Disclaimer: Los jóvenes titanes no me pertenecen.
AVISO IMPORTANTE: Este fic ya lo había subido antes, pero me fijé bien los capítulos de Los Jóvenes Titanes y noté que Red X aparecía más tarde que la última vez que apareció Terra, y no me gustó como quedó mi historia :c Así que lo edité en algunas partes. Ahora sí c: Espero que les guste
¿Quién soy?
Se despertó luego de dormir por mucho tiempo. Ni bien abrió sus ojos azules y dio su primer respiro se cayó al suelo frío y duro de piedra. Se sobó el brazo y intentó reponerse con la poca fuerza que tenía.
-¿Dónde estoy?-preguntó volteando hacia todos los lados.
Observó el lugar, era una especie de cueva o algo parecido. Podía ver gracias a que había un poco de luz que iluminaba a través de una pequeña grieta en el techo, pero solo un poco. ¿Dónde estaba? ¿Qué había sucedido? Y lo más importante: ¿Quién era?
-¿Quién soy?-se preguntó con una mano el la cabeza. Notó que había un camino que comenzaba de dónde ella había estado hasta desembocar en la oscuridad, pensó que ese camino la llevaría a la salida. También noto una placa en el lugar.
-"Terra, una joven titán y una amiga de verdad"-leyó en voz alta-¿Quién es "Terra"?-enarcó una ceja.
Notó que había un envoltorio blanco más arriba de la placa: Eran un ramo de flores. Escaló un poco y las tomo: estaban marchitas y parecía que hace tiempo las habían colocado ahí.
-Parece que alguien murió aquí. No puedo ser yo, no estoy muerta...-miró sus ropas-¿Qué diablos estoy llevando?-Su vestimenta consistía de un par de hombreras de metal, junto lo que parecía un par de cintas de seda envueltas a su cuerpo rasgadas por haber tenido una lucha o combate. -¿Acaso fue Halloween hace poco?-pensó, luego negó con la cabeza-No hace frío ni hay viento, significa que no es otoño aún. Será mejor salir de aquí-y comenzó a caminar por el camino podía ver en la cueva.
De a poco que comenzaba a alejarse del lugar dónde ella se había despertado menos luz tenía para ver con claridad donde caminaba, ya que la grieta en el techo sólo iluminaba esa parte de la cueva. Cuando ya no podía ver nada comenzó a caminar lento y con cuidado para no tropezarse con nada o caerse a un hoyo.
-Vaya, si que está oscuro-dijo abrazándose a si misma. Sin darse cuenta chocó contra algo pesado-¡Auch! ¿Qué...?-tocó con sus manos para ver que era: Parecía una puerta grande de mármol,si sus sentidos de tacto no mentían, con algunos detalles que ella no podía ver. Con sus manos notó que estaba abierta pero por tan solo un poco, aún así ella podría pasar, logrando ver del otro lado de la puerta un poco más de claridad: Se acercaba a la salida. Avanzó corriendo por la emoción para ver que la luz iluminaba cada vez más el camino y que el ruido de la autopista era más alta, eran buenas señales. De la nada, ella ya estaba afuera de la cueva- o lo que fuera ese lugar-ahora se encontraba en un callejón, nada mal. Se miró sus prendas, no eran dignas para salir a la calle obviamente pero no tenía que otra cosa ponerse.
-Demonios...-maldijo.
-¡YA!-gritó una voz femenina-¡Déjame en paz!
Por un segundo, Terra creyó que era una chica en peligro por parte de unos abusivos o algo por el estilo, haciendo que su instinto "heroico" la hiciera correr hasta donde se escuchaba la voz, saltando sobre unos basureros y bolsas de residuos. Al doblar por una esquina pudo ver a la chica hablando por celular, con una vestimenta bastante extraña: cabellos de un tono aguamarinos con dos coletas sujetándolos, camisas sin mangas y una falda de color gris con bordes celestes con una corbata con el mismo tono de su cabello y un colgante de cinturón de color negro y cyan, y botas negras con borde a juego con la corbata.
-¡Ya volveré a casa!-prosiguió la chica de cabellos aguamarinos-No, no estoy en peligro... ¡¿Podrías dejarme hablar...?!-la chica volteó hacia la rubia, dejando ver sus hermosos ojos turquesas. Terra no pudo evitar sorprenderse más-Te llamo luego-dijo a su contacto al colgar su celular-Hola-saludó amablemente.
-Ah...-la rubia aún estaba extrañada-Hola-dijo volviendo en sí-Lo siento, te oí gritar y pensé que...
-¿Estaría en peligro?-rió, otra vez extrañando a Terra.-Sí, es verdad creo que le grité tan fuerte a mi hermano que desde afuera pudo parecer otra cosa, más en este lugar-dijo observando el callejón.
-Lamento haberte interrumpido en tu llamada-se disculpó.
