegiala y a Sango dándole una cachetada cada vez que le tocaba el trasero
Kagome revisó su reloj y se dio cuenta que era tarde, pero aún quedaba una cosa más_ Shippo, necesito saber algo… mi familia… ¿dónde están sus restos?
-Sígueme_ dijo serio
El kitsune y la sacerdotisa caminaron por un largo pasillo de la casa hasta conseguir una puerta corrediza, salieron y consiguieron tres capillas con incienso. Kagome se acercó a sus tumbas se postró en el suelo para llorar desconsoladamente.
Shippo se agacha e intenta ayudarla_ le pongo flores cada 3 días y Soten coloca el incienso en las mañanas… Te dejaré sola…lo necesitas…_ Y se marcha
Al poco tiempo comenzó a llover y sus ropas de mojaron, pero poco le importaba. Lloro hasta que no supo más del mundo… soñaba con volver a ver a Sota con su pelota de futbol abrazándola y jugando con la consola de juegos; a su madre con sus atenciones y consejos; incluso las anécdotas de demonios de su abuelo, sus amuletos inservibles y las extrañas enfermedades que le ponía de excusa en la secundaria. Pero no sería así, sus almas estaban muy lejos y ella nunca podría alcanzarle, a menos que la marca desapareciera y solo sucedería cuando dejara de amar a aquel Hanyou Tosco, petulante, valiente y orgulloso que conoció hace 500 años.
Su mente retomó conciencia y escuchaba voces, gritando e insultando; de pronto, sentía que alguien le levantaba con suma ligereza pero, tenía miedo de quien podría ser. Por eso se obligó a volver a dormir.
Continuara...
