Así que.. comenzamos, espero que les guste este fic :) Es el primero que escribo así que no sean muy duros conmigo ;)
Agradecimientos especiales a mis editoras y primeras lectoras: Nuni, Karla y Elgy. Además de a los que me incitaron a escribir nuevamente, gracias Nacho.
Disclaimer: Todos los personajes le pertenecen a Stephenie Meyer.
Abrí los ojos lentamente, tratando de acostumbrarme a la poca luz, al principio, solo vi negro, oscuridad, poco a poco se fue aclarando mientras parpadeaba rápidamente. Me encontraba sobre el piso, en medio de un montón de verde, me senté rápidamente mirando a mi alrededor, estaba en un... ¿bosque? O así creía que se llamaba…
Ese pensamiento me puso alerta, ¿que pasaba? ¿Donde estaba? ¿Quien era yo?, no había nada, nada. Todo era negro como cuando abrí mis ojos, como si esa negrura se hubiera metido en mi cabeza, no había nada, empecé a respirar rápidamente, presa del pánico, no entendía que estaba pasando, lo único en ese momento que podía sentir era un leve ardor en la garganta, que identifique como sed y miedo, mucho miedo.
Me arrincone debajo de un árbol con la cabeza entre las manos, cerré los ojos, pidiendo para mis adentros que todo se acabara, pasaron unos cuantos minutos y abrí de nuevo los ojos, seguía sin saber nada, sin reconocer nada, tenia un sentimiento dentro, que no podía sacar, salían sollozos de mi boca, pero sentía que faltaba algo. Entonces la vi, mi primera visión, mis ojos se nublaron por unos segundos y…
"El estaba delante de mí, ambos estábamos de pie en medio del bosque, me sonrió y levanto su mano lentamente hacia mi rostro
-Mi Alice- sonrió de una forma infinitamente cálida, recargue mi cara en su mano y…"
Parpadee rápidamente y la visión se esfumo, levante mi mano inconscientemente tratando de aferrarla a mi. ¿Que había sido eso? Me senté en con la espalda recargada en el tronco, tratando de encontrar el significado de lo que acababa de ver.
-Alice…- repetí en voz baja –yo soy Alice- fruncí el ceño, de alguna forma sabia que lo que acababa de ver era real, o sería... algo dentro de mi me decía que así sería y que debía de confiar en lo que veía, eso me ayudaría… ladee la cabeza pensando en aquello, quizás podría…
Fije mi mirada en un punto, y pensé en el, pasaron unos segundos, o minutos, no estoy segura…
"Estaba parado frente a mi, tan perfecto como siempre, se acerco y tomo mi mano, acariciándola ligeramente con su pulgar…"
La visión me sorprendió, saque el aire de golpe… y lo perdí.
-¡Demonios!- dije en voz alta, aunque sabia que no había nada a mi alrededor, por lo menos sabia que podía provocar las imágenes, si me concentraba, me pregunte que mas podría ver, espere por unos segundos, pero nada paso… hice una mueca, estaba un tanto desesperada, pensé que tal vez seria mejor mirar en los alrededores, tal vez así sabría a donde estaba, o vería algo que reconociera.
