Holaa! Aviso que esta es mi primera traducción asique traten de no ser muy criticos, si? Bueno, como ya saben, todos los personajes pertenecen a E. y la historia pertenece a RMNicky :) Gracias.

Taking Control - TRADUCCIÓN

Carla POV (Mamá de Ana)

Sentía que estaba perdida. Como si no hubiera nada que pudiese hacer, y… la verdad es… que no lo había. Cuando Ana tenía 13 años, y yo estaba casada con mi segundo marido, Steve… algo le paso a ella. Nunca supe realmente que fue, pero parece que ahí es donde todo comenzó. Es parte de las razones por las que deje a Steve. No sabía si era su culpa, pero en el momento en él que se mudó con nosotras, Ana se tornó silenciosa, se convirtió en una 'wallflower' (alguien que raramente notas que está en la misma habitación). Ella ya no era mi brillante, feliz niña… era una sombra de lo que había sido, se estaba desvaneciendo, escapándose de entre mis dedos. Ahí fue cuando su desorden alimenticio empezó. No lo había notado al principio, ella había empezado a usar ropa abultada, pero cuando los huesos de sus mejillas se convirtieron más y más visibles y estaba constantemente evitándome cuando se trataba de la comida que cocinaba, me di cuenta.

Le pregunte repetidamente, pero ella siempre lo dejaba pasar, diciendo que estaba estresada o que solo estaba "moldeando su figura". Me reprendía a mí misma cada tanto por eso, pero lo deje ir y creí en sus excusas. Pero un día, camine hacia dentro de la casa y la encontré en el final de las escaleras, inconsciente. Había llamado a la ambulancia inmediatamente, pero sin importar lo que hiciese, no podía obtener ninguna respuesta de ella.

Los doctores dijeron que pesaba 43 kilos y que era normal para un padre el no ser consciente de los signos o negarse a lo que estaba pasando. Las siguientes noticias rompieron mi corazón en un millón de partes. Le hicieron un examen físico completo cuando estaba sedada… Les había dado mi consentimiento, y aunque Ana me hubiera odiado si se hubiese despertado, tenía que saber si alguien la había lastimado.

Y lo hicieron. Alguien había violado a mi bebe. Y, ella no me diría quien.

Ella estaba de vuelta en Georgia conmigo ahora, después de una dolorosa ruptura con su novio, Christian Grey. Ella no iba a hablar sobre ello, pero sabía que estaba lastimada. Ella me ha estado evadiendo por casi un mes y medio, y cuando la invité a salir a almorzar, fue cuando mis sospechas hicieron acto de presencia, ella jamás había aceptado tan vacilantemente.

Cuando la vi, me estremecí. Ella había perdido casi 9 kilos, y probablemente pesaba unos 47 kilos. Ella no era un esqueleto, pero estaba mucho más flaca, lo suficiente para asustarme. Ella creyó que no me había dado cuenta, pero durante el almuerzo, ella escondió algo de la comida y separó la que estaba en el plato, mientras que sorbía cada tanto un poco de su Coca-Cola dietética. Tenía que hacer algo. Tenía que hacerlo. Asique, ¿cual era mi segunda opción?

Ana se levantó y fue al baño a hacer, seguramente, lo que menos quería que hiciese. Vomitar. Vaciar su estómago de lo poco que había comido. Busque en su cartera, sabiendo que iba a tardar unos 5 minutos en volver. Rebusque a través de su bolso y trate de ignorar la bilis que subió por mi garganta cuando vi la comida que ella había escondido. Encontré su teléfono y lo abrí, y entre sus contactos encontré su número.

Lo copié en una servilleta y puse esta en mi cartera, y acomodé la suya como había estado. Cuando salió del baño, puse una cara neutral, aunque sentía que la estaba traicionando. Cuando el almuerzo hubo terminado, salte hacia la oportunidad de hacer algo por mi amada hija y marque el teléfono.

Christian POV

Ignore el número que apareció en la pantalla de mi celular, adivinando que era otro reportero. No había dejado mi hogar para nada en el último par de meses, excepto para ir a trabajar. La cual era mi única distracción real. Rechacé a la sumisa que Elena me envió. Para ser honesto, me hundía el pensar en reemplazar a Ana. Sabía que ella se había mudado a Georgia, pero por alguna razón, no importa lo que hiciese, no podía sacarla de mi mente. Sentía un vacío en mi corazón. Y aunque me había prometido nunca enamorarme de una mujer con la que "salía"… Había algo acerca de Ana que me derretía y me ponía a gusto.

