¡Buenas noches lectores!
No sé por qué nunca puedo publicar nada antes de media noche, ¡qué horror! Hace unos días me preguntaron que por qué siempre decía 'Buenas noches' Bueno pues es precisamente por esto, es la una de la mañana, como que lo de publicar de día no se me da… jajaja
Vengo con más drama que nunca, así que prepárense. Bien, les hablo de la historia que les traigo al final del primer capítulo, así que abajo nos leemos.
Como siempre les tengo canción recomendada para ambientar la historia, esta vez vengo con 'RUN' de Snow Patrol canción publicada por la banda escocesa en su álbum 'Final Straw' en el año 2003. Ojalá la escuchen y me cuenten su experiencia.
•Hago esto sin ánimo de lucro. Los personajes NO me pertenecen, estos son creaciones de DC cmics y WB Tv. Lo mío es solo por diversión. •
72 HORAS
CAPÍTULO I : PRELUDIO A LA VORÁGINE.
POV. Robin.
Ser el líder del equipo significaba, la mayoría del tiempo, ser el primero en enfrentar la batalla y el último en desfallecer. Ser el que más resiste y el que nunca se da por vencido. Estaba completamente seguro de mi papel frente a mis compañeros y en general la vida me había enseñado que caer de vez en cuando no estaba mal, pero que siempre tendría que reunir las fuerzas para levantarme. A pesar de todo ello, las agallas no me alcanzaban para pararme frente a la mujer que amo y decirle todo lo que siento por ella. No es que pensara que ella me rechazaría, rogaba al cielo a diario para que no fuera así. Tampoco se trataba de que me intimidara o no tuviéramos la confianza suficiente. Lo que pasaba en realidad, era que con ella las palabras solían ser triviales. Si algo compartimos Raven y yo desde el comienzo, fue la poca necesidad que teníamos de hablar para entendernos. Las acciones siempre significaron más para nosotros que cualquier otra cosa y era por eso mismo que cuando teníamos conversaciones, estas estaban llenas de sentimientos y de sentido, no eran 'solo palabras.' Había pensado en miles de maneras y en miles de momentos para decirle cuánto la quería pero a pesar de que pensaba que cada rato con ella era completamente agradable, yo seguía esperando ese momento perfecto para que las palabras pudieran moldear mis sentimientos. Mientras tanto me encargaba de demostrarle mi cariño por medio de acciones con la esperanza de que ella fuera receptiva con lo que intentaba mostrarle. El café y el té por las mañanas, las caminatas por la playa, la compañía mutua mientras ella leía sus libros y yo el diario o mientras me encargaba de el papeleo de la torre y ella meditaba, y los encuentros en la azotea se habían convertido en nuestros pequeños lapsos, suspiros robados al tiempo que compartíamos con perfecta empatía, sin agobios ni descuidos.
Hay situaciones que nos llevan a límites inimaginables y la vida misma se encarga de ponernos cara a cara con lo que tememos enfrentar. Hizo fala una batalla infernal y un recorrido por medio del infierno para que aceptara que a la hechicera la quería como algo más que una compañera de equipo, como algo más que una amiga, desde entonces nuestro vínculo no había parado de crecer y ambos estábamos bien con ello, el cariño era mutuo.
POV. Raven.
Si había algo que realmente amaba del chico maravilla es que si importar la situación, ya fuera como líder, como amigo o como confidente nunca perdía esa actitud tan suya entre seria y caballerosa que tenía. Desde lo que pasó con Trigon, los sentimientos tanto de él como los míos habían sido mucho más claros. Ninguno de los dos era lo que se llamaba cursi o muy entregados al romance, pero nos entendíamos bien y aun así, teníamos nuestros momentos. Si había algo que realmente me inquietaba del chico maravilla era su obsesión por algunas cosas, sobre todo porque eso podía llevarlo a preocuparse más de la cuenta. Era por eso que analizaba muy bien una situación antes de comentarle cualquier cosa. No es que no confiara en él, pero para nadie es un secreto que la crisis que tuvo cuando Slade invadió su sistema nervioso1 lo había llevado a un estado de estrés que casi acaba con él. Sé perfectamente que ese tipo de cosas tienen sus secuelas, así que simplemente me preocupaba por no alterar sus nervios sin necesidad. Por eso mismo, cuando me percaté de lo que estaba pasando no le dije nada hasta estar segura, habían pasado unos meses y ahora lo estaba y más que temer por lo que iba a tener que hacer me intranquilizaba el cómo iría a reaccionar Robin cuando se enterara. El siempre había sido sobreprotector con todo el equipo y sabía perfectamente que se preocupaba por mí. Lo que más me tenía pensando de toda esta situación era el hecho de que mientras todo ocurriera yo no iba a poder estás ahí para calmarlo como siempre procuraba hacer.