-Nah, era sólo mi hermano regañándome por salir de casa sin su consentimiento-dijo con molestia-En fin, ¿Qué te parece si salimos de aquí? Este lugar me da cosa-siguió-Solo vine aquí para hablar tranquila y en paz ya que afuera están todos desconcertados.
-¿Desconcertados?-preguntó.
-Sí. Al parecer destruyeron el mundo y los Jóvenes Titanes volvieron a revivírnos y ahora todos nos sentimos como si hubiéramos despertado de un largo sueño. Es extraño, yo estaba en una Convención y de la nada me sentí así.
Terra enarcó las cejas de la sorpresa. ¿Destruyeron el mundo y los Titanes revivieron a todas las personas? Era extraño de creer, si destruyeron el mundo significa que ellos también murieron en el impacto, por lo que ellos no pudieron revivir a la gente. O tal vez la chica se había expresado mal.
-¿Sabes cómo nos "revivieron"?-le preguntó agachándose un poco, esa chica no debía medir más de 1.54 metros de altura, 10 centímetros de diferencia con la rubia-Me he sentido así de la nada-observó sus manos-Siento como si hubiera dormido por mucho tiempo.
Tal vez meses.
-Todos nos estamos sintiendo así. Creo que la maga tuvo algo que ver.-aclaró la de cabellos azules-Tranquila, es normal. Ven, vamos afuera-la tomó del brazo para llevarla consigo hasta la calle así respiraba un poco. La gente que pasaba a su lado la miraba con impresión y miedo, odio en algunas. Se preguntó si era por la vestimenta que ella poseía o por las ropas de la chica que la tomaba de la muñeca para llevarla a quién sabe donde.
-¿A dónde vamos?-le preguntó.
-Como te sientes perdida te llevaré al "Concurso de Disfraces"-le sonrió.
-¿"Disfraces"? Oye yo no...
-Tu vestimenta seguro ganará el primer lugar. No recuerdo en donde ví lo que tienes puesto pero puedes asegurar de que es bastante famoso.
Sin que ella pudiera resistirse, la chica de ojos preciosos abrió la puerta de vidrio de un empujón entrando con Terra al lugar. La rubia se desconcertó más al ver la cantidad de gente disfrazada de su personaje de comic, caricatura o videojuego favorito, sintiéndose de otro planeta. También notó que varias chicas con las misma ropa que ella tenía puesta.
-Vaya-dijo sorprendida con los ojos muy abiertos-Tal vez venía hacia este lugar y me tropecé-pensó en voz alta.
-¿Ah?
-Nada-sus ojos rodaron hacia otro lado.
La peli azul entrecerró los ojos ante el comentario de Terra pero se hizo la que no escuchó nada. -
¿Sabes? Esas chicas no ganarán contra tí.
-¿Tu crees? Pero no estoy en el concurso.
La chica la llevó hacia la fila y la dejó ahi, sin darle explicaciones. Terra quiso reclamar pero cuando iba a darle un sermón alguien la llevó al escenario, donde todas las personas presentes allí la miraron con sorpresa mientras la presentaban.
-Y ahora con ustedes...-el presentador se volvió hacia ella con el micrófono-¿Cómo te llamas?
-Ah...-balbuceó confundida. Ni siquiera sabía su nombre, su edad o de dónde provenía, una chica de un metro cincuenta la llevó a ese lugar confundiendola con un disfraz de quién sabe qué.
Piensa rápido, pensó. -
Tara-ese nombre salió de sus labios.
-¡Tara!-gritó emocionado el presentador y el público aplaudió emocionado junto con los tres jurados.
-Vaya, es un gran disfraz-exclamó una de las jurados vestida de diabla.
-Sí, diría que el mejor que ví hasta ahora-comentó el otro jurado vestido de La guerra de las Galaxias con brillo en sus ojos.
-Yo digo que le falta emoción, pero que más da-dijo sin ganas el tercer jurado vestido de trol.
Los tres jurados levantaron sus puntajes escritos en una pizarra.
-¡Vaya!-exclamó el presentador-¡Diez, diez y nueve! El mejor puntaje de este concurso.
-¿Ah?.
-¡Felicitaciones Tara, eres la ganadora!-y le colocaron un listón azul en su pecho y le entregaron una caja pesada.
-¿Qué es esto?-preguntó mirando la caja.
-El premio es una caja de las mejores historietas del DC y tres volúmenes del mejor manga japones. ¡Aplausos a Tara!-el público ovacionó encantado, Terra dio una sonrisa tímida y bajó del escenario. Ni bien estaba abajo se encontró con la misma chica de antes.
-¡Felicidades! ¡Sabía que ganarías!-dijo la peli azul.
-Gracias pero yo no quiero esto-señaló la caja.
-¿No lo quieres?
-No. Solo quiero saber quién soy-se lo entregó a la chica-Toma, se que los apreciarás más que yo.
-Pero, no puedo aceptarlos... Nah, si puedo. Gracias.
