Nota del autor:
Hola a todos, ha pasado algunas semanas y no he podido actualizar las historias que tengo pendiente y otros proyectos, aunque no se si la mayoría sigue mis historias, en fin, motivos hay para que un autor o autora detenga por un tiempo su escritura mas no abandona del todo sus proyectos...
Sobre el fic
En este fic, estaba contemplado en ser un one shot, pero es tanta la inspiración que me veo obligado a partirlo en tres o quizá en 4 partes, Samus debido a que se topa con un hoyo negro o agujero de gusano que la lleva a otro universo y cae en un planeta, tiene que realizar un aterrizaje forzoso y su nave se estropea, en este fic tanto Samus como Zelda compartirán anécdotas de sus vidas, Samus se ve obligada a cambiar parte de sus costumbres para adaptarse en dicho planeta mientras su nave se repara sola...
Probablemente en uno de los capitulos quizá el final, incluya lemon, pero de momento leerán sobre las historias de ambas chicas y situaciones algo divertidas, esperando que de verdad les guste este fic
Disclaimer: Ninguno de estos personajes me pertenece sino a Shigeru Miyamoto (The Legend of Zelda) y Gumpei Yokoi (R.I.P) (Metroid), el Universo de Smash Bros le pertenece a Masahiro Sakurai, si no sabes quienes son, amigo o amiga, ¿en que mundo vives? x'D (lo digo de chiste, no se ofendan :P) pero sino, de veras, ve a investigar un poco :P
Bueno me dejo de tonterías y les dejo con el Fic :P
Capitulo uno: Llegando a un sitio desconocido
Durante mucho tiempo he ido de planeta en planeta, cumpliendo las misiones que me encomendaba la federación galáctica, algunos eran demasiado crueles para llevarlos a cabo aun así con todo mi arsenal, conocimiento que me dieron los Chozos durante mi infancia, mi armadura que me ha protegido todo este tiempo, no creo recordar que un enemigo me haya costado más que otros…
.- Quizá la reina Metroid o "Dark Samus"…
De solo recordar a esa loca que me estuvo persiguiendo por todo Aether tanto en el mundo de la luz como en la oscuridad, queriendo absorber más el Phazon, un mineral raro que provocaba muchos problemas incluso casi me cuesta la vida, es una alegría saber que ya no existe más, el planeta Phaaze, borrado de la existencia de todos los universos conocidos, todavía recuerdo el enojo de algunos piratas espaciales que siguen buscando el preciado mineral, más no encontrarán mucha, fui a Tallon IV, uno de los planetas que visité durante la persecución a Ridley, luego de que destruí su estación espacial, la fragata "ORPHEON", los piratas intentaron sacar toda clase de información que pudiera albergar sobre el Phazon pero ya todo estaba destruido, volví a visitar las minas de Phazon, tal fue mi sorpresa al ver que todo estaba abandonado, no había señales de esos bichos asquerosos, tal vez porque ya no había más que sacar, pero recuerdo que habían dejado en hibernación a unos piratas en estado "omega" pero al parecer ya estaba muertos, pues la energía que se le daba a los tanques de hibernación era de Phazon puro y como se acabó, lentamente fueron muriendo sin poder evitarlo…
.- Lo que me da gusto…
Fue una alegría, un triunfo más aunque no hiciese nada más, abandoné las minas y las cerré para que nadie más pudiese entrar y conocer lo que se hacía ahí, destruí las computadoras y todos sus datos, ya no existe un registro conocido, visité una vez más las ruinas de Chozo, un pedazo de mi hogar, lo que quedaba al menos, me dolía dejarlo pero al menos me alegraba, recuerdo el día en que un Chozo al que llamaba cariñosamente abuelo pájaro, me acogió de aquel desastre en el que resultaron muertos mis padres a causa de los piratas espaciales y su jefe, Ridley quien ya está más que muerto o al menos eso creo, ya no he sabido más de ese bicho feo…
Sin embargo aun pasando por todo ese calvario, por todo ese infierno de la materia del Phazon que me dejó no solo un regalito como suele decirse, mis ojos brillan de una intensidad azul, a veces oscura y otras veces tan clara como el agua, me he dado cuenta cuando me veo al espejo, pero aun pasando por todo eso, hay un hecho que todavía me duele el alma de solo recordarlo, la cría Metroid, desde que lo vi la primera vez en el planeta SR388, luego de vencer a la reina, lo vi nacer, era apenas una larva en plena etapa evolutiva pero me miró como si fuera su madre, un bebé confundido, no le maté por verme a mí misma en su situación, erradiqué a los de su especie, hasta el último que creía que era la reina pero no, todavía estaba una cría más, los llevé a un laboratorio espacial, craso error de mi parte el haber confiado en esos idiotas de la federación que no protegieron bien a la cría, me llevó de nuevo al planeta Zebes, mi hogar en el que alguna vez crecí, recorriendo todo de nuevo hasta dar con cerebro madre, una bestia biomecánica que casi acaba con mi vida si no fuera por la cría que alguna vez salvé, me lo dio todo en ese momento, vi como lo fulminaban, llena de impotencia, enojo pero me había dado un regalo, el hiperrayo, que no dudé en usarla contra esa maldita que me arrebató lo que alguna vez pude sentir amor de madre e hijo aunque fuese con una criatura, después de eso, entré en una depresión…
