Entonces, aquí les traigo esta otra traducción, que la verdad es una de las mejores historias originales sobre Arrow que he leído dentro de Fanfiction, y por lo tanto quise compartirla con ustedes. Esta historia es en realidad un monstruo con el cual trabajar, pues todos los capítulos son bastante largos, por lo que estaré publicando solamente los viernes y aun no estoy segura si semanalmente o cada quince días. Como sea, les dejare saber, y por favor, dejen un revie para decirme que piensan acerca de esto.

Sin mas, les dejo la historia escrita originalmente por Jules Ink, con personajes de CW y DC Comics.


Agosto 27, 2007

El acto de secretaria sexy que ella estaba haciendo realmente lo encendía. Sus ojos se deslizaron sobre ella hambrientamente. La vista que presentaba no debería excitarlo tanto como lo hacía. No había escote a la vista, básicamente nada de piel desnuda, ningún trasero apretado en pantalones ajustados. En su lugar, vio una falda lápiz negra y una blusa rosa pulcramente abotonada. Aun así, la idea de quitarle esa ropa de chica buena, deslizando la cremallera de su falda y dejándola caer al piso, la imagen mental de abrir su blusa botón por botón, lo hizo ponerse duro. El pensamiento de deshacer la coleta que mantenía su cabello apretadamente hacia atrás y enredar sus manos en su cabello marrón mientras la besaba hasta hacerla perder el sentido, la visión imaginaria de ella mirándolo hacia arriba sobre sus lentes mientras se arrodillaba y cerraba sus labios alrededor de él lo hacia querer tomarla aquí y ahora.

Quería hacerle cosas malas a esta chica buena.

En su lugar, forzó a sus mirada a alejarse de sus labios para dirigirse a sus ojos. Estaban un poco desenfocados detrás de sus lentes. Tenia que darle crédito- había tomado esos shots como una profesional; debía tener un lado salvaje. Quería explorar eso, quería explorarla a ella.

De repente sintió una mano en su hombro. "Amigo, esa es tu señal."

Dejo las imágenes que había creado para si mismo y parpadeo estúpidamente. "¿Qué?"

Su pregunta fue respondida con una carcajada ebria. Una risa masculina vino de detrás de él y supo que era su mejor amigo, Tommy Merlyn. Su risa mezclada con las risitas femeninas de las chicas enfrente de el, pero también escucho un profundo y pesado suspiro del hombre que estaba parado a su izquierda. A continuación el hombre aclaró su garganta y continuo, "Dije: ¿Aceptas, Oliver Jonas Queen, a esta mujer como tu esposa? ¿Prometes amarla, honrarla, valorarla y protegerla, renunciando a todos los demás y permaneciendo solo junto a ella?"

Oh, si, correcto. Oliver se irguió un poco, mirando a la chica parada frente a él, sonrió y dijo, "Acepto."

Esta vez hubo silbidos viniendo de detrás de él. Tommy, el padrino de honor, palmeó su hombro de nuevo. Claro que lo aprobaba. Todo esto había sido idea suya.

El ministro- quien, por supuesto, no era un ministro en realidad, solo un tipo vistiendo el traje mas barato que Oliver había visto en su vida…En serio, ni siquiera su chofer llevaría eso. De cualquier forma, el hombre del traje barato su giró hacia la castaña que había capturado la fantasía de Oliver alrededor de cuatro horas atrás. "¿Y tu, Felicity Meghan Smoak, tomas a esta hombre como tu esposo? ¿Prometes amarlo, honrarlo, valorarlo y protegerlo, renunciando a todos los demás y permaneciendo solo junto a él?"

Diversión brilló en sus ojos mientras decía, "Acepto."

Exageradamente, Oliver levanto su puño en un gesto de victoria, antes de apuntarla con su dedo indice, "¡La respuesta más correctísima a nada en la historia!"

El sonrió, sin importarle que su gramática estaba nadando en un mar de Vodka con Red Bull y que sus palabras salieran enredadas por el Tequila que había tomado por el simple hecho de tener la oportunidad de hacerla lamer su dedo para quitarle la sal. Miró a Felicity, la chica con la que se acababa de casar para tener una noche de bodas, reír y eso solo hizo mas grande su sonrisa. Regreso su atención al empleado de la capilla con el traje barato, "¿Ya estamos en la parte del beso?"

"Por la autoridad investida en mi por el estado de Nevada, yo los declaro marido y mujer. Felicidades. Puede besar a la novia."

"¡Booya!" Ese era Tommy.

Oliver no necesito que le dijeran dos veces, se estiro para tomar el rostro de Felicity y la jalo hacia sí. Sus labios se estrellaron con los suyos y él abrió su boca al instante, besandola profundamente y demandantemente. Oh mierda, sabia tan bien. Se sentía tan bien. Ella llevo sus brazos alrededor de él y cerro la distancia entre ellos. Sus cuerpos se alinearon perfectamente, añadiendo fricción donde la necesitaba, pero no la suficiente, no tanto como él quería. En ese momento supo que había tomado la decisión correcta al seguir la sugerencia de Tommy.

