como ya sabemos esta excelente historia que amamos es de Stephanie Meyer la trama es mia pero todo esto es posible gracias a mi beta bertlin ya que soy malisima editando quiero contarles que ciertos detalles de esta historia son de una historia de la vida real de una buena amiga (no todos) en fin no les quito mas el tiempo y aqui se los dejo y gracias por leer. (la proxima vez dejare las notas abajo solo esta vez lo prometo)

Capítulo 1

Me encuentro caminando por las extensas calles de Florida mirando hacia el suelo ya que cada vez que levanto mi mirada me encuentro con enamorados, personas besándose, tomados de la mano, abrazados o simplemente demostrando su amor con un mínimo gesto y solo vuelvo a bajar mis ojos para sonrojarme porque me sorprenden mirando.

¿Qué es eso de lo que todos hablan que es sentir aquellas mariposas en la parte baja del estomago? ¿Por que demonios a mi no me sucede nada de eso? Hasta cuando llego a mi casa me encuentro con los molestos cariñitos de mi madre y su nuevo novio, maldita sea ni en mi casa puedo estar sin sentirme excluida del amor.
He tomado una decisión me voy a vivir con Charlie, mi padre, el es soltero y puedo vivir con el sin sentirme como un alienígena que nadie quiere tener cerca.

Lo que mas le sorprende a todos es que no soy como cualquiera niña con las hormonas locas en busca de un novio para perder su virginidad en el baile de graduación. Ya me he cambiado de instituto y estoy tan asustada, mi fuerza este año será saber que en otra ciudad mas grande nadie me vera como la extraña y tonta nerd de siempre. Ok, ok tal vez al principio sea el tema local pero al paso de un mes ya volveré a mi maldita invisibilidad.

Mi ultimo recuerdo del sol será al montándome en el avión además de la cara de mi loca y despistada madre aunque a sido mi decisión la voy a extrañar.

—Estaré bien— le digo sonriendo al notar su preocupación.

El viaje a Forks fue bastante agotador. Al llegar me instale en casa de Charlie, este aunque no expresa mucho sus sentimientos, se mostraba feliz de que estuviera allí. Ya agotada me fui a descansar.

Todo ha ido bien, ahora me dirijo al mismo centro del infierno, el instituto. Cuando salí de mi coche y caminaba hacia la entrada buscando el horario de las clases que había matriculado se me cayeron los dos libros que tenia en las manos "Bien Bell, comenzamos con las torpezas" me dije. Al bajarme para tomarlos vi que por primera vez en la vida alguien me notaba, que no soy transparente y fue tan amable de buscar por mi el libro que quedo mas lejos. Cuando subí mi mirada me encontré con el ángel mas bello que se pudiera ver, con unos ojos verdes, un cabello castaño rojizo un poco desalineado y un cuerpo que mas parecía una estatua cincelada al gusto de un exigente escultor… WAOO cosquillas en mi estomago…no lo puedo creer que este chico bajado del Olimpo despierte las mariposas que creí que no existían en mi.

—Hola, Holaa, ¿estas bien? — el movía sus manos frente a mis rostro, yo estaba petrificada. "Oh por dios debe de pensar que soy una estúpida que trae chorreando la baba y muda" — ¿Ya puedes hablar? — Pregunto con una leve sonrisa—Soy Edward Cullen. Tu eres… — me dijo dándome mis libros

— ¡Oh! lo siento soy Isabella, gracias—. Le respondí nerviosa.

— Bueno un placer Isabella, nos vemos. — Se despidió y continúo su camino, mientras yo solo me quede mirando por donde se iba.

Seguí caminando por los pasillos hasta encontrar el aula de clases que marcaba mi horario, pero aun pensando que Edward era producto de mi imaginación y esta me estaba jugando una mala pasada. Pero al entrar escuche a unas malditas barbies hablar del súper famoso capitán del equipo de futbol Edward. Comentaban que empezaba este año soltero ya que en el año anterior termino con su ultima novia Lauren. Hasta donde pude escuchar y mi corazón se estrujo de pensar que era soltero, pero quien se va a fijar en alguien tan simple como yo. El siendo el mas lindo y popular del instituto jamás lo haría.

Al llegar todos al salón incluyendo al profesor pude divisar a mi ángel con la mirada perdida y sonriendo junto con los otros descerebrados que venían tras el, cuando paso a mi lado me puse como roja como un tomate, deje caer mi lapicero y el amablemente me lo paso como la vez anterior y me dijo

—La próxima vez no voy a estar allí para pasarte tus cosas—Luego me sonrió y yo como tonta me quede paralizada otra vez.

Pasaron las horas y el almuerzo llego. Camine siguiendo a los demás ya que supuse que se dirigían a la cafetería. Por suerte no me equivoque. Al llegar me fui directo a la fila pidiendo solo pedí una botella de limonada y una manzana ya que no estaba de ánimos para comer demasiado. Cuando voltee allí estaba el conversando y pasando el rato con las personas de su clase las barbies tontas porristas y los descerebrados futbolistas, pero que mas daba el era uno de esos sin cerebro que solo salen con las porristas. ¿Que tontería hacia yo pensando en el? Yo no soy de su grupo social

Al fin llego el final del día y me pude dirigir a casa. Cuando papa llego ya yo estaba allí. Entro y me saludo sonriendo.

