OSOMATSU-SAN NO ME PERTENECE. Todos los derechos reservados a Fujio Akatsuka y Studio Pierrot.

Yo solo tomo sus personajes para divertirme un rato.


1.- Cuddles (naked)/ Abrazos (desnudos).

Summary: Ichimatsu se despierta con una resaca de los mil demonios, pero ésta vez no lo hace en compañía de sus hermanos...ni mucho menos en su casa. ¿Qué habrá hecho?


Los tenues rayos del sol por la mañana fueron los que comenzaron a molestarle entre sueños para que empezara a despertarse he iniciar un nuevo día. Cómo lo odiaba. Soltó un gruñido grave mientras comenzaba a removerse entre las sábanas de su fu…

Esperen… ¿Desde cuándo su futon tiene sábanas? Nunca se había sentido tan cómodo en él… Con pereza e inquietud, abrió uno de sus cansados ojos. Cuando su vista se ajustó a la luz que se colaba de una ventana de su lado, se sorprendió. Definitivamente no estaba en su casa. Era un cuarto totalmente ajeno a donde normalmente dormía, vaya. Como estaba recostado de lado, sólo logró divisar la gran ventana con unas cortinas color crema y un buró.

¿Qué era éste lugar?

Trató de reincorporarse, pero un fuerte dolor de cabeza comenzó a golpearlo. Ah sí, ayer, maldita borrachera. Sus hermanos eran unos jodidos sonsacadores, sobre todo el de rojo. Volvió a gruñir, intentando otra vez sentarse como mínimo pero además de aquella jodida resaca, un peso extra lo retenía dentro de las sábanas de aquella cama.

Con la conciencia ya casi recuperada, se giró de repente cuando escuchó un ruido dentro de las telas. No estaba solo, en definitiva, y aquello era lo que estaba reteniéndolo en el lecho. Podía sentir claramente un aliento chocar contra su espalda. Tragó saliva, ¿qué hizo ayer en la noche?

Ahora que observaba bien el lugar, parecía un cuarto equis, con todo lo básico para pasar como una habitación decente. Si no fuera un virgen, desempleado y sin estudios, habría deducido al primer vistazo de que se trataba de una habitación de hotel. Pero ¿quién podía reprocharle? Al menos ya sabía cómo lucían por dentro…

En fin, volviendo a su actual problema, la borrachera había sido de las épicas que se había aventado con sus otros cinco hermanos, solventada por el dinero que Todomatsu había ganado en el Pachinko, nada nuevo. Nunca habían quedado hasta el culo de alcohol, oden y demás chucherías como ayer, de eso no tenía duda. Además, conociéndolos, seguramente habían causado toda clase de desastres. Lo malo, como siempre en sus resacas, era que olvidaba casi la mayoría de recuerdos de la noche anterior.

Hasta ahora no se había metido en problemas por ello (salvo las travesuras estúpidas de sus hermanos) Pero terminar así, en definitiva nunca se lo esperó. No podía pensar en otra cosa más que en: Había pasado la noche con alguien. Él, Ichimatsu Matsuno, un desecho miserable, que lo único que podía atraer era un bote de basura, y sus amigos felinos. Su corazón comenzó a latir a mil por hora ante la realización.

No se pudo contener, quería saber quién había sido la podre chica que había decidido dejarse penetrar por su escoria de persona. Sin medir pudor, destapó a su compañía hasta el torso (tampoco se iba a perder el admirar tan hermosas curvas ¿no?) pero al momento en que lo hizo, se quedó en blanco, con los ojos completamente abiertos, en shock.

Oh no.

No, no, no, nope, ¡Nope!

¿¡QUÉ CARAJOS HACE CACAMATSU AHÍ, ABRAZÁNDOLO CON ESA CARITA ADORABLE, DIGO, ESTÚPIDA DURMIENDO!?

Ichimatsu contuvo el aliento.

Mejor se hubiera muerto ahogado en su propio vómito, eso podría lidiarlo en el más allá, no esto.

Tragó saliva sonoramente, sudando frío de repente. Con una mano temblorosa, hizo para un lado uno de los mechones de Karamatsu para ver su semblante apacible, aún ajeno a lo que ocurría a su alrededor, soñando. Demonios, demonios, demonios, en verdad quería morir en ese instante... Sobre todo porque le pareció lindo verlo así.

Pero, por otra parte, en su interior se podía sentir como una sensación cálida empezaba a invadir el resto de su cuerpo, haciéndole feliz. No era secreto de que el cuarto hijo sentía otra cosa más que "desagrado" hacia su hermano mayor. Claro que el único que no se había enterado era el mismísimo Karamatsu (y bueno, quién lo culpa, si tan sólo no intentara asesinarlo a golpes cada vez que lo veía para ocultar sus verdaderas emociones…) El de morado suspiró y terminó de recorrer con la mirada el resto del cuerpo de su hermano. Éste tenía cientos de hematomas rojizos por aquí y por allá, sobre todo en sus hombros y cuello, como estaba de lado, no pudo divisar perfectamente el pecho y el estómago, pero podía jurar que eso que tenía cerca del codo era una mordida muy profunda. Sin contar los labios hinchados y colorados… Se preguntó ¿cómo estaría él? No creo que peor que Karamatsu, eso sí, tenía la leve sensación de ardor en su espalda, algo incómodo.

Como Karamatsu aún no le dejaba ir, no pudo evitar acurrucarse.

¿Qué haría cuando despertase? ¿Debería huir ahora? Así se evitaría todo el embrollo de ver a Karamatsu consciente y mirar su cuerpo marcado con horror y a él con asco, recriminándole y pidiendo explicaciones que ni él mismo se podía dar para lo que habían hecho anoche.

Okay, eso último no le agradó para nada pensarlo pero, era lo más probable ¿no? Maldito alcohol, en definitiva no volvería a tomar en su puta vida.

Tal vez…tal vez debería volver a dormir y que lo que tuviera qué pasar, que pasase.

Cuando estuvo a punto de cerrar los ojos para dormir de nuevo, recargado en Karamatsu, pudo sentir cómo el otro comenzó a removerse ésta vez con más fuerza, retirando sus brazos de su cintura y emitiendo gemidos de queja.

—¿Ichi…matsu?

Karamatsu había despertado. Genial.

"Oh bueno, como dice mamá: Al mal paso, darle prisa"


CHAN CHAN CHAAAAAAAAAAAN. Me pregunto qué le habrá dicho.

Pues, con ésto doy por inaugurado mi 30 Días de Sexo con la OTP (que se supone que iba a iniciar a la par del mes pero eso no sucedió jaja).

Siempre quise hacer esto, pero no tenía ni idea con qué ship ni de qué fandom, hasta que el 42 llegó a mi vida~ Si a alguien le interesa, gracias por leer de antemano.