Disclaimer: Todos los personajes citados a continuación son propiedad de Tom Warburton por encargo de Cartoon Network. La historia contiene shoujo/ai.

"Ella era linda...tanto que me hizo dudar"

Fue durante un verano cuando la conocí, fue la primera vez que hable con ella y ya era especial. Desde que tengo memoria o al menos lo que puedo recordar, siempre he vivido en la misma casa dentro del mismo barrio por 13 largos años, y en la misma calle una casa en venta, una solitaria casa en venta.

Hace un año que empecé a llevarme con un chico de la misma edad que yo, se llama Hoagie, y por extraño que pueda llegar a parecer siento que lo conozco de toda la vida, ha de ser así dado que somos vecinos, pero no tenía esa idea clara. Cuando empezamos la escuela secundaria nos volvimos los mejores amigos pero, un día todo mi mundo dio una vuelta de 360° sin que yo pudiese hacer nada.

Un sábado en la mañana aquella solitaria casa fue habitada, yo paseaba en mi bicicleta cuando una chica desvió mi atención, en ese momento pensé que podría tratarse de una buena oportunidad para socializar y por qué no, ayudar un poco, como dice mi padre "siempre es bueno conocer a los nuevos vecinos".

Me acerque y saludé a las dos chicas, una de ellas me miró y con un gesto se alejó, "¿acaso le caí mal de primera?" me pregunté, pero total la otra chica, que era como de mi edad, la regaño y se acercó a mi.

-¡hola!, jeje disculpa a mi hermana es un poco distante con los extraños-

-no te preocupes, solía ser así de niña-

Claramente eso lo dije sólo por llevar la conversación, pues no recordaba mucho antes de los 13.

-soy Abigail Lincoln y vivo a unas casas de aquí- le hice la seña para que pudiera ubicar -pero puedes decirme Abby si quieres- le sonreí amable extendiendo mi mano.

-un gusto, yo soy Kuki Sanban-

Al momento en que estrechó mi mano me puse algo nerviosa, pero no por ese simple acto, sino porque su sonrisa había causado una fuerte reacción en mi que en ese momento no pude entender.

-je...bueno ¿necesitas ayuda? Puedo hacer algo-

Ella me miró intrigada con esos ojos rasgados que de inmediato supe, no eran americanos, pero sonrió con sus mejillas sonrojadas y sólo dijo...

-¡si!-

Me jaló con entusiasmo y le ayude a cargar unas cajas hasta lo que sería de ahora en adelante su habitación, sus padres parecían ser buenas personas y no tuvieron inconveniente de que yo les ayudara así que lo hice con todo gusto.

Al finalizar de subir cosas a la habitación de Sanban nos quedamos sentadas en el suelo para descansar un rato, aún faltaba por subir la cama y otros muebles pero según la señora Sanban los de la mudanza se habían retrasado un poco.

-siempre sucede-

Comentó ella con suma resignación, iba a decirle algo cuando su padre subió y nos trajo limonada y unos sándwich, su padre se veía como alguien serio y enojón pero igual era amable.

-¡ah! Esto faltaba jeje ¿no?-

-si, la verdad ya necesitábamos un descanso-

-si- ella se levantó y abrió una de las cajas -sabes, como eres la primera persona que me habló quiero darte algo-

Miré con curiosidad -no necesitas hacer eso, sólo fui amable-

-mmm...pero yo quiero dártelo-

Su mirada me impidió decirle que no, por extraño que llegue a parecer, esa chica linda me había cautivado.

-toma-

El encanto no duro mucho pues de la caja había sacado uno de esos tontos e infantiles "simios arco iris", ¿qué chica de 13 años juega con esas cosas para bebés?

-amm...¿te gustan estas cosas?-

Le pregunté incrédula, se suponía que esos juguetes eran sólo para niñas pequeñas. Ella miró ese peluche y luego a mi, lo sostuvo en sus manos y agachó la mirada.

-bueno sé que es algo infantil pero...-

Sin dejarle terminar tomé el peluche.

-yo no dije que no lo quería, gracias-

Le sonreí y ella hizo lo mismo, aunque me abrazó eufórica, me hizo sentir extraña pero en cierto modo feliz.