— ¿Como estuvo tu primer día nena? —

—Excelente papa— le respondí

—Pues me alegro que te guste tu nueva escuela, ya veras que haces muchos amigos al pasar unos días— si clarome dije, si antes era invisible ahora creo que no existo que sínico todo no antes nadie me notaba y ahora quien es el único chico en verme es imposible.

Los días pasaban y yo seguía diciéndome a mi misma que Edward no es para mi. Aun sigo aun sin poder creer que el causara el impacto que tanto anhelaba, pero ¿por que el? ¿Por que el popular de la escuela? Si se que no se fijará en mi, teniendo a medio instituto detrás de una sola mirada suya.

Lo que mas me asusta es que ya pasaron tres meses y para Edward sigo sin ser invisible ya que cada vez que me ve me sonríe y me guiña un ojo y mi corazón late a mil por hora.

Hoy es sábado Charlie se fue con una amiga a cenar así que lo mas probable es que llegue tarde y yo estoy tan aburrida. ¿Qué fue ese ruido tan feo?Al fuera de la casa llamo mi atención.

—Demonios, mi auto, mi bebe, ay Dios papa me va a matar por rayarlo— escuche a una voz conocida. ¿Edward? ¿Que hace el afuera de mi casa? Salí para ver en que podía ayudarlo y fue entonces cuando me vio

—¿Isabella que haces aquí? —me dijo en un tono no muy cortes, por lo que en ese momento que note que estaba pasado de copas

—Yo vivo aquí— le respondí señalando mi casa

—Que buena coincidencia. Como veras acabo de rayar mi auto con aquella rama que no vi—señalo mientras me explicaba me explicaba

— ¿Te puedo ayudar en algo? — ¿Que diablos puedo hacer para ayudarle si en definitiva no puedo borrar ese rayón?

—No te preocupes ya no puedo hacer nada y tu tampoco, en lo que si me puedes ayudar es prestándome tu baño ya que aun demoro en llegar a mi casa—Edward dentro de mi casa, waooo no me lo creo

—Claro pasa— Dios es tan lindo… Mi mente me seguía traicionando

Cuando el salió del baño yo estaba en la cocina tomando unos nachos con queso y un refresco para sentarme a ver una película después que el se fuera, pero antes de girarme lo sentí posarse en mi parte trasera con una gran erección en mi trasero y comenzó a besar mi cuello.

—¿Edward que haces? — le pregunte un poco asustada

—Te ves tan sexy con esa pequeña pijama que no me pude contener— me confeso y claro si para la escuela me vestía como tonta en estas fachas es comprensible que se sienta así. Por primera vez sentí mis hormonas alocarse, mientras el me giro para besarme, para mi fue como un frenesí y no pude contener un gemido que al parecer lo éxito mas

—¿Donde esta tu cuarto Isabella? — pregunto mientras me acariciaba. Yo solo pude gemir mas alto cuando me cargo y yo enrollé mis piernas automáticamente en su cintura dejándome llevar por la pasión.

—Ariba la primera puerta— mi voz estaba entrecortadamente. El subió conmigo casi corriendo cuando llegamos a mi cuarto empezó a desnudarme y yo a cada momento perdía mas la cordura.

Mientras se desnudaba el me quede admirando cada parte de su cuerpo, ya estando ambos desnudos comenzó a dejar besos en cada parte del cuerpo. Yo trate de hacer lo mismo, aunque me molestaba que Edward no hablara. Que rayos eso lo veré después.

De pronto lo sentí posicionarse en mi entrada mojada para luego introducirse de un solo golpe en mí. Solté un jadeo por el dolor que estaba sintiendo y por única vez el robot hablo.

—ummm eres virgen— comento sorprendido. Luego espero un momento sin moverse, al parecer dándome tiempo a acostumbrarme. Pasaron algunos minutos y el dolor estaba siendo remplazado por la excitación de antes, el lo noto enseguida y empezó a embestirme rápido. Yo estaba frenética que comencé a pedirle que fuera mas rápido, mas fuerte y unos cuantos gemidos de el me hicieron llegar al clímax. Cuando el sintió mi cuerpo vibrar y mis paredes contraerse gruño fuerte corriéndose en mi interior.

Esa noche repetimos lo mismo tres veces. Cuando terminamos pasaron unos minutos y nos recompusimos yo no sabia ni que decir y el solo me miraba. Luego dijo que iba al baño y yo aproveche para vestirme para después de borrar la evidencia darme un relajante baño para pensar. Seguían pasando los minutos y Edward no venia a mi cuarto por lo me decidí a salir a buscarlo, para darme cuenta que ya no estaba…se fue sin decirme nada.