Autora: Nyanko.
Pareja: TYL1827 (es mi debilidad *¬*) es decir 27Kyouyax13Tsuna (estoy abierta a sugerencias, cualquier pareja que queráis que salga me lo escribís y la incluiré)
Summary: A la edad de 15 años Sawada Tsunayoshi es asesinado, dejando un gran vacío en su familia, amigos y amante. Después de diez años vuelven a verle llevándose una grata sorpresa.
Rating: M
Género: Aventura/Familia/Romance/Angustia
Disclaimer: KHR pertenece a Akira Amano-sensei
N/A: Este fic tenía que escribirlo y subirlo ya que va dedicado a mí querida amiga Tsuki-chan~ que si no fuera por ella ahora mismo no sabría que es el Yaoi CX Muchísimas gra– *Nyanko sale volando de fuera del ordenador*
Tsuki: Sí, si, lo que tú digas. Bueno, me presento soy Tsuki amiga de Nya-chan, es la primera vez que me leéis porque es el primer fic que me gusta, los otros no me van mucho ¬¬
Ts-Tsuki-chan… TT_TT *Nyanko hace un puchero ante lo dicho* *Nyanko se recupera al recordar algo* ¿Cómo has entrado en mi casa?
Tsuki: Fácil, sabes que soy experta en clips *inserta risa maligna*
*Nyanko se queda en shock*
Tsuki: Las aclaraciones del fic, los que tengan baja tolerancia a la sangre, una imaginación increíble o que no soporte ver las películas de Saw, por favor reculad. Sino, adelante y Disfrutad~
Después de la muerte hay otra vida.
Capítulo I: El inicio.
Sawada Tsunayoshi de 15 años, candidato a Decimo jefe de los Vongola. Se encuentra en la sede Vongola por primera vez, en una importante reunión junto a sus guardianes. Donde no sólo está la novena generación, sino también los múltiples aliados de Vongola incluyendo a Varia. Los jefes de distintas familias sentados en la mesa y los guardianes detrás de su jefe. En un extremo se encontraba el Noveno Vongola, a su derecha el Decimo Vongola y a su izquierda Xanxus el jefe de Varia. A la izquierda de Tsuna se encontraba el Decimo jefe de los Chiavarone, Dino Cavallone, seguido del jefe de la familia Tomaso, Naito Longchamp, seguido del jefe de Giglio Nero, Aria. En la derecha de Xanxus se encontraba el Hitman Reborn, seguido del jefe de la CEDEF, Sawada Iemitsu, seguido de otros jefes. Todos esperando las palabras de Nono.
_Se que esta reunión ha sido convocada con poca antelación, pero es importante. Hace poco aparecieron unos cuantos de mis hombres medio muertos, con varios miembros arrancados de sus cuerpos, mordiscos e incluso algunos sin ojos. Antes de que uno de ellos diera su último respiro, nos comunicó acerca de una nueva familia que se ha creado hace poco y que está buscando venganza.– Nono hizo una pausa para que todos asimilaran poco a poco la información.
Todos los jefes escuchaban atentamente, era una estupidez meterse con Vongola y más teniendo en cuenta la de aliados que tiene. Quienquiera que sea esa familia, va a desaparecer en menos de lo que canta un gallo, no van a sobrevivir después de atacar Vongola y más buscando venganza, que estúpidos.
_Puse a un equipo rastreador a investigar, y de momento sólo sabemos el nombre de ellos, se hacen llamar Familia Scheletro. De momento no sabemos nada más, seguimos investigándoles e intentando extraer algún tipo de muestra o prueba para que nos rebele más sobre ellos, pero no estamos teniendo ningún éxito.–
Todos estaban estupefactos, una familia mafiosa que escapaba ante la gran variedad de agentes que tenían los Vongola. Era para temer, nadie antes escapaba tan fácilmente después de atacarles. Estaban en silencio, sin saber que decir o hacer.
_Cualquiera que se encuentre cara a cara con ellos, que busque enseguida a los aliados más cercanos que tengan. No luchéis solos, sus técnicas de ataque y sus llamas es algo que desconocemos y es algo por lo cual temer.– Sentenció el Noveno. Observando las caras de los jefes aliados de Vongola.
