Disclaimer: Los personajes de King OF Fighters No me pertenecen.
Aclaraciones: The Brave girl [Iori x Leona] un poco de Leona x Ralf [Chizuru x Kyo x Yuki] [ Kensou x Athena] Los personajes originales que voy a nombrar a continuación son creados por mí, el resto es de la empresa de videos juegos SNK Playmore; Taiyo e Keiko Kusanagi, Mitsuki Yagami, Natsuki Hiruma. Rated T de apoco ira a ser M por el vocabulario y otras cosas más. Aclaro también que al principio, posibles cambios de personalidades en algunos personaje o quizás no.
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Imagínense en el prólogo una voz femenina, digamos que cuenta Leona o Chizuru la historia
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A lo largo del long fic:
"Letra cursiva y entre comillas son pensamientos"
~…Flash Black…~
(…Sueños…)
[…Visiones…]
Summary: [Long fic] Ella solo era una niña cuando lo perdió todo, al pertenecer a una descendencia que ni siquiera conoce, heredera de un poder, encontrada y adoptada por alguien más, conociendo nuevas amistades. Ella es valiente al enfrentar su destino.
The Brave Girl
[La chica valiente]
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~Prólogo~
En la era de Kofun, conocida para otros como la era de Bronce…
Yamata no Orochi había sido sellado ante el Dios de los mares o de las tormentas y de las batallas, Takahaya Susanoo. Luego de esta batalla obtuvo de la cola, la espada que pronto seria conocida como 'Kusanagi no tsurugi' que estuvo guardada dentro de la serpiente de ocho cabezas; esto se fue entregado después de un conflicto a su hermana, Amaterasu, la Diosa del Sol. Como una muestra de disculpa a una pelea que tuvieron.
A su vez, Amaterasu ya poseía el espejo Yata y su hermano, Tsukuyomi no Kami, el Dios de la Luna, tenía el collar- la joya verde esmeralda conocida mayormente como el Magatama. Que pronto estos tesoros serian ofrecidos hacia los humanos. El Clan Kusanagi se le fue obsequiado por la Diosa Amaterasu, la espada 'Kusanagi no tsurugi', al Clan Yata se le fue otorgado el espejo conocido después como "Yata no kagami" y del Dios de la Luna le dio al Clan Yasakani la joya, quien poco después le dieron el nombre de 'Yasakani no Magatama'.
Los tesoros sagrados fueron llevados nuevamente hasta una segunda batalla contra la serpiente de ocho cabezas, Yamata no Orochi que rompió el sello ya consumiendo energía de las personas y manipulándolas hasta el gran quiebre del sello; el Clan Kusanagi encontró una doble espada en una de las cola de la serpiente pero esta terminó en manos de una joven campesina llamada Taisei, con una descendencia peculiar al Dios de los mares.
Nuevamente, la serpiente seria sellado pero luego surgirían conflictos de poder entre los Clanes Kusanagi y Yasakani. A futuro las ocho Almas de la serpiente buscaron un cuerpo físico e incluyendo espiritualmente para permanecer eternamente entre los humanos que pronto serian conocidos como los Hakkeshu… Los clanes han provocado una batalla donde ambos perderían a sus seres queridos y gente de su pueblo. Yasakani se había dejado manipular por Orochi, que poco después hizo un trato del cual llevaría conflicto a su descendencia y tomaría como objetivo como venganza acabar con Kusanagi: cada mujer al quedar embarazada perdía la vida al dar luz, el color de las flamas carmesí de este Clan se toma un color purpura con mezclilla azul también condenados con el disturbio de la sangre y una vez que toman conciencia en sí mismo…
Nunca podrán reparar los errores que han cometido bajo esta maldición…
…
Y con el pasar de los años se formó una nueva descendencia donde pocos integrantes donde las esposas de los clanes rivales se unieron, Ume Yagami, Daiki y Senia Kagura, Shizuka e Hinata Kusanagi, Leopold Goenitz, Gaidel Taisei y Chang (un aliado)…Sin embargo, las cosas se fueron complicando cuando uno de los integrantes que formaba parte del grupo fue asesinando uno por uno a los Hakkesshu que dejaban a un lado a Orochi.
El único objetivo era simple en su momento, unir a los cuatro clanes sin pensar que Taisei era conocido como un Clan más. Una vez unidos los integrantes buscaban darle fin a la maldición del Clan Yagami, para evitar la batalla de las próximas generaciones y para que los clanes rivales formen una tregua… Todos querían una respuesta para que el pasado no afecte a futuro y poniendo así la cura y la paz con los rivales principales.
