Ranma ½ no me pertenece escribo esto por entretenerme y entretener sin ánimos de lucro, ¡gracias por leer!

Att: kalpana R.S

Capítulo 1

El invierno acababa y el deshielo comenzaba, las montañas lucían en todo su esplendor y los ríos corrían con majestuosidad. Los camiones y tanques militares pasaban de vez en cuando por las carreteras pues eran épocas de amenaza a la nación

El día comenzaba y ya se escuchaba un coro por jovencitos entonando el himno a Japón, frente a ellos estaba una chica que resaltaba entre los demás pues se encontraba dando la espalda a la bandera. Su madre al notar la risita de una chica volteo a verla y se apresuro a corregirla, la tomo delicadamente de los hombros y la hizo girar haciendo a todos ver lo linda que era ella.

La chica de largos cabellos azulados soltó una encantadora risita ante su error y continuo saludando y entonando el himno con devoción y respeto, amaba la nación en la que vivía.

La ceremonia termino y todos se retiraron a sus respectivas casas, en una de ellas la figura de un hombre maduro y su esposa tomaban el te con su hija, el hombre de tez cobriza tenia una expresión de preocupación en su rostro.

-todos nuestros mañanas se basan en nuestros presentes, lo que elijamos hacer hoy decidirá lo que ocurra mañana. La elección no esta entre el bien o el mal, eso es fácil, las elecciones reales de la vida se escogen entre el menor de los males o el mayor de los bienes- explico de manera solemne el hombre de largo cabello obscuro y bigote- ahora dime akane ¿Qué escoges? ¿Cuál es tu elección?

La bella jovencita era muy parecida a su madre con sus grandes y expresivos ojos color avellana y su largo cabello negro con destellos azulados, era su viva imagen, solo con una diferencia…. No podía ver.

Su angelical rostro de porcelana denotaba incomodidad ante la plática frunciendo el ceño, manteniendo la mirada perdida y sin parpadear.

-¡oh deja sola a mi niñita! –Interrumpió la mujer a su lado –solo escucha a tu corazón, no la filosofía de tu padre – sonrió al decir esto mientras su esposo negaba con la cabeza un poco ofendido –soun haz el intento de tomar algunas decisiones con todo el corazón en vez del cerebro ¿y bien akane?- insistió ahora ella amorosamente.

-papa, mama… realmente no puedo decidirme -sonó por primera vez la voz mas joven, sentía que no podría con una decisión tan importante ¡por dios! ¡Si esa misma mañana se había equivocado al saludar la bandera! –hare lo que ustedes me digan- respondió tomando su bastón y levantándose de la mesa con agilidad, cualquiera que la viera dudaría de su ceguera – iré a descansar, con permiso- se despidió retirándose bajo la mirada vigilante de ambos.

-¿con que esas tenemos? Esta decidido, akane no ira a Tokio-exclamo el hombre alegre levantándose de su asiento. Su mujer simplemente soltó una risita y se levanto.

-encontré a mi príncipe ¿Cuándo encontrara akane el suyo? –Pregunto llegando a su lado-¿Cuándo algún futbolista golpee su cabeza con una pelota?- se mofo la mujer recordando como lo conoció a el.

-¿algún arrepentimiento?- cuestiono soun temeroso posando sus ojos obscuros en los claros de ella.

-¿arrepentimiento?- sonrió por la inseguridad de su marido a pesar de tantos años juntos- alabo a dios cada día que "el gran Soun Tendo" perdió de vista la meta y me golpeo en la cabeza.

-fue la peor patada de toda mi vida – se lamento al recordar el ridículo que había hecho ese día.

-¿arrepentido?-pregunto ahora ella con falsa amenaza en su voz.

-¿yo? Jamás, ¿Por qué crees que fui todos los días al hospital por una semana? eso ah sido lo mejor que me ah pasado en la vida ya que por eso te conocí, nos casamos y tenemos una hija maravillosa- hablo abrazándola afectuosamente, ella accedió sin problema al cariño de su cónyuge recargando su cabeza en el pecho masculino.

- no es posible que detengas a nuestra hija por siempre con nosotros, ella debe decidir su futuro y aquí en casa no encontrara a ese príncipe que todas las mujeres esperamos.

-pero Naoko, es que ella es todavía una niña.

-no querido cuando yo te conocí era menor. Recuerdo que desde el momento que abrí los ojos fue tu rostro lo primero que vi y ya jamás pude ver otro que no fuera el tuyo

-si mi amor pero….

