Inocencia

Primero que todo el personaje de Jeff no es mío, lastima xC pero no es mío.

Capitulo1: ~Observada~

Mi nombre es Charlotte Adams, soy una chica de diecisiete años, soy algo retraída o bueno excluida de la sociedad, claro no soy "Emo" o nada de ese estilo, en si soy algo callada y no hablo mucho, mi pelo es rubio-castaño claro, mi tez es blanca y mis ojos verdes tirando a gris(Con esto no me refiero a que soy como esas rubias oxigenada, odio esos venditos chismes de que todas las rubias son así); mis pasatiempos desde que tengo memorias son leer, dibujar, estar en la computadora toda una bendita tarde ya sea leyendo creepypastas o jugando videojuegos, escuchando música y viendo animaciones japonesas (Anime)…aunque a veces solo me siento en el piso y pienso u observo las nubes del cielo… Como cualquier otra persona "A-social" tengo una rutina que rara vez rompo…

Eran las siete y diez de la mañana yo estaba levantándome muy cansada, la noche anterior no pude dormir bien ya que sentía que alguien me observaba, lo primero que hice fue dirigirme al baño que estaba justo frente a mi puerta, cuando iba a salir del cuarto escuche a mi hermano menor gritar como loco, él siempre era así, seguido de eso mi madre con un tono más feliz… lo raro era que mi madre me odia y mi hermano menor es muy fastidioso y haga lo que haga no puedo llevarme bien con él, A demás todos en mi familia dicen que yo soy "La oveja negra"; como sea yo simplemente no les prestaba atención. Entre al baño y me di un relajante baño, seguido de esto me seque, me cepille mis dientes filosos, verán no soy vampiro ni nada parecido solo que mis colmillos desde mis seis años son algo filosos y sobre salen, gracias a esos estúpidos dientes en mi apodo en el colegio es "La rarita vampiro" es un fastidio ya que odio los estúpidos libros de vampiros, todos son un puto cliché.

Salí del baño después de cepillar un poco mi cabello, y luego de secarme me coloque mis bragas negras e igual el sostén, luego me acerque a mi armario y tome lo primero que encontré una camiseta negra con unos ojos de gato, un pantalón de mezclilla gris, una sudadera negra y mis tenis negros con blanco (Amo el negro tanto como amo el azul), luego me observe en el espejo de cuerpo completo que estaba en mi habitación, vi mis ojos y note unas cuantas ojeras, ya que llevaba unas tres semanas sin dormir bien ya que la sensación de que alguien la observaba no se iba con nada, y decidí hacer algo que nunca hago colocarme sombras en los ojos para ver cómo me veía y delineador. Salí de mi cuarto con mi bolso a las espaldas, baje las escaleras y me encontré con mi madre y con mi hermano menor.

-Hola Charlie-salude a mi hermano mientras le colocaba mi mano en su pequeña cabeza, la sacudí un poco para alborotar sus cabellos negros.

-Hola Charlotte-dijo mi hermano con un tono muy angelical, yo no lo odiaba sino odiaba a mi madre. Miré a mi madre y la vi que estaba muy formal de seguro tenía una junta en el trabajo no la salude ya que sabía que no tendría respuesta alguna, así que salí por la puerta de madera entre mi casa y la acera gris de la calle.

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Llegue a mi preparatoria sin ningún problema, pase por los pasillos recibiendo las mismas burlas de todos los días de mi estancia allí, abrí mi casillero y sobre mis pies cayeron más de diez notas, no le di importancia ya que sabía que eran cartas de estúpidos o estúpidas que me las mandaban como insulto, estúpidos. Tome los libros que iba a utilizar y metí los sobrantes, luego metí un peluche de un asesino favorito de mi mejor amiga, bueno en si no es uno real, es de un creepypasta famoso también conocido como "Jeff the Killer" me gusta demasiado, pero si no hubiese sido por ella no lo hubiese conocido.

En eso alguien me toco el hombro, yo levante la mirada hacia mi casillero y luego voltee lentamente, observe que la mano estaba blanca, lo primero que pensé era que era mi mejor amiga "Madoka" intentando asustarme como siempre, cuando di vuelta observe a una persona alta de unos 1.70 al contrario mío que soy de unos 1.60, de pelo marrón oscuro con una especie de mascara blanca con una curiosa sonrisa de payaso tallada a mano, y unos orificios en los cuales iban los ojos, tenía una polera blanca, unos pantalones negros y tenis blancos con negro, mis pelos se erizaron al ver un cuchillo en su mano derecha y algo parecido a un saco en la mano izquierda, retrocedí algo asustada pero no duro mucho ya que sabía que era mi amiga, luego coloque mi mano en su máscara y tire de ella, cuando solté la máscara esta golpeo a la chica en el rostro, yo me empecé a reír, luego le quite la masca y deje al descubierto el rostro de una extrovertida chica conocida como "Madoka Yoizu", sus rasgos asiáticos y unos ojos color café, la nariz estaba roja por el golpe.

