La Princesa de los Piratas
Por Fox McCloude
Disclaimer: The Legend of Zelda y todos sus personajes son propiedad de Nintendo.
Prólogo.
"Durante muchos años, el reino de Hyrule gozó de gran prosperidad, prosperidad que se extendió a todo el continente de Hylia, bajo el gobierno de sus sabios y nobles gobernantes, el Rey Daphness, y la Reina Selena. Ambos tomaron con gran seriedad su responsabilidad con el pueblo, y la paz y la felicidad duraron muchos años. La única preocupación del rey y la reina era instruir a su única hija, la Princesa Zelda, y convertirla en una digna sucesora para que continuara con su tarea cuando llegase el momento.
Pero un fatídico día, todo cambió. El noble rey enfermó, y transcurrido un tiempo, falleció. Al morir el rey, su hermano menor Desmond, quien había sido desplazado por su sobrina Zelda en el lugar como siguiente en la línea al trono, se aprovechó de esta situación y atacó el castillo por sorpresa, asesinando sin piedad a cualquiera que se cruzara en su camino. Madre e hija se vieron forzadas a escapar para salvar sus vidas, mientras solo podían observar como sus leales vasallos morían en su intento por protegerlas. No tuvieron más alternativa que huir por mar en busca de refugio. Pero una tempestad las sorprendió en alta mar y destruyó el navío en el que iban. Nunca las encontraron, de modo que se les dio por muertas, y sin ellas de por medio, no había nadie que se interpusiera entre Desmond y el trono de Hyrule. Pero su reinado no pudo ser más diferente que el de su hermano mayor. Las tinieblas cayeron sobre toda la nación. El malvado Rey Desmond tomó la decisión de apropiarse de todo aquello que considerase de valor, arrebatándoselo por la fuerza a sus súbditos si era necesario. Y quienes tuvieran la osadía de oponer alguna resistencia… eran encarcelados o ejecutados.
Transcurrieron 7 años, 7 años en los que el pueblo de Hyrule había perdido la esperanza de ser liberado del puño del terrible tirano. Cuando más nadie se atrevió a desafiarlo, surgió una luz de esperanza. Los barcos reales de transporte comenzaron a ser atacados en sus rutas de comercio por un grupo de piratas, causándole a la corona cuantiosas pérdidas en tesoros y armamentos. Lo más sorprendente era que al mando del barco que los atacaba estaba una mujer, una mujer que se hacía llamar Tetra, apodada por muchos como "La Princesa de los Piratas", cuyas habilidades con la espada eran de temer, mejores que la mayoría de los hombres, sembrando el terror y el caos entre los marinos al servicio de la corona, pero adhiriéndose a un estricto código de honor de nunca matar innecesariamente. Más todavía, siempre tomaba solo lo esencial para sobrevivir, y el resto lo repartía entre aquellos en el reino que más lo necesitaran. El pueblo de Hyrule comenzó a verla como una heroína por ello, una luz salvadora en medio de tanta oscuridad. El Rey Desmond, por otra parte, comenzó a verla como una amenaza a su reinado. Nadie había osado enfrentársele jamás, y se aseguraría de hacerle pagar su atrevimiento. Por ello, al cabo de unos meses, emitió una proclamación contra ella, que decía:
"Por sus numerosos crímenes cometidos en contra del reino, repetidos actos de destrucción y robo a la propiedad del reino de Hyrule, y por una completa falta de consideración hacia la autoridad de la corona, se ofrece por la presente una recompensa por la cantidad de 5.000.000 de rupias a quien capture, viva o muerta, a la capitana Tetra, alias "La Princesa de los Piratas", una temible pirata enemiga del reino, considerada como una ofensa."
Debido a esta proclamación, decenas de cazarrecompensas y de oficiales al servicio del Rey Desmond han salido en búsqueda de la captura de la evasiva capitana Tetra. Varios han tratado de capturar a esta infame pirata, pero ninguno ha tenido éxito, hasta ahora…
Fin del Prólogo.
