¿He de decir que nada me pertenece más que el contexto? ¿Que todo es de Rowling y esas cosas? Ya se sabe no? Pos ala a leer!
- PROLOGO-
Granger caminaba medio encorvada por lo abultado de su mochila, más tenía un tomo muy grande en la mano parecido a un ladrillo. Empezaba a sentir el calor propio del esfuerzo y se apresuraba para llegar a su sala de premio anual para liberar su cargada espalda. Tarareaba una canción para olvidarse de la muchas cosas que aún le quedaban por hacer
- ¿Te ayudo con los libros?
Casi se va de boca del susto. Miró a su derecha, aunque había reconocido la voz quería comprobarlo para ver si el cansancio había hecho mella en su cerebro.
- Malfoy…
- El mismo… ¿quieres que te ayude con los libros?
Lo escudriñó con la mirada… ya sus amigos había vuelto a robarle a Snape para hacer poción multijugos y le estaban gastando una broma, pero algo en los ojos grises de aquel chico le decía que sólo el verdadero Malfoy podría esconder tanto en ese frío glacial.
- No.- seco y rotundo
Siguió caminando. Malfoy cada vez estaba más raro. Si bien no se dirigían la palabra cuando coincidían en la torre tampoco se respiraba un aire de hostilidad, simplemente se ignoraban, pero era cierto que ambos se miraban con cierto recelo y ambos habían sido descubiertos por el otro con frecuencia. Malfoy volvió a aparecer por detrás de un tapiz.
- ¿En serio que no quieres que te lleve los libros?
- ¡¡NO!!
Volvió a quedarse atrás.
Cuando por fin legó a su torre comprobó que él ya había llegado y la miraba de una forma extraña. Rodó los ojos resignada a aquel chico que se le había rodado una neurona.
Descargó su mochila en la mesa y se sentó a leer el ladrillo que tenía por libro.
Malfoy se sentó en el brazo del sillón. Granger lo miró desafiante.
- ¿Qué quieres?
- Me gustas para nuera de mi madre.
Los ojos de la chica se abrieron como platos y al instante se echó a reír, tanto que algunas lágrimas surcaban su rostro.
- ¿Qué te pasa Malfoy? ¿Qué poción te has tomado?
- Ninguna, no hay nada malo en decir la verdad.
- No, pero esto ya es surrealismo.
- Dime Granger, ¿acaso no soy el yerno perfecto?
Lo miraba entre divertida y confusa. Boqueando incapaz de encontrar las palabras adecuadas.
- Eres demasiado prepotente para agradar a una suegra.
- ¿Sólo prepotente?
- Sí, porque si te quitáramos los demás defectos ya no serías tú.- dijo riéndose
- Sólo te diré una cosa Granger, me convertiré en el mejor yerno que tu madre desearía tener… a cambio sonríe mas a menudo y te ganarás el beneplácito de tu suegra. Que a mi madre le encanta la gente alegre.
- Y yo a ti otra Malfoy, yo ya tengo suegra, no necesito otra, estoy con Ron por si no lo habías notado, así que vuelve a conectar tu neurona y no digas más sandeces.
- Tranquila Granger, lo he notado, que estás con él. Pero no te preocupes que yo no soy celoso.
- ¿ves? ¡Jamás podrías ser el yerno perfecto porque eres un chulo!
- Al menos ya te has hecho a la idea de que pronto compartiremos algo más que esta torre.
- En tus sueños Malfoy
- En ellos ya ocurren, Granger
n/a: he cambiado toda la historia anterior, llevaba ya parada muchos meses pq me había defraudado asi que la empiezo de nuevo… y esto sólo es el prólogo…