Reímos y jugamos toda la tarde, hasta que llegó el momento de volver a mi casa, yo me sentía muy feliz pues no era una chica muy sociable que digamos y el hacer una nueva amiga me llenaba de gozo.

De un momento a otro me encontraba compartiendo la mayor parte de mi tiempo con ella, durante las vacaciones de verano la invite a quedarse en mi casa varias veces y yo me quedaba en la suya también, fuimos a la playa varias veces y también a la feria en algunas ocasiones, nos convertimos rápidamente en muy buenas amigas pero siempre había algo, ella me hacia sentir muchas cosas con su simple mirada pero yo no podía descifrar.

Fue al final de las vacaciones que me enteré de que iría a la misma escuela que yo y me sentía nerviosa.

-entonces ¿irás a la secundaria estatal? ¿Es enserio?-

-si, mis padres querían meterme a una escuela privada pero...-

Claro su familia era de dinero y realmente creí que no la vería más que en ocasiones, no pensé que la dejarían entrar a una escuela pública.

-¿no hubiera sido mejor?- le pregunté -digo, tienes el promedio suficiente- Kuki me había mostrado sus notas anteriores y si, era muy lista -además, no tendrías problema alguno, en la escuela pública pueden ser salvajes...-

-pero no estaría contigo-

Cuando ella me dijo eso debo admitir que mi sonrojo fue muy notorio.

-yo les pedí eso, porque yo quiero estar en la misma escuela que tú, Abby-

Dejamos el tema de lado después de eso. Cuando llegue a mi casa fui directo a mi habitación y no les miento, me puse a pensar sobre todo. Kuki es una chica tierna, sensible, divertida, alegre y seguramente toda su vida a estado en colegios privados y no debe saber lo que es convivir con chicos de otro nivel.

-¡debo protegerla!-

Cuando dije eso tapé de inmediato mi boca.

-¿proteger a quién, cariño?-

-ah..¡a nadie papá! ¡Es-estoy viendo una película!-

No tuve idea de por qué lo dije y por qué sentía que debía hacerlo, que quería cuidarla y que no quería que estuviera con nadie, nadie más, debía admitirlo de una buena vez.

-me gusta Kuki-

Esa era una confesión que jamás saldría de mi habitación, era obvio que nunca podría decírselo.

-espera...ella dijo que no quería ir a otra escuela si no estaba yo, entonces- me puse a pensar mil y un tonterías, ya hasta estaba actuando como una chica o peor, como un chico enamorado.

-¿¡Qué diablos estas pensando Abby?!- gritaba bajo pues mis padres seguramente ya estaban dormidos -una chica tan linda no podría fijarse en ti y menos considerando lo que eres- me miré al espejo detenidamente y llegue a la conclusión de que ese amor sería sólo mi secreto.

-seré la mejor amiga que Kuki pueda tener-

Y efectivamente eso hice y también decidí contarle todo a mi mejor amigo, Hoagie, que para cuando volví a hablarle me sorprendió con que ya tenía novia y que la había conocido el verano en sus clases de natación, al parecer a ambos nos flechó un amor de verano, aunque yo no le dije nada en ese momento, no tenía la suficiente confianza ni el valor como para contárselo a otra persona.

Entonces así fue, desde su primer día y toda la semana de clases estuve pegada a ella como chicle, para nuestra suerte nos tocaron clases juntas así que mi deseo de protegerla estaba cumpliéndose. Pero pronto me di cuenta de que era muy celosa, tanto que llegue a sentir miedo de ser descubierta.

-jajajaja-

-¡cállate ya hombre! No es divertido- dije dándole un golpe al hombro de mi amigo

-lo siento, pero me parece hilarante que me preguntes si se puede tener celos de amigo, claro que se puede-

-¿de verdad?-

-si, yo a veces sufro contigo de eso y es que en verdad eres muy celosa-

En ese momento entendí que era yo quien tenía ese problema pero por qué, no había razones para sentirme celosa de Hoagie y aún así lo hago, y si bien existían razones para estarlo con Kuki, no quería aceptarlo públicamente.

