Chat Noir en el preciso momento en el que se arrodillaba con una rosa en su mano, ofreciendola e invitándola a salir a su Lady y clavaba su mirada en ella.
En lo profundo de su ser esperaba que le digiera que no.
Porque si ella lo rechazaba, se negaba. Podía seguir planeando estrategias para que ella le diga que sí.
Si le decía que no. Entonces el gatito estaría todo el día pensando en ella y en la forma de enamorarla. Significando poder seguir soñando con el instante en el que le diga que si.
En cambio si ella contestaba que si, con esa respuesta, se esfumaría la incertidumbre que se generaba cada vez que le preguntaba y también los Akumas -mariposas- que sentía en el estómago cada vez que le entregaba una rosa.
Por lo tanto quería que ella le siguiera diciendo que no porque así el minino podría seguir intentando conquistarla mientras que en el proceso descubre cosas que ella misma ni conoce.
Por esos motivos aún no estaba preparado para oír un sí de su Lady, a pesar de que su corazón anhelaba oír esa palabra.