.- Que tiempos…
Tiempo ha pasado desde entonces, recuerdo que después de ese incidente pasé a formar parte de los soldados de la federación galáctica, demasiado aburrido incluso para mí, siguiendo las órdenes del comandante Malkovich quien probablemente me haya entendido mejor que nadie, lamento su muerte en la estación "Botella", se sacrificó para destruir la cámara de los Metroides para que ya no existieran más…
.- Nunca le olvidaré lo que hizo por mí…
Mi última misión fue entrar en una estación abandonada, lugar tan frío, que me hizo recordar demasiado en las aventuras que he vivido como cazadora de recompensas y formar parte de la federación galáctica, recorriendo nuevamente el planeta SR388, un maldito parasito casi acaba con mi vida, infectándome y haciéndome estrellar mi nave, los doctores quienes me salvaron usando una vacuna metroide y no de cualquier Metroid, era de la cría que alguna vez salvé, ahora forma parte de mi cuerpo, esto supone que me daría alegría, pero en ese sitio tan desolado, enfrentándome una vez más una copia descarada de mi armadura, brillante en todos los aspectos pero con una mente increíblemente estúpida, era muy fácil engañar a ese "SA-X", bastaba con ocultarme detrás de una pared y este ni siquiera se molestaba en escalarla o atravesarla, muchas veces me salvé y no gracias a mi astucia, sino por la estupidez que tenía el SA-X…
.- Y aun debo de estar agradecida por ello…
Después de ese incidente en el que la computadora central de ese laboratorio hiciese estrellar la nave en el planeta SR388 para borrarlo del mapa, no diré que si fue una tristeza, no negaré eso, pues fue el lugar de nacimiento de la cría Metroid que vi ante mis ojos, pero era tan necesario, Malkovich así lo tenía que hacer, dos veces salvándome el pellejo, pero yo he salvado más de una ocasión a los idiotas de la federación galáctica de sus terribles errores, ya no me trago sus cuentos chinos, ahora los piratas espaciales ya no tienen planetas que conquistar, ya no tienen material con que trabajar, ya no tienen nada, no tienen a donde ir, el mineral Phazon les fundió el poco cerebro si es que tenían, aunque no niego que fueron criaturas inteligentes usándolos para el mal para desgracia mía, les doy siquiera el mérito por intentar copiar mi traje en Tallon IV incluso leí que intentaron copiar la tecnología de la bola mórfica, una habilidad especial de mi traje, nadie ha podido descifrar eso y los resultados de los intentos de los piratas acababan en desgracias, lo único que pudieron copiar fueron mis armas, un intento patético de hecho…
.- Gracias por las risas…
Rio tan feliz al saber que ya no hay peligro alguno en los universos que he protegido, los planetas en el que he acabado vidas, sigo sin entender porque en cada misión una especie tiene que acabarse, no lo entiendo…
.- Algún día será…
Recorro en mi nave en el frio espacio, tratando de encontrar un rumbo que le dé sentido a mi nueva vida, estoy cansada de tener que lidiar con problemas que incluyen guerra de por medio, problemas de política, no es más que una cortina de humo para ocultar las verdaderas intenciones, estaba harta de todo eso, una vez que llegó la "paz mundial" debido que ya no había mucho que defender luego del último desastre de la federación, pues debido a ellos, los piratas estaban al tanto para robarse las investigaciones hechas por la misma federación, claro también está la cuestión de que Ridley regrese de nuevo, pero como dije, los piratas no tienen ni para conseguir materiales, están todos pudriéndose literalmente en su planeta, quizá armando guerra del uno del otro, a estas alturas le harían un favor al universo entero sin duda alguna…
.- Turbulencia…
Una turbulencia, normal cuando viajo por el espacio, a veces sucede, una intensidad menor, nada de lo que preocuparse, es solo el inicio para dar rienda suelta a la velocidad de la luz e ir a cualquier sitio…
.- Pero la turbulencia no se detiene…
¿Qué está pasando?, veo el control del mando de mi nave y para mi sorpresa están algo raros, los indicadores fuera de control, no hay lectura de mapas, no hay destino, la computadora está más que muerta, mi nave está volviéndose loca…
.- Pero, ¿A qué se debe esta brujería?, ¿Me habrán pirateado la nave?
