Ni falta hace que especifique de quién es en realidad el fic(:


Se levanta, y realmente no sabe por qué lo hace. Se levanta sin quererlo, sin proponérselo, y cuando quiere darse cuenta está de pie. Está de pie y ocurre que mira a su alrededor, y ocurre que nadie más está de pie. Y algo le hace un nudo prieto en la garganta, y solo tiene ganas de correr hacia el baño más cercano y llorar sentada en un váter demasiado limpio para un lugar como aquel.

Blaine no la sigue, porque qué sería de su amistad si la siguiera. Así que finge no darse cuenta, agarra de la mano a Kurt, sonríe a Quinn como mejor sabe y deja a Santana llorando hasta que se quede seca. Porque así es como su amistad funciona, ella corre –como siempre hace –y Blaine espera a que regrese.

Pero quizá su amistad podría funcionar en otra emisora, una emisora donde él la ayudaría y ella se dejaría querer. Una emisora donde ella no tuviera que sangrar y él no tuviese que entornar los ojos al verle el antebrazo.

-Algún día hablaremos de esto –Dice con voz dura

Ella sonríe, porque siempre ha sido lo suficientemente cínica como para hacerlo. Sonríe porque sabe que no es verdad, que jamás le pedirá cuentas, que jamás llegará el día en que Blaine Anderson la juzgue por nada. Sonríe porque como dice el dicho Ríe por no llorar

Sonríe porque llegará a su casa y repetirá el error con creces, porque es así, no parará hasta conseguirlo. Y Blaine no le pide explicaciones porque la subestima, no la ve capaz, y cada vez que le mira la diminuta muñeca ensartada en cicatrices se auto convence que fue la última vez, que ella jamás tendrá los motivos necesarios para continuar el mapa abultado que lleva grabado en la piel.

Motivos. ¿Qué motivos la impulsan a destrozar la suavidad de su piel? ¿Qué motivos la llevan a sangrar y sonreír después?

Piensa en los motivos que él considera necesarios, pero no piensa en el infierno que su mejor amiga alberga en la cabeza. No piensa en los gritos, en la desesperación, en el llanto, en la caída y su posterior He tocado fondo.

No piensa en seguirla al baño corriendo porque ella ya haya tocado suficiente fondo de aquí a siete vidas. No piensa en consolarla, ni piensa en abrazarla, ni piensa en secarle las lágrimas.

Simplemente se queda sentado, con la mano de Kurt entre las suyas mientras cada poco tiempo mira con ansiedad la puerta del baño porque ya ha pasado demasiado tiempo. Pero no se levantará, qué sería de su amistad si lo hiciera.

Y entonces Santana regresa, maquillada de nuevo, sonriendo como mejor sabe (Fingir)

Y ¡Oh! ¡Sorpresa! Lleva la muñeca izquierda vendada.

Pero Blaine ya le pedirá cuentas de ello, algún día.


Relación insana es tener un amigo como este Blaine que he creado.

Un beso a todos lo que hayan leido hasta el final.

Satevis-DH