Al PLAP,
con mucho cariño después de un mes de vida
A Miya,
por ser mi beta-reader.
"En toda historia de amor siempre hay algo que nos acerca a la eternidad"
Paulo Coelho
A Orillas del pozo Devora huesos…
…me senté y lloré. Ya me habían contado que todo lo que lanzaban aquí eran los huesos de los monstruos que eran exterminados, pero para mí era una puerta a otro mundo, a mi mundo, al mismo mundo en otra época.
El tiempo en que esto comenzó es confuso. Para mí comenzó hace una semana, pero para el mundo donde me encuentro han pasado mil años.
A orillas de ese pozo escribí esta historia en algunas hojas que encontré, peleando con la oscuridad, deseando que el escalón fuera más cómodo para sentarme y escribir.
Escribía y escribía como mi madre había sugerido para que cuando terminara de sacar esta historia de mí, pudiera lanzarla al pasado, donde la historia pertenecía.
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Habíamos pasado mucho tiempo juntos persiguiendo a Naraku para recuperar la perla de Shikon y que él pudiera obtener su venganza, pero llegó el día en que el demonio fue derrotado y la perla estaba en nuestras manos. Con eso yo debía volver a mi tiempo, pues no pertenecía a ese lugar, debía volver a mi vida. Entonces dejé la perla en sus manos y me olvidé por siempre del Sengoku, o así creí haberlo hecho.
Pasé años estudiando, poniéndome al corriente de todo aquello que me perdí en el tiempo de la búsqueda. Cuando llegó el momento de decidir lo que estudiaría en la universidad no me tomó mucho tiempo decidirme a estudiar historia, dejar atrás mi ciudad y dedicarme a estudiar. En ese lugar conocí a un hombre maravilloso que se convirtió en mi novio tiempo después, aprobé todos mis cursos con muy buena nota, comencé a preparar mi tesis sobre la historia de Japón.
Pero de un día para otro suspendí mi investigación, terminé mi relación de años con el hombre más comprensivo del mundo y regresé a mi casa.
Mientras desempacaba me dí cuenta que me había llevado un libro de los que pretendía usar como referencia y nunca llegué a leer. Sin embargo, por mera curiosidad y tratando de evitar el tedioso trabajo de desempacar, comencé a darle un vistazo en ese momento. Al ir casi a la mitad del libro encontré algo que siempre estuve buscando y nunca pensé encontrar.
Al ir cambiando de páginas reviví el tiempo de aventura que viví en el Sengoku y los relatos sobre él se iban llenando de admiración, exagerando en algunos momentos pero así me enteré de otras aventuras que sucedieron después de mi partida.
Y tan repentino como lo había encontrado, su vida desapareció de las páginas del libro.
¿Qué había pasado¿Qué le había pasado¿Acaso él había muerto en manos de un youkai más poderoso? Y yo no había estado allí para ayudarlo.
Sin pensarlo mucho me dirigí al pozo que no había vuelto a visitar en muchos años y me apoyé en su borde. En verdad lo dudé un instante pero la débil madera del borde cedió ante mi peso y caí dentro. Creí que iba a dar un golpe seco contra el fondo y me iba a romper el cuello pero la sensación de estar viajando en el tiempo como tantos años atrás, pero… ¿no se suponía que el pozo debía cerrarse al desaparecer la perla?
Trepé por la enredadera y caminé al inicio con lentitud pero luego me eché a correr. Quería encontrarlo, quería estar a su lado y ayudarlo en cualquier peligro que enfrentara como lo habíamos hecho diez años atrás
Notas de la autora: ¿Por qué hacer una adaptación? Orgullosamente pertenezco a la Patrulla de Liberación Anti Plagios y quería demostrar que se puede hacer una adaptación sin necesidad que sea una transcripción.
¿Por qué esta novela? Quería tomar una que no tuviera nada de relación o de preferencia que fuera bastante contraria a la trama del anime/manga para ver que tan difícil era hacerla encajar.
A los que ya leyeron la obra sabrán que tiene muchas connotaciones religiosas que en este fic no aparecerán.
A los que ya han leído mis fics, sabrán que me gusta hacer sufrir a los personajes y esta historia se presta bastante para hacerlos sufrir.
Hasta el próximo capítulo.