-¡querido!- lo interrumpió - debemos aceptar que… si akane no va a Tokio… puede tener que vivir el resto de su vida sin ese alguien especial, casi no la dejamos salir aquí y temo que por eso quizá ella nunca se casara-confeso con una voz triste al imaginar a su pequeña sola en el mundo -¿y cuando nos vayamos quien mirara por ella? le debemos dar a ella la oportunidad de vivir su vida, necesitamos dar soporte a su independencia, ser su fuerza no su debilidad.

Soun dejo escapar un suspiro cansado de discutir con su amada esposa, simplemente tenia razón, no podía dejarse dominar por el miedo que tenia pero su corazón se estrujaba al imaginar a su pequeñita lejos de su protección.

-esta bien-acepto al fin esperando no arrepentirse a futuro de su decisión.

Los días pasaron muy rápidamente hasta llegar a la fecha de partir a la capital de Japón, entre la multitud de personas que se encontraban en la estación un par de chicas que caminaban apresuradamente para subir a su tren.

-que ya te dije que no te llamare así kasumi, es ridículo –decía molesta una.

-pues yo te prohíbo que me llames de otra forma que no sea ka-chan-respondió de igual modo la joven a su lado.

-lo que usted ordene su alteza- dijo con palpable su ironía- apropósito tus bolsas pesan mas que tu cerebro.

-obviamente ¿Qué no has oído ese dicho?

-¿Cuál?

-"el búfalo es mas grande que el cerebro"- sonrió orgullosa.

-no boba-interrumpió una tercera voz en la plática dándole un liguero golpe en la cabeza- es: "el cerebro mayor o el búfalo"… creo

-¡hay Na-chan!-se quejo adolorida kasumi.

-¿Na-chan? ¡No es Na-chan! ¡Es Nabiki!, no se por que ustedes insisten en distorsionar tanto los nombres

Las dos jóvenes de cabello y ojos castaños se miraron entre si con una sonrisa burlona y después miraron a su amiga de vuelta.

-¡si U-chan!-exclamaron las dos al unisonó para después subir al tren dejándola estática.

-¡que no es U-chan es Ukyo!- grito ofendida escuchando las risas de ellas-¡oigan al menos ayúdenme con las maleta flojas!-soltó un bufido subiendo también al tren con dificultad, nabiki siempre se aprovechaba de ella por su astucia y kasumi por su dulzura… la única que salía perdiendo siempre era ella.

-¡oh dios mío…!-grito una melodramática voz femenina entrando al vagón donde las tres castañas platicaban- ¡Están en mi lugar!- termino de decir haciendo que todas rodaran los ojos fastidiadas- a mi me toca cerca de la ventanilla, quítate ukyo quítate- exigió a la linda ojiazul.

-siempre es un gusto verte asuza- sonrió forzadamente tomando sus cosas y cambiándose de asiento frente a ella.

-eso lo se, lo se- decía la chica acomodándose en su lugar - tenemos que representar la actuación principal el día de la república en el palacio del presidente delante del ministro primario de Japón ¿y que tengo para lograr con astucia eso? Un montón de gatos monteses- comento prepotente mirando por la ventanilla.

-si somos gatos monteses seguro nuestro líder no llega ni a eso-murmuro ukyo lo suficiente alto como para que todas la escucharan y rieran a carcajadas.

-¡hey! ¿Quién dijo eso?- pregunto asuza ofendida buscando a la irrespetuosa muchacha entre las tres que reían.

Cerca de ahí, los asientos de a un lado soun y su esposa Naoko se despedían de su hija sin poder esconder su nerviosismo pues era la primera vez que la chica viajaba sola y para los dos era terrible, la ceguera de su bebe solo lograba ponerlos mas nerviosos.

-akane linda ¿llevas tu labor de punto?-decía Naoko acomodando cuidadosamente la ropa de la joven que consistía en un vestido rosa con estampado de flores rojas.

-cuando estas tensa hablas cualquier cosa mama: "¿llevas tu labor de punto?" O "¿guardaste bien el boleto?", "no te bajes en ninguna estación del camino"…

-dios te preserve mi niña-interrumpió soun abrazándola con fuerza y apenas reprimiendo las lagrimas que amenazaban con salir de sus ojos.

Al separarse salió lo más rápido que pudo ignorando el llamado confundido de su hija.

- cuando papa esta a punto de llorar su voz cambia y también su forma de andar-rompió akane el abrumador silencio que comenzaba a reinar ahora que estaban solas.

