Celos
Ardía. Su sangre hervía de furia y quemaba por dentro.
Soportaba verlo agarrado de la mano con una chica diferente a diario; le molestaba, pero podía soportarlo. Otra cosa era levantarse todas las mañanas y ver salir a una chica diferente de su habitación a diario: Con intentos de pijamas extremadamente cortos, y soñadoras sonrisas incrustadas en los labios
"Y mucho peor, con tu aroma impregnado en sus cuerpos"
Últimamente había notado una en especial. Argentine solía frecuentarla: Lo que significaba interés de su parte. Algo que nunca había visto hasta ahora.
Que molesto le resultaba.
Arshes no se tomaba la molestia en pensar el porque de todo esto, en primer lugar ni siquiera sabia que diablos hacía espiándolo.
Termino por seguirla, demasiado perdido en sus propios sentimientos como para considerase conciente. El asco hacia si mismo por dejarse afectar tanto, y la decepción.
A pesar de ser bastante atractiva, Arshes no la consideraba en lo más mínimo merecedora de su amigo.
Simplemente no era digna de él.
Hizo para alejarla, lo más bajo que había cruzado por su mente: La sedujo.
Finalmente, después de un corto tiempo esta dejo a Argentine, el cual se extraño por la situación. Era la primera vez que experimentaba el abandono departe de una de sus amantes, y sin duda era devastador.
El sentimiento se aplazo al ver unas cuantas veces a su ex con Arshes, pero al cabo de una semana no supo más de ella; la situación era que la mencionada se había atrevido a despreciar al ojigris, molestando en grande al rubio quien en forma poco ortodoxa quiso defender a su querido.
Se trataba de Argentine, sus decisiones eran inestables e imprescindibles. Era bastante humillante saber que solo por él perdía el control.
Arshes era enfermizamente celoso.
