No podía ser era igual a mí, cabello dorado, piel blanca como la misma nieve lo único que era diferente era que sus ojos eran violetas pero de ahí en adelante era exactamente igual a mi pero no podía creer lo que mis ojos veían era una cruel alucinación provocada por mis pecados aun así tenía que averiguar cómo ese pequeño niño había llegado a brazos de Alice y más que nada porque se parecía tanto a mi Oz vessalius
Hace ya casi 2 años que él se había ido en busca de su padre y hasta ahora no había regresado me sentí tan estúpida al creer en que el regresaría pero mi error fue amarlo tanto o tal vez fue entregarle todo lo que yo creía mío ya ahora no importaba mi error ya estaba cometido y no había marcha atrás el error lo había pagado con la decepción y la pasión con el desamor .Alice había tenido que pagar por una noche maravillosa no lo pago con algo tan malo solo lo pago con la maternidad algo que ella jamás se imagino llevar a cabo y menos con él, con ese contratista que la había sacado del abismo y al que le había dado todo su confianza, su amistad, su amor, Y lo más importante su VIRGININDAD no se arrepentía de nada en absoluto solo hubiera preferido que aquel lindo angelito hubiera tenido la oportunidad de conocer a aquel Oz vessalius quien era su padre