Un hecho imposible, nadie me seguía, revisé mi nave muchas veces antes de partir, incluso le hice una revisión a fondo por si había algo raro, esto no era obra de nadie, sino de la turbulencia, decidí mirar al frente, abrir la coraza de protección cuando no estoy pilotando la nave y está en automático, tal fue mi sorpresa que estaba metida en un agujero de gusano, me estaba llevando a otra dimensión, a un universo totalmente distinto y no había nada que pudiera hacer…
.- Maldita sea mi suerte, maldito universo no te bastaba con todo el calvario que he tenido que pasar, encima me lo pagas así, con un agujero de gusano, ¿puede ser mi fin?...
Irónico, años han tratado de eliminarme y ahora un agujero que podría acabar con mi vida, pero aun en esta situación he sabido llevar calma y tratar de buscar una solución pero nada se me ocurría en ese entonces…
.- No puedo hacer nada…
Me quedo sentada, cierro la coraza de nuevo y espero el desastre, las luces dentro de la nave están parpadeando, como si fuera irse la luz, la turbulencia cada vez más fuerte, cierro los ojos esperando el inminente fin, quizá es demasiado tarde para reflexionar que debí de llevar una vida tranquila, una vida "social", rio ante estas ideas, nunca se me dio bien relacionarme con otro ser humano que no fueran algunos de los hombres con quienes me llevé en la federación galáctica o algunas mujeres que llegué a conocer más no supe mucho de sus vidas, tan enfrascada estaba en la mía que no me di el tiempo suficiente para tener una vida propia sin peligros, siento que la nave está siendo tragado, la turbulencia es cada vez más fuerte…
No sé cuánto minutos pasaron, pero fue una eternidad, seguía viva, ¿Cómo? No lo sé, lo primero que hice abrir la coraza protectora y me di cuenta que iba en picada en un planeta nuevo, inmediatamente tomé el mando de la nave para impedir el impacto y tener un aterrizaje sin desastre, las últimas veces fueron demasiado literal, siempre terminaba con daños colaterales pero la nave terminaba auto reparándose, pero el control lo sentía muy pesado, es más, apenas me doy cuenta de que la nave no tenía energía, iba directamente en picada a quien sabe dónde, era obvio que había llegado a un planeta y estaba entrando…
.- Como que ahora si conviene entrar en pánico, la nave no prende, esto no me había pasado nunca…
Siempre hay una primera vez, maldigo el día en que tuve que partir, todo por querer irme a la carrera, no podía hacer nada, no iba a ser nada agradable la caída…
.- Rayos…
Ya iba viendo el suelo, un campo verde por lo que pude apreciar, como cosa del destino, la nave se prendió de nuevo y todo se conectó, traté de activar el escudo para evitar daños mayores pero poco o nada iba a servir, tenía que hacer un aterrizaje forzoso, como siempre…
.- Aquí vamos de nuevo, aterrizo y seguramente va a aparecer algún loco sabio que me va a encomendar una misión que sin dudar aceptaré solo porque la nave se repara sola, algo para matar el tiempo, bueno, lo anterior en Aether no cuenta porque había mucho peligro y en lo demás era guerra eterna contra los piratas espaciales y los Metroides, ojalá este planeta no tenga un destino muy feo como los anteriores, a ver que especie va a desaparecer…
Puede sonar muy pesimista de mi parte, pero se de lo que hablo, sé que estas cosas pueden pasar, por muy poderosa que sea, pasan cosas feas y tengo que estar lista para ello, la nave responde apenas y ya casi se veía el suelo, alcé la nave y literalmente pasó lo inevitable, estrellarme en un aterrizaje forzoso, me golpee demasiado y me dolía, lo peor había pasado, revisé en los datos por si había algún daño grave…
.- Por favor que no sea el núcleo…
Mala suerte, era el maldito núcleo de energía el que se había dañado y la nave tarda siglos en repararla, consulté en los mapas de los universos para saber dónde estaba, que sector y como salir de ahí, sin embargo, la computadora de datos también estaba muerta y llevaría tiempo repararla…
.- Mala suerte, noticias tan desgraciadas, atrapada en medio de la nada y sin poder comunicarme porque también se estropeó el sistema de comunicaciones, ni siquiera servía el satélite remoto, se había roto durante la caída…
Iba atrás para ponerme mi armadura y salir a explorar, a ver con que bicho raro me iré a encontrar, espero encontrar tecnología avanzada para reparar más rápido está condenada porquería de computadora de datos aunque lo dudo…
.- NO
Grito estupefacta a lo que veo, la capsula donde guardo mi armadura estaba apagada, vidrio irrompible, solo se abre mediante voz o huella, para mi desgracia es conectada con el núcleo de la nave, pues mi nave tiene la tecnología de reconocer a su dueña, equipada solo con mi traje Zero, me recordaron los días en que tuve que pasar por la nave nodriza de los piratas para atravesar Chozodia y recuperar mi traje…
.- Al menos las lecturas de clima indican que se puede respirar libremente, hay oxígeno puro afuera…