Cada uno tenía una expresión distinta, desde miedo y terror a ansias y excitación. Una variedad, donde veías desde al más sano al más loco. Tsuna también observaba los rostros de los demás presentes, la verdad que siendo su primera reunión no se imaginaba que sería de esto, una familia enemiga justo después de que se anunciara por Vendicare que el jefe de Gesso fue ajusticiado. Sino fuera porque es imposible de que renazca, Tsuna pondría la mano en el fuego y no se quemaría si apostaba que todo esto era obra de Byakuran, por haberle sentenciado a muerte. Pero como la resurrección es imposible, es improbable que él siga vivo.
_Nono,– Dino fue el que tomó la palabra, haciendo que todos le mirasen. –Entiendo que no quiera que estemos en desventaja si nos topamos con ellos, pero su sucesor es el que con más desventaja se encuentra. Recuerde que el vive en Japón junto a sus guardianes.– Dijo con clara preocupación ante la seguridad de su hermano y guardianes. Recibiendo una mirada fulminante de parte de Reborn y los guardianes. –Se perfectamente que el Hitman Reborn se encuentra con Decimo y sin dejar de lado lo fuertes que son sus guardianes, ¿pero no cree que podría hacer que venga a Italia o mandar a alguien para que no estén sólo ellos?– Se apresuro a añadir antes de que su antiguo tutor y amigos de su 'hermanito' le asesinaran por subestimarles.
Todos asintieron estando de acuerdo con lo dicho por el jefe de Chiavarone, no podían darse el lujo de perder al sucesor que un día gobernaría Vongola. Era un riesgo que nadie quería tomar, el que la familia mafiosa con más influencia se quedara sin sucesor podría ser devastador y no estaban como para encontrar otro, hay muy pocos que se preocupen por la seguridad de los hombres bajo su mandato. Y esa era una de las razones por las cuales algunos no querían que muriera el actual Decimo, aunque fuera su primera reunión oficial, ya demostró ser capaz de llevar Vongola en una ocasión en que Nono se hizo el enfermo.
_En eso tienes razón… Tsunayoshi-kun, tú y tus guardianes os mudaréis a Italia y viviréis aquí mientras no sepamos nada de esta familia, ¿queda claro?– Dijo el Noveno dirigiéndose a su 'nieto'.
Tsuna le miró con horror, por nada del mundo se mudaría a Italia dejando a su madre sola. Además, su vida estaba en Japón, que hubiera medio aceptado el puesto de décimo, no significaba que pudieran decidir por él el donde vivir, eso ni que lo pensaran. Él no vendría a Italia e iba a dejarlo bien claro.
_Lo siento, Nono. Pero no voy a acatar esa orden.– Dijo dejando a todos asombrados. –Se cual es la gravedad de la situación, pero no pienso dejar Japón mientras usted esté al mando.– Sentenció, levantándose para no dejar que nadie le replicara y se fue de la sala seguido de sus guardianes.
Su padre le miraba con miedo, miedo a perder a su hijo por la terquedad de quedarse en Japón, miedo por arriesgar la vida de su mujer en esto, miedo por perder la vida de las dos personas que tanto intentó ocultar de las miradas de enemigos. Y su hijo iba a estropearlo todo por no querer venir a Italia… aunque mirándolo desde su punto de vista, si su hijo se iba de Japón su mujer se quedaría sola, aún peor, quedaría a merced de cualquiera de esos de la Familia Scheletro. Que su hijo se quedara en Japón tampoco era mala idea, pero eso sí, CEDEF también se iría a Japón, por nada del mundo dejaría a su mujer e hijo solos.
El Noveno por su parte entendía a Tsuna, pero no quería dejarle en Japón sin ningún tipo de protección, aunque conociendo a Iemitsu, seguro que trasladaba a toda la CEDEF a Japón para que cuidaran de su hijo. Nono miró de reojo a Xanxus, que desde el principio estuvo callado y sin decir nada cosa rara en su hijo. Luego pasó su mirada a los distintos jefes, cada uno con una expresión distinta pero a la vez la misma, miedo a perder al décimo heredero de los Vongola. Suspiró, esto se estaba volviendo realmente molesto.
