*Rumiko Takahashi ha sido la creadora de tanta sensualidad.

Angel With a Shotgun

Caminé rápidamente la distancia que me alejaba de Kagome. De mi brazo salía un río de sangre que intenté detener con mi mano, sin éxito alguno.

El agarre de los tentáculos de Naraku sobre el delicado cuerpo de Kagome, enviándola a un irremediable estado de inconsciencia.

Observé a ambos lados, divisando a lo lejos a Sango, Miroku y Kirara inconscientes uno al lado del otro. Shippou se encontraba junto a ellos temblando fuertemente, sin dejar de llorar ni lanzar desconsolados sollozos.

A metros de distancia, Tessaiga yacía en el suelo en su estado ordinario de espada vieja y oxidada.

Sentí la sangre correr vertiginosamente por mis venas y pude deducir que mis ojos habían adquirido un color rojo y mi rostro era cubierto por dos marcas moradas.

Antes de perder la conciencia por completo, en mi mente resonó un último pensamiento. Y era que, sin importar que ocurriese, yo siempre protegería a Kagome con mi propia vida…

FIN

Notas de autora:

El otro día me puse a escuchar música, y al sonar en mis audífonos una canción que ¡en verdad amo! mi mente no pudo evitar imaginar algo, por mínimo que fuese, que me inspirara a escribir.

No fue lo que imaginé en un principio, pero, pensando en el contexto en el que me encontraba, es comprensible. ¡Clases de Matemáticas! Y mi curso no es, como decir, callado.

Parecen monos… Gritan, corren, saltan, todo un caos.

Pero, entre todo el bullicio y las millones de veces que me empujaron o me rompieron la hoja… creo que no es tan malo.

No intento excusar el hecho de que no quedó tan bonito, solo quiero plantear la situación en la que me encontraba cuando lo escribí. Sólo como comentario.

Bueno…. ¡Cuídense! ¡Vean animé! ¡Hablen Japonés! Y que tengan un lindo día.

-El Sombrerero Loco