Disclamer: Los personajes son del malvado Kishimoto-sama
Aviso: Este fic participa en el reto Fobias del foro La Aldea Oculta entre las Hojas.
Optofobia: Es la sensación de miedo o temor a abrir los ojos, quienes padecen de esta fobia temen abrir sus ojos, se relaciona con el temor de la realidad del individuo.
Notas principales: Se lo dedico a Culut-chan, que estoy segura que me dio esta fobia por reírme de Alexa, lo sé.
Ángel de papel
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En medio de una guerra, un niño caminaba con ayuda de un rama, algunas veces pasaba sus manos por las paredes para guiarse, no quería abrir sus ojos.
Algunas veces en su camino en busca de comida tropezaba con cadáveres de personas o animales.
—No, no son cuerpos, son solo bultos de ropa.
Los charcos que algunas veces pisaba era solo agua de lluvia, nada más, todo estaba bien. Si mantenía sus ojos cerrados lo estaría.
—Treinta y siete, treinta y ocho, solo tres cuadras más y podré pasar por la casa de esa señora que me da algo de comida. —Murmuraba para sí mismo.
Y en su imaginación sus padres estaban ocupados, ya no vería ante sus ojos los cuerpos sin vida de ellos, solo estaban trabajando y por eso no podía escucharlos. Hasta un día, que volviendo a su refugio con un pan llegó a escuchar el ruido de varios shinobis corriendo, que por no detenerse de su fuga en medio de la calle, él fue derribado.
El trozo de pan desapareció de sus manos. Sus rodillas y las palmas de las manos lastimadas, peor, se encontraba desorientado.
—¡Que alguien me ayude! —Gritó con los ojos cerrados.
¿Pero qué persona se arriesgaría a ayudar a un niño defectuoso?, escondió su rostro entre sus manos intentando relajarse, para poder olvidarse por un momento que estaba perdido.
—Por favor, no llores.
Levantó la cabeza al escuchar esa voz, pero no abrió los ojos.
—¿Te duele mucho?
—Estoy bien, solo necesito volver a orientarme.
Sintió un escalofrío cuando la portadora de esa voz pasó sus dedos suavemente por sus ojos.
—¿Eres ciego?
—Sí, no... Bueno, me gustaría.
Sintió que unas lágrimas caían por sus ojos, odiaba ese tipo de silencio incómodo y por un momento pensó que la chica se había ido pero se sobresaltó cuando la volvió a escuchar.
—Está bien tener miedo, yo lo tengo.
—No quiero ver.
—Entonces solo ve mi rostro, no veas alrededor.
Abrió lentamente los ojos, descubrió que era de noche, al principio veía nublado pero cuando comenzó a enfocar vio cuerpos tirados y sangre, el pánico apareció lentamente y sentía que en cualquier momento comenzaría a hiperventilar, pero la niña tomó su rostro con ambas manos.
—No veas nada, solo tienes que enfocarte en mi.
Yahiko alejó sus ojos llenos de lágrimas de la sangre y lentamente se enfocó en la niña, tal vez podía tener su edad, ella tenía una pequeña sonrisa orgullosa.
—¿Eres un ángel?
La niña de pelo azul por un momento lo miro atónita, pero comenzó a reír haciendo que el chico se sonrojara por su pregunta, así que decidió comenzar de nuevo.
—Hola, mi nombre es Yahiko.
—Hola Yahiko, soy Konan. —Respondió mientras le mostraba el trozo de pan.
Ella tomó firmemente su mano para poder sacarlo de ese lugar, y así llevarlo a un lugar seguro, como su escondite.
Mientras que el chico, dejaba de mirar la realidad, para solo enfocar su vista en la chica. Su ángel.
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-Owari-
Notas finales: *pasa un unicornio vomitando arcoiris* Argh, por eso no escribo romance.
Auf wierdersehen!