Me levante lentamente y camine sin un rumbo en especial, simplemente explorando lo que me rodeaba, después de unos minutos de deambular por el bosque con algo de miedo, encontré un pequeño y apenas visible sendero, lo seguí, tal vez encontraría algo o alguien que me hablara de lo que pasaba. El sendero siguió serpenteando por el bosque por una largo tiempo ¿Cómo había llegado yo hasta allá? Una nueva pregunta que se sumaba a mi ya larga lista. Después de unas horas de caminata, una figura se comenzó a dibujar a lo lejos, un gran edificio, que se veía un tanto viejo y destartalado, por alguna razón el edificio me ponía alerta, me acerque cada vez mas lentamente hasta llegar al final del bosque desde ahí contemple al enorme edificio que se paraba frente a mi, algo dentro me dijo ¡corre! El edificio me provocaba miedo, pavor, eran pocos los adjetivos para describir esa sensación en el pecho, me gire y corrí lo mas rápido que pude, los arboles se volvieron manchones, regresaba por el camino que había tomado, solo que lo que me había tomado tanto tiempo recorrer, ahora solo habían sido unos cuantos segundos. Me detuve recargándome de nuevo en el mismo árbol de hacia un rato, de algún modo, había seguido mi propio aroma hasta el mismo lugar, además estaba segura de que lo era, recordaba cada uno de los pequeños detalles, cada hoja, cada rama… suspiré y me tendí en el piso, no sabía que era lo que me había causado tanto temor de aquel gran edificio, pero sabia que nunca regresaría ahí…
Me acosté ahí mismo, abrazando mis rodillas, tratando de saber, de encontrar que era lo que pasaba, las razones que me habían llevado a ese lugar, que eran esos "recuerdos" o lo que fueran que llegaban a mi, quien era el chico en esos recuerdos?... su rostro, su rostro en la nada me confortaba, me daba una luz, algo a lo que asirme y no perderme, cerré los ojos tratando de perderme y no pensar, pero mi mente parecía ser muy amplia, y pensaba en todo a la vez, en vez de callarla, la concentre en una sola cosa…. él.
No se exactamente cuanto tiempo estuve de esta manera, analizando, pensando, tratando de recordar, sin llegar a ninguna conclusión, debió de pasar un buen rato pues después de un tiempo pude sentir algo cálido en mi piel, al abrir los ojos, note que la luz había cambiado considerablemente, ahora era de día. Parpadee ante la nueva e intensa luz que daba matices nuevos a todo lo que me rodeaba, los colores parecían acentuados y todo con más vida. Después de unos segundos de contemplarlo todo con esta nueva luz, me percate de unos pequeños destellos, arcoíris de luz, baje mi mirada, y me di cuenta que salían de mi piel, era como si la luz se reflejara en ella, creando hermosos colores y patrones, observe mi piel, moviéndola hacía un lado y hacía el otro, viendo como danzaban las luces sobre ella, preguntándome porque no se reflejaba la luz de la misma manera en otras cosas, como las hojas, los arboles, el suelo.
A pesar de que me parecía interesante, la luz no logro mantenerme ocupada por mucho tiempo, había algo que poco a poco iba dominando mis pensamientos, y eso era… la sed… sentía cada vez mas fuerte como si algo quemara mi garganta, me dolía y sentía que de alguna manera debía calmarla, pero no sabía como, camine de nuevo por los alrededores, pero tomando la dirección contraria a la que había tomado la vez anterior había un olor que me atraía en el aire, que me llamaba la atención, pero no estaba segura de que era, lo seguí por un rato, tratando de acercarme a la fuente de ese aroma, cada vez con mas avidez, pues mientras mas me acercaba, mas ardía mi garganta. Después de un rato de búsqueda me quede quieta, pude escuchar primero que algo se movía, después de unos segundos a unos 100 metros delante de mi salió de entre la hierba un venado, no tarde mucho en descifrar que de ahí venia aquel aroma que tanto me atraía.
Era increíble la forma en que ese pequeño ser me atraía, me llamaba, o por lo menos algo en el, sabia de alguna forma que debía alimentarme de él, pero no estaba muy segura de que debía de hacer. No lo pensé mucho simplemente me deje llevar, salí disparada hasta donde el venado se encontraba, pero a mitad del camino, me quede congelada, de nuevo esas visiones, no encontraba mejor forma para describirlas…
"Corríamos por el bosque uno al lado del otro, el me dedico una de sus sonrisas, la cual correspondí, me parecía que el era la cosa mas perfecta que hubiera visto en mi existencia, y me sentía en extremo afortunada de tenerlo a mi lado. Ambos escuchamos movimiento a unos kilómetros de distancia hacia el este de donde estábamos.