Equipada con mi pistola paralizadora, salgo de la nave para enfrentarme a los peligros, explorar un poco y encontrar rastros de alguna vida, para mi sorpresa era un páramo, un lugar tan verde, lejos de toda civilización parece, volteo a ver mi nave y se ha quedado quieta, levitando, ha entrado en modo de auto reparación, no se va a mover de ahí por un largo tiempo…
.- Bueno, en donde estoy…
Buena pregunta, perdida, sin ideas, no tengo nada más que mi triste pistola, tratando de buscar respuestas alrededor más no encontré ninguna…
.- Rayos Samus, esta vez te has metido en aprietos y en una buena…
Me arrodillo mirando al cielo, me sorprendo porque el cielo era tan azul, tan clara, jamás había visto un cielo azul tan intenso, se puede comparar con Aether luego de que destruí el mundo oscuro, pero aun así, volví a pararme y fijarme nuevamente en el lugar donde estaba, era evidente que había llegado a un planeta lleno de vida donde probablemente podría haber vidas humanas, el estallido de mi nave debería de haber llamado la atención con facilidad e incluso causado temor, algo me decía que había llegado a un planeta todavía con tecnología escasa pero no descartaba peligros nuevos, algo que podría ocultar, supuse entonces que debía de esperar unos minutos, en algún lugar cerca del sitio de aterrizaje (LANDING SITE*), debió de notar algo en el cielo…
.- Supongo que es cosa de esperar…
Ya seguro, vendrá alguien a ver qué pasó, que cosa vino del cielo, no me extrañaría nada que dijesen que existe una profecía del llegado del cielo, ya me ha pasado por todos los cielos, espero que no, lo que daría por estar de nuevo con los chozos pero bueno, están pasando los minutos que parecen una eternidad y no llega nadie…
.- Aburrido, supongo que tendré que explorar por mi cuenta…
Me iba a dar la vuelta para acceder a mi nave y sacar una capa con capucha, mi aspecto no debe de sorprender a nadie y debo pasar inadvertidamente, sin embargo cuando me estaba dando la vuelta, escucho pasos a lo lejos, no solo uno, sino varios pasos, me volteo sudando en frio y esperando quizá un peligro, a lo lejos distingo unas figuras que van montando en criaturas extrañas, galopando a toda velocidad, me quedé quieta hasta llegaran al sitio, pasaron unos minutos hasta que llegaron, cuando los vi más de cerca, eran hombres, seres humanos montados en caballos, si, leí en algunas historias durante mi infancia que los hombres de antaño cabalgaban en estas criaturas como transporte, para mi sorpresa sacaron lanzas, las vestimenta que traían esos hombres eran como armaduras, en su pecho se podía ver una insignia, un triángulo dorado partido 3 partes y uno de ellos habló…
.- Que extrañas eres, ese traje que llevas es muy raro, cuando vimos que algo del cielo estaba cayendo, enseguida temimos que fuera algo peor…
No entendí un carajo, hablaban en un dialecto desconocido, si tuviera mi traje lo traduciría sin problema alguno e incluso podría aprenderme el extraño dialecto en el que hablaban…
.- Yo no entiendo lo que dices – Le respondí al soldado, pues al parecer viste como uno por lo poco que puedo recordar lo que leí en mi infancia…
Al parecer ellos tampoco me entendieron y retrocedieron un paso apuntándome todavía con sus lanzas y mirándome con malos aires, sabía que nada bueno iba a salir de aquello…
.- No entendemos nada de lo que dices, ¿Eres una amenaza?, ¿Vienes de esa cosa extraña? – Dijo un hombre
Vaya sorpresa, sigo sin entender, pero noté que su lanza apuntaba a mi nave, por lo que supuse que había preguntado sobre ella, traté de relajarme pero notaba en los ojos de esos soldados que en cualquier rato me iban a atacar…
.- Vengo en son de paz – Dije con las manos en alto y para mi desgracia llevaba mi pistola paralizadora en mi mano derecha, los hombres se asustaron al ver el extraño objeto en mi posesión y procedieron a atacarme, uno de ellos se bajó de su caballo con intención de atacarme o empalarme con su lanza, lo esquive y no dejándome de otra que defenderme, de una patada lo dejé inconsciente, craso error, pues eso solo alteró a los demás, uno echó a correr despavorido y el resto de la tropa que eran 6, ahora eran 4, uno estaba tirado en el piso y otro huyó, el resto intentó darme un golpe, uno a uno iban cayendo, yo lo lamentaba, en serio que sí, pero no tenía de otra…
.- Rayos, seguramente el otro que huyó fue por refuerzos, maldita sea, estoy salada, a donde quiera que vaya, siempre habrá un desastre…
Los hombres inconsciente, uno a uno los fui acomodando para que no pareciera una masacre, uno de ellos tenía una carta o eso parecía, lo agarré y tenía algo así como un sello de alguien importante, no pude apreciar nada más, más que un nombre: Zelda…
.- Debe de ser alguien muy importante, estos soldados deben de pertenecer a algún reino cercano…