OoC.
Hacía ya tiempo atrás que Robin venía notando a Raven un poco extraña. Era obvio que estaba preocupada por algo y que fingía estar completamente bien. Si bien al chico maravilla le molestaba pensar que la gótica le estaba escondiendo algo, también pensaba que después de lo que habían vivido juntos ella sabría que podría contar con él para lo que fuera. Optó por no decirle nada ni presionarla, sino esperar el momento en que ella quisiera abrirse con él, así que trataba de convencerse, que fuese lo que fuese que Raven no le había dicho, sería algo sin importancia pero claramente tenía sus dudas.
La pelea de ese día contra Mambo en el banco de la ciudad les había costado todas las energías, unos cuantos golpes y una mano lastimada para el líder. Ahora estaban en la habitación de Raven, la chica, con su energía había sanado la mano de Robin y después de haber hablado un rato se habían quedado dormidos por el cansancio. Raven estaba mirando hacia el techo con la mirada perdida en alguna parte de la oscuridad, pensando en cómo afrontar todo lo que estaba pasando. El petirrojo, acostado a su lado sobre su costado derecho y con una mano abrazado al abdomen de la chica durmió hasta que la preocupación de Raven, por medio de su vínculo llamó su atención despertándolo. Cuando abrió los ojos vio a la peli violeta absorta, mirando a la nada y con los pensamientos a mil por hora. Era obvio que no había dormido y estaba lo suficientemente ensimismada como para no notar que el chico no le quitaba la mirada de encima. Después de unos minutos le acarició el cabello, la chica se sobresaltó.
¿En qué piensas? – Robin rompió el silencio. La pregunta no había sido pretenciosa, sin embargo se dio cuenta de que la respuesta, fuera cual fuera no iba a gustarle. Raven nunca quitó la expresión tensa de su rostro, su boca ahora recta, nunca se curvó en una sonrisa por diminuta que fuera.
Necesitamos hablar. – Dijo la hechicera sentándose en la cama. Sin saber qué esperar él también se reincorporó. La cama era grande, lo suficiente para que se sentaran con las piernas cruzadas uno frente al otro. Robin le puso la mano en el hombro a Raven.
¿Estás bien? ¿Qué pasa? – Preguntó evidentemente preocupado pero con calma en la voz. Luego le acarició la mejilla. Ella bajó la mirada, de repente estaba tratando de contener el llanto. Unos segundos después miró a Robin a los ojos. La voz frágil y la expresión en su cara dejaron al descubierto sus sentimientos. Una lágrima rodó por su pálida mejilla.
Tengo miedo. – Hizo el máximo esfuerzo para que su voz sonara tan neutral como siempre. El corazón del petirrojo latió más fuerte en medio de su pecho, sin embargo trató de mantener la calma.
¿Qué pasa? – Repitió.
Trigon… regresó… o al menos eso intenta. – El gesto de auténtico terror de Raven, su tenue temblor y sus ojos encharcados solo le recordaron a Robin la niña frágil que alguna vez sacó del corazón del infierno. La abrazó frotándole la espalda, tratando de reconfortarla. Él también sintió pánico al oír sus palabras, pero tenía que ser fuerte, tenía que estar ahí para ella.
¿Qué podemos hacer? – Preguntó después de un rato. Ella se separó de su abrazo y nuevamente bajó la mirada.
Ese es el problema real Robin, eso es lo que me tiene asustada. En esta historia no hay ningún 'podemos' porque no hay ningún 'nosotros' que pueda hacer algo. Tengo que hacerlo yo y tengo que hacerlo sola. – Robin tomó un semblante serio.