Reborn en cambio cuando vio a su alumno salir, también decidió irse. La verdad, no estaba de acuerdo con Nono, aún era demasiado temprano para que Tsuna viviera en Italia, además, no había ninguna excusa sólida con la que Nana dejara que su hijo se fuera de casa, ninguna madre deja que su hijo se vaya si no hay una razón de peso. Reborn salió de la sala, seguido de Dino y los miembros de Chiavarone que se encontraban en la reunión.
Xanxus también se levantó dando por terminada la reunión y yéndose seguido de los demás miembros de Varia. Nadie se metía con Vongola y salía ileso. Esa familia iba a vérselas con Varia y de eso se encargaría él. Mientras salía mostró una sonrisa que prometía mucho dolor para la persona con la cual estuviera pensando y de eso se dieron cuenta todos.
Poco a poco todos fueron abandonando la sala, quedando al final el Noveno y sus guardianes.
_Nono, ¿qué haremos con Decimo?– Le preguntó su guardián de la tormenta, Coyote Nougat.
_Seguiremos su voluntad, Coyote. Si quiere quedarse en Japón, nada ni nadie hará que cambie de opinión.– Dijo suspirando. –Sólo espero que no le tomen como objetivo antes de que la CEDEF vaya a Japón.– Acabó de decir quedándole un regusto amargo en la boca al decir esas palabras, no sabía el que, pero había algo que no le gustaba, seguramente su hiper intuición le estaba avisando de algo y normalmente le haría caso, pero esta vez quería confiar en su 'nieto'. Así que lo dejó pasar, haciendo el mayor error de su vida. Algo que lamentaría toda su vida.
::0::
Tsuna se dirigía hacia fuera de la sede, no iba a quedarse ni un minuto más en el lugar donde podrían encerrarlo y no dejarle salir. Sus guardianes le seguían de cerca entendiendo el sentimiento de su jefe, ellos también lo notaban, si se quedaban más tiempo les encerrarían y aislarían hasta que todo se solucionase. Rápidos, tenían que ser rápidos al salir de la sede, no debían dejar que nadie les interceptase, faltaban unos pocos metros hasta llegar a uno de los coches y mandar que les llevasen al aeropuerto más cercano, sólo tres metros para poder irse de Italia…dos metros para estar lejos de su próxima prisión… sólo…
_¡Tsuna!– Sonó la voz de Iemitsu, haciendo que todos parasen en seco y maldijeran por no haber sido lo suficientemente rápidos.
_...No pienso dejar que nos encierren aquí.– Le dijo a su padre de forma retadora, volteándose a verle.
Su padre se sorprendió, sí que su hijo le hablaba mal y decía que no era su padre y todas las cosas que dice un hijo cabreado y molesto con su padre, porque el mencionado no está casi nunca en casa y sólo aparece cada x tiempo. Pero nunca le retó, eso le tomó desprevenido.
_No… no te preocupes, hijo. Voy a quedarme con vosotros en Japón, no sólo yo, toda la CEDEF irá a Japón.– Les informó, quitándoles un peso de encima por saber que podían irse tranquilos.
_Como a dicho Iemitsu, CEDEF vendrá a Japón, pero hay que tener en cuenta de que tardaran un poco, el transferir todo el edificio costará. Así que nosotros iremos yendo y ya iremos a buscar a Iemitsu en el aeropuerto cuando todo esté listo. – Informó Reborn apareciendo junto a Dino.
Tsuna y los demás asintieron con la cabeza entendiendo que deberán ir con cuidado mientras estén en Japón.
_Tsuna hermanito. Id con cuidado, yo no puedo ir, he de quedarme aquí, así que vigilad.–
_Tch, a Juudaime podemos protegerle nosotros por eso no hace falta que digas esas bobadas.– A parte de ese comentario echo por Hayato, Dino también recibió las miradas de lo otros guardianes.
_Lo sé, lo sé. Sois fuertes, pero… si Vongola no ha podido encontrar nada hay que ir…–
_Cállate, herbívoro.– Le dijo Kyouya mientras se iba hacia el vehículo.
_Pero…–
_No te preocupes Dino-san, nosotros nos encargamos de Tsuna.– Le dijo Takeshi imitando al guardián de la nube, pero con los brazos detrás de la cabeza.