Presentía cosas malas, como si fuese cosa del destino, escuché otros pasos y me volteé a ver, otros soldados sujetando lo que parecía ser una arma, algo que se usaba en tiempos de la tierra antigua antes de la extinción de dicho planeta, lo llamaban arco y flecha, me estaban disparando literalmente…
.- Y francamente, que malos tiradores, hasta un pirata con mente tan idiota tiene mejor puntería que estos…
Esquivaba una y otra vez las flechas, no quedándome de otra que defenderme, haciendo uso de mis habilidades acrobáticas, uno a uno los fui derribando de sus caballos y estas criaturas salían huyendo, la situación ya pintaba demasiado mal, hasta que una flecha casi pasó rozándome, casi…
.- Alto – Me decía una voz femenina tan autoritario, que me dejó por un momento paralizada, volteo a verla y estaba encapuchada, no dejaba ver su rostro pero llevaba un gran arco decorado de plata y un gran carcaj equipado a su caballo que era de color blanco, tan bella era esa criatura pero la misteriosa mujer todavía oculta, se bajaba de su caballo…
.- ¿Quién eres y de dónde vienes? – Le escuchaba decir, mas no entendía su dialecto…
.- Vengo en son de paz – Repito esta vez guardé el arma en mi muslo, esto no pasó desapercibido para la misteriosa mujer – No entiendo tu dialecto, es más no entiendo nada de lo que me dices, estoy perdida, vine del espacio, un agujero de gusano me trajo hasta aquí…
Sabía que era inútil explicar cosas que iban más allá de la comprensión de los que habitaban en el planeta en el que estaba, pero no perdía nada con intentarlo, por dentro suplicaba que aquella mujer encapuchada me entendiera al menos que no era su enemiga…
.- ¿Vienes del espacio? – Me preguntó que a la vez me sorprendía, debió de notar mi asombro porque me quedé callada y me siguió respondiendo – Antes de que digas algo, si, entiendo tu idioma, hace algún tiempo existió un sabio que formo parte de los Sheikah, una raza poderosa en mi tierra, ignoraba de donde venía este sabio, pero era extremadamente inteligente y sabía dominar varios idiomas incluyendo dialectos raros, la mayoría lo tildaban de loco, decían que jamás habría alguien que hablase los dialectos raros…
.- ¿Por eso me puedes entender? – Dije saliendo de mi asombro – Al principio sabía que podía meterme en problemas porque era probable que encontraría un idioma diferente en este planeta…
.- El idioma que se habla en estas tierras, es el Hyliano o Hylian como prefieras, pero en todo caso, ¿puedo saber tu nombre?, es un traje raro el que llevas, muy ajustada a tu cuerpo a mi parecer desde lejos noté que llevas una insignia que resplandece en tu espalda y en tu pecho…
.- Una descortesía de mi parte, mi nombre es Samus Aran, el traje que llevo es especial, ajustable a mi cuerpo, es el traje Zero, me permite moverme más rápido, no me estorba, la insignia que viste en mi espalda, es el signo de los Chozos, seres de otro planeta en la cual fui criada, francamente es una larga historia que contar, pero creo que es suficiente por ahora, me gustaría saber tu nombre…
Tuve que revelar unas cuantas cosas para ganar su confianza, ya había provocado problemas al derrotar a los pobres soldados, además tenía que saber para tomar un rumbo, pero escuchaba su voz, tan melódica y a la vez melancólica, como si tratara de ocultar su tristeza, pero era una voz fuerte, decidida y era bastante obvio que tenía destreza con el arco por lo que supuse que también debe de tener habilidades en el combate cuerpo a cuerpo, llevaba una capa con capucha, de color negro pero tenía unas extrañas insignias que no supe apreciar…
.- Mi nombre es Zelda…
Se quita su capucha revelando su rostro, me sorprende porque tiene el cabello color café y lacio, aunque parece tener recogido su cabello en un especie de listón, sus ojos son de color celestes pardos oscuros, me queda mirando fijamente, estaba muda a su belleza, pero no veía una sonrisa en ella, no veía un rostro amigable, de hecho se veía fría y recuerdo que la carta que le saqué al soldado estaba el nombre de esta, salgo de mi asombro y le respondo…
.- Es un lindo nombre – Le digo para romper el silencio incomodo que se estaba desarrollando – Supongo entonces que eres alguien importante en este reino…
.- Fui princesa de Hyrule que es como se llama este reino – Me responde secamente – Por ahora soy la reina, todavía no me das la suficiente confianza como para revelarte más cosas, francamente nunca esperé a hablar en este dialecto desconocido, el sabio predijo que un día un visitante iba a llegar, pero no lo esperé de esta manera…
Lo dicho y hecho, siempre iba aparecer un sabio que iba a predecir mi llegada a este planeta, seguramente porque debe de haber un peligro en el que probablemente mi ayuda será requerida, que cliché, más que cliché, es rayar en lo repetitivo de las cosas, los luminarios de Aether obviamente me agradecieron por todo lo que hice por su planeta, pero estaba en una nueva…
.- De acuerdo - Dije suspirando – No es la primera vez que un sabio predice mi llegada a un planeta, ya me ha tocado en otras ocasiones, ¿Está tu reino en peligro?...