No puedo creer que a estas alturas de la vida tú sigas insistiendo en tomar esta clase de cosas por tu cuenta. Lo vencimos una vez, lo venceremos dos…
Robin… Dick, escúchame, sé que tú… todos ustedes son incondicionales conmigo, pero esta vez no depende de mí.
Pero Raven ¡por dios! Cómo puedes…
¡Dick escúchame! Te dije que Trigon está TRATANDO de regresar. Yo destruí la mayor parte de él, pero estas cosas tienen que ser de raíz o no sirve de nada.
No te estoy entendiendo. – El chico pasó de estar molesto a esta confundido. Raven suspiró.
…Trigon ya no está aquí de forma terrenal, lo que queda de él está dentro de mí. Si quiero vencerlo tengo que… ¿recuerdas lo que Cy y Chico Bestia te contaron alguna vez del cómo entraron a mi mente? – Robin asintió con la cabeza. – Bueno pues, es eso lo que debo hacer, es algo así como… como un viaje astral. Esta vez la batalla es netamente psíquica.- Robin seguía en silencio analizando las palabras de la hechicera.
Pero… no es tan fácil ¿verdad? – La voz del chico sonó tan seria como nunca había sonado antes. Sus ojos estaban envueltos en una sombra de fatalismo que solo la realidad podía ofrecerle.
Exacto… - Raven hizo una pausa para calmarse. – Estamos hablando de un demonio interdimencional. Conoces la magnitud de su poder. Una parte de él, por pequeña que sea, significa caos absoluto. Necesito mucha... demasiada fuerza para eliminarlo completamente…
Raven, sé clara, ¿qué hay que hacer?- Raven tomó aire para poder continuar.
Necesito toda mi energía para poder hacer esto. El hecho de pelear espiritualmente me obliga a separarme de mi cuerpo somático durante un tiempo, pero eso no significa que físicamente no haga un esfuerzo. Bien, necesito que ese esfuerzo físico sea mínimo… - suspiró frustrada. – Lo ideal, Dick, sería que cuando haya entrado en el trance, también… entre en un estado de coma, un coma inducido… - Raven esperó a que el chico le dijera algo. Este había quedado de piedra, ni siquiera se atrevía a parpadear.
¿Qué pasa si no lo haces? –Esa pregunta, sin duda fue la más dura de todas. La híbrida sacó fuerzas de sabrá Azar dónde para seguir hablando.
Si no lo hago… te va a consumir a ti antes que a mí. – Cerró los ojos y trató de contener las lágrimas de nuevo. Azarath Metrion Zinthos Dijo el mantra en un susurro para mantener la poca calma que le quedaba. Volvió a mirar a Robin – Cuando yo decidí cumplir la profecía, antes de irme les dejé todo el poder que pude para que tuvieran la oportunidad de defenderse. La mayor parte de ese poder te lo dejé a ti porque sabía que ibas a hacer hasta lo imposible por salvar el mundo entero, y lo hiciste… y como si no fuera suficiente también me salvaste a mí… esa pequeña pizca de poder que en algún momento tuviste dejó su semilla en ti y como eso ocurrió antes de vencer al demonio, esa semilla está conectada con él. Por eso debo destruirlo, porque gracias a nuestro vínculo él sabe… sabe que tú eres lo más importante en mi vida y por eso también mi más grande debilidad.- No pudo más con toda la presión, las lágrimas corrieron por el rostro de ambos. Abrazados el uno al otro dejaron que la amargura los consumiera por unos momentos. Luego fue la voz del chico, entrecortada la que tomó la palabra de nuevo.
Rachell, ni por un instante te culpes de lo que está pasando. – La hechicera volvió a mirarlo con una sonrisa deforme cargada de tristeza.
¿Por qué eres tan bueno conmigo Dick? Claro que es mi culpa… - su voz sonó apagada y fría. – Robin negó rotundamente con la cabeza y la volvió a abrazar.
No Rach, no lo es. Y como sea vamos a salir de esta… ya pensaremos qué hacer.
No hay nada que pensar Dick. – Dijo Raven quitándose las lágrimas de la cara con las manos. – Sé exactamente lo que voy a hacer. No voy a permitir que Trigon se acerque a ti ni por un solo segundo. No voy a permitir que te dañe. Voy a hacer lo que te expliqué, lo voy a vencer y te voy a salvar.