_Tch.– Hayato también se fue hacia el vehículo con las manos en los bolsillos e ignorando cualquier cosa que saliera de la boca del Chiavarone.
_Pero…– Dino intentó protestar otra vez, pero sólo recibió el grito de Ryohei y verlo irse corriendo junto a los otros.
_¡Oooh! ¡Esto va a ser extremo!–
_Escuchadme…– Volvió a intentar, pero seguían sin hacerle caso.
_Kufufufu, vámonos mi querida Chrome.–
_Hai, Mukuro-sama.– Dijeron los dos despareciendo en una neblina.
_¡Gyahaha! ¡Lambo-san se va a casa a comer la comida de mama!–
_No me hacen caso.– Desistió Dino al ver que todos los guardianes le ignoraron yéndose hacia la limusina.
_No te preocupes, Dino-san. Todo saldrá bien.– Le dijo Tsuna con una sonrisa, haciendo que su 'hermano mayor' se preocupara más.
_Pero siento que algo saldrá mal… ¡Ow!– Se quejó al sentir un puntapié en su cabeza. –¡Reborn!–
_Cállate. Aquí el de la hyper intuición es Tsuna y no tú, Dame-Dino. – Le regañó su tutor, recibiendo un mohín de Dino. –Venga, vámonos Tsuna. No les hagamos esperar.– Tsuna se despidió de su padre y hermano. Dirigiéndose junto a Reborn a la limusina.
Pasó una semana desde esa reunión, y Tsuna iba acompañado allá a donde fuera al igual que su madre. Nana fue informada de que su marido vendría a casa, y ella como siempre estaba entusiasmada, yendo de compras para preparar un gran banquete y dejando la casa lista para cuando su marido llegara. La escuela iba normal, como siempre se quedaba hasta tarde para poder pasar un rato a solas con Hibari y como siempre Reborn le regañaba por llegar tarde aunque lo dejaba pasar porque Kyouya era el que le acompañaba hasta casa.
Pero esta tarde no era como las de siempre, esta tarde Kyouya tenía mucho más trabajo en el Comité y le tocó volver solo a casa. Mientras iba dirección a su hogar, su corazón comenzó a encogerse, sintiendo que algo iba mal. Miró a su alrededor, observando cada rincón de la oscura calle y rápidamente sacó su móvil enviándole una mensaje a Hibari y otro a Reborn. Su hyper intuición le estaba gritando que corriera, pero no le hizo caso.
Siguió caminando como si no pasara nada, esperando a que uno de los dos le encontrara en el camino, cuando empezó a escuchar pasos detrás de él. Volteó a ver quien era el que le seguía, observando en cada rincón que la poca luz de las farolas iluminaba, pero no veía nada ni nadie, sólo seguía escuchando los pasos y unas siniestras risas. Asustado, comenzó a correr, con la vaga esperanza de que todo fuera obra de su imaginación.
_Así… que tú eres el Decimo Vongola del cual tanto hemos escuchado hablar. – Dijo una voz desde su lado izquierdo, haciendo que Tsuna dejara de correr y girara, poniéndose en posición defensiva, pero siguió sin ver a nadie.
_Pero mírale, sino puede ni vernos.– Dijo otra voz desde detrás suyo.
_Es una lástima el tener que acabar con él, pero las ordenes son ordenes.– Dijo otra voz desde delante.
_Keh, al menos puede escucharnos. Muchos ni eso hacen.– Dijo otra voz desde su lado derecho.
_Serás memo, claro que no pueden vernos. Si lo hicieran no seríamos buenos en el trabajo de asesinar.–
Tsuna comenzó a mirar por todos los lados, dando vueltas alrededor de si mismo, pero siempre encontrando el mismo resultado, nada, no había nadie, sólo unas figuras que parecían sombras. El miedo recorría cada poro de su piel, sin dejarle reaccionar. Haciendo la única cosa lógica que su cerebro proceso, comenzó a correr, esquivando a una de las sobras que intentó cogerle, corrió con la simple intención de poder despistar a… a lo que fueran esas sombras que le seguían, poder entrar en su casa y pensar en todo como una pesadilla.
_Keh, a empezado a correr. Al menos va a divertirnos un rato.– La risa siniestra volvió a inundar la silenciosa y oscura calle, coreada de pisadas que le seguían.