De acuerdo, hablarle con toda la confianza aun después de que me dijo que no le daba buena pinta, pudo ser un tanto imprudente, pero ella abrió los ojos como platos, sorprendiéndose pero la vez soltaba una pequeña risilla, suave que por alguna razón me deja muda nuevamente…
.- No – Me dice con una sonrisa – Mi reino no está en absoluto peligro, al menos no que yo sepa, el sabio solo dijo que algún día podría llegar un visitante de otro "mundo", parece ser que acertó, no dijo nada más, era un sabio de los Sheikah, siempre usaba una máscara, nunca revelaba su rostro, yo aprendí de esos dialectos gracia a mi cuidadora Impa, ella me enseño estos secretos y me contaba las historias, soy Hyliana, la raza Hylian es poderosa pero quedamos muy pocos, hace algún tiempo tuvimos un desafortunado problema, un loco intentó dominar el reino sumiéndolo en oscuridad eterna, pero afortunadamente pudimos detener la amenaza, así que, no hay peligro alguno que debas detener Samus, debo decir que es un nombre poco común para una mujer alta, pero lo que más me sorprende son tus ojos, resplandecen, muestran un color azul intenso, brilla tan fuerte…
.- Oh – Dije balbuceando torpemente pero recobro la compostura – Mis ojos son azules, pero lo que brilla son solo efectos de un mineral tóxico, uno que casi acaba con mi vida, solo restos de Phazon, un mineral peligroso, por suerte ya no existe más…
.- Seguramente debes de tener muchas anécdotas que compartir Samus – Dijo volviendo a su rostro serio – Esa cosa enorme que está estacionada atrás de ti, es tu transporte supongo, es la primera vez que veo algo tan extraño y a la vez tan imponente que da miedo, ¿Qué es?...
.- Bueno – volteo a ver mi nave que sigue levitando y auto reparándose – Es una nave espacial como suele conocerse en otros planetas, con ella viajo por el espacio, así es como llegué aquí, bueno, por accidente, de momento está inactiva, ha entrado en estado de reparación, es decir se está reparando por si sola…
.- Suena increíble mas no me sorprende – Me dice – En este reino existe la magia, existen también criaturas imponentes, criaturas que dan miedo, seres que vienen de la oscuridad, por muchos años los hemos venido soportando incluso a nuestro némesis, un ser repugnante que deseaba sobre todo reinar este mundo, convirtiéndolo en caos, por fortuna, ahora está encerrado en un mundo alterno, una prisión en la cual jamás escapará…
Pude notar que esas últimas palabras que dijo, fueron de enojo, casi llenas de ira, puedo entender eso, tener tanta rabia por un enemigo de poca monta que al final resulta ser alguien poderoso pero todo llega a su fin, todavía sentía que sus palabras tenían un peso o una carga emocional que ocultaba muy bien, pero sin embargo, conocía demasiado bien ese sentimiento, el mismo sentimiento de culpa, rencor consigo misma, algo le debió de pasar para que tuviera que ocultarse bajo una capucha o hiciera acto de presencia en este lugar, no creo que fuera coincidencia que apareciese de repente solo porque escuchó un estallido, de hecho, estaba segura que habría pasado de largo este escándalo, me apostaría que estaba escapando de sus deberes como reina de Hyrule, pero decidí no decir nada de eso, ya llamaba demasiado la atención…
.- Bueno Zelda, de momento no me puedo ir – Dije secamente – Mi nave está más que muerta y le llevará un tiempo repararse, no se va a mover de aquí, ninguna fuerza o arma podrá hacerle daño, se ha activado un escudo que devuelve todo tipo de ataque cuando está en modo de reparación automática…
.- ¿Y qué piensas hacer de mientras? – Me pregunta, una buena pregunta de hecho, no sabía qué demonios iba a hacer o como iba a matar el tiempo, al ver mi silencio responde nuevamente – Podrías darte una vuelta en mi castillo, así conoces más este planeta en el que estás…
Estaba un tanto sorprendida por esa invitación, un soldado que estaba escuchando toda la conversación, no entendía nada por supuesto pero era bastante obvio que le tenía un miedo atroz a la reina, se estaba acercando a ella temeroso y arrodillándose ante ella y le dice en el dialecto que no entiendo…
.- Querida reina, perdónanos – Decía y podía oírlo como lamentos desgraciado, si se le notaba el miedo - ¿Qué ordena mi reina?, ¿Qué dice esa extraña visitante?...