Pero Rachell, hablaste de un coma inducido, eso es muy riesgoso.
Lo sé… pero no hay opción.
La hay. La tiene que haber.
Dick, dejar que te haga daño no es una opción. Nunca va a ser una para mí y nunca he dudado de lo que haría por ti. Solo voy a estar tranquila si sé que estás bien… pero sí, tengo miedo de las consecuencias. – Robin se paso la mano por el cabello con notable desespero.
¿Y cuáles son las consecuencias? – Preguntó apretando los dientes.
…Yo sé que puedo ganar la pelea con Trigon. Pero no estoy segura de poder volver.
¿A qué te refieres con eso? – La exasperación se iba apoderando cada vez más del petirrojo.
A que sé que voy a vencer a Trigon, pero en el proceso tal vez no pueda salir del trance. La energía que tengo que utilizar para pelear tal vez no me deje energía para regresar. – Robin se sentía entre la espada y la pared. Estaba alterado no había duda de eso. Las lágrimas no habían cesado ni por un segundo y la rabia y la impotencia lo estaban consumiendo.
¡Entonces llévame contigo! ¡Podemos pelear juntos! ¡Podemos… - Su voz llena de rabia fue interrumpida por la gótica.
Dick, no puedo.
¡Tiene que haber una forma! ¡No me voy a quedar acá mientras tú peleas sola!
¡Dick no puedo hacerlo, no te puedo llevar conmigo!
¡No me pidas que me quede aquí viendo… viendo cómo te mueres maldita sea! ¡Podemos hacerlo juntos!
¡No Dick, no podemos, no esta vez, no como quisiéramos! ¡Perdón, perdón por hacerte pasar por esto! ¡Perdóname! – Los gritos cada vez más fuertes solo pararon cuando en medio de la angustia Robin empujó a Raven en la cama y se lanzo al lado de ella en el abrazo más apretado y firme que pudo darle.
¿Por qué la vida se empeña en quitarme todo lo que amo? – Las palabras salieron en medio del llanto que los inundaba a ambos. Raven correspondió el abrazo sin parar de decir 'lo siento' – Deja de pedir perdón Rachell, esto NO es tu culpa. – Los sollozos de ambos se escucharon por largo rato en la habitación hasta que el agotamiento los llevó a quedarse dormidos y abrazados, tumbados sobre la cama colmados de tristeza.
A la mañana siguiente, los momentos posteriores al despertarse no fueron menos duros para ninguno de los dos. Afortunadamente ese día la alarma no los interrumpió, así que estuvieron hasta por la tarde encerrados en la habitación de Raven discutiendo una y otra vez el tema pero era inútil. Cada vez que Raven explicaba algo al petirrojo ambos se convencían más de que realmente no había otra solución que arriesgar a la chica a un peligro mortal. Si no era de ese modo, lo único que podían esperar era que Dick fuera solo la primera víctima de la venganza del demonio y eso no iba a pasar mientras la híbrida pudiera evitarlo. Al final solo les quedó resignarse y poner en marcha el plan lo antes posible. Cada día que pasaba era ventaja que Trigon tomaba para recuperarse y el riesgo entonces era más grande. Sin más opción y con la moral por el suelo, cerca de las dos de la tarde salieron de la habitación. Iban caminando por el pasillo, cabizbajos dirigiéndose a la sala donde el resto de sus amigos se encontraban.
Dick, déjame hacer esto a mi sola. – Dijo Raven con la voz apagada. –Deja que quien les explique todo a los chicos sea yo. Si no estás ahí, tal vez sea más fácil. -Robin se detuvo y la abrazó justo antes de entrar en la sala.
Tú nunca vas a estar sola Rach. – Le dio un beso en la frente y regresó por el pasillo. Raven suspiró de nuevo buscando las fuerzas para contarle todo a sus amigos.
Tan pronto como cruzó la puerta, sus amigos supieron que algo andaba mal. Sus ojos rojizos dejaban ver las horas de llanto que había tenido la hechicera. El hecho de que el líder no se hubiera presentado en la sala en ese momento solo les dio un peor presentimiento.
Pasaron más de cuatro horas sentados en el sillón, escucharon atentos la explicación que Raven les dio. Decepcionados y con los ánimos por el piso, con una que otra oposición pero sin una mejor solución solo les quedó preguntar cuándo y cómo pasaría todo.