-Si, el no puede llorar delante de todas estas chicas-la apoyo Naoko mirándola fijamente - pero yo no tengo tal problema- su voz se quebró y la abrazo sin poder reprimir mas las lagrimas, podía por un tiempo fingir que era fuerte pero todo tenia un limite.

-¡mama!-la jovencita preocupada por su madre intento secar sus lagrimas y tocar su rostro descubriendo una expresión acongojada -¿Por qué lloras mama?

-amorcito se que tienes que hacer esto pero no se por que… tengo miedo- confeso sinceramente un poco avergonzada. La peliazul sonrió al escucharla decir aquello mientras desasían el abrazo.

-¿a que le temes? ¿A que puedas perderme por algún príncipe?- dijo lo ultimo con un poco de burla.

-ah ojala, quisiera que te tratara como una reina y te diera todo lo que quisieras

- ¿un mozo en la posición correcta para recoger mi equipaje?-volvió a burlarse obteniendo un golpecito en su rodilla por parte de su mama ante la falta de seriedad en el tema.

- no un mozo y ningún equipaje viejo, el tomara tu corazón con… ¿alguna poesía? Tal vez… "alguna que otra vez meto este sentimiento en mi corazón de que usted estaba hecho solo para mi…"-comenzó a recitar.

-"usted vivía en las montañas en alguna parte antes de que hubiese yo"- continuo con la poesía de su madre.

-"usted ah sido traído a esta tierra firme solo para mi"- recitaron finalmente las dos al unisonó soltando una risa divertidas por su buena coordinación, la poesía era una de las cosas que mas disfrutaban.

Su alegría se vio interrumpida por el sonido de la campana que anunciaba la salida del tren, era hora irse.

-dios te preserve mi bebe, que dios te guarde bien- se despidió Naoko besando su frente.

-dios te guarde a ti mama- respondió akane con repentino temor en su voz, ahora era totalmente consiente de que se iría lejos de sus padres a un lugar totalmente desconocido.

-que tengas un buen viaje y recuerda rezar por mi en el templo- grito su mama sacándola de sus cavilaciones.

-si, mama

-kasumi recuerda llevar a akane para hacer un examen de vista a la gran ciudad y recuerda tenerle mucho cuidado a mi niña

-si tía-sonrió dulcemente despidiéndose con un ademan.

-tranquila tía, no se preocupe que yo estoy aquí ¿verdad?- interrumpió nabiki orgullosa peinando su corto cabello canela.

-eso es a lo que le tengo miedo nabiki- bromeo Naoko soltando una risa mientras la chica hacia un puchero.

-es Na-chan tía, Na-chan

-¡adiós akane amor, adiós niñas!-grito saliendo y bajando del tren.

Camino unos cuantos pasos hasta llegar con su esposo el cual limpiaba sus lagrimas desesperadamente para que nadie las notara y lo abrazo, su esposo correspondió el abrazo acariciando su rostro con una leve sonrisa conciliadora, sabia que no era el único sufriendo y su mujer necesitaba también de su apoyo.

-¡mama, mama!- interrumpió en ese momento el grito de la peliazul quien asomaba y agitaba su brazo por la ventanilla.

Sus padres se soltaron y corrieron a verla asustados y temerosos de que se sintiera mal.

-¿estas bien akane?-preguntaron los dos a coro mientras la mujer tomaba la mano de su hija.

-si lo estoy, gracias papa, mama- contesto soltando una risita traviesa - solo quería preguntar algo, ¿como voy a darme cuenta cuando encuentre de verdad a mi príncipe? –pregunto nerviosa a su madre.

-no te preocupes por eso, tu corazón te lo dirá linda.

-y si ese príncipe me dice alguna poesía ¿Qué debería yo decir?- pregunto al mismo tiempo que el tren comenzaba a avanzar de poco a poco con ellas aun sosteniéndose.

-"que la respiración de mi vida encuentre refugio en tu corazón, destruida en tus redes de amor… mi vida váyase"- grito poéticamente Naoko soltándola por la velocidad que iba en aumento- ¡adiós hija!

-¡adiós mama, papa! Los amo- grito a todo pulmón deseando que ser escuchada por los dos.

El camino fue considerablemente largo pero para akane fue fantástico el por primera vez sentir la brisa fresca del aire golpeando su rostro, no podía ver los maravillosos paisajes por los que pasaban pero estos eran descritos cuidadosamente por kasumi, podía sentir que el día era brillante y acogedor gracias al calor que daban los rayos del sol en cada parada que hacia el tren pero aun así no podía dejar de sentirse perdida y agradecía profundamente el estar en compañía de su amiga ukyo y sus primas, lo único que le incomodaba un poco era que Nabiki se desvivía vigilándola.