.- Nada – Le dijo secamente sin siquiera mirarlo, cosa que me sorprendió, tratar fríamente a sus súbditos que hicieron un intento de detener una futura amenaza y casi sentía lástima por el pobre diablo, ni Malkovich era tan frío cuando algunos de sus pupilos fallaban en alguna misión – Es una visitante de otro mundo, probablemente vino aquí por accidente, pero no es una amenaza clara por lo que puedo ver, te puedes ir con tus hombres, no te preocupes por mi…
.- Pero Reina – Dijo asombrado – No la podemos dejar aquí, puede ser muy peligrosa, que tal si…
.- NO – Dijo con una fuerte voz sorprendiendo al soldado – No es una amenaza, de lo contrario ya los habría matado, esto pasa porque no entrenan duro, no puedo permitirme otro desastre, puedes irte, como dije, no te preocupes por mí, iré en cuanto pueda al castillo y no sola…
.- Como desees querida Reina – Dijo el soldado retirándose temeroso y levantando a sus hombres, quienes no dudaron en marcharse de ahí tan rápido como se les permitía sus piernas, yo fulminaba con la mirada a Zelda, pero en el fondo sabía que tenía un sentimiento parecido, decepción tras decepción he vivido sobre todo con los idiotas de la federación galáctica, pese a no entender nada sobre el dialecto Hylian, podía notar el enojo y la rabia de la reina…
.- Para ser una reina, eres muy fría con tus súbditos Zelda – Le dije fríamente cosa que no le sorprendió, de hecho me voltea a ver con la misma mirada que yo tenía, fría, calculadora, como una persona que no tiene sentimiento alguno pero que en el fondo sabíamos que no era así…
.- Hace tiempo detuvimos una amenaza, pero no lo hicimos solos, contamos con ayuda de un guerrero, que tenía mucho valor, es parte de una profecía, yo también formo parte de ella e incluso el némesis a quien nos enfrentamos también forma parte, ya viste la insignia de los soldados, es la trifuerza, Poder, Coraje y Sabiduría, yo tengo la trifuerza de la sabiduría – Dijo alzando su mano derecha…
Justamente vi que su mano brillaba un triángulo dorado y brillaba con intensidad, no bromeaba con que había un poder o magia como bien dijo, en otros tiempos no me habría tragado estos cuentos, pero ya había visto muchas clases de magia o poder de diferentes razas que no me sorprendió lo que Zelda traía en su mano, esta mostraba una sonrisa y me responde nuevamente…
.- Por lo que veo no te sorprende – Dijo – Seguramente has visto toda clase de cosas en tus viajes, ¿Qué eres exactamente Samus?...
.- Soy humana pero de niña fui dotada de una sangre de una raza superior llamado Chozos, vengo de un planeta llamado Zebes, ahora ya extinto por razones que no diré porque me pesa, pero mi profesión es ser una caza recompensas, trabajaba para la federación galáctica, una clase de policía dirías pero superior en amplios aspectos, desafortunadamente he vivido traiciones, cosas horribles que de momento no diré…
.- Mucho que contarme tienes Samus – Dijo fulminándome con la mirada fría – Poco puedo entender sin embargo sabes ocultar muy bien tus sentimientos, denoto ira y rencor pero no contra las personas, sino contigo misma, algo te pasó y no lo has superado…
.- Podría decir lo mismo de ti Zelda – Le respondí mordaz que a la vez no le sorprendió lo que le dije – El que trates fríamente a tus soldados que por lo menos hicieron el intento de detenerme lo mejor que pudieron, fue con la intención de proteger tu reino…
.- Ya los has visto – Dijo con un atisbo de rabia y tristeza – No hacen nada bien, los soldados de mi reino son fuertes sí, pero temerosos, huyen si la situación es tan peligrosa que podría perder sus vidas, aunque con todo mi corazón los protejo y no deseo que nadie pierda la vida, pero estoy cansada de ver tantos cobardes que no hacen un mínimo esfuerzo por romper ese miedo, siempre dependiendo de aquellos que tienen un poder extraordinario o más allá de su comprensión, no me malentiendas Samus, amo a mi reino, amo a mi gente y hago lo que creo que es mejor, pero mis decisiones…
Su voz fuerte y tan segura comenzaba a quebrarse pero supo disimularlo demasiado bien, conocía ese sentimiento, demasiado bien de hecho, ¿¡Cuántas veces habré salvado el pellejo a varios soldados de la federación galáctica!? O peor aún, los pobres agradecimientos o condolencias por haber perdido a mis camaradas en la caza de Dark Samus o la extinción del planeta Phaaze, no me consoló del todo, sentía rabia, enojo e impotencia, la poca importancia que tenían mis camaradas y quizá únicos amigos que podían entender mi vida, todo el crédito me lo llevaba yo y para ellos nada, podía entender los sentimientos de la reina más no le dije nada, pero sin embargo…
.- Dijiste que podía recorrer tu castillo y parte de tu reino – Le dije para romper nuevamente el silencio – Déjame ir por mi capa que cubrirá mi traje Zero y así no llamo la atención…