Mi teléfono sonó una vez más, y lo saque de mi bolsillo,

"Grey" contesté.

"¿Señor Grey?" una voz débil dijo, llena de dolor, y la preocupación se enterró hondo dentro mío sin razón aparente "es Carla. Carla Steele, la mamá de Ana".

Me congelé en mi lugar mientras una ola de dolor se instalaba en mi pecho

"Si, Señora Steele" respondí, aclarando mi garganta "¿Cómo puedo ayudarla?"

"Necesito su ayuda. Ana necesita su ayuda" un pequeño sollozo corto la voz de la mujer del otro lado de la línea, y me enfermó de preocupación, ¿Qué diablos había pasado?

Cuando Carla comenzó a hablar, estaba perdido en sus palabras. Entonces todo cobro sentido… La resistencia de Ana cuando se trataba de comer. Pero, yo nunca supe que ella había tenido un desorden alimenticio… o que ella era una sobreviviente que se había recuperado de uno severo que plago sus años de adolescencia.

"Oh Dios" susurré.

"Ella lo necesita Señor Grey. Por favor…"

"Estoy en camino" dije.

"Gracias, gracias" ella dijo en un susurro.

Corté la llamada y prácticamente corrí hacia el auto, sin siquiera esperar a Taylor. Me dirigí al aeropuerto, sabiendo que el Charlie Tango no iba a estar preparado para el vuelo. Espere por horas hasta que el próximo vuelo hacia Georgia comenzó a ser abordado.

Tardó 4 horas, 4 insoportablemente largas horas, antes de encontrarme con Carla en el aeropuerto. Ella me dió una explicación de la situación actual se Ana. Sabía que ella se sentía culpable, pero después de eso, acordamos que ella llevaría a Ana hacia mi habitación de hotel y la encerraríamos ahí. Porque, en su departamento, yo estaría en desventaja. Y justo ahora… eso no podía pasar. Haría todo lo posible para ayudarla. Cualquier cosa que tuviese que hacer. Incluso si eso significaba ponerla sobre mi rodilla en contra de su voluntad.

Ana POV

No entendía porque mi mamá me estaba llevando adentro se este hotel… ella simplemente dijo que se estaba encontrando con una amiga para discutir algo sobre su trabajo… pero, ¿por qué tenía que estar aquí?. Estaba paranoica y preocupada de que ella estuviese escondiendo algo de mí… Pero deje mis miedos diciéndome… este era un hotel. No había casi nada que ella pudiera hacer aquí. Aparte, ella no sabía que mi desorden alimenticio había vuelto a mi vida. Rompió mi corazón que me consumiera de nuevo… pero era control. Me gustaba, me gustaba ser capaz de tener el control sobre el dolor que sentía por… Christian. Fui sacada de mis pensamientos cuando llegamos a la habitación. Ella llamo a la puerta, y no pude ver quien era la persona porque en el momento en que la puerta se abrió, mi atención estaba en mi mamá mientras ella decía:

"Lo lamento Ana, pero esto es por tu propio bien"

Me congelé en mi lugar de miedo, luego mire a la persona en la puerta.

No .No. ¡NO! Mi subconsciente gritó, me alejé por el pasillo, pero solo hice 10 pasos antes de sentir unos fuertes, familiares brazos agarrarme por la cintura y levantándome.

"¡No! ¡Christian bájame!"

"Shh" dijo suavemente en mi oído.

La cara de mi mama estaba afligida, y sentía un nudo en mi garganta que me impedía hablar mientras que Christian me cargaba hasta su habitación. El me sentó y fue a cerrar la puerta con llave.

Me quede estática, nerviosa. Sus ojos escaneando mi cuerpo, me retuerzo en mi lugar.

"¿Qué estás haciendo?" susurro.

El inclina su cabeza hacia un lado, "tu madre y yo estamos haciendo una intervención y sugiero que hagas lo que te yo te diga" El levanta su dedo cuando trato de interrumpirlo "o tu madre y yo te vamos a llevar a la fuerza a una clínica de espera de 72 horas."

"No te atreverías" murmuro, no tan segura de mi misma.

"Lo haría"

El da un paso hacia adelante y yo doy uno hacia atrás, el entrecierra sus ojos y yo me estremezco bajo su mirada.

"Sácate la ropa, Ana"

"No" chillo.

