Disclaimer: Todo a Ishida Sui.

Advertencia: Errores, errores everywhere.
Spoilers del 143, que es el tiempo de lo hecho que acaecen aquí. (?)

I.

Es esa sensación de correr, destrozar huesos, de buscar, una cabeza que rueda por los escombros, y no encontrar, estrellar otro cuerpo hasta que eso deje de chillar. La conoce, la conoce como la verdadera forma que muestran esos antes de morir.

Y aún cuando sus alas, su rostro, sus manos se empapan en el líquido escarlata que no le pertenece si no a otro, que a una jauría de esos, y el hedor de la carne le hace vibrar el kakugan por el cual no puede ver más que restos y polvo de lo que fue ese lugar. Anteiku. No quiere darle nombre, sabe que es negar una realidad, pero aunque conoce la sensación, ni le da nombre y sigue con lo suyo (correr, moler, buscar, desgarrar, no encontrar y matar —a él, a eso, a esos).

Entonces llega a la otra esquina, con las orbes casi desorbitadas examina el lugar, lo analiza, e incluso no cesa la búsqueda ni aunque los sentidos le griten nada. Y sus cuerdas vocales se retuercen y se atajan para no gritar, gritar su nombre y que aparezca en un rincón. Altanera, gélida y teñida de ese color, como la recuerda, como nunca dejo de tenerla en mente.
Sin embargo ese recuerdo nunca se revive, ni por más que vuelva a correr (a moler, buscar y desgarrar, no encontrar y morir –se). Siente como la luz de una estrella lo encandila, una estrella infame que lo guía a lo que no quiere reconocer, la sensación.

El subconsciente se burla de su ineptitud, de su ilusión y su necedad. Le dice sarcástico que no hay nada para encontrar, solo trizas del edificio, tripas que escurren, cenizas de lo que fue, una llegada muy tarde y la sensación que ahora traquetea salvaje, en lo invisible. Le grita que si hubiera sido (más rápido, más fuerte, más listo… mejor hermano) tal vez esto no sería así. Tal vez no estaría tan aterrado del nombre de esa sensación, que por más conocida, nunca se acostumbra.

Y hay una herida que escuece y sangra, como la estrella que lo guía, que cicatriza y vuelve a abrirse, en un ciclo perpetuo y putrefacto. Empero todavía no se cansa, da zancadas y desmiembra, examina con ojos críticos y descuartiza, no encuentra y… ¿y? Patea, destroza, mutila, ataca, aturde y grita, grita como si pudiera expulsar esa sensación, ese dolor, ese error.

Cuando se queda sin nada que patear (o mutilar, o…), cuando el silencio invade sus entrañas emponzoñando, cuando la sensación se expande iracunda por que no le ha dado el nombre (y con esa misma fuerza, impera que lo diga en voz alta, que la nombre). La estrella brilla, en un haz de luz escarlata (como la sangre, como sus ojos, como el suelo, como todo el resto y su vida) que ilumina un espejo roto. Es un reflejo de este mundo tan podrido y sombrío, como perdido, y entonces es ahí que la sensación le roba de la punta de su lengua, su nombre.

La soledad de un monstruo es la más exasperante de todas, porque aunque tenga la voz para gritar, los ojos para llorar, las extremidades para berrear, no hay nada que pueda hacer… Es su culpa. Un par de manos sucias y colmadas de culpa, entre sus uñas, entre las ampollas y no se va lavar con nada. Es eso lo que queda, cuando no queda nada.

Luego está el nihilismo, el infierno estoico que refleja el espejo. El monstruo que se ve así mismo, Ayato Kirishima, sus ojos de oscuridad sin fin, un vacio lleno de batallas libradas en la mente (donde nadie puede llegar, donde nadie puede huir, donde no se puede salvar). Entonces sume su mirada en el reflejo, se deja drenar hacia él, convertirse en eso.

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…

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Hay un brillo detrás de él, otra estrella roja, pero es distinto, su brillo es muy distinto. No es escarlata, si no bermellón.
Piensa, que su inconsciente se ha terminado de hundir en la demencia, por eso con parsimonia se da media vuelta para ver qué es lo que ahora ilumina. Sin embargo, el hueco donde debería estar su corazón, da un vuelco rotundo como si en vez del rayo de luz, estuviera viendo con sus ojos a la misma estrella.

Estoica su delgada y pálida figura teñida en el líquido escarlata, primero lo observa como si viera un fantasma, ella da un paso atrás y tiembla. Cree oír su murmullo, sin embargo se pierde entre el bullicio y sus propios pensamientos inconexos. Sus ojos (los de la estrella) todavía lo observan, enormes y oscuros, atisbados en terror, en dolor, en confusión y algo más que aún no logra diferir.

Es un ghoul, lo puede saber por ese aroma, sutil pero claro, entonces decide dejarla. No necesita a nadie, menos a alguien que irradie ese tipo de sentimientos hacia él. Así que, con la misma lentitud que antes se da media vuelta y se dispone a marcharse, tampoco está lo que vino a buscar, no queda nada de ello.

— ¿A…Ayato? —vacila casi inaudiblemente, escucha como toma una respiración profunda y da un paso hacia adelante, hacia él— Kirishima Ayato, ¿cierto? —. Su voz ahora es firme, él continua su camino— Quiero unirme al Aoigiri.

Y con la última declaración si se detiene, es como si hubiera encontrado la última pieza del rompecabezas y la imagen cobrara sentido, es el algo de sus ojos que no lograba definir.
Entonces vuelve a girarse, y de forma elegante comienza a bajar por la montaña de escombros y cadáveres (uno encima del otro). Las comisuras de sus labios se curvan en sorna mostrando unos afilados colmillos.

— ¿Qué es lo que quieres, niña? —inquiere él, la escruta de pies a cabeza, con depravación.

Pero ella no huye, no le teme, no a él. Los ojos de ella, se agudizan resplandecen con el brillo del atisbo oculto.

—Dejar de ser inútil—responde, luego de pensarlo unos minutos.

No es lo que creía que iba escuchar, es un sinónimo, y aún así le basta. Le extiende una mano, con la otra se vuelve a poner la máscara. Y ella, la estrella, la toma con delicadeza y calidez.

—Fueguchi Hinami, no niña—agrega, su voz no suena nada suave.

Él amplia un poco su sonrisa, ella también se pone su máscara.

N/A: Yeah. Pensé una cosa, escribí otra, quedo esto. El titulo, es… y sí, es una chota. E iba ser hurt/comfort y angst, pero me quedo gore y… dunno~ (?)

So, si son buenos conmigo, tal vez haya continuación… No, no es cierto, es un two short, la va a haber porque (creo que me quedaron cosas por explicar, y porque quería meter el point of view de Hinami. –Y sí en inglés mola mas) (?)… Peeeeeeeero, si son buenos conmigo la actualización se va subir más rápido. ͡° ͜ʖ ͡° (?)

P.D: Tomatazos bien recibidos a la izquierda, comentarios ahí en la cajita de abajo.

Eso es todo amigos *come zanahoria*.

Miau!~