Estaba jadeando y le costaba respirar, no aguantaría mucho más corriendo, su fuerte nunca fue la E.F., aunque aguantaba cuando escapaba de matones, sus actuales perseguidores parecían no cansarse, al revés le hacían cansarle a él. Su respiración estaba cada vez más agitada e iba a girar una esquina cuando algo le agarró del brazo y le estampo hacia una pared, haciendo que cayese al suelo sentado.
_Ya nos hemos cansado de jugar al gato y al ratón.–
_Keh, venga a que estáis esperando, me aburro.–
_No tanta prisa, acuérdate del plan.– Genial, encima venían con plan.
_El plan, el plan, sí, sí. Ya lo sé, venga matémosle ya.–
Tsuna miraba frenéticamente hacia los lados, buscando alguna salida. Nunca en su vida estuvo tan asustado. Y aunque su cerebro le dijera que se comiera una píldora y luchara su cuerpo no reaccionaba a ningún estímulo, sólo al de huir. Sólo quería huir, salir de ese lugar, despertarse en su cama y ver que no era más que una maldita pesadilla, pero era imposible, eso sería engañarse, porque esto no era nada más que la realidad.
Una de las sombras le cogió del brazo derecho levantándole, haciendo que quedara suspendido en el aire, como si volara. Asustado, hizo lo único que en una situación como esta cualquiera haría, comenzó a patalear, a forcejear con lo que fuera que le tenía agarrado, pero enseguida se detuvo. De repente sintió un gran dolor, bajó la mirada y vio un gran agujero que le atravesaba el abdomen, sintió como algo salía del recién echo agujero, manchándolo todo con sangre, con su sangre.
Comenzó a toser y a escupir sangre, todo movimiento que hizo anteriormente se fue, quedándose inmóvil, notando como la fuerza se iba de su cuerpo, el como iba perdiendo la vista. Su cuerpo fue arrojado, chocando con la pared. Manchándola e inundando el suelo con su sangre.
_Kyajaja, vamos a divertirnos.– Dijo una de las voces divertida. Aunque viera borroso, ahora pudo distinguir algo de sus atacantes, los cuatro iban con máscaras blancas.
_Venga acaba rápido, debemos ir a informar que le hemos eliminado.– Dijo otro en tono aburrido.
_Keh, sí, sí. Voy.– Tsuna no era muy listo, por eso le llamaban Dame, pero una cosa la tenía clara, esta era la nueva familia de la cual habían hablado en la reunión e iban a matarle. Con la poca fuerza que le quedaba, por no decir que era más la inercia del cuerpo, con el dedo manchado de sangre comenzó a escribir en el suelo.
Vio como se le iba acercando y le pisaban la mano para que se detuviera, intentó levantarse para huir, pero fue inútil, su cuerpo no reaccionaba. Había perdido demasiada sangre y la seguía perdiendo, la vista ya no la tenía tan clara y notaba como su conciencia se iba.
Uno de los agresores se agachó a su altura y le cogió el brazo izquierdo, comenzando a arrancarle los dedos, uno a uno se los arrancaba sin miramientos y riéndose mientras lo hacía, cuando los cinco estuvieron tirados por la calle, le arrancaron el brazo de cuajo tirándolo junto a los dedos como si fueran un despojo. Luego fueron hacia una de sus piernas e hicieron lo mismo que con el brazo. En la calle sólo se escuchó un grito desgarrador que rompía el silencio de la noche.
_¡AAAAAAH!– Tsuna sólo podía gritar, a cada miembro que le arrancaban.
::0::
Reborn iba sobre el hombro de Yamamoto y Gokudera a su lado, los dos siguiendo a Hibari y Kusakabe que iban por delante. Corriendo lo más rápido que podían, preocupados de que algo pudiera pasarle a su amigo y jefe. El mensaje que tanto Reborn como Kyouya recibieron les dejó preocupados, era enviado desde el móvil de Tsuna, pero no había texto. El hitman le enseñó a su alumno que cuando se sintiera en peligro, no se detuviera a escribir o a llamar, simplemente que enviara un mensaje en blanco, iría más rápido y le daría tiempo a defenderse. Cuando Reborn lo recibió, llamó rápidamente al guardián de la tormenta y de la lluvia, encontrándose los tres con el guardián de la nube y su fiel mano derecha ya en camino, buscando a Tsuna.