Cuando finalmente llegaron, la líder del grupo las llevo directamente a un hotel cercano donde al parecer era solo para gente muy importante, la elegante chica llamada asuza entro al hotel abriendo plaza como era su costumbre gritando y demandando lo que le pertenecía por hospedarse ahí, todas dejaron sus cosas en sus respectivas habitaciones y la encargada contrato un guía para conocer los centros turísticos de la ciudad.

Al día siguiente el grupo de chicas bajaron dispuestas a empezar con su recorrido turístico.

-¿puedo ayudarlas en algo?-pregunto un pequeño hombrecito de mirada triste agachándose en lo que parecía una reverencia.

-si, escúchame atentamente, ayer los contrate, estamos aquí por quince días en total, son trece días antes de la función y dos mas para el descanso. - explico rápidamente mirándolo con desdén - quiero visitar la capital mientras estamos aquí no su cabeza calva –añadió groseramente al ver que la reverencia se estaba prolongando demasiado- ¡póngase derecho hombre!

-ni siquiera soy un hombre mas, señorita después de los años de reverencia para los oficiales de gobierno eh llegado a esta condición apenada, estoy seguro de que si tuviera hijos ellos nacerían también agachados o doblados- se lamento el hombre sumisamente.

-no tengo interés en su programa de planificación familiar ¿Dónde esta nuestro guía de excursión?- lo ignoro avanzando a uno de los autobuses donde estaba la figura de un muchacho recargado despreocupadamente en la puerta, su aspecto era sumamente delicado y un poco extraño.

– ¡hey tu, cartoon network! ¿Por qué no salimos aun?- molesta por la tardanza en la salida.

-mi nombre es gusonkugi… no cartoon network-la corrigió un poco incomodo.

-pues eso es lo que parece, ahora dígame ¿cual es el problema aquí? no es posible que salgamos con retraso ¿acaso su guía no supo el horario? ¿Dónde esta?

-bueno el esta…

- no se preocupe señorita, hare que esos minutos perdidos sean recuperados con inolvidables experiencias y paisajes que jamás olvidara… -interrumpió una aterciopelada voz muy varonil, la pareja callo al momento y al igual que todos buscaron con la mirada al responsable pero no encontraban nada a su alrededor- el tiempo se detendrá para dar paso a la magia y belleza característica de nuestro Japón-continuo la voz asomándose el joven rostro de un muchacho desde lo alto del autobús –es una promesa - declaro bajando con un ágil brinco desde lo alto del autobús donde el descansaba hasta caer incado –Ranma Saotome es mi nombre- se presento finalmente dejando ver a detalle su rostro.

No mostraba mas de solo quince años pero a su corta edad ya parecía ser bastante fuerte, su largo cabello negro azabache estaba recogido en una peculiar trenza que colgaba sobre su espalda acompañado de un rebelde fleco que enmarcaba un rostro increíblemente atractivo, mostraba unas cejas obscuras sobre sus ojos azul grisáceos y un atlético cuerpo digno de envidiar atreves de su ropa tradicional de china, usaba una camisa china color carmín sin mangas y unos pantalones azul obscuro, todo esto acompañado de unas alpargatas negras.

Todas la mujeres presentes aplaudieron emocionadas por la original entrada pero sobre todo por lo atractivo que era, sin duda había logrado sorprender a todos y ranma lo sabia, sabia que había logrado sacar mas de un suspiro con su "belleza" en conjunto de su agilidad así que no pudo hacer mas que sonreír arrogante.

Sus profundos ojos claros como el cristal recorrieron lentamente el grupo de mujeres notando cada cara mas emocionada que la anterior hasta que llego a una que ni sonreía ni aplaudía, ranma miro sumamente sorprendido a la bella jovencita que fruncía el ceño confundida.

-mejor detenga ese verso tonto de comercial –interrumpió asuza perdiendo el interés al ver las poco discretas miradas del ojiazul sobre su compañera - ¡vámonos! ¡Vamos niñas arriba, arriba suban! - ordeno subiendo con aires de grandeza mientras todas la imitaban cuchicheando del guía tan "interesante" que tenían.

Entre ellas subió nabiki la cual platicaba animadamente con kasumi olvidándose un momento de akane, la cual permanecía totalmente igual sintiendo la mirada constante de alguien sobre ella.