-¿soy muy intensa?- pregunté curiosa

Él suspiro y me miró -a veces, y la verdad no entiendo por qué, no es como si te fuera a abandonar por tener novia, tranquila-

Acarició suavemente mi cabeza como solía hacerlo cada vez que yo me encontraba triste o confundida, poco después me di cuenta de que había una conexión casi mágica entre nosotros, algo imposible de explicar.

Como fuese, decidí bajar la intensidad de mis celos a raíz de darme cuenta de que mi miedo efectivamente residía en que me abandonaran, pero por qué, eso aún no lo sé. Sin embargo, un día no me pude contener y para ese rato Hoagie ya se llevaba bien con Kuki.

-¿te invitaron a salir?- pregunté casi perpleja

-si- ella se veía muy contenta.

-genial Kuki- Hoagie también parecía feliz -¿y quién es?-

-su nombre es Richard, esta en el equipo de fútbol y es un chico muy lindo, es castaño y de ojos miel- su cara se iluminaba cuando hablaba de ese chico.

Yo me encontraba casi en shock nervioso o a punto de querer averiguar todo de ese mocoso y golpearlo hasta dejarle inválido. No podía entender cómo ella estaba tan feliz y menos con alguien que no era yo. Estaba tan metida en mis pensamientos que no me di cuenta de que me llamaban.

-Abby...Abby... ¡Abby!-

Volví en si mirando aquellos lindos ojos marrón que me observaban intrigados.

-¿estas bien?- me miraba, igual mi amigo.

-ah...si, que me importa que Kuki tenga una cita con un mocoso futbolero, bien por ti-

Dije eso con toda la intención de herirle porque estaba molesta. Ella me miró perpleja y algo molesta, Hoagie estaba totalmente atónito ante mi reacción pero en ese momento nada de lo que ellos dijeran o pensaran me importaba.

-Abby...¿por qué dices eso?, ¿acaso no te alegra que yo este feliz?-

-claro que si...¿"acaso no ves la felicidad que désbordo"?- dije con obvio sarcasmo -me alegro mucho que vayas a perder tu tiempo con ese mocoso sin cerebro que pasarlo conmigo y Hoagie, TUS MEJORES AMIGOS-

En ese momento ella se incorporó.

-Abby no malinterpretes, no voy a abandonarlos ni nada de eso ¡solamente voy a tener una cita, ni siquiera sé si será mi novio ni nada!-

-¿y cuando dije yo que me importaba lo que fuesen o hiciesen?-

-chicas ya, ya basta ¿si? Dejen de pelear por eso-

Hoagie trató de frenarnos a las dos pero fue inútil.

-ya te dije que puedes hacer lo que se te de tu gana, total ¡sólo somos compañeras!-

Después de eso golpee la mesa con fuerza haciendo que una de las bandejas rebotará a la ropa de Kuki. Cuando me di cuenta ella tenía su vestido todo manchado y mojado, pude escuchar de inmediato algunas risas y murmullos bajos.

-Kuki...yo-

Pero antes de poder siquiera decir algo más, ella ya estaba llorando y corriendo para salir de ahí.

-ahora si que la hiciste-

-Hoagie yo no...-

-no te disculpes conmigo- se acomodó sus gogles -ve a hablar con ella y por favor- antes de irse se acercó a mi -ya díselo-

Cuando él dijo eso le miré incrédula -¿de qué hablas?-

-no te hagas tonta y no trates de jugar conmigo, esta más que claro que te gusta-

Yo no hice más que sonrojarme y agachar la cabeza, pues había sido descubierta.

-no te preocupes- acariciando mi cabeza -no creó que sea raro ni nada, además no te culpó, Kuki si es bonita-

-oye, tienes novia-

-jajaja ya sé, ahora ve antes de que te odie de por vida-

-pero...-

-vamos Abby si te rechaza y las cosas salen mal- me dio una palmada al hombro -puedes usar mi hombro para llorar y juro no decírselo a nadie-

-je...gracias brother-

Salí corriendo después de eso buscando a Kuki, que conociéndola estaría en el baño. Antes de llegar pase por algo que de seguro necesitaría.

Me quedé unos momentos frente a la puerta del baño agarrando el valor suficiente para poder entrar y arreglar las cosas, no era simplemente una pelea entre amigas, para mi no lo era, fue una pelea de celos y eso era más complejo.