-Charlotte, eso dolió ¡Carajo!-dijo ella haciendo un puchero algo irritada.-Si eres mala y eso que hoy es mi cumple años.

-Lo siento, pero te lo mereces-dije mientras sacaba el peluche del casillero.-Ten feliz cumpleaños-dije algo indiferente mientras hacia una pequeña sonrisa para que cambiara su expresión, esta chica sonrió y me empezó a abrazar como loca, prácticamente me estaba ahorcando, como pude me zafe y le di el peluche, las dos empezamos a caminar hacia nuestro salón el cual estaba en el segundo piso.

Al llegar todos nos voltearon a ver, para luego empezar a murmurar, no les preste atención y solo me senté en la última mensa del salón en la fila al lado de la ventana la cual tiene una hermosa vista hacia el bosque detrás de mí preparatoria. No tardó mucho en que la maestra de literatura llegara, empezó a dar su aburrida charla sobre los libros de "Crepúsculo" ya que era una retrasada que le gustaba torturarme con esos estúpidos cuentos, además la vieja me odiaba ya que en primero de la prepa le empape con pintura de uñas un vestido blanco de flores rojas. Ni que fue la única prenda de vestir en el mundo (Que se note es sarcasmo). Pasaron alrededor de treinta minutos en esa maldita clase que ya no soportaba, en eso me puse a visualizar el frondoso bosque, en busca de un pájaro o algo con que distraerme y lo que encontré a mi visión era algo parecido a un chico alto como de unos 19 o 20, tenía una polera igual a la de Madoka, en si estaba vestido igual a Madoka, eso me asusto un poco así que empecé a pasarle notas a Madoka para que voltease.

Charlotte: Voltea disimuladamente hacia la dirección que yo estoy mirando.

Madoka: Estoy ocupada.

Charlotte: VOLTEE YA MISMO.

Entonces vi que la sombra de aquel chico no estaba, justo cuando ella volteo, para luego voltearme a ver con la ceja izquierda arqueada -¿Qué era lo que querías que viese?

-Nada olvídalo…fue una alucinación de seguro- dije mientras sacudía la cabeza para reaccionar, de seguro era imaginación mía o alo así.

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Las clases terminaron y yo no podía estar más feliz, con una tranquilidad salí del salón seguida de Madoka la cual no dejaba de abrazar el peluche que le había regalado, cuando llegue a mi casillero deje mis libros y salí de ahí con los audífonos puestos, escuchaba una canción que me gustaba, cuando salí empezó a llover, en si la lluvia me gusta mucho es como si el cielo llorara todas las lágrimas que yo tengo por dentro además me relajaba y era muy placentera y pacífica. Pasaron varios minutos y note que las calles estaban un poco vacías, cerca de mi casa se localizaba un parque en el que me gustaba estar, pero como estaba lloviendo era posible que estuviese lleno de lodo, así que me dirigí directo a mi casa.

Cuando llegue no estaba mi madre y menos mi hermano, así, que con una feliz sonrisa empecé a caminar…-Hola mamá, hola papá, hermanos ¿Cómo les fueron hoy?- dije entre suspiros hacia la nada, cuando subí las escaleras entre de golpe a mi cuarto y me dirigí hacia el baño para refrescarme. Luego de salir del baño me vestí con una camisa blanca de tirantes y una falda de color azul oscuro, lo primero que hice fue prender mi computadora portátil, y me coloque los auriculares y empecé a realizar mi tarea, cuando de repente tocaron la puerta, yo me apure para abrir pero la persona que tocaba golpeaba más y más fuerte y desesperadamente, así que abrí y para mi sorpresa era un chico de pelo rojo, con pecas en sus mejillas, sus ojos eran verdes me extraño ya que no lo conocía.

-Ayúdame…P-por favor…Ayúdame- dijo aquel chico mientras caía en mis pies, cuando lo voltee note que tenía una perforación en su abdomen, me levante y apresurada tome el teléfono fijo y llamea una ambulancia.

-Por favor ayúdenme un chico esta en mi sala…l-lo apuñalaron…- dije mientras le daba la identificación de mi casa (me refiero a la dirección), note que el chico estaba pálido era notable que era la pérdida de sangre así que subí rápido hacia mi cuarto y saque de mi armario unas vendas, alcohol, algodones y gasas, cuando llegue a la sala el chico estaba aún más pálido y un charco de sangre bañaba el lugar, yo me apure y le subí la camiseta anaranjada que cargaba puesto, e intente evitar la pérdida de sangre, era lo único que podía hacer. Pasaron alrededor de cinco minutos la ambulancia llego a mi casa y sacaron al chico, pero justo cuando eso paso mi madre y mi hermano tenían que llegar, mi mama estaba asustada al ver a los policías interrogándome y la ambulancia alejándose.

