Hola hola mis amados mortales, se que he estado algo desaparecido xD pero bueno pues digamos que estoy falta de inspiración por lo que les dejo este pequeño ONE-SHORT y no se olviden de pasar al siguiente capitulo que es un aviso para ustedes mis queridos mortales...
Y no se olviden de dejarme comentarios recuerden que de su amor vivo x3.
PECADO ORIGINAL
-Drip, drip drop, si Juvia es la mujer de la lluvia, constante y silenciosa, Juvia es la mujer de la lluvia, Drip, drip drop.-
La constante letanía de una bella maga de agua, resuena suavemente perdiéndose en el melodioso ritmo que las gotas de agua hacen al retumbar en el suelo.
-¿Hace cuanto… se pregunta Juvia, cuanto tiempo ha pasado desde que Juvia perdió su verdadera personalidad?-
Después de tanto tiempo la bella mujer se cuestionaba, mientras caminaba por las desiertas calles de la ciudad. Su vida, si situación, el como la veía el mundo, "el amor"…
Se puso su vestimenta habitual, cepillo su cabello lacio, omitió aquel chal que llevo en sus días de Phantom y recorrió el lugar con su paraguas rosa en una mano y un muñeco de trapo blanco en la otra.
-Drip, drip drop, si Juvia es la mujer de la lluvia, constante y silenciosa, Juvia es la mujer de la lluvia si, Drip, drip drop.-
No cabía duda que era poderosa, y ella lo sabía a la perfección, lo había demostrado, y ahora tenía todo lo que alguna vez había deseado pero algo faltaba, algo como…
-¿Qué ocurrió con Juvia?... como fue que se convirtió en lo que es hoy…-
No era un reclamo, solo que había cambiado en tan poco tiempo que le parecía sorprendente, casi como si hubiera pasado sin que ella tuviera tiempo de asimilarlo, recapitulaba en su cabeza todo lo que la vida le había dado, todo lo que le había quitado, el rumbo que había tomado ah y eso también…
-Gray-sama…- susurro casi con dolor.
¿Qué significaba ese hombre para ella…? Era la pregunta que rondaba en su cabeza últimamente, desde que lo conoció se dedico a mirarlo, a procurarlo y a "amarlo"…
Seria realmente amor lo que Juvia sentía por Gray… tal vez
Sabia perfectamente que no había habido nadie que la descontrolara tanto como ese hombre lo hacia, y aun así ¿Qué eran?... amigos, compañeros…
-¿Nada…?- resonó casi inaudible mientras continuaba con su camino.
Estaba empezando a creer que no era más que un capricho, una obsesión que se había clavado en su corazón como una espina, la pregunta era ¿valía la pena?, en serio valía la pena resistir tanto dolor.
Desde el momento en que lo vio supo que era guapo, estaba bien habían existido personas que le parecían atractivas, pero algo la traiciono, o si el latido desbordante de su corazón, ese hombre de mirada perdida y cabello negro debía ser suyo, así lo declaro desde el principio.
Lo deseó, lo deseó más de lo que pudo haber deseado cualquier cosa a lo largo de su vida, más que desear que la lluvia desapareciera, más que una mano amiga ayudándola a salir del abismo, más que eso lo había deseado a él.
Pero ya había pasado mucho tiempo, y para Gray no parecía representar ningún cambio.
-Si Juvia muriera hoy ¿Qué haría Gray-sama?-
-Si Juvia se fuera hoy ¿Qué haría Gray-sama?-
-Si Juvia desapareciera de repente ¿Qué haría Gray-sama?-
Probablemente nada, pensó con desgano, ¿Por qué?, ¿Por qué?, ¿Por qué?
-Porque para Gray-sama, Juvia no es importante- se respondió a si misma mientras seguía con un par de lágrimas resbalando por sus mejillas.
Todo el mundo se lo decía, Gajeel le pregunto un día, el por que se humillaba, cuando el la conoció orgullosa y fuerte, pero la pregunta siempre se justifico con una sola palabra…
-Amor…-
Que era eso para empezar, Juvia tenia tantas dudas, en su corazón parecía haber un remolino de emociones, pero no se podía dar el lujo de dudar a estas alturas cierto.
Después de tanto tiempo pregonando amor, y ahora estas dudas…
-Es amor…- trato de convencerse a si misma alzando decidida su cabeza, mientras derruirá el inquietante pensamiento de lo contrario. –Capricho, obsesión, no hace falta mas apelativos ¡Es Amor!, al menos para Juvia es amor…-
Camino mas rápido mientras su susurro comenzaba a tornarse en una voz firme y constante, casi se definía como un grito, y su paso cada vez mas rápido se convirtió en una carrera a "ningún lado".
-A Juvia no le importa que tan extraño parezca para los demás, que tan obsesivo, que tan extraño…para Juvia no es mas que un puro amor que sale de lo mas profundo de su corazón…
No, tal vez es mas que eso, el amor debería ser diferente, tierno, "correspondido", entonces será un pecado el pecado de Juvia.
Porque debería ser prohibido amar tanto, y de esta manera en la que Juvia lo hace… por que a Juvia no le importaría morir por él, respirar por él, vivir por él. Entonces es un pecado-
Corrió tan rápido como sus piernas le permitieron, tanto que estuvo a punto de caer, pero no dejo de correr, incluso en algún punto su paraguas salió volando y ella llego hasta la orilla de un pequeño lago donde se inclino para tocar el agua cristalina que estaba siendo perturbada por el caer de la lluvia.
Y derramando las últimas lagrimas que albergaban sus ojos comenzó a reír de manera casi demencial, rio tan fuerte que estaba segura de que toda la duda de su corazón y el malestar en su estomago se irían
-Por que Juvia no puede verlo de otra manera, porque Juvia es así… vivirá por este hombre… ESCUCHARON-
Grito siendo su voz ahogada por el ahora diluvio que caía sobre ella empapándola de pies a cabeza.
-Porque Juvia lo ama… lo ama, lo ama de eso no cabe duda…-
Y se quedo ahí en completo silencio y sin pensar en nada, para no cambiar de opinión, porque ya no encontraba ninguna otra razón coherente.
Que él no la quería, no importaba, mientras fuera una mujer enamorada estaba dispuesta a resistir eso y mas.
Pasaron los segundos, los minutos, no supo realmente cuanto tiempo hasta que la lluvia ceso al igual que las dudas de su corazón.
Se levanto lentamente y paso el torso de su mano por sus ojos para disipar cualquier rastro de lágrimas y ya, ahora era la misma de siempre, podía serlo.
Listo, estaba lista para regresar a su rutinaria vida, como lo había hecho ya antes, porque si todos creían que Juvia era de piedra estaban muy equivocados. Ella lloraba para alejar la duda de su corazón y así estar preparada para pasar otro doloroso día a lado de su Gray-sama.
El hombre que tanto amaba, el hombre que tanto la hacia sufrir, el hombre que significaba `para ella mas que una canción de amor, mas que ella misma, el hombre al que seguiría hasta el día de su muerte.
Ese mismo hombre que la hacia correr bajo la lluvia para ahogar sus sentimientos.
Pero ahora estaba bien, regreso con paso firme y una sonrisa triunfal en el rostro, ocultando en su corazón, todo lo que no estaba dispuesta a decir a nadie, ocultando la demencia de su amor como su Pecado, como un Pecado que la arrastraría hasta el mismísimo infierno si era preciso, como un Pecado que nadie mas experimentaría como un Pecado Original.
FIN.
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