-"Vamos Abby, debes hacerlo"-

Me dije a mi misma y decidida entré. Estaba completamente sólo así que los sollozos sonaban en el eco del azulejo.

-¿Kuki?-

Ella guardó silencio en cuanto me escuchó y no dijo nada, no respondía.

-escucha, no tienes que decirme nada ¿ok?, sólo escucha- me recargue de espaldas a la puerta de la gaveta en donde estaba ella -lamento mucho haberte hecho eso, te traje ropa para que pudieras cambiarte- se la pase por debajo -es del club de teatro, pero escogí algo que se te viera bonito, amm...- suspire -mira Kuki esto es realmente complicado para mi decírtelo pero...- en eso noté que la puerta quería abrirse así que me aparté.

Kuki traía puesto el vestido que había escogido para ella, tenía la cara roja por haber llorado pero sonreía leve. Estuve a punto de continuar cuando sentí su abrazo.

-te perdonó, te quiero Abby, y por favor entiende que no dejaría a mi mejor amiga por ningún chico en el mundo-

Su ternura e inocencia me volvía loca, ya no sabía si hablar o respirar, ¿acaso Kuki no lo sentía?

-tsk...ya basta- le aparté un poco, tomándola por la muñeca la saqué de ahí dado que no tenía pensado hacerlo en el baño, a pesar de que al principio hubiese sido así.

-¿eh, qué sucede Abby?-

-espera y no hables-

A pesar de sus insistencias por saber y de aquellas sobre regresar al salón de clases puesto que era tarde, la ignoré, esquivando a los prefectos la llevé hasta el auditorio donde le solté pero sin mirarla todavía.

-¿¡ya me dirás qué rayos pasa?!, has estado actuando muy extraño, hasta podría jurar que tienes celos -

Y ella dio en el blanco.

-Kuki- me giré, sentía mi rostro sonrojado pero no me importó, debía sacar lo que tenía dentro antes de estallar -es que tú -

Ella me miraba toda intrigada, incluso parecía preocupada.

-tú me gustas- a pesar de todo le tomé por los hombros mirándola fijamente y sin pensarlo le di un beso.

Me separé de ella nerviosa pero extrañamente aliviada, aunque sin soltarla aún.

-Abby-

La miré y entonces -no sentí nada - le solté un poco decepcionada y confusa.

-y...¿y que esperabas que pasara?- preguntó ella sonriendo pero sin haberse inmutado siquiera por aquel beso.

-yo...yo no lo sé - todas las posibles fantasías que tenía en mi cabeza se esfumaron -esperaba sentir como un millón de fuegos artificiales o como un torrente de felicidad infinita que recorriera todo mi cuerpo, o algo así - lancé un suspiro bajando mi mirada completamente apenada -lo siento -

-jajajaja-

-¡No te burles, eso fue muy vergonzoso!- me enoje cuando ella empezó a reír.

-jaja...no me burlo, yo también estaba avergonzada porque no quería tener que rechazar tus sentimientos Abby- se sonrojo un poco -sabes, eres especial para mi Abby pero, ¿no sientes que es lo mismo para con Hoagie?-

Cuando ella dijo eso pude entenderlo, si era verdad que sentía una especie de conexión mágica con él y ahora entendía que lo mismo sentía hacia ella pero era tan linda que me hizo dudar.

-si, yo también siento eso - suspire nuevamente -creó que confundí mis emociones-

Tras esa semi amarga experiencia, debo admitir que el vínculo entre nosotros se había vuelto fuerte, no gane una novia pero tampoco perdí una amiga. Le contamos todo a Hoagie quien, como era de esperarse, no nos dejó olvidarlo por un buen rato. Si me preguntan, yo diría que todo esto son experiencias que lo ayudan a uno a crecer y a conocerse mejor a través de las demás personas con las que convives.

Aún no puedo explicarme esa especie de lazo mágico que existe entre nosotros y de hecho lo prefiero así por ahora, Kuki es realmente linda, tanto asi que logró hacerme dudar de mi propia sexualidad, pero es curioso, Kuki sólo salió con ese chico una sola vez y después de eso estuvo pegada a mi, no sentíamos atracción la una por la otra, pero nos amábamos, y esa era una verdad universal.

FIN