"Wow," esa era la dama de honor, la amiga pelirroja de Felicity cuyo nombre ni siquiera había intentado recordar, porque ella en realidad no importaba en este momento. No era nada mas que el revolcón de la noche de Tommy. "Sr. y Sra. Queen, ¡consigan una maldita habitación!"

Ese causo que Oliver rompiera el beso. "Si," dijo el, "hagamos eso."

Agosto 28, 2007

Todo es juegos y diversión hasta que despiertas con resaca y casado con una extraña.

Ayer, la sugerencia de Tommy tenia perfecto sentido. Como Felicity había declarado no ser el tipo de chica que llevaba a cualquier chico a su casa, la conclusión lógica había sido que debía proponerle matrimonio para probar que no era cualquier chico. Estando borracho, esa había sido la solución mas inteligente a un problema en, pues, nunca.

Por supuesto, el cerebro de Oliver había estado en sus pantalones en ese momento.

Cual exactamente era la excusa de Felicity para acceder a todo esto, no esta seguro. Pero mientras miraba su habitación (su habitación de la niñez, en realidad), supuso que debió ser mas inteligente que eso- al menos, de acuerdo a los trofeos alineados en una repisa frente a la cama en la que estaba acostado. Los reconocimientos dejaban en claro que había ganado su primer concurso de matemáticas la noche anterior- prueba de que no necesitabas ser una animadora para ser malditamente flexible.

La noche anterior también había probado que eso de no juzgar un libro por su portada era cierto también, porque Felicity había resultado ser mas memorable de lo que él había esperado. Mirando a la chica aun dormida, enroscada cerca de el en su pequeña cama, no podía evitar sonreír. Parte de el estaba tentada a despertarla a besos y prepararla para la segunda ronda…que técnicamente seria la ronda numero tres. La sonrisa se hizo aun mas grande. La cosa que había hecho con su lengua había sido increíble. Tal vez, él podría enseñar a Laurel como hacer eso…

Internamente, gimió. ¡Que manera de arruinar su propia fiesta! Laurel le había pedido que se mudara con ella la semana pasada. Había sido su primera petición abierta de que debían tomar el siguiente paso en su relación y volverse mas serios. Había dicho todas esas cosas, porque sus anteriores, y mas sutiles pistas no habían obtenido una reacción de su parte. Oh, él se había dado cuenta y comprendido, pero había elegido ignorarlas porque no estaba listo para asentarse aun.

La ironía de tener ese pensamiento mientras miraba a la chica que técnicamente era su esposa no paso desapercibida para Oliver.

Pero esto no era sentar cabeza, el sabia- y sabia que Felicity también lo sabia. La noche anterior había sido divertida. Se convertiría en otra historia de Oliver siendo un chico malo como la vez que había orinado a un policía o cuando, borracho, había metido su Porsche a una tienda de Lamorghini- se las había arreglado para hacer del ultimo un acto simbólico, y sus amigos en la escena habían creído eso. Ahora había agregado un casarse borracho en Las Vegas con una nerd sexy… Podría ser peor. Aun así, no podía evitar el pensar cuanto le costaría. O, mas bien, cuanto le costaría a su padre.

Tal vez, podría llamar a sus abogados y hacerlos que manejaran la situación sin volverlo la gran cosa. Tal vez, Laurel no tendría que enterarse. Tal vez, podría esconder el "Acepto" de su ahora-si-ahora-no novia a la que había engañado. De nuevo. La novia intermitente que había engañado mientras también se acostaba con su hermana, Sara. Bien, cuando lo ponía así, realmente no sonaba bien. Ni siquiera en su propia mente.

Tal vez, debería aceptar la oferta de su padre de salir en su yate con él. Seria bueno estar alejado cuando todo esto se descubriera, alejado del problema, inalcanzable en el Queen's Gambit. Seria aun mejor si tuviera alguien con quien estar…

Regreso su atención a la castaña, que estaba removiéndose a su lado. Eso funcionaria perfectamente, decidió, y se doblo para besar su hombro desnudo, que sobresalía de los cobertores rosas.

El toque repentino la sobresalto tanto que se despertó y se alejo de él- directamente fuera de la pequeña cama. Con un golpe cayó al suelo. Aun sonriendo, Oliver se inclino hacia adelante y miro abajo hacia donde estaba tirada.

"Hola. Vengo en son de paz."

Alejando su cabello de su rostro, se enderezó. Por un momento solo lo miró y él prácticamente podía ver reunir sus pensamientos. Finalmente, dio con algo para decir. "Oliver…"

"El único y original." Extendió su mano hacia ella. "Regresa a la cama, bebe."

Pero ella no se movió. "No me digas 'bebe'. Odio cuando los chicos hacen eso."