- ya que no aplaudes creo que seria amable de tu parte darme la mano para poder levantarme – pidió ranma seductoramente extendiendo la mano al ver como ella permanecía igual aun con la mirada perdida, cosa que le pareció un poco extraño pero no le tomo importancia hasta que ella extendió también la mano un poco mas abajo, confundido ahora el desvió sus ojos a su otra mano y noto el bastón dándole sentido a todo -ah ya entendí… ¿eres ciega?

-¿justo ahora lo notaste? Creo que el ciego aquí es otro - respondió un poco a la defensiva pues nadie había sido tan tonto en decirlo de una manera tan poco sutil.

Ranma sonrió cínicamente divertido con su notorio carácter explosivo, debía admitir que tal vez había metido la pata en la manera de decirlo pero a veces era muy torpe hablando. Sin más tiempo perdido tomo la delicada extremidad y se levanto.

Cuando tocaron sus manos una electricidad interior se hizo presente entre ellos, de la cual tardaron unos segundos en recuperarse.

-gracias a dios no lo soy-contesto sin soltar su mano, era sumamente suave la piel de la joven.

-algo muy bonito que decirle a una persona ciega-dijo akane con ironía soltándose de su agarre ya no molesta sino un tanto triste.

Ranma hizo una mueca maldiciéndose a si mismo por su estupidez, otro error de su lengua tan larga pero había respondido sin pensar y ahora debía decir el por que de su dialogo tan cruel.

-me alegra por que si fuese ciego no podría haber visto la cosa mas bella del mundo… tu- murmuro roncamente causando un fuerte sonrojo en ella que la hacia lucir angelical, simplemente perfecta - "su belleza hizo a dios equivocarse, el debió enmendarse así que le quito sus ojos para protegerla de su reflejo"-recito esperando que con eso lo perdonara.

Akane sonrió sin poder evitarlo, emocionada por tan linda frase hacia ella, la gente solía decir que era bonita pero a ella nunca le intereso ¿Por qué ahora repentinamente la colmaba de alegría un alago tan común para ella? Quizá por que no había sido común la forma que había aplicado.

Entre tanto ranma miraba fascinado como la jovencita acomodaba su cabello tras la oreja derecha haciendo más notorio el carmín de sus mejillas el cual había aumentado considerablemente.

-¿A- chan qué pasa? ¿Por que no subes?- interrumpió Nabiki el momento - estamos retrasados y asuza esta histérica por irse.

-ah si ya voy Na-chan, lo siento.

-¿Na-chan? –pregunto ranma a la castaña riendo -Exactamente ¿que clase de apodo es ese? ¿Es su nombre o el de su perro? –comento aun mas divertido pero la verdad es que lo hacia como una venganza a su intromisión.

-¡idiota!- exclamo ofendida ayudando a su prima con los escalones del autobús.

Akane se dejo llevar un poco incomoda por las palabras de ranma, parecía no ser nada tímido y bastante maleducado, no sabia por que pero… le agradaba.

-es aquí A-chan siéntate –indico nabiki y las dos se sentaron juntas.

El autobús arranco lleno de jovencitas alegres platicando o bromeando entre si pero eso no le interesaba a ranma, algo extraño en alguien como el, había muchas chicas lindas y en otra ocasión conquistaría a mas de una pero ahora se encontraba cautivado con la señorita que estaba frente a el tejiendo, A-chan la había llamado su prima con nombre de perro y se lamentaba profundamente por ello. Más que desear necesitaba saber su nombre.

–hermosa- musito sin dejar de verla entretenerse con su tejido, akane se sintió torpe pero supo controlar su nerviosismo y actuar normal– si solo fuese yo un rollo de lana- hablo nuevamente el azabache deteniendo a la joven – si solo fuese yo un rollo de lana envuelto alrededor de sus dedos….

-entonces yo lo cortaría con las tijeras- amenazo nabiki mientras akane continuaba con su labor y varias compañeras reían emocionadas.

- que feliz será la persona que use ese suéter tejido por sus cálidas manos, ese calor es el que tendrá la feliz persona que lo use –comento ignorando a la prima de la peliazul que sonreía levemente.

- júralo que tu no tendrás esa dicha –interfirió nabiki –y tu akane deja promover tanta tontería.

Ranma formo una sonrisa de medio lado dichoso al saber al fin su nombre.

-"no soy el jazmín soy la rosa…. No soy el jazmín, soy la rosa, soy su admirador de toda la vida, no un amigo sentándose cerca"- recito y todos en el autobús rieron o aplaudieron alegres.