Los cuatro pararon en seco al escuchar un grito romper el silencio de la noche. Reconociendo la voz, comenzaron a correr una vez más, yendo más rápido si era posible. Buscando al dueño de ella y rezando con que sólo fuera que se había tropezado, estampándose contra el suelo. Kyouya empezó a dejarles atrás, corriendo entre las calles en busca de Tsuna. Takeshi iba pisándole los talones y Gokudera junto a Kusakabe iban por detrás.
De golpe vieron que Kyouya paró en seco al doblar una esquina, se alegraron ya habían encontrado a Tsuna, pero se asustaron al verle que caía de rodillas al suelo derrotado. Se miraron entre sí y fueron al encuentro del guardián de la nube. Cuando estuvieron a su lado, Hayato también se cayó de rodillas al suelo gritando el nombre de Tsuna una y otra vez, mientras unas lágrimas caían por su rostro. Takeshi se apoyó donde pudo para no caerse, quedándose pálido y poniéndose una mano en la boca para no vomitar. Kusakabe estaba en shock, alguien capaz de hacer tal destroza no podía ser humano.
Reborn, por primera vez en su vida, sintió la palabra fracaso cayéndole encima como una gran piedra. Había fracasado en la misión que se le dio en formar al mejor jefe de los Vongola, había fracasado en la protección de su alumno y, para que negarlo, amigo. Era la primera vez que el mejor hitman no sabía que hacer.
Ahí, tendido en el suelo en un gran charco de sangre, se encontraba su amigo, jefe, amante, alumno, desmembrado, con los ojos sacados de su rostro y carentes de emociones, dejando ver dos cuencas vacías en el rostro del joven, sus dedos, brazos y piernas esparcidas por el suelo de la calle.
_Tsunayoshi…– Kyouya se levantó acercándose al cuerpo de su amante y pasó un dedo por el rostro ya frío. Por primera vez en la vida, el guardián de la nube lloró y no sólo él, los presentes ahí, también lloraron.
Reborn les dejó un momento a solas cogiendo a León transformado en un teléfono y marcó un número que no hacía desde hace un tiempo. Desde la otra línea se escuchó una voz.
_¿Sí?... ¿Reborn?... ¿Eres tú? ¿Sucede algo?– Preguntó la voz de Iemistu. A Reborn le costaba hablar, no sabía como decírselo, no era algo fácil, pero el siempre fue reconocido por no dar rodeos, por ir siempre al grano.
_He fallado.– Le dijo con voz quebrada y gran disgusto.
_¿Cómo? ¿Qué quieres decir con que has fallado?– Iemistu era tonto, eso o no quería creerle.
_¡Reborn! ¿Qué quieres decir con que has fallado?– Dijo Iemitsu medio gritando y con el miedo en su voz.
_Ha muerto… Tsuna ha muerto.– Le dijo escuchando como el teléfono de la otra línea caía al suelo.
Sawada Tsunayoshi, candidato a Decimo jefe de los Vongola, a la edad de 15 años. Estaba muerto. Asesinado por alguien de quien no conocian su identidad.
N/A: ¡Moi, Moi! ¿Qué tal está como primer capítulo~? Ya esperaré a ver si merece algún review ^^
Tsuki: mmm… no merece ninguno, podrías haberte esmerado más en la parte de matar a Tsu-chan… poca sangre *suspiro* pero bueno es pasable.
¡Ah! ¡A ti quería verte! ¡Has forzado la puerta, para entrar!
Tsuki: No que va, tus padres saben que estoy aquí n.n Además, forzar es una palabra muy fea, queda mejor la de entrar sin permiso, es más fino :D
*suspiro* Dejémoslo ¬¬''
Equipo rastreador– Se que suena a chucho, pero es que no sabía que nombre ponerle -.-'' lo se no soy muy creativa para cuestiones de nombres ñ.ñ
Tsuki: Sí, su imaginación en nombres es penosa.
o.O Eso no deberías decirlo tú, sólo deben juzgar los lectores. DX
Tsuki: Nos leemos :D
¡No me ignores!