El destino de cada integrante tuvo su principio y su fin, pero todo esto es el principio del fin…
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I. La ahijada del comandante
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«~No deberías preocuparte por tu destino como Orochi.
Deberías solo vivir tu vida…~» Gaidel Taisei
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(…)
Tenía esa sensación de que alguien la miraba. El tacto de unas cálidas y grandes manos que rozaba sus hombros tratando de abrazarla por última vez, esa figura masculina que se hacía desconocía le hablaba con orgullo pero manteniendo una voz quebrada al ver todo el caos que los rodeaba sin imaginar cuando esta pequeña retome su conciencia. Ella quería escucharlo, sentía la necesidad de abrazarlo pero no podía…
Cada vez se alejaba de ella, no podía sentir ni oír el afecto que ese desconocido le quería transmitir. Pero otro sujeto apareció para contemplar un cuerpo que se había derrumbado en el suelo, su espalda no subía ni bajaba al respirar y sus ojos ya estaban en blanco. El charco de sangre que salía bajo ese cuerpo le llegaba hasta los pies de la pequeña.
Ella observaba todo su alrededor, los habitantes de aquella aldea solo eran cadáveres pudriéndose, algunos fueron descuartizados de gravedad, dejando ver sus tripas y otros fueron degollados en el cuello o con una línea que le cortaba la garganta.
No podía evitar ver sus manos manchados de sangre, viendo los cuerpos de una mujer y de un hombre ahí tirados por separado, algo que solo podía llegar a la conclusión de que eran –sus padres-
Una macabra risa arrogante y llena de satisfacción como si estuviera haciendo un eco en pleno espectáculo con ver la gran trágica escena. Cuando la niña le dirige la mirada va perdiendo parte de su visión, como si, toda la escena se viera borrosa para ella; al no poder ver a ese sujeto, siente la palma de su mano apoyada sobre su cabeza
—Duerme, mañana será otro día—Su conciencia lo toma como una orden pero la niña quería verlo, pero su vista comenzaba a teñirse de negro.
—…M-Mamá, papá —Los llamó, no escuchaba alguna respuesta y todavía ellos seguían ahí tirados en el suelo. Ella cae bruscamente al suelo, quedando completamente dormida.
…
—Vaya, ¿Quién fue el causante de todo esto?
Escuchaba ella al abrir de a poco sus ojos. Escabulléndose entre las hojas de los arbustos para ver a un soldado de aproximadamente veintisiete años, con uniforme verde oscuro, botas negras., y un ¿parche? En su ojo izquierdo.
— ¿Qué habrá pasado en este lugar?—Se preguntaba al ver un charco de sangre que guiaba hacia los cadáveres masacrados con violencia. Cualquier persona podía sentir nauseas al ver el estado de cada cuerpo y lo peor de todo a los niños que fueron asesinados por quien sabe…
Entre los arbustos escucho un ligero ruido, dejando al soldado en un estado de alerta.
— ¿Quién anda ahí? —Interrogó. Se pone en posición de ataque pero baja la guardia al ver una pequeña silueta salir de ahí, quedando perplejo al ver a una niña de aproximadamente once años: con su vestimenta, de remera blanca y unos shorts de color marrón claro, toda manchada de sangre y mostrando en su inocente pálido rostro podía reflejarse el temor.
— ¿Dónde está mi mamá y mi papá? —Interrogaba la niña, mientras que sus ojos comenzaban a cristalizarse— ¿Dónde están? —volvió a preguntar y al no oír ninguna respuesta por parte de ese señor, cayó al suelo de rodillas y comenzó a llorar.
(…)
Un día normal, una muchacha de aproximadamente dieciocho años de cabellos azul marino, se levantaba de su cama al oír el despertador que marcaba las cuatro de la madrugada, era un horario a los que sus compañeros podían quejarse pero por otro lado, la cuestión seria que se trataba de una misión importante, donde ella y su equipo fue asignado. Tomo una ducha para relajarse un poco y se vistió utilizando blusa y shots cortos del mismo color verde terminando su conjunto con sus botas del mismo color pero solo de un verde con mezclilla gris.
—Maldición, ¿Por dónde habré dejado mis aretes? —Se preguntaba al buscar por los cajones de su mesita de luz. No obstante, el objeto que buscaba lo había encontrado dentro de una pequeña cajita azul. Ella lo agarró con cuidado por abrirlo para sacar sus aretes y colocárselo en el lóbulo de su oreja, haciendo una pequeña perforación —.Tengo que entrenar.