-Hora de la cena- volteo a verme de nuevo sonriéndome esta vez emocionado y ambos salimos disparados. Corrimos entre los arboles sin separarnos casi el uno del otro, algo así como dos imanes que se atraen, a los pocos minutos, vimos a un grupo pequeño de venados. Se giró de nuevo hacia mí haciendo una pequeña caravana.
-Después de usted señorita- sonrió de nuevo reduciendo un poco la velocidad
-Gracias caballero- reí levemente mientras le devolvía la pequeña caravana –siempre eres tan caballeroso- le dedique una gran sonrisa y salí disparada hacia los venados, ágilmente, brinque sobre uno previendo sus movimientos, inmovilizándolo contra el suelo y rompiéndole el cuello antes de que siquiera notara lo que pasaba para no provocarle dolor o sufrimiento, ya que sabia que el lo sentiría y no quería lastimarlo. Clave mis dientes en su fino cuello, haciéndole una herida por la que comenzó a salir la sangre aun caliente, puse mis labios sobre el y comencé a sorber con avidez el liquido que me calmaba sintiendo como a mi lado se alimentaba también el hombre que…"
Parpadee rápidamente al alejarse la visión, agradecí internamente el tenerlas, ahora sabia perfectamente bien lo que debía de hacer, no lo pensé, simplemente corrí de nuevo abalanzándome sobre la presa, en cuestión de segundos lo tenia derribado en el piso, al igual que en la visión, rompí su cuello evitando que sufriera y lo mordí, tomando del liquido espeso que manaba de el y sabia de una forma extraordinaria. Su sangre caliente me calmaba el ardor en la garganta y de alguna manera sentía que me hacia mas fuerte, cada trago que tomaba me llenada de calor y me calmaba un poco. Sentía como iba llenando cada parte de mi cuerpo, como si la calidez de la sangre entrara en mí, y entonces… se acabó. Me levante contemplando el cuerpo ahora vació del venado, en cierta forma me daba un poco de pena y remordimiento, pero sabía que esto haría de ahora en adelante para sobrevivir, y a juzgar por la sensación en mi garganta, lo tendría que hacer seguido. La sed había regresado en el instante en que tome el último sorbo, pero no como antes, no con tanta intensidad, sin embargo agudice el oído tratando de encontrar algo mas que la calmara, no tarde mucho tiempo en encontrar un pequeño grupo de 3 venados cerca de donde me encontraba, y de la misma manera que lo había hecho con el primero, me abalancé sobre ellos, alimentándome hasta la última gota y deshaciéndome de los cuerpos, dejándolos entre las hierbas.
A pesar de las visiones que me ayudaban y el instinto, aun era inexperta, para cuando termine, estaba toda cubierta de hierba, tierra y sangre, así que apoyada en mis sentidos me dirigí a un arrollo que no estaba muy lejos de donde me encontraba para lavarme, me acerque al agua y me quede congelada ante el reflejo que esta me mostro… En las visiones que había tenido, el chico al que veía tenía los ojos de un color dorado, un poco mas vivo que las hojas amarillentas, pero yo, tenia los ojos rojos, mas rojos que la sangre que me cubría en ese momento, eso no me lo esperaba, ¿Por qué mis ojos eran diferentes? Me toque la cara con los dedos, apenas rozándola ¿acaso era rara? o ¿el chico en mis visiones era el raro? Sentí que un nuevo sentimiento se apoderaba de mi, desesperación, por no saber que pasaba, por estar tan perdida, por no tener nada, y al mismo tiempo ser tan diferente, me acerque de nuevo al agua y golpee con fuerza el reflejo que se formaba en esta, haciendo que el agua volara en todas direcciones…
Espero que hayan disfrutado del primer capitulo de este fic, tanto como yo he disfrutado de escribirlo. Les gusta la forma de ver las cosas de Alice? Dejen un review, les toma solo unos cuantos segundos y a mi me alegra el día y me ayuda a inspirarme ;)
Espero verlos pronto con el segundo capítulo 3