-Repítame señorita, lo que me trata de decir es que el chico empezó a tocar a su puerta, verdad, luego usted abrió, el chico entro, le dijo que lo ayudara y luego callo a sus pies, y noto que estaba apuñalado y luego llamo a emergencias…-me dijo un policía, el cual era el que me interrogaba en ese momento, él estaba algo extrañado pero me creyó ya que era la verdad, yo asenté la cabeza un par de veces, luego el oficial tomo nota y se alegó, no te que mi "querida madre" se acercó al oficial y le empezó a preguntar qué pasaba, y vi que el respondió, yo entre a la casa y subí a mi habitación, cuando cerré la puerta note que mi ventana estaba abierta, me extrañe pero cuando me acerque note que algo estaba escrito en sangre:

"ME QUITASTE A MI VICTIMA, ASÍ QUE ME TENDRAS QUE RECOMPENSAR CON TÚ VIDA"

Cuando leí eso retrocedí un par de pasos y luego caí de para atrás, golpeándome la cabeza con el borde de mi cama, esto de verdad me dolió, yo me coloque mis manos en la cabeza donde me había dado el golpe, me asuste demasiado ya que literalmente me estaban amenazando.

Pasaron varios minutos y yo solo miraba hacia la ventana asustada, ¿Cometí un error al rescatar a aquel chico? Era la pregunta que pasaba por mi cabeza, ¿Acaso tenía que dejar morir al pobre chico?... En eso se abrió la puerta de mi cuarto, y note que era mi hermano, algo asustado.

-C-Charlotte… ¿T-Tu apuñalaste a a-aquel m-muchacho?-dijo mi hermano temblando y con las mejillas llenas de lágrimas…

Jeff POV:

No podía creer lo que escuchaba, el estúpido llorón decía que era ella la que lo apuñalo, eso me arto al límite ¡Fue yo! Eran las palabras que quería gritar, pero cuando vi el rostro confundido de mi próxima víctima, ella le coloco las manos en los hombros del llorón y con las pupilas dilatadas empezó reclamarle que como se atrevía a decir eso, si ella era su propia hermana, en si quería que todos se durmieran para empezar con el pequeño show, pero no sabía porque la chica se arto cuando escucho la respuesta de su estúpido y pequeño hermanito menor "Mama me lo dijo" yo ya la había vigilado lo suficiente como para saber que la madre la odiaba, pero ¿porque se fastidiaba al escuchar eso?... en fin no era de mi interés lo único que me interesaba era clavar mi cuchillo en el cuello de aquella chica, de su hermano y la estúpida madre.

Espere unos treinta minutos y fue cuando vi a la chica, me sorprendí y casi me caigo de la rama del árbol, ella estaba llorando arregostada a la puerta de madera de su habitación, tenía lo puños apretados haciendo que sus nudillos fueran del mismo color de mi hermosa cara, las lágrimas brotaban de sus ojos y fue cuando subió la mirada vi la ira y la furia que la chica tenia, fue cuando sentí que mi corazón se aceleraba y me metí los dedos en la boca luego los mordí para evitar gritar de la felicidad…

Fin de POV.

Me sentía frustrada, ya sinceramente no aguantaba a mi madre, fue capaz de decirle a mi hermano que yo era la que había apuñalado a ese joven, mi hermano estaba aterrorizado, las lágrimas amargas corrían por mis mejillas, lo único que hice para calmarme fue apagar el computador cambiarme la ropa a la típica de siempre, una camiseta de manga corta de color blanco y un short cómodo de color rojo carmesí, luego me recosté en la cama y conseguí dormirme. Algo recorrió por mi habitación, un sonido hizo que mi corazón se acelerara, mi respiración aumento no podía abrir mis ojos, pero fue cuando me levante despacio y coloque mi mano en mi rostro, estaba mareada y me sentía a corralada, mi respiración se volví irregular, así que me levante despacio pero me maree encogida sabía que debía tomarme mi pastilla, me dirigí en dirección a la puerta sentí que choque con algo o alguien pero no preste atención alguna, lo único que pensaba era en abrir la puerta, cuando choque con la pared que esta entre mi cuarto y la puerta, empecé desesperadamente a buscar la perilla, era como si se burlara de mí y empezara correr por el cuarto, me sentí ahogada en mi propia saliva pero cuando toce la perilla la jale con toda mi fuerza y la abrí. Cuando vi la molesta luz del pasillo mis ojos empezaron a arder, y me fastidiaba esa sensación pero como pude camine tambaleándome hacia la cocina, desesperada busque en los cajones mis pastillas, cuando las encontré no dude en tomármelas. Como yo sufría de claustrofobia el doctor me receto unas estúpidas pastillas.

Cuando me las tome, me dirigí a mi habitación con el mayor cuidado, cuando abrí la puerta sentí algo raro en mi habitación, como otra presencia pero sabía que era solo paranoia ya que desde hace unos meses un asesino empezó a atacar la ciudad, lo único que pude decir antes de dormir fue "Estúpida Claustrofobia" luego me a recosté dándole la espalda a mi cuarto y solo mirando la pared me dormí.

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