-Bien. Me iré de aquí-comenzó a dirigirse a la salida.
-Oye-la llamó haciendo que volteara-¿Te irás ya?
-Sí, tengo cosas que hacer-mintió de nuevo.
-Esta bien-sonrió-Un placer conocerte Tara, que tengas un buen día-Terra saludó con la mano izquierda y con la otra abrió la puerta de vidrio y comenzó a caminar.
-Eso fue raro-dijo abrazándose a sí misma.
Se dio cuenta que ya se estaba ocultando el sol y no tenía donde ir. Pensó que volver a la cueva era lo mejor pero ese lugar era tan oscuro que no podría ver nada y el piso sería demasiado duro para dormir.
-Un callejón estaría bien-pensó al entrar en uno muy amplio. Para su suerte, encontró un colchón viejo pero blando al lado de un basurero junto con una manta pequeña y sucia. Nada sutil pero estaba bien.
De a poco los rayos del sol desaparecieron y la noche se hizo presente en las calles de Jump City. Terra se acostó en el colchón con las manos detrás del cuello y la manta cubriendo su torso, cerrando los ojos de a poco. Cuando el sueño la iba a dominar, todo se desbordó al escuchar un par de murmullos con voces masculinas.
-Mira lo que tenemos aquí-dijo uno. Terra abrió los ojos y se levantó de golpe. Los tres hombres la miraban con sonrisas-Una adolescente sola durmiento en la basura-los otros dos comenzaron a reír.
-A-atrás. Sé defenderme-mintió. En realidad, no sabía si mentía o no. Es más, se sentía débil y la razón era porque se pasó un día sin comer.
O tal vez meses.
-Tranquila pequeña, solo queremos divertirnos contigo-dijo otro acercando su mano a la mejilla de la rubia, hizo que ella le golpeara la mano para evitar que la tocara.
-Vaya chiquilla-dijo el del medio tomándola por el cuello muy fuerte-Eres difícil, pero sabremos como...-cerró los ojos del dolor que sentía por la presión de su cuello.
¡Ah!-gimió de dolor el hombre que tirado en el suelo con la mano en la cabeza.
-¿Qué esta...?-volteó el otro hombre que sostenía a Terra fue golpeado desde el costado, soltando a la rubia y que esta pudiera respirar de nuevo con normalidad. Abrió sus ojos azules para encontrarse con una silueta negra delante de ella. Vestía ropa negra con una "X" roja en su pecho par de artefactos en su cintura, guantes grises, botas negras, capa negra hecha con tela especial y una mascara que dibujaba una calavera con otra "X" roja en su frente.
-Disculpen, pero esa no es la forma de tratar a una dama- el chico misterioso se colocó en posición de lucha y se lanzó hacia ellos.
Comenzó a golpear a los maleantes con patadas y puñetazos, haciendo que su capa volara con cada movimiento. Les lanzó a dos un par de "X rojas" en sus rostros, impidiéndoles ver que sucedía, él se acercó y los golpeó con dos patadas, lanzándolos hacia arriba para que cayeran inconscientes. El que había golpeado primero se levantó del suelo y se le acercó al chico con un cuchillo en su mano, fácilmente lo esquivó. Le dio un golpe en el mentón y luego en el estómago, se tambaleó un poco pero luego quedó inconsciente.
-¿Qué...?-preguntó la rubia pero no pudo terminar.
-¿Estás bien, preciosa?-preguntó el chico misterioso mientras se le acercaba levantándole el mentón. Terra quitó el dedo del chico misterioso.
-Sí, lo estoy, y no me llames preciosa-aclaró-Yo podía con ellos.
-Sí, tal vez hubieras acabado con ellos-dijo él-Pero pasaba por aquí y vi a "una damisela" en peligro. Deberías darme las gracias ¿Sabes, rubiecita? Es uno de los actos heroicos que quién sabe cuando volveré a hacer alguno.
-Gracias-agradeció seriamente-Y tampoco me digas "rubiecita".
-Vaya, estos idiotas tenían razón-se dirigió hacia uno de los hombres que yacían tirados en el suelo y le pateó el estómago para su diversión-Eres difícil.
-No tengo tiempo para esto, necesito...-comenzó a marearse, la falta de comida y el sueño la estaban acabando.
-¿Estas bien, rubiecita?
-Necesito...-todo se volvió borroso. Se tambaleaba y los ojos le pesaban a tal punto que cerró los ojos y se dejó ir.
Él la sostuvo antes que cayera al suelo.
-Oye, si querías caer en mis brazos solo debías pedírmelo-comentó en broma. Al ver que la chica se encontraba totalmente dormida se dio cuenta que no fingía-Vaya...-La cargó en sus brazos y comenzó a caminar.
Notas de Autora:
Quiero agradecer a las personas que me dejaron rewiews nwn (se los agradeceré mejor por M.P) se los agradezco muchoo!