Lo antes posible. Si se puede hacer mañana mismo mejor. – Contestó la hechicera con su típica voz neutral y la mirada en el piso. - ¿Cyborg? – El medio robot la miró. – Yo… podría pedirte el favor… de que seas tú quien se encargue de inducir el coma. – Preguntó la chica.
Francamente tenía pavor de que fueras a decir algo como eso. – Contestó el hombre de metal barriendo con la mano una lágrima que resbalaba solitaria por su cara. Suspiro resignado. – Claro Raven, cuenta con eso. – Nunca en su vida le había dolido tanto hacer un favor.
Después de unas cuantas palabras más. La hechicera se levantó y los miró a los tres.
Yo sé que vas a poder con todo esto, amiga Raven. – Le dijo Starfire con un intento de sonrisa y las lágrimas empapando su cara. Raven la abrazó con fuerza.
Te prometo que cuando regrese, nos vamos un día entero para el centro comercial y no nos vamos de allá hasta que nos saquen. – Starfire rió ante el comentario.
Ya has hecho una promesa, amiga.
Y sabes que soy una mujer de palabra. –Al zafarse del abrazo de la tamaraniana fue Chico Bestia quien le habló.
Si llegas a irte Raven, te juro por mis padres que en paz descansen que voy a estar muy enojado contigo y bien sabes que no me enojo con facilidad.
Y yo odio verte enojado, así que trataré al máximo de no fallarte. – Las manos de ambos se unieron en un apretón. Luego de unos segundos el cambiante haló a su amiga hacia él abrazándola y sollozando un poco en su cuello.
Cuídate mucho Raven. Este equipo… esta familia es de cinco personas, no de cuatro. – Raven apretó sus brazos contra el chico. Cuando se separaron, él con los ojos encharcados y temblando un poco besó la mano de la hechicera. Raven volteó a ver a Cy quien seguía sentado en el sofá.
Voy a preparar todo entonces. Para mañana estará listo. Así que te veo en la mañana.- Cyborg se acercó y le besó la frente a Raven. No fue capaz de sostenerle mucho tiempo la mirada, así que acto seguido salió de la sala intentando no romper en llanto.
Segundos después la hechicera camino pesadamente hasta la azotea. Allí estaba el chico que tanto amaba, mirando la ciudad a la que había jurado proteger, aún con unas cuantas lágrimas cayendo de sus ojos. Cuando Raven finalmente estuvo a su lado se abrazaron. Ella recostó su cabeza en su pecho y así se quedaron viendo como poco a poco la oscuridad cubría el cielo de Jumpcity. Allí había empezado todo, los dos en la azotea mirando el sol salir y tal vez allí terminaría todo. El sol finalmente dio su último halo de luz.
Hago referencia al capítulo número 5 de la tercera temporada de 'Teen titans' llamado 'Haunted' o 'cacería' en América latina.
A que nunca en sus vidas habían visto a los titanes llorar tanto. ¿Será que Raven sobrevive o Robin tendrá que atravesar otra vez sitios inimaginables para traerla de vuelta? ¿Será que en el intento también se va él? Bueno, todo eso tendrá respuesta en el próximo capítulo que espero subir en un par de días máximo. Por cierto, en el capítulo II sí que haré referencia al título… es decir, no se llama '72 HORAS' por nada. Jajajaja Ya entenderán… ;)
Recibo Reviews! Adelante, díganme qué creen que va a pasar con nuestras aves favoritas… No en cerio, dejen su review que así me hacen muy feliz! Jajajaja ¡Por favoooor!
Por otra parte, esto es un agradecimiento muy especial a todas las personas (o creaturas, no sea que excluya a alguien) que han dejado su comentario desde mi primera publicación. A quienes tienen cuenta trato de responderles tan pronto como me sea posible, sin embargo a todos los que no tienen cuenta en Fanfiction y dejan su comentario desde el anonimato solo me queda agradecerles por tomarse el tiempo de escribirme. Entenderán que como casi todo lo que escribo son Oneshorts me es complicado responder este tipo de Reviews, pero los leo y los aprecio muchísimo. De nuevo gracias.
Sin más que agregar, ¡buenas noches lectores!