Iba a entrar a mi nave pero para mi sorpresa ella iba detrás de mí, como si quisiera conocer el interior de mi nave, no le dije nada pero dejé que me siguiera, aparte de fría era impulsiva, quizá tenía una curiosidad grande, pero una vez que entramos a mi nave, ella se sorprendió por lo espacioso que era, el acceso de la nave daba al sector donde guardaba mi armadura, ella lo notó…
.- Supongo entonces que esta es tu armadura Samus – Dijo con su voz suave – Es algo extraña pero da un aspecto de temor…
.- Es la Varia Suit o traje climático, es una armadura resistente a todo tipo de golpes, soporta climas cálidos y fríos, lo he llevado siempre conmigo, siempre está sujeto a cambios, es de una tecnología Chozo, avanzada, con ella soy poderosa, letal, mas no hace magia como en tu planeta, la armadura es un arma, al ponérmela, resulto ser muy peligrosa…
.- Eso suena interesante – Dijo – Pero porque está como apagado…
.- El núcleo central de mi nave está dañada y es la zona que está reparándose – Le respondo – Cuando estaba entrando en tu planeta, durante la caída se estropeó algunos sistemas, algo normal cuando trato de aterrizar de manera forzosa…
.- Pienso yo que el destino nos tiene algo deparado – Dijo – No sé qué será, pero no viniste aquí por accidente, puedo notar que eres una guerrera, admito que tenía curiosidad desde la manera en como esquivaste a los soldados, nadie que conozca puede realizar saltos tan arriesgados y precisos, esas botas que tienes equipada a tu traje, tu extraña arma que llevas en tu muslo derecho, desde el cielo te vi caer, en un principio pensé que sería un mal augurio de las estrellas, pero al ver que estaba cayendo literalmente en alguna parte del reino, me sorprendió, mas no quería interesarme hasta que vi a los soldados dirigirse al lugar del estallido, temía por sus vidas, quizá iban a encontrarse con algo terrible por fortuna no fue así…
.- Bueno – Dije confusa a sus palabras – no sé si sea cosa del destino, pero lo que sí es seguro, es que llegué aquí por accidente, yo iba viajando por el espacio, metida en mis pensamientos y no me di cuenta cuando fui que me metí a un hoyo negro y que de repente caiga en un planeta, algo que no me explico, cosas suceden arriba, en el espacio, cosas que no logro entender del todo bien…
Ella parecía estudiar mis palabras, todo lo que le explicaba más sus facciones no cambiaban en absoluto, debo de admitir que mantiene la calma quizá un tanto excesiva pero suficiente para ponerme nerviosa, durante mi vida he conocido a soldados con carácter frío e incluso a guerreras, pero hasta el más frío suele perder la calma pero Zelda era otro caso, jamás mostró miedo porque haya llegado de la nada, seguramente porque nunca vio malas intenciones de mi parte…
.- No podré entender tu mundo Samus – Dijo mirando de nuevo a mi armadura – Pero créeme que nada llega por accidente, razones no las conoceremos pero que el tiempo lo dirá…
.- Quizá – Le respondí mientras buscaba mi capa negra – Puede ser cosa del destino, hace algún tiempo, los Chozos predijeron mi llegada a un planeta llamado Tallon IV, en el que se decía que me iba a enfrentar a la gran enfermedad tóxica bajo el cráter del impacto, no resultó ser otra cosa que una criatura llamada "Metroid Prime", una criatura imponente alimentada por Phazon, me llevó mucho rato eliminarla en ese planeta, pero no fue así, después esa criatura se hizo una copia de mi misma…
.- Has de saber que estabas destinada a una maldición cuando tu gente predijo tu llegada a dicho planeta – Dijo sorprendiéndome el hecho de que los Chozos no eran precisamente mi raza pero ella lo supuso, ella notó mi asombro pero siguió con su plática – Digo tu gente porque antes estabas con los seres humanos, pero pasaste a formar parte de otra raza, ellos te aceptaron y vieron en ti muchas cosas, no subestimes las enseñanzas quienes te educaron, nada pasa por accidente Samus, aquí en este planeta pasan cosas, profecías se cumplieron, mis ancestros han visto y vivido de todo, la trifuerza que cargo, es una maldición que llevará de generación en generación, es una eterna guerra que no se acabará…
.- Parece que tu planeta oculta demasiadas cosas que podrían sorprenderme – Dije con una sonrisa pero manteniéndome seria, muy a pesar de lo que dijo, yo siempre estaré agradecida con los chozos pero a veces había cosas que no lograba entender y que aún sigo sin entenderlas del todo…
.- Podrás ver más – Dijo volteándome seria – Tienes un largo tiempo, ¿Cuánto tardará tu nave en repararse?...
.- Mi nave tardará incluso días para que termine de repararse por completo Zelda...
.- Entonces no se hable más del asunto y te mostraré lo que hay en mi reino – Dijo dirigiéndose a la salida…
Nota del autor:
Hasta aquí la primera parte, como dije, se extendió demasiado este one shot que decidí hacerlo un long fic quizá d capítulos como máximo, dado que tengo pendiente de terminar dos long fic's que no quiero descuidar más, espero que les haya gustado este primer cap =D