"Es justo. Aun quiero que regreses a la cama." Le dio su sonrisa ganadora y agrego, "Sra. Queen."

Eso fue lo peor que pudo haber dicho. Lo podía ver en su rostro, que perdió momentáneamente su color. Sus ojos azules se agrandaron y el pensamiento de que su expresión de venado asustado no debería encenderlo tanto cruzo por su cabeza. Ahora su mano estaba en su frente. "¡Oh Dios mío!"

"Si, eso es lo que dijiste anoche."

Aparentemente, ella no lo encontraba tan gracioso como el creía que era. "¿Como puedes estar tan tranquilo acerca de esto? Cometimos un grandísimo error anoche. ¡Hicimos una cosa muy, muy estúpida!" Ella estaba hablando realmente rápido. "Le dije a Vicki que cada vez que bebo Vodka algo malo pasa. Y en ese momento estaba hablando de la vez que intente vomitar en secreto en la planta de su madre. Esto, esto es peor que vomitar en plantas… Y ahora deseo no haberte dicho eso, porque es una historia realmente desagradable que no necesitabas saber. Voy a dejar de hablar en tres…dos…uno."

El solo le sonrió. Era tonto, pero extrañamente lindo. Si, totalmente podía tener otra ronda con ella.

Tristemente, ella no compartía su forma de pensar. Aun estaba en modo de pánico. "Yo crecí en Las Vegas. ¿Como me pudo pasar esto a mi? ¡Nosotros nos burlamos de los turistas que se emborrachan y terminan casados! ¡Porque es algo muy, muy estúpido!"

"Bueno, yo soy un turista."

De nuevo, no hubo una reacción positiva de parte de ella, ninguna señal de diversión o humor. "¡Tenemos que hacer algo al respecto!"

El hizo un gesto desdeñoso. "Mis abogados se encargaron de eso." El palmeo el colchón. "Ahora, ¿vas a regresar a la cama, o que?"

Permaneciendo en el suelo, ella parpadeó hacia el, "Tus abogados."

"Mis abogados," repitió él. "Deberíamos salir de viaje mientras arreglan las cosas. Quiero que vengas conmigo en el yate de mi padre. Cuando regresemos, los funcionarios sabrán cuanto dinero obtendrás."

"¿Dinero?" Se le quedo mirando con incredulidad, "Yo no quiero tu dinero. Deberíamos ir y conseguir una anulación. En Las Vegas eso es tan fácil como casarse."

"Se ve como un montón de esfuerzo por algo que otras personas pueden hacer por nosotros."

Su boca se abrió ligeramente. Incluso eso logra que se vea sexy, pensó Oliver. O quizás solo era el recuerdo de lo que podía hacer con esos labios. Labios que ahora formaban palabras para nada sexys, "Wow, me casé con un idiota. ¿Como no me di cuenta de eso anoche?"

Se contuvo de decirle que el alcohol era la razón mas probable y solamente suspiro, "¿Asi que, no quieres ir en un crucero conmigo?"

"¡Claro que no! ¡No iré a ningún lado contigo! Las vacaciones de otoño terminan en tres días y para entonces debo estar de regreso en Massachusetts."

"Eres una arruina fiestas," dijo el y se enderezo, su pie cayendo en su suave alfombra amarilla.

Sus ojos azules se oscurecieron y frunció sus labios. "¿Y que hay de la anulación?"

"Te lo dije, mis abogados se encargaran de eso. Solo dame tu numero y déjalos manejar el asunto."

Se paró. Cuando ella se dio cuneta de que estaba desnudo, rápidamente miro a otro lado y el sonrió. No había razón para ser tímida ahora. No había nada que no hubiera visto la noche anterior. Igual que el había visto la visión perfecta que era ella. En serio era una lastima. Pudieron haberse divertido en el yate de su padre. La alternativa era Sara. El sabia que ella no diría 'No'. Si, era el plan B perfecto. Estirándose por su ropa interior decidió darle otra oportunidad al plan A. "Te puedo llevar a la Costa Este, si quieres," sugirió.

Ella frunció el ceño, "A que te refieres: ¿llevarme a la Costa Este? ¿Como?"

"Con mi avión," dijo el mientras se subía sus boxers.

"Tu avion."

"Técnicamente, es el avión de mi padre."

"Tu padre tiene un avión. Y un yate. Y tus abogados van a manejar la anulación." Sus ojos se dirigieron a los suyos y la realización la golpeo. "¡Oh no! Eres uno de esos hijos de papi."

El odiaba esa expresión con pasión- porque incluso el sabia que le quedaba perfectamente. Aun así, que lo maldijeran si ella obtenía una reacción de su parte. "Nos hacemos llamar 'donde está la fiesta." Tomó sus pantalones. "Pero, esta bien. Viaja en turista. Estaba tratando ser amable."

Y con eso, estaba sellado para él. Sara estaba a punto de recibir una oferta por un viaje que cambiaría su vida. Sacudiría su mundo.