-¡hey guía tu poesía de dos yens no va a surtir efecto aquí!

-¿Para quién estas tejiendo ese suéter?- pregunto a la peliazul ignorando a su prima como las veces anteriores.

-ese suéter es para un príncipe, no para un pobre diablo como tu y ya déjala en paz si realmente estuviera interesada en tu basura ella hablaría y no estaría callada.

-ah pues yo seria dichoso de ponerme ese suéter no me importaría que fuese en primavera –dijo sacándole otra risa a la joven de orbes avellana.

-akane solo no le dirija ni una palabra, usted no conoce a los hombres

-oh y supongo que usted los conoce muy bien-se burlo el azabache.

-¡guía estúpido!-nabiki estaba comenzando a odiarlo en verdad.

-"si usted se sienta en silencio lo lamentara, tantas veces después de que el amor haya despertado el silencio es mas fuerte"- las chicas emocionadas aplaudieron mientras nabiki rodaba los ojos fastidiada y fue entonces que en ese momento la voz de akane se dejo escuchar:

-"no hay limites para el deseo humano, después de nuestras dos yardas de tela de entierro todavía queremos nuestras dos yardas de tierra firme"-recito obteniendo tantos aplausos y alabanzas como el chico.

-vaya aparte de tener una enorme belleza también tienes un gran talento poético – le apunto con el dedo aun sabiendo que no lo notaria -"mirare de frente al dolor, confrontare cada prueba colocada para mi pero por el bien de su amistad querido amigo aun amare a mi enemigo"- hablo nuevamente lanzándole un beso dulce a akane que reía divertida y uno burlón a la nabiki la cual lo fulminaba con la mirada.

Todas aplaudieron a los dos finalmente llegando a su destino, las chicas bajaron del autobús para comenzar con el recorrido turístico por uno de museos mas populares de la ciudad, nabiki llevaba a akane del brazo y seguía al grupo mientras el guía comenzaba a dar su explicación.

Así pasaron casi una hora en la que el explicaba y avanzaban, de vez en cuando pasaban frente a el mujeres lindas y se desconcentraba por un momento pero sabia enmendarlo a tiempo, antes de que la hermosa peliazul notara algo. Por desgracia nabiki era otra cosa y estaba bien consiente de sus miradas con toda aquella femenina que se cruzara en su camino, ese no era la clase de hombre para su prima.

Caminaron hasta unos escalones donde el chico se apresuro a ayudar a akane, sabia que no lo necesitaba pero eso no le importaba, el solo tomaba cualquier pretexto para poder estar cerca de ella.

- yo puedo manejarme -indico al tiempo que se dejaba guiar por el.

-no es acerca de cómo te manejas tu, si no de cómo me manejo yo alrededor de ti- confeso llegando al final de los escalones, en ese instante su móvil sonó en una tonada mas discreta de lo que se podría esperar para un adolecente como el - disculpen –reviso el numero y su semblante se volvió mas serio de lo usual -permítanme un momento debo de contestar esta llamada –el se alejo considerablemente para contestar dejando a todas paradas. Algo raro tenía ese guía y tenia que ver con esa llamada.

Notas de autora:

¡Hi, hola, nihao, Namaste!

¿Qué tal? ¿Les gusto? ¿Aunque sea tantitito?

Esta es una historia un poquito diferente, su género es romance (como siempre) pero ahora incluye acción y claro, eh de decir que soy nueva en eso pero pondré todo mi empeño en lograr unas escenas presentables jeje. Respecto a los apodos (Uchan, Kachan, Nachan, Achan… etc) jejeje la verdad es que no se si así se diga pero esta claro que yo lo hago en sentido humorístico (al menos en el caso de kasumi y nabiki) si me equivoque pueden corregir n.n.

También puse a las hermanas de akane como primas y saque a la señora Tendo (pensé en llamarla kaoru pero creo que hace mucho leí un fic donde su nombre era Naoko así que se quedo ese) además akane esta ciega pero todo es por algo al igual que en mis otros fics, aquí ranma es un poco cínico y mujeriego pero procurare no recalcar mucho eso (que a mi gusto a veces es un poco incomodo eso del womanizer)

En fin, creo que seria todo espero poder actualizar pronto, gracias por leer esto, dudas, comentarios y quejas ya saben dónde

¿reviews?

¡Goodbye, adiós, sayonara… alvida!

ATT: Kalpana R. Saotome