Bajaba por las escaleras de su hogar, no sentía la presencia de su padre en la cocina: su poniendo de que sigue durmiendo o que debe estar en su escritorio aun en sí, prefirió pasarse de largo dirigiéndose a la salida, que era la puerta principal. Al abrir, se percató que estaba allí esperándola el teniente Clark Still.
—Teniente—le hizo un saludo militar, en señal de respeto.
—Leona—la nombró. El hacia el mismo saludo en respuesta.
— ¿Por qué tan temprano? —Preguntó. Mirando la hora en su reloj de muñeca, podría decirse que ella se levantó una hora antes de lo esperado o dos horas antes quizás.
—Tengo que ir a entrenar—Respondió cortante, solo para no explicarse su motivo de levantarse temprano. Últimamente, pasaba por una etapa de pesadillas que la sacan de su cama y no puede dormir pensando que son sueños sin sentido, ni coherencia. Siempre se veía a ella misma de pequeña y viendo sangre por todas partes y una voz que no lograba entender exactamente las palabras: que movía su boca para hablar pero no había voz, no podía escuchar nada.
—De acuerdo —Asintió el teniente, sin sentirse conforme con lo que ella le dijo. Por debajo de su gorra fruncía el ceño quedando algo percatado por la repentina actitud de su compañera—Supongo que iremos juntos a entrenar.
Ambos se dirigieron al gimnasio donde poco después el soldado toma el inicio de trotar en pleno campo que era iluminado por los postes de luz que hasta el momento seguía hasta que salga el sol. Leona corría con su mente vagando en otra cosa, Clark la observaba con detenimiento y controlaba el tiempo con su cronometro; aunque poco después le avisó a su compañera que él continuaría con otra actividad.
Alguien dormía en el asiento de atrás de la camioneta. Ralf se habían despertado de manera alarmante al escuchar un ruido a causa de un disparo que provocó su compañero.
— ¡Hey! No sabes que todavía hay gente durmiendo —Reprochaba. El coronel abrió la puerta izquierda para salir de la camioneta.
—No tengo la culpa por haberte quedado bebiendo toda la noche, ¿Me explico? —Le contradecía. Clark retomaba su práctica con la puntería utilizando la escopeta.
— ¿Leona está entrenando? —Preguntó. Este miraba como ella golpeaba una bolsa de boxeo lleno de arena.
—Sí, camarada —Contesta. El teniente se coloca unos enormes auriculares para continuar con su puntería.
"¿Cuándo creció tan rápido?" Se preguntaba en su mente. El coronel la observaba disimuladamente "Es como si fuera que ayer era una niña inocente y hoy es toda una mujer" Desvió su atención para recordar a la pequeña niña.
~…~
El Jones había visto que su comandante estaba discutiendo con un señor, ni siquiera conocía a ese sujeto pero cuando noto la presencia de una pequeña de aproximadamente trece años, quien trepaba el árbol: un peculiar cabello azul y ojos del mismo color que se divertía de esa manera con un aire inocente y despreocupada, tanto como él y su comandante, notaron que aquella niña había subido en lo más alto de un árbol solo para terminar cortarlo a la mitad con una habilidad producida por sus manos: un ataque cortante muy efectivo sí, se entrena adecuadamente y de golpe crítico para el enemigo.
Quedo impactado por el ataque incluyendo a su comandante que se mantenía en charla con el sujeto de traje y con portafolio.
— Vaya, otra vez volvió a sorprenderme —Dijo Heidern cuando sonreía de lado.
— ¿Qué sucede con ese señor? —el coronel preguntó algo confundido con la presencia de esa persona.
—Me obligan a entregar a la niña que encontré —Respondió en seco.
—Lo lamento pero me piden que mande a la niña a un orfanato de Brasil — Le contradecía, el sujeto se mantenía en una postura firme e seria ante su comentario que le exigía una respuesta al instante para definir el traslado de la niña —Sabe que ella puede ser adoptada por alguien más, por una familia.
El comandante permaneció en silencio, como si estuviera visualizando en su mente el futuro de esta niña. Anteriormente, ya se venía planteando algunas cuestiones de la pequeña llegando así a una conclusión de su pasado, no es alguien que cree en las casualidades o en el destino pero al verla le recuerda a su única hija, Clara. No le agrada la idea de integrarla en la base con los peligros que hay pero…
Esa habilidad y la potencia que tenía para cortar el árbol capto completamente su atención. Para prevenir de los peligros del mundo decidió una sola cosa:
—No, la voy a adoptar —Respondió. Sus palabras determinaron el futuro de la niña y el coronel fue el testigo de la respuesta y de la dura aceptación del señor.