El da otro paso adelante y siento mi espalda golpear la pared. ¡¿Cómo había cruzado toda la habitación?!

De repente, él estaba a casi un pie de mí. Contuve la respiración.

"Ahora, Anastasia, o yo voy a desnudarte" Christian amenazo, entonces, en un tono de voz más suave dijo "No tienes una elección sobre esto… incluso si tengo que azotarte"

"No-no podes hacer esto" susurre, en shock.

"Puedo, y lo voy a hacer. Ana, tu madre y yo nos preocupamos por ti y ese es el porqué de que esto esté sucediendo"

El dio un paso adelante y llegó al elástico de mis pantalones. En una última segunda esperanza, pasé por su lado, ignorando su advertencia, y traté de irme.

De nuevo, deje salir un corto grito cuando me agarró.

Esta vez el no habló mientras se sentaba en la cama, y me posicionaba a través de su pierna. El hecho de que estaba peleándole no le perturbó, pero puso su otra pierna sobre las mías y llevo mis brazos hacia mi espalda.

"NOO!" chille.

"Shh" él ordenó "no hay nadie que pueda escucharte, Ana."

"¡No, no Christian, por favor! ¡No me azotes!"

"No me diste una oportunidad Anastasia. Y, necesito saber. Esto no tiene nada que ver con mi gratificación sexual. Lo hago porque me importas."

"¡Nooo!" sollocé, pero el tomo el elástico de mis pantalones, antes de bajármelos.

Pateé y luche, ganándome una advertencia firme.

SWAT. SWAT. SWAT.

"Ow!" aullé de dolor.

"Deja de pelearme" dijo.

Christian palmeó mi trasero dos veces y luego continuó.

Él creyó que podría manejar los azotes, considerando que me había dado una azotaina con su mano antes y había podido manejarlo. Y… comparado con el cinturón, estaba segura que no podía ser tan malo.

Estaba shockeada por la cantidad de dolor que su mano podía causarme. El castigo era tan diferente cuando él no estaba obteniendo ningún beneficio sexual de este. En lugar de pegarme cada pocos segundos y luego de frotarme el lugar… esta era sin parar. Tres palmadas a un área, después en otra, hasta que mi trasero se sintió como si estuviese en llamas. Pero me rehusé a darle respuesta alguna. Sentía que sería mi derrota, y no quería darle eso.

Él tenía un fuerte agarre en mí y mi movimiento era prácticamente restringido. Lo que significaba que cada vez que su palma aterrizaba a través de mi trasero dolorido… era exactamente donde iba a doler más. Él tenia práctica, y era experimentado. Y Dios, eso dolió.

Christian suspiro, llevándose mi aturdimiento.

"Estas peleándome, Ana."

"Jodete" susurré, aunque las lágrimas ya estaban corriendo sobre mis mejillas. Lo sentí tensarse de ira, mi falta de respeto llegándole.

"Está bien" Dijo, lo único que supe después: mis bragas estaban bajando por mis piernas, un pequeño sollozo sacudió mi cuerpo. Luego, sentí frio sobre mi bien-castigado trasero.

Nooo…

Mire por sobre mi hombro y vi una tabla de madera en su mano. No había notado que la tenía sobre la cama a su lado. ¿No había sufrido ya lo suficiente?! Él me había estado azotando por casi 3 minutos y medio con su fuerte mano.

"Lo siento Ana." Dijo, y yo estaba shockeada por la sinceridad en su voz.

WHACK

"¡Ah!" lloré, "¡No! ¡Por favor, noo! ¡Perdón!"

"Es muy tarde para eso Ana" respondió Christian suavemente.

WHACK

Otra azotaina dolorosa. El dolor era intenso y estaba segura de que no me podría sentar por un tiempo largo. Porque ahora… sus azotes aterrizaban a través de la parte de atrás de mis muslos y la sensitiva curvatura de mi trasero, que ya había sufrido su ira.

"¡Aaaah!" lloré, y él paro a medida que los sollozos sacudían mi cuerpo.

"Dime por qué estás haciendo esto Ana." Dijo, cuando no conteste, me azoto. Solloce una vez más.

"P-po-porque… Te ex-extrañaba…¡y es-es el control!"

"¿Control?" Preguntó, perplejo.

"¡Si!" lloré. "Sentía que todo se estaba cayendo a pedazos alrededor mío… y me daba algo en lo que distraerme. ¡Algo que estaba a mi control!"

"Bueno, ya no lo está" el respondió. Me tensé.

"¿A qué te refieres?" Susurre.

"No te vas a librar de mí, Ana. No eres mi sumisa, pero no voy a quedarme sin hacer nada mientras te mueres de hambre"

Sentí que mi estómago revoloteaba, como si tuviese mariposas, en contra de mi voluntad. Todo gracias a su cuidado.

"No. No, esto es mío. Yo tengo el control de lo que entra y sale de mi cuerpo, y puedo morirme de hambre si quiero." Dije, contra mi mejor juicio. Y… me costó 10 fuertes azotes, y otra vez estaba llorando sobre su pierna.

"Estas prácticamente rogando por otra azotaina, Ana. ¿Es eso lo que quieres? ¿Que te azote por los siguientes 10 minutos? Porque, créeme, Ana, cuando digo esto; si eso es lo que cuesta mantenerte segura entonces lo voy a hacer" Dijo, su mano pasando por sobre mi trasero y mis muslos en un gesto de advertencia pero confortante.

"No…" Susurré.

"¿No qué?"

"No… No quiero que me golpees de nuevo" Murmuré, sintiéndome como una nena.

"Bien." Dijo, "pruébalo"Christian palmeo la parte adolorida y me ayudo a levantarme. Me dejó acomodarme las bragas, e incluso esa delgada prenda aumento el fuego en mi trasero y gemí. Él me miro con simpatía, y cuando alcance mis pantalones, me paró.

"No"

Tomó mi brazo, yo estaba confundida mientras me llevaba a una esquina del cuarto. Me encaró, mi espalda a unos centímetros de la pared, y cierto terror me inundo.

"Quédate acá. No te muevas, Anastasia."

"No soy una niña." Susurré, mirándolo. El tomo mi barbilla y empujó mi cabeza hacia arriba.

"Estoy consciente de eso" dijo, "ahora, no te muevas."

"¿Y si lo hago?" Pregunté.

Él puso su mano en mi trasero y apretó ligeramente, causando que me pare en las puntas de mis pies.

"Ow" me quejé.

"Si te mueves, te tendré sentada en la silla del escritorio por los próximos 10 minutos."

La idea de sentarme me hacía estremecer.

"Okay" contesté. Él acarició mi trasero con dulzura, luego se alejó.

Estuve ahí por casi 10 minutos, frotándome las partes que no escocían, pero igualmente dolía. ¿Qué he hecho? Dejando al D.A (desorden alimenticio) tomar mi vida de nuevo. La idea de lastimar a mi madre, rompió mi corazón, y comencé a llorar. Cuando mi llanto se redujo, sentí unos brazos alrededor de mi cintura. Christian me acunó en sus brazos, antes de acostarme en la cama, curvándome contra su cuerpo, él puso las sabanas sobre nosotros.

"Shh" me calmó, frotando mi espalda. Alcanzó la mesita de luz y, cuando llegó a mí, jadeé cuando su mano tocó mi trasero.

Traté de alejarme de lo que sea que me estaba rozando, acercándome más a él.

"Para" me reprendió suavemente, "quédate donde estas."

Mi respiración era pesada mientras que el frotaba la crema en mi trasero. Escoció como el infierno en un principio, pero luego se enfrió y me relajé en sus brazos, sintiéndome exhausta.

"Mi mamá…" murmure con voz adormilada.

"Lo se… Le mande un mensaje"

Moví la cabeza hacia arriba y abajo, en señal de afirmación. Una ansiedad me recorrió…

"Estoy asustada, Christian" Susurré.

"Lo sé bebé, lo sé. Vamos a superar esto, nunca te voy a dejar ir de nuevo. Lo prometo."

Nunca había dicho que lo tomaría de vuelta, pero en mi corazón… Nunca lo deje ir.

"Te amo…" Susurré.

Sus brazos se tensaron y supe que él también estaba asustado. Entonces, me shockeo, completamente.

"Yo también te amo, Ana." Besó mi cabeza. "Duerme, tienes un largo día mañana."

Me encogí. "¿A qué te refieres?"

"3 comidas. Bebidas de proteínas entre medio de cada una. Cada comida que te saltees va a ser un minuto de azotes a la noche"

Gemí. "No puedes decirlo en serio…"

"Lo hago" respondió, "no hay opciones con esto."

Gruñí, no muy segura de cómo iban a ser los siguientes días que pasaríamos… y mi trasero hormigueo por su amenaza.