—De acuerdo, cuídela bien señor Heidern.
El castaño se acercaba a la pequeña, quien se ocultaba detrás del comandante. Ella no conocía a nadie de la base y solo miraba a la multitud de soldados que entrenaban.
— ¿Cómo te llamas pequeña? —Le interrogaba el coronel, interesado por conocerla ya que será la alumna e hija adoptada de Heidern.
—L-Leona, señor—Respondió, con voz tímida pero tratando de ser firme por el ambiente de la base Ikari Warriors.
—Ahora serás, Leona Heidern—Aclaraba el comandante.
—Vaya, la pequeña Leona.
El mercenario sonreía por la grata compañía que tendrá Heidern a lo largo de su camino, educando a Leona como su hija y cuidándola de todo. Sentía respeto y admiración por como el comandante se mantenía enfrentando al pasado trágico de su esposa e hija, un tema que solo Clark y él sabían.
— ¿Usted cómo se llama? —Preguntó, tomando un poco más de confianza hacia el amigo del señor Heidern.
—Coronel, Ralf Jones... —Contestó, siendo cortes con una cálida sonrisa pero le hacía un saludo militar por el cual ella lo imitaba.
La pequeña Leona había sonreído de lado al ver esa sonrisa como dándole la bienvenida.
—Coronel Jones—le llamaba Heidern, causándole un escalofrió a este, con esa voz fría e seria.
~…~
Ambos mercenarios se fijaron en la persona de carácter fuerte que se aproximaba solo para mostrarle un sobre con las siguientes letras selladas con cera de vela. "C.K."
— ¿Ocurre algo? —Interrogaba Ralf algo confundido con haber recibido el sobre en sus manos.
—Sí, hemos recibido una invitación al torneo—Contestó de manera cortante y seca.
—Comandante, ¿Va a participar? —Clark frunció el ceño con su pregunta.
—No, esta vez no. Coronel, habrá un reemplazo —Le informaba al ver a su ahijada, el teniente Still se había percatado un poco al oír la conversación de Heidern con Ralf.
— ¿Quién? ¿Leona será su reemplazo? —Preguntaba el teniente algo percatado por la noticia.
—Exactamente, Leona, será mi reemplazo en el nuevo torneo. Eso sí, debemos investigar —Aclaraba Heidern agregando un tema más en la conversación— .Aparte de la misión, me gustaría que la cuiden.
—De acuerdo, la cuidaremos — Afirmaba haciendo un saludo militar.
Heidern se había encargado de hablar en privado con su ahijada, mientras que Ralf le informaba a su compañero, Clark Still, quien no sabía mucho sobre el tema, pero vio aquella carta que pertenecía al torneo del '96.
—Leona, será nuestra nueva compañera.
— ¡Es una gran noticia carnal! —El coronel controlaba la emoción que tenía por la nueva ingresante, solo para verla participando si llegaban al caso de pelear —.Debemos prepararnos para el combate.
—Claro, debemos entrenar con Leona, la ahijada del comandante—Dijo Clark al sonreír de lado —.Podemos conocerla mejor.
Continuara…
N/A: Como verán voy a hacer un remake de algunos capítulos que calculo que hasta el capítul van a tener su remake y el resto no va a cambiar nada. Se supone que iba a cambiar la edad de Leona pero tengo mis dudas jaja quizás en otro momento lo haga pero hasta ahora se sigue quedando con la edad de 18 años. Puede que las edades de cada personaje se modifiquen un poco o queden congelados ¿Me explico? Sobre cada torneo puedo admitir que pueden pasar años o meses de eso no estoy del todo segura pero va hacer algo así.
Respecto al prólogo, sobre la madre de Iori es que me estoy inspirándome sobre un manwa (creo que se dice así) No literalmente, pero hay conceptos que yo misma me pregunto "¿Qué pasaría si…?" Lo mismo sucede en el caso de Leona. Seguiré actualizando de a poco, cuando este fanfic termine creo que voy a llorar :')
Porque ya cumplió tres años de esta historia que cree por la cual todos le dieron su apoyo valoraron mis locas ideas y mi esfuerzo al actualizar. Muchas gracias por eso.
Espero que les haya gustado este remake, solo es para desarrollar un poco más algunas cosas que me parecieron muy cortas xD
¡Saludos y cuídense!
Atte.J.H (c)
PD: ¡Que tengan feliz navidad y un feliz prospero año nuevo! :)
